Intento ponerme en vuestra piel, al leer a Albert y a Mon, experiencias para los restos si señor.
Como dice el bueno de Albert, el organizar un movidón de estas magnitudes no es tarea fácil, se necesita tiempo (o sacarlo de donde sea) muucha paciencia, algo de dinerillo y pasión..mucha pasión.
Espero poder ir algúna vez, y si no puedo pues me conformaré repasando crónicas y fotos cada año, que también lo disfruto, no es lo mismo pero me sienta bien ver que hay compañeros que lo pueden saborear in situ.
Aplaudir de nuevo al Vstrom club y sus organizadores por hacer que la gente se sienta viva!.
Hay vivencias que sólo se pueden sentir realizando este tipo de viajes. Por eso hay que agradecer a quienes los organizan sin importarles el tiempo y esfuerzo que deben dedicar para conseguirlo. Y todo para que un grupo de personas, a veces totalmente desconocidas, disfruten y se lo pasen bien. Chapó!
Gracias Ro. Una muestra más de tu inestimable contribución al grupo.
Y ahora mi deuda pendiente.
En el momento del accidente, voy situado detrás de Albert, me sigue Joaquín, reconvertido en Quim, vamos en varios grupos.
Salimos de un pueblo, el sol brilla, se siente la cercanía del fin del viaje, es el último día de ruta, los olores del paisaje se mezclan con las comidas que se preparan en los diversos poblados, la riqueza visual es incomparable por su colorido y contrastes, todo discurre con la normalidad que lo trepidante de un viaje así te aporta cada día en forma de manantial de información para los cinco sentidos que quisieras meter en un frasco para nunca borrar ni desperdiciar un sólo segundo, lo cual sabes que no es posible.
Tus pensamientos también se dirigen a la familia que también está regresando de su destino de vacaciones y piensas en sus abrazos y besos, en sus sonrisas, mis hijos son mi vida.......
Un perro cruza por la carretera, de repente veo la inminente colisión, es un flash, mi reacción es insuficiente, grito: "nooooooooo", freno como puedo, procuro desviar la trayectoria para no arrollar de lleno a Albert, se suceden ruidos de roturas de piezas, me noto voltear, me tapo la cara, siento un impacto tremendo en el cuerpo. Silencio...Pasan unos segundos. Abro los ojos, estoy boca abajo. Aprecio sangre que procede de mi rostro. Procuro reconocer mi cuerpo sin moverme, muevo lentamente los dedos de los pies, piernas, brazos, parece que todo está ahí, pero siento un intenso dolor en todo el cuerpo, oigo voces de mis compañeros, Albert, Paco, Cristóbal, procuro tranquilizarlos dentro de mi acojono al no saber el alcance de mis lesiones. Intento ponerme de pie, me dicen que me esté quieto. Siento un miedo intenso, pero tranquilidad al saberme rodeado de los míos, ahí sabes que pase lo que pase estás rodeado de los tuyos, es una sensación difícil de explicar.
Me procuro incorporar, la primera cara que recuerdo es la de Albert, Paco, Cristóbal, Cotono El compadre, todos a una, me quitan el caso con cuidado, luego recuerdo a Olga, me dió una pastilla, agua y un beso supertierno que me confortó, como diciendo "estás con nosotros", miré al cielo agradeciendo el estar con vida y con los míos.
Veo caras tristes de los miembros de la expedición, pero todas sus miradas inspiran confianza, un guiño, un gesto, en esos momentos sólo recibes muestras de cariño y compañerismo sincero, te sientes como en familia y los conoces de una semana, sin entrenamiento previo, es la grandeza de este tipo de aventuras y especialmente de este grupo.
Una vez reconocida la moto, funciona, se quitan piezas rotas, accesorios, retrovisores, se ata lo que se puede, y Antonio ese gran compadre continúa la ruta con la VStrom 650XT, yo voy en el coche escoba, con Eloísa y Olga. Nos escolta el infatigable Cristóbal, pequeño de estatura pero con un gran corazón y capaz de levantar su GS1200 del suelo como pocos, un tío sacrificado siempre pendiente de la manada.
