¿HE VUELTO? NUEVO RELATO
Moderadores: Ultimo Mohicano, Emecé
- Ultimo Mohicano
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#126 Re: ¿HE VUELTO? NUEVO RELATO
Esto ha dado un giro inesperado y el primer titulo que propuse ya no tiene mucho sentido, o a lo mejor si, depende como termine, asi que esperaré al desenlace
Paz Y Amor
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#128 Re: ¿HE VUELTO? NUEVO RELATO
buenas....primer final de la historia....no le ha gustado mucho a mi amigo...a ver que os parece, los otros dos en breve....
FINAL 1
La habitación era pequeña, pero estaba calentita de co*ones, que gusto…una cama de uno treinta y cinco con cabecera de madera vieja, un par de mesillas a los lados, una silla y un armario del año cascorro eran los únicos muebles a destacar, una puerta daba acceso al aseo, con una bañera vieja de porcelana con pies y grifería expuesta de cobre, no era muy amigo de los baños, prefería una simple y rápida ducha, pero hoy me metería un buen rato a remojo con mucho gusto, mis huesos me lo agradecerían, dejé que el agua caliente llenase la bañera y aproveché para ir quitándome la húmeda cordura y ponerla a secar cerca del viejo radiador de hierro colado que calentaba la habitación, después saqué de las maletas una muda limpia y ropa de civil y me fui a meterme en la bañera.
Me quedé por lo menos media hora a remojo, hasta que el agua se quedó tibia, me fumé un cigarrillo muy a gusto en la bañera y si me descuido un poco más me quedo frito.
Perezosamente me salí de la bañera y me sequé con una gran y suave toalla, me miré en el espejo tras pasar una mano sobre su superficie para quitarle el vaho, si, mejor me afeitaba para la ocasión.
Una vez vestido y mucho más relajado, bajé al salón, estaba desierto, me salí fuera a echarme otro cigarro mientras esperaba que alguien apareciera, la nevada seguía en pleno apogeo, ya casi una cuarta de nieve cubría el suelo, por lo menos el viento se había parado y la nieve caía vertical y en calma, la vista que tenía delante era de postal, un fin de año diferente…
A lo lejos un movimiento furtivo capto mi atención, el lobo estiró su cuello y aulló a la luna escondida.
-gracias tío…-le saludé con la mano.
Sonreí, le di una calada al cigarro, el lobo se marchó.
-¿Roberto…?-dijo una dulce voz que reconocía perfectamente a mi espalda, me giré.
-Eva…-dije ansioso.
-¿Qué coñ* haces aquí?-me dijo seria.
Tenía tantas cosas que contarla que no sabía cómo empezar, me limité a mirarla embobado. Llevaba puesto unos vaqueros holgados, calzaba botas de goma verdes, un plumas grueso azul y rojo que había conocido mejores tiempos y un gorro de lana cubría su pelo moreno, estaba tan adorable…
-estas preciosa…-se me escapó de los labios.
Me miró raro, dio un paso atrás.
-Eva…-estiré la mano.
-¿a qué has venido…?-me interrogó de nuevo.
-a buscarte…estas en peligro…-empecé a trompicones.
Me miró como si estuviese loco.
-¿pero qué coñ* dices…?-dijo retrocediendo otro paso.
-lo sé todo Eva…-intenté parecer tranquilo- no me importa nada…solo quiero ayudarte y estar contigo.
Esta vez se dio media vuelta y me dejó solo, no supe cómo reaccionar ante aquello. ¿Qué estaba pasando aquí? ¿Por qué se había marchado?
Volvió poco después, le acompañaba un chaval joven de su edad, me miraba con cara de pocos amigos.
-Roberto…-empezó a decirme muy seria- no sé qué es lo que te pasa por la cabeza en estos momentos, pero todo lo que dices no tiene ningún sentido, estas confundido.
-¿Quién es…?-señalé a su acompañante.
Se miraron el uno al otro, Eva se mordió el labio antes de responder.
-Es Román…mi pareja.
