Os pego la información del viaje que coloqué en mi página antes de partir. Nuestras intenciones se vieron, más o menos, cumplidas.
Por el camino hubo algo de bronca y perdimos a uno de los expedicionarios que regresó a España. Los otros dos seguimos ruta y en estos vídeos y en la página podéis ver lo que dio de si.
Las intenciones:
Primero embarcaremos las motos a Civittavechia, en Italia, para evitar las autopistas del Sur de Francia y ahorrar tiempo. Cruzaremos Italia hasta Ancona y embarcaremos nuevamente hacia Grecia. Allí, después de visitar los monasterios de Meteora seguiremos ruta a Estambul, la ciudad de Suleyman El Magnífico, El Legislador, el que llevó al Imperio Otomano a sus más altas cotas de esplendor.
Süleyman Kanuni
Pero el nuestro no es un viaje en pos de la historia sino un viaje en busca de historias. Historias de tienda de campaña, de caña de pescar y de cocinilla de cámping. Historias que os iremos contando, puntualmente, en esta página y en el blog de Álex, alexviajaenmoto.blogspot.com. Cada uno de nosotros os dará su visión del viaje y su peculiar forma de vivir esta pequeña aventura.
Desde Estambul seguiremos ruta a la Capadocia y ahí comenzará el regreso, atravesando Turquía para recalar en la isla de Chios. Luego surcaremos el Egeo, emulando a cualquier argonauta hoplita, para recalar en la cuna de la civilización occidental, Atenas.
Seguirá un vistazo de soslayo al escenario de la Batalla de Salamina, la batalla definitiva gracias a la cual hoy somos lo que somos, y el canal de Corinto, una obra que me ha impresionado desde el instante en que vi la primera fotografía. Corinto representa el tesón humano, la soberbia y la perfección. Corinto es, para mi, la obra imposible.
Saltaremos a Italia y nos inclinaremos, en perfecta reverencia de cuarenta y cinco grados, ante la Costa Amalfitana y su carretera de los sueños. Torno a Sorrento, que diría Martucci. Y a Nápoles, hediondo y entrañable. Y de nuevo al Norte.
Y antes de que nos demos cuenta, estaremos de vuelta, añorando nuestras noches de acampadas furtivas a salto de mata, las recetas de Álex en la cocinilla de gas o los kebaps de Estambul.