Precioso día. Algo caluroso, pero bueno, las calores se puede decir que han pasado ya.
La kdd, más gastronómica que rutera, ha resultado estupenda. No demasiado concurrida (trabajo nos costó coger mesa para doce), pero con el ambiente justo para ser muy agradable y hasta gracioso. Más adelante pasaré lista, para que pongáis cara a algunos de los miembros y miembras del Comando.
Sí hubieron ausencias: uno que si tenía un granito en la nariz; otro que si le dolía la barriguita, otro que... De estos no voy a pasar lista, más vale :-3 También hay que señalar la ausencia, anunciada, de Seveyn y Jota-Pepe, del Comando Centro. Hubiera sido muy grata su visita, pero cuestiones laborales se lo impidieron.
En el lugar de reunión nos fuimos juntando poco a poco los asistentes, nos fuimos saludando uno a uno, una a una, besos por aquí, abrazos por allá... lo normal en estos casos. Incluso se acercó por allí Danistrom con su novia, enterados de la reunión, para conocernos. No se unió a nosotros por tener otros compromisos. ¡Un saludo para vosotros!
Alguna cerveza ya cayó en este momento, porque ya a la una te lo pedía el cuerpo. Pero tampoco fueron tantas ¿eh?
Casi cuando nos íbamos a comer llegó el hijo pródigo: Speed285, con su mujer, Mª Angeles, arrepentido de su mala acción de decir que no iba a asistir.
De esto no hay documentación gráfica, pero sí del itinerario:
Fran en su HD. Se hacía oir.
Sandra con su Ducati Monster 600, muy disciplinada ella.
Otra de Sandra, cabellera al viento...
Speed285 con Mª Angeles y su Super Vstrom tuneá con los Bridgestone BT020. Imbatible.
Juanejo y Loli, levantan envidias por donde pasan.
El alma de la Kdd: Isidoro y Merchi.
No creáis que íbamos así como así. Llevábamos coche de asistencia gentilmente cedido por Audi-Alemania para el evento, con Camel al volante e Inma de copiloto. Lo mejor es el reflejo de nuestra V en el lateral.
Autorretrato de Pelu en marcha. Es inconfundible por su chaquetón rojo.
Esta la hizo el que esto escribe, comprando papeletas para que le quiten 25 puntos.
Nos salimos de la general hacia El Viso del Alcor.
Un aspecto de la verde Campiña sevillana.
El lugar del almuerzo fue el mesón La Viña, lugar poco recomendable para los que padezcan de agorafobia: aquello parecía un bar del centro de Sevilla en la “madrugá”, gente, gente, gente. ¿Me permite? Gracias. Uy, perdón. ¡Señora, el codo! Ambientazo, vaya.
Después de un buen rato de haber llegado pudimos ocupar una mesa suficiente para los doce. Incluso para una columna que nos cogió en medio. Las señoras, primero: Mª Angeles, Inma, Pelu, Merchi, Loli y Sandra.
Juanejo e Isidoro, muy serios.
Gambas al ajillo y revuelto de setas y gambas.
Últimamente siempre hay un pozo donde poner los cascos, chaquetones...
Speed285, Mª Angeles, Inma y Pelu, mi artillera. Ojo, que dispara de verdad.
Juanejo, Isidoro y Fran. En realidad nos aburrimos mucho, no hablamos de nada.
De derecha a izquierda, Mª Angeles, Speed285, Camel y yo mismo. La chica del fondo no tiene nada que ver en el asunto, así que nadie pregunte quién era.
No puedo decir lo que me estaba diciendo Camel en ese momento.
Abundancia de comercio y bebercio, no había ni sitio para los platos. Ese que veis se acabó también, claro.
Por ahí al fondo no se oían más que risas y carcajadas. Qué estarían contándose...
A Juanejo no le cogí en su perfil bueno.
Camel y Speed todavía con la ropa limpia.
Otro perfil no demasiado afortunado. Yo no me llevaré el premio del Concurso fotográfico.
Esta era la última. Al poco rato terminamos, y nos fuimos (con todo pagado) a tomar café a un pueblo cercano, Mairena del Alcor. Tampoco hay pruebas gráficas de esto, pero ya os imagináis lo que es un café: una infusión del grano tostado de la planta del café. Fran y Sandra se despidieron para volver a casa, su niño les esperaba (y el partido del Sevilla, creo, porque yo de fútbol, nada).
Hasta pasadas las siete de la tarde estuvimos charlando casi con monotema: la MacroKdd de Castellón. Isidoro gastó gran parte de las energías del almuerzo en intentar convencer a mi artillera de la conveniencia de asistir a la concentración, lo bien que nos lo íbamos a pasar todos, el itinerario más conveniente, los placeres de salir a las 6 de la mañana con más de 700 km por delante...
Y esto es lo que ha dado de sí la kdd. Todos hemos prometido solemnemente que habrán más.