Si me pinchan no sangro, mi cabeza empezó a dar vueltas, tuve que apoyarme en la pared para no caerme de culo. Me costó un buen rato poder volver a articular palabra.
-se lo de tú compañera de piso…-solté por fin.
Ella se entristeció durante un instante, pero enseguida recuperó su gesto frio.
-eso se acabó…todo esta aclarado.
-pero te busca la policía…-me desesperé.
-ya no…-estuve en comisaria, les conté lo que vi, es agua pasada…-dijo poniendo fin a la discusión.
-¿y lo nuestro…? –me humillé.
-¿de qué hablas…?
No quería empezar a suplicar delante de aquel desconocido.
-¿podemos hablar a solas…por favor?
Ella se acercó a su novio que la rodeó con un abrazo protector.
-no, Roberto, no hay nada de qué hablar, tu y yo solo éramos amigos…nunca hubo nada y lo sabes, lo demás son solo imaginaciones tuyas…-me miró triste- piénsalo.
Lo hice ¿tenía razón? ¿Solo había sido una fantasía de mi mente? No podía aceptarlo.
Nuestras charlas en mi casa…lo a gusto que me sentía a su lado…su complicidad…no podía estar inventándomelo ¿o tal vez si…? ¿Alguna vez me dijo que sentía algo por mí…? No, ¿le dije lo que sentía por ella…? Tampoco, todo estaba en mi dañada cabeza.
La miré a los ojos, la verdad de sus palabras se notaba claramente en su mirada, en sus ojos solo se reflejaban tristeza e incomodidad, se acabó.
-lo siento mucho…-logré decir a media voz- será mejor que vuelva a mi habitación, mañana me iré.
Se apartaron para dejarme entrar, pasé a su lado con la mirada en el suelo, quería que me tragase la tierra, apreté el paso y entré en el cuarto, cerré con llave y me dejé caer al suelo.
No me salían ni las lágrimas, las tripas se me encogieron, me costaba respirar, empecé a darme golpes en la cabeza y a balancearme hacia delante y hacia atrás, estuve así un buen rato.
A las doce de la noche sonaron cohetes lejanos, el año nuevo acaba de empezar, me puse en pie y me asomé a la ventana, había dejado de nevar, el cielo estaba brillante de estrellas, y gracias al reflejo de la luna en la nieve virgen la visión era perfecta, abajo a lo lejos, los fuegos artificiales de la ciudad coloreaban el cielo, allí abajo la gente se divertía, aquí arriba, yo me pudría por dentro.
Encendí otro cigarrillo, los fuegos artificiales terminaron, la noche quedó en silencio, empecé a aceptar la cruda realidad, otro bache en el camino, algo nuevo de lo que aprender, la vida sigue…lamenté mi estupidez, Eva tenía razón, nunca hubo nada excepto en mi cabeza, una chica tan guapa y tan joven, con un tipo mucho mayor y con antecedentes psicóticos…de que vas, Roberto estas para que te encierren de nuevo una temporada bien maja.
Quizás fuera razonable pedir consulta con el doctor Roca en cuanto volviese a casa, aunque visto lo que me sirvió la última vez que hable con él, mejor pensaba en otra cosa, el encaje de bolillos por ejemplo.
Empecé a recoger mis cosas, quería dejar todo preparado para mañana, si la carretera estaba despejada me largaría cuanto antes, ya había hecho el ridículo bastante. Cuando lo dejé todo listo me tumbé sobre la cama, el cansancio se fue apoderando de mí poco a poco y me dormí enseguida. Soñé con lobos.
Unos golpes en mi puerta me despertaron, abrí los ojos, era de día, por la ventana entraban unos rayos de sol que mostraban el fino polvo en suspensión de mi habitación, me levanté y me noté descansado, me estiré bien a gusto un par de veces y abrí la puerta, Eva me dio los buenos días un poco cortada.
-¿Qué tal…?feliz año nuevo-dije sincero.
-me preguntaba si te apetecía desayunar con nosotros…anoche no cenaste.