El recorrido hasta el punto de encuentro con nuestra pareja de Algeciras, transcurre con la buena compañía de Eloísa y Olga, donde se nos une Patricia, otra alma cándida que ha dado innumerables muestras de cariño y preocupación, la mirada de Antonio es también de un hombre que aporta confianza.
Llegamos al punto de encuentro general, veo a los Santiagos, Quim, Albert, Chus, David, Susana y Arturo, Angel y Marta, Marta qué carita de pena!!, Antón y Rosa, qué gran pareja, me reconoce Santiago el correcaminos, todo son palabras de ánimo y cariño, pero del sincero.
Comemos, Paco me trae una cerveza que me sabe a gloria. Comemos unos pescaítos, Paco, ese gran hombre me parte el pescado.
Nos dirigimos a la frontera y tras los trámites primera parada hospital de Ceuta. Tengo que echar a patadas (cariñosas) a la mitad de la expedición que quería esperar hasta la obtención de los resultados de las pruebas. No puedo con Olga, que me acompaña. Enseguida llegan Cristóbal y Ro, que me ofrecen casa y lo que haga falta, como lo habían hecho todos los residentes en Ceuta y Algeciras.
Tras las pruebas, me encuentro con Albert, Santiago y Chus, que han ido a interesarse. Me lleva Ro al hotel, y el encuentro con la expedición en el hall del hotel, se ameniza con unas cervezas que Paco enseguida me facilita.
Charlo con todos, Arturo especialmente preocupado resuelve cualquier cosa. Gran gestor.
Me subo a la habitación al Chus, Santiago y Albert, los cuales me ayudan a colocar el equipaje y a cambiarme.
A la mañana siguiente recibí una inestimable ayuda tanto para montar la moto en la grúa como para bajar el equipaje. Me despido de Susana y Arturo que son los más madrugadores, pero los veo posteriormente en el ferry.
De la despedida en el ferry en Algeciras, ya he hablado anteriormente, todos y cada uno tuvieron palabras de apoyo, ofrecimientos personales, y los tuve que despachar rápido para no aflojar lágrimas.
Ya en el puerto de Algeciras, volví a hablar con Paco y Patricia. Inicié el regreso a casa vía taxi puesto por el seguro de asistencia. Hasta el día de hoy, martes he contado con la colaboración de Cristóbal para el traslado de la moto desde Ceuta a Algeciras.
Mientras preparaba todo mi equipaje con ayuda de las azafatas del ferry, como buena película, ví pasar el desfile de las motos que salían de la bodega del barco através de un ojo de buey, sólo faltaba la banda sonora.
No tengo palabras suficientes para agradeceros a cada uno de vosotros las muestras de cariño y solidaridad recibidas. Dar la enhorabuena a los organizadores, es obligado para mí, puesto que considero que ha sido de una ejecución perfecta e intachable, también al foro VStrom Club, que ha sido el nexo de unión de este evento y que me ha permitido conocer un mundo nuevo. También a aquellos que nos leen y se solidarizan y emocionan con las andanzas de unos locos moteros.
Sinceramente ha sido una experiencia difícil de repetir en cuanto a emociones y sensaciones, vivencias y enriquecimiento personal.
Me tenéis a vuestra disposición para lo que necesitéis y mi casa es la vuestra.
Mon_Madrid escribió:Gracias Ro. Una muestra más de tu inestimable contribución al grupo.
Y ahora mi deuda pendiente.
En el momento del accidente, voy situado detrás de Albert, me sigue Joaquín, reconvertido en Quim, vamos en varios grupos.
Salimos de un pueblo, el sol brilla, se siente la cercanía del fin del viaje, es el último día de ruta, los olores del paisaje se mezclan con las comidas que se preparan en los diversos poblados, la riqueza visual es incomparable por su colorido y contrastes, todo discurre con la normalidad que lo trepidante de un viaje así te aporta cada día en forma de manantial de información para los cinco sentidos que quisieras meter en un frasco para nunca borrar ni desperdiciar un sólo segundo, lo cual sabes que no es posible.
Tus pensamientos también se dirigen a la familia que también está regresando de su destino de vacaciones y piensas en sus abrazos y besos, en sus sonrisas, mis hijos son mi vida.......
