Este año no iba a ir a este viaje y gracias a Marta he podido disfrutar un año más de la compañía de un grupo de gente maravillosa y de la experiencia de conducción y de convivencia que te da el ir a ese país que nada tiene que ver con lo que habitualmente vivimos. Aprender de la moto y de como ir por carreteras rotas, en condiciones difíciles con agua y barro, compartir experiencias después de una larga jornada en nuestras monturas, alguno con mucho más mérito si cabe ya que lo hacen a duo, con mención especial a esas artilleras que aguantan estoicamente y con una sonrisa en la cara.
Mi crónica, la llevo dentro, la vivida en estos días.
Gracias a todos los compañeros de viaje por estos días, me alegra que Mario se animara porque estoy seguro que lo ha disfrutado al cien por cien.
Gracias a mi rubia del desierto.....

Y gracias a el tío serio que nunca espera

Volveré ..... " Inshallah "