-¿está la carretera practicable?-pregunté.
-si…-dijo un poco sorprendida- mi tío ha limpiado el camino con la pala del tractor para bajar la leche del ordeñe de esta mañana y el quitanieves de la xunta no ha parado en toda la noche…
-genial…-dije satisfecho-gracias por el ofrecimiento, pero tengo un buen trecho hasta casa, me gustaría marcharme ya…
-como quieras…
-vale…pues en marcha.
Se quedó en el umbral de la puerta mientras recogía la cordura y entraba en el baño a cambiarme de ropa. Estaba seca y calentita, menos mal.
Cuando salí ya vestido de romano seguía allí plantada, tuve que hacerle un gesto para que pudiese atravesar la puerta con las maletas de la moto, se hizo a un lado.
Cargué la moto, la arranqué para que se fuera calentando poco a poco el aceite.
-¿llamas a tú tía o te pago a ti?- la pregunté ya que seguía detrás de mí.
-¿Qué...?-preguntó aturdida.
-la habitación, que a quien se la tengo que pagar…-insistí.
-¡oh…!eso…no importa…está bien así.
Estaba un poco confundida, se la notaba, estaba a punto de preguntarla, pero me mordí la lengua, ya no era asunto mío.
-¿por qué no vas a buscar a tú tía…?-le ofrecí una salida, un último gesto de cariño.
-está bien…-dijo aliviada y se fue, nunca la volví a ver.
Pagué a su tía, le di las gracias por todo y pedí disculpas a la familia por haberles estropeado la noche vieja, lo lamentaba de veras.
Me puse el casco y antes de hacer lo mismo con los guantes me puse música, algo con un poco de energía para animar la mañana, busque hasta encontrar “money love” de neneh cherry, empecé a mover la cabeza a ritmo de la música y me coloqué los guantes, metí primera y salí despacio al camino de hormigón, al poco desaparecí de la vista de Eva que vio como me alejaba desde una ventana.
Esperaba que el viaje de regreso a casa fuese una tortura, pero fue un absoluto placer, no había nadie circulando el día de año nuevo, el sol calentaba tímidamente y la nieve seguía virgen en la tierra y en las ramas de los árboles, el aire frio que se colaba por los respiraderos del casco olía a limpio, me sentí en paz, disfruté de mi montura a ritmo relajado por los montes gallegos.
Llegué a un pequeño pueblo que tenía un bar abierto y me di un homenaje, huevos fritos, lacón del bueno…tras un café solo y fuerte casero, me fumé un cigarrillo mientras charlaba con el dueño del bar, otro que dudaba de mi lucidez por andar con la moto con la que había caído.
Por mucho que trates de explicarle como va esto a uno que nunca ha montado en moto nunca lo entenderá, así que me limité a sonreír y no contradecirlo, a mí me habían dado calabazas dos mujeres preciosas, pero este tío nunca sentiría el éxtasis que supone pilotar una moto, sentí pena por él, yo era el afortunado.
Seguí mi camino de regreso, tiempo después llegué a la autovía, también desierta por completo, respiré hondo y abrí gas, el bicilíndrico rugió entre mis piernas y me catapulto a la velocidad de la luz por el negro asfalto, otro de mis clásicos “offshore” empezó a sonar, no se puede pedir más.
Pasé delante de una patrulla de la guardia civil parada en una zona de descanso a más de doscientos, pronto aparecieron por mi retrovisor a lo lejos los pilotos azules intermitentes, podría haberlos dado esquinazo…pero no tenía ganas de liarla más, aflojé y me detuve en el arcén, me quité el casco y esperé a que llegasen.
Se bajaron dos agentes, me saludaron con fuerte acento gallego, les devolví el saludo con una sonrisa.
-¿a cuánto ibas alma de Dios…?-dijo el más mayor de los dos alzando las manos al cielo.
-no lo sé agente…-era la pu*a verdad.
-¿es que quieres matarte chaval…no ves cómo está la carretera?
