Llego a la gasolinera a las 9.00h en punto, (sí señor), y ya están esperando Benelli, (Jesús), Kanguro, (Salvador), Peligroso, (Fran), y Pablo terminando de repostar. Nos saludamos, las primeras risas de la mañana, terminamos de decidir con Salvador la ruta a seguir, y empezamos la ruta escasos 10 minutos después, de momento, dentro del horario.
Empezamos la ruta por Agost, un pequeño tramo de autovía, dirección Tibi, y todo recto hasta Onil, para hacer el puerto, que lamentablemente, muy delicado por la humedad, la escarcha, y algún tramo con placas de hielo que ocupaban prácticamente toda la carretera, sobre todo una que hay justo después de un cambio de rasante interesante, y que cuando llegas arriba, sorpresa, ya estas dentro, por lo tanto, sueltas gas con mucho cariño, te olvidas de los frenos, y pasas como puedes...., pero, al final, como íbamos a ritmo tranquilón, sin novedad en el frente, hasta llegar abajo del todo, donde hacemos balance del momento pasado, el paisaje, y las risas por supuesto, ya que a Jesús, costaba arrancarle la sonrisa un poco, pero...
...el chiste del que tienen en común las mujeres y las hormigas?..., nunca falla
Y de paso, conseguí animar un poco a Jesús, aunque a una hora muy temprana todavía...
Además, hubo tiempo para las foto de grupo, gracias a Salvador, y su querido trípode...
Después de la parada técnica, y para relevar un rato a Salvador de dirigir la ruta, seguimos directos hasta Onteniente, a nuestro querido bar Miranda´s, al que vamos siempre que podemos entre semana, ya no solo por sus espectaculares bocadillos, sino además, por el trato tan bueno y agradable que nos dispensan cada vez que vamos. Y en este tramo, voy abriendo camino, hasta entrar por un sitio diferente a Ontinyent, que es como me aparece en el Gps, y por fin, le pude poner la dirección, y directos al bar en cuestión.
Y como siempre, la hecatombre gastronómica:
Jesús: bocadillo especial de la casa: lomo, tomate, salsa verde....
Fran y sus 14 salchichas...., perdón, 13 salchichas...
Salvador y su medio de tortilla de patatas.
Pablo con sus salchichas....
Y un servidor, con sepia y un plato de setas raras con ajos, que estaban de vicio...
No obstante, lo mejor, como siempre, mis amigos y compañeros, con los que tuve el enorme placer de poder compartir, una vez más, esos momentos que hace tan especial, ser motero, y salir en moto.
Sin olvidar a Cesar, con el encargo especial para la mujer de Salvador, que lamentablemente, no le fue posible acompañarnos, pero, Salvador tuvo el detalle de llevarle un pequeño detalle.
Y casi sin darnos cuenta, a las 13.20h..., vamos, más de dos horas después de haber llegado al bar para almorzar, seguimos camino, y una vez más, Salvador fue nuestro guía, llevándonos por una carretera nueva, (oh, nueva, que nunca había pasado..., fue una experiencia...., gratificante, :puño: ), que nos llevo directos hasta Alcoy, cogimos la circunvalación para llegar hasta casi Cocentaina, y dirección a Beniarres, a ver su famoso embalse:
Más grande que un día sin pan...
Y continuamos para ver el Barranco de la Encantada, que lo tenía pendiente desde hace muchos años, y por fin lo iba a conocer:
Lo mejor, la cascada...., y el silencio, solo roto por el constante caer del salto de agua.
Bueno, y nosotros, claro.
Con momento de inspiración incluido.
Y de relax también.
La verdad es que el día, dio para mucho...
Un sitio para volver.
Y para el recuerdo.
Pero, ya iban siendo las 15.30h pasadas, y teníamos que volver..., por lo que, con mi amigo inseparable el GPS, a buscar la circunvalación de Alcoy, pasar por los túneles a 67 km/h, ya que se que hay radares a 80, y como no me fío un pelo de ninguno, voy a 70 de marcador..., y llegamos a la Carrasqueta sobre las 16.00h, y por una vez, sin tráfico, y como no soy de zonas rápidas, me quede atrás con Fran, al que le corte mucho el rollo en las rectas..., pero, disfruto en las curvas... :puño: , para reunirnos todos otra vez, en la Venta Teresa, para la última charla del día, antes de volver todos juntos a casa, casi a las 17.00h de la tarde, que además, se nos echaba la noche encima, pero,
después de la niebla que tuvimos para bajar, prácticamente, no nos dimos cuenta....
Con la moto de Fran...
la de Jesús...
la de Salvador...
la de Pablo...
y la mía.
Y como nota particular, disfrute mucho con los escasos almendros en flor que pude admirar ese día:
, y que es un sitio muy pequeño.