Un perro cruza por la carretera, de repente veo la inminente colisión, es un flash, mi reacción es insuficiente, grito: "nooooooooo", freno como puedo, procuro desviar la trayectoria para no arrollar de lleno a Albert, se suceden ruidos de roturas de piezas, me noto voltear, me tapo la cara, siento un impacto tremendo en el cuerpo. Silencio...Pasan unos segundos. Abro los ojos, estoy boca abajo. Aprecio sangre que procede de mi rostro. Procuro reconocer mi cuerpo sin moverme, muevo lentamente los dedos de los pies, piernas, brazos, parece que todo está ahí, pero siento un intenso dolor en todo el cuerpo, oigo voces de mis compañeros, Albert, Paco, Cristóbal, procuro tranquilizarlos dentro de mi acojono al no saber el alcance de mis lesiones. Intento ponerme de pie, me dicen que me esté quieto. Siento un miedo intenso, pero tranquilidad al saberme rodeado de los míos, ahí sabes que pase lo que pase estás rodeado de los tuyos, es una sensación difícil de explicar.
Me procuro incorporar, la primera cara que recuerdo es la de Albert, Paco, Cristóbal, Cotono El compadre, todos a una, me quitan el caso con cuidado, luego recuerdo a Olga, me dió una pastilla, agua y un beso supertierno que me confortó, como diciendo "estás con nosotros", miré al cielo agradeciendo el estar con vida y con los míos.
Veo caras tristes de los miembros de la expedición, pero todas sus miradas inspiran confianza, un guiño, un gesto, en esos momentos sólo recibes muestras de cariño y compañerismo sincero, te sientes como en familia y los conoces de una semana, sin entrenamiento previo, es la grandeza de este tipo de aventuras y especialmente de este grupo.
Una vez reconocida la moto, funciona, se quitan piezas rotas, accesorios, retrovisores, se ata lo que se puede, y Antonio ese gran compadre continúa la ruta con la VStrom 650XT, yo voy en el coche escoba, con Eloísa y Olga. Nos escolta el infatigable Cristóbal, pequeño de estatura pero con un gran corazón y capaz de levantar su GS1200 del suelo como pocos, un tío sacrificado siempre pendiente de la manada.
El recorrido hasta el punto de encuentro con nuestra pareja de Algeciras, transcurre con la buena compañía de Eloísa y Olga, donde se nos une Patricia, otra alma cándida que ha dado innumerables muestras de cariño y preocupación, la mirada de Antonio es también de un hombre que aporta confianza.
Llegamos al punto de encuentro general, veo a los Santiagos, Quim, Albert, Chus, David, Susana y Arturo, Angel y Marta, Marta qué carita de pena!!, Antón y Rosa, qué gran pareja, me reconoce Santiago el correcaminos, todo son palabras de ánimo y cariño, pero del sincero.
Comemos, Paco me trae una cerveza que me sabe a gloria. Comemos unos pescaítos, Paco, ese gran hombre me parte el pescado.
Nos dirigimos a la frontera y tras los trámites primera parada hospital de Ceuta. Tengo que echar a patadas (cariñosas) a la mitad de la expedición que quería esperar hasta la obtención de los resultados de las pruebas. No puedo con Olga, que me acompaña. Enseguida llegan Cristóbal y Ro, que me ofrecen casa y lo que haga falta, como lo habían hecho todos los residentes en Ceuta y Algeciras.
Tras las pruebas, me encuentro con Albert, Santiago y Chus, que han ido a interesarse. Me lleva Ro al hotel, y el encuentro con la expedición en el hall del hotel, se ameniza con unas cervezas que Paco enseguida me facilita.
Charlo con todos, Arturo especialmente preocupado resuelve cualquier cosa. Gran gestor.
Me subo a la habitación al Chus, Santiago y Albert, los cuales me ayudan a colocar el equipaje y a cambiarme.
A la mañana siguiente recibí una inestimable ayuda tanto para montar la moto en la grúa como para bajar el equipaje. Me despido de Susana y Arturo que son los más madrugadores, pero los veo posteriormente en el ferry.
