A la inyección de combustible hay que añadir los frenos ABS de serie para un modelo que tiene su principal atractivo en el precio, ya que no irá más allá de los 6.000 euros. El enorme asiento para piloto y pasajero, el espacio suficiente para dos cascos integrales bajo el mismo, la inmensa doble óptica frontal y el aerodinámico diseño hacen el resto.




Creo que el precio no está mal, pero eso de competir con la T-max y con las 650 de BMW es muy exagerado por su parte.



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