Cierto que estaba húmeda, pero los nuevos dunlop agarraban de co*ones.
-para nada agente…simplemente-me encogí de hombros-venia disfrutando.
-¿disfrutando dice…?-miró a su compañero que permanecía serio a su lado-¿Qué hago con este?-me señalo-¿lo empapelo…nos lo llevamos al cuartel?
El compañero no quiso saber nada, se limitó a encogerse de hombros como había hecho yo.
-tira…tira…te libras porque es año nuevo y no quiero liarme con papeleo que tengo comida…
Le agradecí el gesto.
-coñ* y no corras…-me reprendió.- que tienes toda la vida por delante hombre para dejarte los cuernos por ahí…
Tenía toda la razón, le prometí respetar la limitación de velocidad, ambos sabíamos que estaba mintiendo, pero lo dejamos correr.
-2-
Llegué a casa al anochecer, esta vez sin tormentas ni lobos de por medio, tampoco estaban los periodistas al acecho, todo estaba en calma, algún vecino sí que se asomó a la ventana al oír llegar la moto, no les presté atención. Metí la moto al garaje y detuve el motor, me quedé a oscuras unos segundos hasta que volví a encender el contacto, por fin en casa.
Me bajé, tenía ligeros calambres en las piernas, que se fueron en cuanto di unos pasos hasta el interruptor de la luz. Volví a la moto y apagué el contacto, me dio pereza, pero esta vez sí que desmonté las maletas y saqué el equipaje de su interior, entré en la vivienda y noté frio, dejé la ropa sobre la encimera de la cocina y encendí la calefacción, puse la tele, las noticias se ocupaban ahora de la batalla campal que se organizó la noche vieja pasada en un botellón de Valencia capital, mis quince minutos de fama ya quedaban para el recuerdo, las cosas volvían a la normalidad, buenas noticias.
Repasé el frigorífico, había huevos, chorizo y leche, lo suficiente para cenar como un marques. Me quitaría la cordura y después de una ducha rápida me pondría con ello, tenía hambre.
Un Jackie después de cenar para celebrar el año nuevo me permití, no más. De nuevo volví a dormir como un tronco y del tirón aquella noche.
A la mañana siguiente lo primero que hice tras desayunar fue cerrar el blog, ya no tenía sentido mantenerlo abierto ni tampoco quería contar mi fracaso a todo el mundo, el coyote se conectó de repente, le conté lo sucedido y se lamentó por ello, luego se desconectó para siempre, mirando el lado bueno, ya no tendría que tatuarme al coyote con la cabeza cortada del correcaminos en el cuerpo.
Llamé a mi abogado, me dijo que la propuesta estaba en orden y que podía pasar a firmarla cuando quisiese, le pregunté si podía hacerlo ahora mismo y me confirmo que estaba en el despacho, me di un paseo hasta allí y lo hice, él se encargaría de enviárselo a Virginia, otro cabo suelto menos.
Solo quedaba otro más y pondría fin de una vez a esta asquerosa etapa de mi vida, llamé a Ela camino de vuelta a mi casa, Seguía en Barcelona, dijo que vendría a casa en cuanto su agenda se lo permitiese, me valió.
Se presentó dos días más tarde, de noche, para eludir a los paparazzi, los guardaespaldas desaparecieron con el mercedes en cuanto entró en casa.
La llevé al salón y se sentó un poco tiesa en el sofá, no sé quién de los dos estaba más tenso. Le ofrecí un café o una copa que ella rechazo insegura, yo me puse un Jackie, incomodo me senté a su lado.
Nos miramos largo tiempo a los ojos, no arrancábamos ninguno de los dos.
-lo siento tanto…-se atrevió por fin.
Asentí comprensivo.
Seguía siendo preciosa, pero no era la chica que me robó el corazón en el instituto, me preparé para una larga serie de disculpas, seguramente sinceras, pero ya innecesarias, solo debía dejar que se quitara el peso de encima poniéndole buena cara y podría desaparecer de nuevo de mi vida con la conciencia tranquila, estaba todo previsto.
