Pero esta mañana me ha ocurrido algo que ha perturbado esa tranquilidad habitual.
Nada más salir de casa, como todos los días, para ir al trabajo con mi V, en la rotonda que hay que tomar para incorporarse a la autopista A-2, noto una presencia absolutamente pegada al colín de mi V. Una lata blanca en formato 4x4.
Sabéis que una moto no ocupa todo el carril, pues bueno, el tipo parecía que quería meterse por donde fuese para adelantarme antes de salir a la autopista.
Ahí se ha acabado mi tranquilidad. Me digo: este tío me quiere pasar por encima........... pues no le dejo.
Me he puesto en el centro del carril y al tomar la incorporación, noto que acelera todo lo que puede para pasarme nada más salir a los tres carriles que tiene ahí la A-2, haciendo la primera imprudencia puesto que a esas horas la pista viene bien cargadita ya de tráfico.
Pues vuelvo a repetir: pues no me pasa y yo acelero más que el, eso es fácil contra un lata normal, y salgo el primero a la autopista.
Me cruzo rápidamente al tercer carril, eso si, marcando la maniobra con el intermitente y el pollo pegado a mi colín.
Hemos ido como 3 kms. a velocidades inconfesables sorteando coches y más coches y la lata detrás de mi, como un poseso, como si fuese una moto más, pasando muchas veces por los pelos y yo también (eso es lo malo), hasta que hemos llegado a una zona con más tráfico, donde le he dicho adiós, puesto que el ya no podía hacer más slalom y yo si.
He seguido un rato a más velocidad de lo normal para ese tráfico, pero es que ya había cogido la directa y es difícil parar el carro en esas ocasiones, hasta que me he dado cuenta de lo que estaba haciendo, muchos kms. más allá y me he quedado hecho polvo.
¡No me puedo jugar así la vida por un imbéc*l!!
Cuando he aparcado la burra en el parking del curro, me he dicho "Hoy has tenido suerte, mañana ........... ¡¡¡NO LO VUELVAS A HACER!!!

ya me doy yo y sobre todo NO LO HAGÁIS NUNCA
