Yo trato, siempre que puedo, de utilizar todo el rango de revoluciones disponible: salir en tercera de una rotonda a 2.000 rpm y estirar hasta las 9.000 es una gozada. El motor hay que dejarlo respirar desde abajo hasta arrriba para que no le aparezcan toses raras...

¿A quien no le gusta una alegría de vez en cuando?
