He visto este vídeo varias veces, hoy ha sido otra vez más. Verdaderamente me parece fascinante el arrojo de Miquel llevando a su madre, al igual que el de ella... la vida es así, se puede disfrutar de multitud de maneras, a veces para disfrutar de las cosas que hemos hecho hay que "sufrirlas" haciéndolas... parece una paradoja y en esta ocasión realmente lo es, porque se sufre, y duramente.
Miquel es todo un explorador, es como una leyenda viva para muchos de nosotros. Tenemos que darnos cuenta de que, para llegar a recordar a muchos de los valientes y arriesgados exploradores, él hace lo mismo aunque con moto. Hay lugares que sólo habrán visto la moto de nuestro amigo Miquel, para mí no hay otra opción que seguir apoyando a este compañero, ya sea con un mensaje de ánimo, con un "me gusta" en facebook, adquiriendo el "Millón de piedras book"... y todo porque arriesgar la vida para hacer lo que hace Miquel me resulta digno de admiración, sólo de pensar lo que puede suponer para los más allegados de estos dos alpinistas que un hombre vaya a recordarlos y en esas condiciones de riesgo, me resulta impresionante entre otras muchas cosas.
Quién escribe sus propias aventuras? Creo que muy muy pocos... tenemos a un explorador de pura sangre, a un intrépido escritor y más aún motero, a un conquistador de lo que haga falta, en este caso de sus palabras en el papel. Miquel está conquistando sus libros con sus sensaciones, su esfuerzo, su sufrimiento, sus alegrías, sus miedos... y para mayor "penitencia", su preocupación y su gesto de enviarnos esas imágenes, las cuales no están pagadas con nada... hasta se ha dicho por ahí que se podría hacer un documental...
Gracias Miquel por el tiempo que dedicas a todos con tus imágenes y tus relatos.
Por último sólo decir que el título de este vídeo creo que sólo es el reflejo de una parte de lo que habéis vivido. UNA MADRE CONTRA LOS HIMALAYA... UN HIJO CONTRA LOS HIMALAYA... el uno por el otro antes que nada en el mundo, ambos para ambos antes que para sí mismos y contra lo inesperado... incondicionalmente.
Gracias Miquel por compartir tus momento y tus sentimientos.
Abrazos y ánimos para ambos, y, aunque sepa que tu madre esté en casa, es otro modo de sufrir.
P.D: Mucho cuidado y ¡very good!