Curioseando por Aliexpress encontré un montón de voltímetros de taller, de los que se sueldan a las placas de diferentes circuitos y decidí adquirir el que veis en las imágenes por menos de 2 euros. En un rango inferior a 4 euros encontrarás voltímetros de este tipo que miden (siempre en corriente continua) desde 1,5 hasta 30 voltios, incluso más.
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Después busqué una caja para meter este invento y conseguí por 1 euro una de plástico diseñada para meter dentro mandos a distancia. En la tienda de electrónica de mi barrio compré un soporte para una pila CR2032 (cualquiera de 3 voltios sirve, pero esta abulta poco y dura mucho) y un diodo led blanco. Entre las dos cosas no llegaron a 1 euro. El resto del material (conexiones bipolares, camisa termo retráctil, cable bicolor…) lo tenía por casa.
Manos a la obra
Valiéndome de una broca de 1,5 mm, una vez marcada la ventana del display, perforé el perímetro del voltímetro en la caja: con una cuchilla caliente corté el material a eliminar y con una lima rematé la ventanita.
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Al voltímetro conecté una conexión móvil hembra y al circuito LED otra. Estas conexiones las encontraréis por pocos céntimos (vienen en bolsas de 10 juegos macho/hembra) bajo la denominación JSP 2T.
Ahora, como veis en la imagen, tocaba colocar todo dentro de la caja y hacer las soldaduras con estaño. El voltímetro lo pegué a la caja con la pistola de cola caliente y el LED blanco con pegamento Super Glue y bicarbonato (pegamento instantáneo duro como el cemento).
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El último paso ha sido cortar el clavo por la mitad, afilar uno de sus lados y hacer una muesca en el otro para soldar el cable bicolor. Al otro extremo del cable, respetando la polaridad, soldé una toma macho JSP 2T. Todo lo que no me interesaba que quedase al descubierto, salvo las puntas de polímetro, lo he cubierto con camisa termorretráctil.
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La caja de plástico es la que se utiliza para meter un mando a distancia pequeño.
¿Y para qué sirve?
Utilizando la toma que está conectada al voltímetro puedes controlar desde el voltaje de la batería, hasta la llegada de corriente a diferentes partes de la moto: caja de fusibles, tomas bajo llave, conexiones de mechero, USB…
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Y si necesitas comprobar la continuidad de un circuito o, incluso, la existencia de una derivación o cortocircuito (incluyendo el funcionamiento de interruptores, sensores de la pata de cabra, los frenos, el embrague…) empleas la conexión que hay al diodo LED a través de la pila de botón de 3 voltios.
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Rizando el rizo
Como pedí más material del que necesitaba, todavía me quedaban componentes para fabricar otro polímetro más, pero me propuse miniaturizarlo al máximo y conseguí meter todo el circuito y una batería más pequeña dentro de un tubo de fibra de carbono (sobrante de una barra de accesorios del manillar de una moto) , de manera que el resultado final no es mucho más grande que el tamaño de un mechero.
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Espero que a algún manitas esto le sirva de inspiración si decide gastarse unos 5 euros en fabricarse un artefacto como este, tan básico como práctico en nuestra moto.
