
ADVERTENCIA: NO COMPRAR EL LIBRO ENTRE SEMANA. Existe un grave peligro de que al llegar a casa te dé por ojearlo un poquito, y cuando te quieres dar cuenta aparece el punzón del hambre por no cenar. Son las 3 de la mañana, y toca levantarse a las 7 para ir a trabajar.
Ayer recibí la llamada de la librera informándome que les había entrado el libro, y me dirigí a por él.
Cuando empiezas a leerlo te das cuenta que no va a ser Long Way Down. No es el relato de un "viaje de caballeros" con un buen séquito destinado a aventureros de salon. No son las peripecias de 2 ricachones por un mundo que, aunque lo presenten imperfecto, está idealizado.
Es mejor. Mucho mejor. Tiene sabor AUTENTICO no como los subproductos que nos llegan.
Las fotos son buenísimas, no tanto por su calidad artistica, sino por servir de testigos de las vivencias que relata (muchas de ellas me recuerdan a otras tantas que he visto en cronicas por los foros moteros).
El jodío libro engancha y mucho.
La historia de amor entre la "nueva viuda y el amante joven" creo que la hemos experimentado muchos en menor o mayor medida en algún momento.
Mi querida GS500 llevaba unos míseros 2000kms y un año prácticamente parada por culpa de su primer dueño, que no sabía lo que quería. Yo aparecí buscando una bandit para comprar/financiar. Cuando me la preserntaron. Yo tenía el dinero en la mano y ella estaba allí. Amor a primera vista.
No veo la hora de seguir leyendo.
Os dejo la reseña oficial para acabar de convencer a los indecisos:
Se va a organizar una charla presentacion del libro bajo la denominación "LA AVENTURA EN MOTO Y EL AVENTURERO IDIOTA"Un hombre harto, una moto, una tierra bella y pasmada. Con estos ingredientes Miquel Silvestre ha dejado por una vez sus relatos de irónico realismo y se ha embarcado en un viaje por África. Desde Nairobi a Ciudad del Cabo, desde Maseru a Maputo, ha recorrido quince mil kilómetros de selva, sabana y desierto: diez países, sobornos en las fronteras, ríos, montañas, antílopes, tres mil estrellas y la Costa de los Esqueletos. Mascó el miedo, escupió sangre y bebió mucha cerveza.
Esta odisea está llena de aventuras y riesgos, de hoteluchos de mala muerte, de baches, polvo y arena, y de gente que sobrevive en villorrios pasmados en la galbana. Hay paisaje, paisanaje... y pasión. Pero no compasión, que es el cómodo refugio del fuerte para anestesiar la conciencia ante el dolor de los débiles. Es verdad que no hay muchos amaneceres en el Serengueti, ni curtidos machos alfa despachando leones y elefantes entre las minas del rey Salomón, ni el silbido de la mamba negra. A cambio, en cada página hay un par de historias que ponen la piel de gallina y escupen sobre los tópicos. Hay mucho cinismo y ninguna impostura. Es un libro duro como la soledad, la desesperanza y la verdad.
Un viaje en solitario sin porteadores ni niñeras. Ha podido contarlo a pesar de las colitis, los bandidos y los huesos rotos, porque cuando viaja, un hombre solo suscita la piedad en todas partes. Con humor sarcástico, el autor más cyberpunk de la literatura ibérica dibuja en trazos sobrios y transparentes una tierra dura en la que la vida no vale nada y en donde la supervivencia del viajero depende de su ánimo inoxidable, de los decentes samaritanos y de la buena suerte. También de la rapidez de reflejos para poner pies en polvorosa en situaciones en las que se difuminan las fronteras entre estupidez y heroísmo.
En estas páginas no están las nieves del Kilimanjaro, las puestas del sol en Serengeti, la fotogenia de los masai o la ferocidad de los zulúes.
Tampoco hay complejo colonial de onegero ni regusto dulzón de memorias de baronesa Blixen al pie de las colinas de Ngong. Todo eso es sólo literatura o, como mucho, historia. Pero sí hay voces nativas que cuentan historias de una belleza sencilla en una de las zonas más descarnadas del planeta. Sin sentimentalismo y lleno de una poesía desnuda, el viajero se conmueve a veces y nos conmueve siempre.
La mirada de Miquel Silvestre tiene poco almíbar y mucho humor. Hay en este libro muchos sobornos, y cerveza y arroz con pollo en sitios asquerosos, pero tras esa dureza se transparenta siempre un tipo sensible, desencantado y justo, un buen tipo que no se considera ni mejor ni peor que los demás. Es el libro sobre África que hubiera escrito Humphrey Bogart.
organizado por 2TMotoYuncos el sábado 19/02/2011 a las 18:00
http://www.amiando.com/MIQUELSILVESTRE.html
V'ssss, espero que lo disfruteis.