De la despedida en el ferry en Algeciras, ya he hablado anteriormente, todos y cada uno tuvieron palabras de apoyo, ofrecimientos personales, y los tuve que despachar rápido para no aflojar lágrimas.
Ya en el puerto de Algeciras, volví a hablar con Paco y Patricia. Inicié el regreso a casa vía taxi puesto por el seguro de asistencia. Hasta el día de hoy, martes he contado con la colaboración de Cristóbal para el traslado de la moto desde Ceuta a Algeciras.
Mientras preparaba todo mi equipaje con ayuda de las azafatas del ferry, como buena película, ví pasar el desfile de las motos que salían de la bodega del barco através de un ojo de buey, sólo faltaba la banda sonora.
No tengo palabras suficientes para agradeceros a cada uno de vosotros las muestras de cariño y solidaridad recibidas. Dar la enhorabuena a los organizadores, es obligado para mí, puesto que considero que ha sido de una ejecución perfecta e intachable, también al foro VStrom Club, que ha sido el nexo de unión de este evento y que me ha permitido conocer un mundo nuevo. También a aquellos que nos leen y se solidarizan y emocionan con las andanzas de unos locos moteros.
Sinceramente ha sido una experiencia difícil de repetir en cuanto a emociones y sensaciones, vivencias y enriquecimiento personal.
Me tenéis a vuestra disposición para lo que necesitéis y mi casa es la vuestra.
Mon, según te leía se me erizaba el bello. Conozco al grueso del grupo de mis dos anteriores experiencias en Marruecos y no te sobra una coma en tus alabanzas.
Resumo brevemente.
Mon de pie, al pie de la cama. Chus y Albert, rodilla en tierra, quitando pantalones, calcetines y botas.
La puerta de la habitación estaba abierta y la gente pasaba apor ahí.
La estampa era de coña.
Pedí que por favor cerrasen la puerta. Estos bichos no tienen vergüenza de nada.
Mon_Madrid escribió:Resumo brevemente.
Mon de pie, al pie de la cama. Chus y Albert, rodilla en tierra, quitando pantalones, calcetines y botas.
La puerta de la habitación estaba abierta y la gente pasaba apor ahí.
La estampa era de coña.
Pedí que por favor cerrasen la puerta. Estos bichos no tienen vergüenza de nada.
Muy emotiva crónica MON.No te conozco,pero si algunos de los miembros de tan especial expedición,seguro que te mimaron como a un bebe
Espero te recuperes pronto,en un par de meses estas operativo,con ganas de tener la XT,a tope.
Y ya sabes si algún día pasas por Catalunya,y quieres rodar por nuestras carreteras,solo tienes que decirlo.
El vídeo espectacular
Mon.... Lo mejor de esos viajes son sin duda alguna con la gente que afortunadamente tenemos la suerte de hacerlos... Yo con ellos hasta el final del mundo y vuelta
Que te recuperes pronto compañero
rabasadas escribió:Muy emotiva crónica MON.No te conozco,pero si algunos de los miembros de tan especial expedición,seguro que te mimaron como a un bebe
Espero te recuperes pronto,en un par de meses estas operativo,con ganas de tener la XT,a tope.
Y ya sabes si algún día pasas por Catalunya,y quieres rodar por nuestras carreteras,solo tienes que decirlo.
Salud
Muchas gracias, tengo intención de ir y reencontrarme con esta banda.
En recuerdo de tan agradable viaje, he decidido bautizar mi VStrom con el nombre de Aisha, cuando salga del taller, nombre de la camella de los pozos de agua que no tienen agua.
El padrino será mi querido amigo Albert, el cual descubrió el nombre de nuestra simpática mascota de viaje y tanto juego ha dado, si acepta el ofrecimiento.
Espero que su bautizo sea en tierras del padrino y éste rompa con cuidado una botella de cava, aunque sea un benjamín, en honor a la tierra del padrino y le coloque un adhesivo con la foto de tan simpático animal.
No será obligatorio que la lleve en brazos a la ceremonia, como sería menester y siguiendo la tradición.
Serán invitados y padrinos de honor todos los miembros de la expedición que puedan acudir.