Hace tiempo que algunos compañeros de la zona de Alicante trabajaban con la idea de KDD “diferente” y tras algunas semanas de espera el pasado fin de semana se celebró el evento.
No quiero dejar los agradecimientos para el final !!.
Gracias Galahad, Margiver, Pataliebre y Joseda, por un finde en el que me lo he pasado genial, así como a sus respectivas porque sólo ellas saben lo que han tenido que aguantar.
También quiero dar las gracias a Kiking y Mónica por aguantarme durante el viaje de ida y vuelta y toooooooda la ruta VSRiders.
Creo que la esencia de las KDD’s radica en vivirlas; pero como no siempre se puede llegar a todo ahí va mi pequeña crónica de esta V-STROM SPIRITUAL RIDERS para que quienes no han podido ir se hagan una idea.
El viernes por la mañana, a las 09:00 horas, nos reunimos Kiko, Mónica y yo para emprender ruta hacia Alicante. Aprovechando que no había amenaza de lluvia decidimos ir por el interior… Falset, Alcañiz, Calanda, Teruel, parada en Albentosa para comer en un restaurante que ya conocíamos de pasadas ediciones de la Reunión Libre Estrella de Javalambre y después de comer continuar viaje por Sagunto, circunvalación de Valencia, Xátiva y Ontynient hasta llegar a Muro de Alcoy. Allí, en el Hotel Vila de Muro, nos esperaban los miembros de la organización.
Tras la bienvenida, reparto de habitaciones posteriormente reunión para entrega de dossiers, acreditaciones y obsequios, así como explicación de las pretensiones y objetivos de la KDD.
Al finalizar la reunión cenamos en el mismo hotel y tras un rato de copas y charla la gente empezó a irse a sus respectivas habitaciones.
Ahí es donde para algunos empezó la parte “técnica” de la KDD, buscar rutas, elegir mejores opciones, calcular distancia, etc… con el fin de tener las cosas lo más claras posibles y no dejarlo todo a la improvisación.
Finalmente optamos por una ruta que pasaba por 10 Puntos de Control de los 14 existentes, dejando fuera de la misma la pista de tierra (camino hacia la Sierra de la Pila) y los res situados más al sur, concretamente el Castillo de la Horadada en Pilar de la Horadada y los Molinos de Quintín y Calcetera en San Pedro del Pinatar.
La mañana del sábado empezó con un buen desayuno y la verificación de kilómetros de cada una de las motos participantes.
A partir de ese momento se formaron los distintos grupos y salimos a la carreta en pos de nuestros objetivos.
Salimos de Muro de Alcoy hacia Ontynient y allí pasamos por nuestro primer Punto de Control, concretamente por la zona denominada Pou Clar.
Continuamos hacia Villena donde estaba el segundo Punto de Control, el Castillo de La Atalaya.
Seguimos nuestro camino y a la altura de Elda empezó a llover. No sé cuantos años hacía que no llovía por esa zona; pero fue pasar nosotros y zas… agua al canto !!.
Elda, Monóvar, Fondó y nuestro tercer Punto de Control, el Monolito conmemorativo de la salida hacia el exilio de los miembros del II Gobierno de la República el 6 de marzo de 1939.
Antes de ir a por el siguiente punto había que asegurarse de que todo seguía según lo previsto.
Tuvimos que deshacer unos kilómetros de lo andado retrocediendo de nuevo hasta Monóvar y desde allí ya pusimos rumbo a nuestro cuarto Punto de Control, el Santuario de la Magdalena en Novelda.
Unos kilómetros más adelante el quinto Punto de Control, el Santuario de San Pascual (Orito, Monforte del Cid).
En este punto también aprovechamos para llevar a cabo el primer reto que nos comunicaron una vez ya estábamos en ruta: estar “entre dos aguas”. Le echamos imaginación; pero nadie puede decir que no estábamos entre dos aguas, la de una garrafa y la de una botella.
Abandonamos la zona interior y desde Orito bajamos hasta la localidad costera de Santa Pola donde, entre las salinas, encontramos nuestro sexto Punto de Control, la Torre de Tamarit.
Igual que en el punto anterior aprovechamos el momento y cumplimentamos un nuevo reto: “V-RIDERS en la arena”.
Dejamos atrás Santa Pola poniendo de nuevo rumbo a zonas interiores de la provincia. El calor era asfixiante en ese momento y el hambre dejaba notar por lo que decidimos parar a comer. El sitio elegido fue la Venta Strambotik en Mutxamiel.
Después de comer tocaba hacer dos de los tramos más divertidos, moteramente hablando, de toda la ruta: los puertos de La Carrasqueta y Tudons.
Desde Mutxamiel fuimos hasta Tibi, de ahí a Xixona para empezar el ascenso al puerto de La Carrasqueta, séptimo Punto de Control para nosotros.
Asfalto, curvas y vistas espectaculares !!.
Octavo Punto de Control: Puerto de Tudons.
Y un reto más: “con el de más edad de la KDD”… o sea, conmigo mismo.
Seguimos por las sinuosas carreteras de la zona pero ya bajando de nuevo hacia la costa. Pasamos por Sella y Finestrat y en Benidorm cogemos la autopista de peaje para evitar el denso tráfico hasta Altea.
En esa población, dentro de la urbanización Altea Hills, el noveno Punto de Control: la Iglesia Ortodoxa Rusa de Altea. Impresionante, imponente, sólo por poder admirar esa belleza ya merece la pena llegar hasta su emplazamiento.
En ese momento llevamos a cabo otro reto más: “besar a una V”.
De nuevo por autopista, porque el tráfico por toda la zona era increíblemente lento, hasta llegar a Denia. Tras atravesar gran parte de la población, al final de Las Rotas, nuestro décimo y último Punto de Control: la Torre del Gerro.
Un pequeño descanso frente al mar y rápidamente iniciamos el camino de regreso hacia el hotel.
En esta ocasión volvimos a coger la autopista por el mismo motivo que en las dos anteriores ocasiones. Salimos en Oliva y desde allí, por alguna carretera secundaria y por la A-t llegamos hasta Muro de Alcoy.
En el mismo aparcamiento del hotel un último reto: “junto a la más joven de la KDD”.
Y verificación de los kilómetros a la llegada.
En total 476 kilómetros en los que empleamos, con paradas incluidas, 10:30 horas.
Después de una dura jornada, duchita, cena, copa, charla con los amigos y entrega de premios.
La velada se alargó hasta que, poco a poco, unos y otros se fueron retirando a descansar.
El domingo nos reunimos todos para desayunar y posteriormente hacer una foto del grupo de motos. Galahad, alma mater de la KDD, aprovechó para dedicar unas palabras de agradecimiento a los asistentes; aunque ese agradecimiento es el mismo que le debemos a él y al resto de compañeros que hicieron posible este evento.
Gracias por un fin de semana diferente, ameno, motero, de compañerismo y porque no… con una pequeña dosis de aventura.
Si hay una segunda edición de la V-STROM SPIRITUAL RIDERS, ahí estaremos !!.
