Con puntualidad absoluta, a las 9:30 de la mañana, nos juntábamos todos en la gasolinera de Campo Real, con cierto grado de confusión, porque el nombre y las coordenadas que aparecen en Google Maps no son del todo correctos. Menos mal que Último Mohicano llegó con tiempo suficiente como para hacer el primer turno de guardia y recibirnos al resto.
Arrancamos, con Raquel a la cabeza resolviendo los cruces, bastante buena temperatura y recorremos las primeras rectas interminables de las vegas del este de la Comunidad de Madrid hasta que, en las proximidades de Estremera, veo que Óscar me da ráfagas para que nos detengamos. Íbamos ocho motos y no era sencillo controlar la hilera por el retrovisor. Algo ha pasado con unos ciclistas y la BMW RT de mi tocayo Pablo (Estereotipo en el Foro)… al parecer. Volvemos hacia atrás, pero había sido una parada inesperada del motor, y los ciclistas que acabábamos de rebasar, al volver a pasarnos, fueron los que nos dijeron que una de las motos se había averiado. Antes de regresar hasta las motos paradas, vemos que empiezan a arrancar, parecía todo solucionado. No fue así, la BMW RT tenía mal la bomba de gasolina y Pablo decidió quedarse en Estremera para avisar a la grúa.
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Continuamos, ya entre curvas y atravesando un caudaloso río Tajo, hasta Garcinarro, donde hicimos una parada para tomar un café y comprar pan para acompañar las tortillas. Óscar contacta con Luis y Emecé, que habían salido desde Valencia, para coordinarnos en la hora de la llegada a las Torcas de Cañada del Hoyo, donde habíamos quedado para comer.
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Evitamos en todo momento tanto la autovía de Levante, como la de Cuenca y, a cambio, disfrutamos de unas carreteras en las que encontrar un coche era casi anecdótico. Pasadas las 12:30 llegamos a Las Torcas de los Palancares, nuestro primer destino. Aparcamos las motos a la sombra de sus majestuosos pinos (algunos con más de 500 años de vida) y, mientras Cocodroco se brinda a cuidar del parking, aprovechamos para deshacernos de las chaquetas y los cascos y hacer un pequeño recorrido caminando por Las Torcas, un monumento natural que es imprescindible visitar en alguna ocasión.
Panoramica Lobo.jpg
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y como no...hice de juez a la hora de probar tortillas y lo que surgiese... 
la verdad es que hasta sobró comida... 
por cierto me acabo de terminar un cacho de una de las torillas de Yola...uhmmm qué rica... 
y el placer fue doble al conocer a más gente del centro.
, recalentadas... 