Tardó menos de lo que me esperaba, ni me dio tiempo a terminarme la copa, ahora me tocaba a mí, le dije en pocas palabras que todo estaba de pu*a madre y enseguida sacó el móvil y llamó para que volvieran a recogerla, se la veía mucho más contenta cuando se marchó de mi casa, pero ni se volvió para mirarme una vez que llegó al coche, había sido otra gran actuación estelar de Ela Diaz, como he dicho, estaba previsto que así fuera, taché la última cruz de mi lista de cosas por hacer, por fin era libre.
-3-
No sé dónde coñ* estoy, pero esto es la ostia…Oswaldo, el motero argentino con el que llevo tres días compartiendo viaje desde que desembarcamos juntos del ferry en gran Bretaña, tenía este punto marcado en su ruta por Escocia, fue un acierto acompañarle, ha merecido la pena…estamos en lo alto de una montaña, el camino pedregoso que nos ha traído hasta aquí ha puesto a prueba todas mis escasas habilidades offroad, las nubes quedan a nuestros pies blancas como algodón de azúcar, de entre ellas, surgen las ruinas aún majestuosas de un viejo castillo medieval, es impresionante.
Nos hacemos unas fotos de rigor junto a nuestras sucias monturas y unos selfies con el castillo de fondo, hoy el tiempo nos ha respetado y luce un tímido sol, Oswaldo saca dos latas de cerveza inglesa y sentados sobre las rocas las bebemos en silencio…ojala pudiera compartir este momento con…déjalo Roberto, así está perfecto.
Fin
FINAL 1
La habitación era pequeña, pero estaba calentita de co*ones, que gusto…una cama de uno treinta y cinco con cabecera de madera vieja, un par de mesillas a los lados, una silla y un armario del año cascorro eran los únicos muebles a destacar, una puerta daba acceso al aseo, con una bañera vieja de porcelana con pies y grifería expuesta de cobre, no era muy amigo de los baños, prefería una simple y rápida ducha, pero hoy me metería un buen rato a remojo con mucho gusto, mis huesos me lo agradecerían, dejé que el agua caliente llenase la bañera y aproveché para ir quitándome la húmeda cordura y ponerla a secar cerca del viejo radiador de hierro colado que calentaba la habitación, después saqué de las maletas una muda limpia y ropa de civil y me fui a meterme en la bañera.
Me quedé por lo menos media hora a remojo, hasta que el agua se quedó tibia, me fumé un cigarrillo muy a gusto en la bañera y si me descuido un poco más me quedo frito.
Perezosamente me salí de la bañera y me sequé con una gran y suave toalla, me miré en el espejo tras pasar una mano sobre su superficie para quitarle el vaho, si, mejor me afeitaba para la ocasión.
Una vez vestido y mucho más relajado, bajé al salón, estaba desierto, me salí fuera a echarme otro cigarro mientras esperaba que alguien apareciera, la nevada seguía en pleno apogeo, ya casi una cuarta de nieve cubría el suelo, por lo menos el viento se había parado y la nieve caía vertical y en calma, la vista que tenía delante era de postal, un fin de año diferente…
A lo lejos un movimiento furtivo capto mi atención, el lobo estiró su cuello y aulló a la luna escondida.
-gracias tío…-le saludé con la mano.
Sonreí, le di una calada al cigarro, el lobo se marchó.
-¿Roberto…?-dijo una dulce voz que reconocía perfectamente a mi espalda, me giré.
-Eva…-dije ansioso.
-¿Qué coñ* haces aquí?-me dijo seria.
Tenía tantas cosas que contarla que no sabía cómo empezar, me limité a mirarla embobado. Llevaba puesto unos vaqueros holgados, calzaba botas de goma verdes, un plumas grueso azul y rojo que había conocido mejores tiempos y un gorro de lana cubría su pelo moreno, estaba tan adorable…
-estas preciosa…-se me escapó de los labios.
Me miró raro, dio un paso atrás.
-Eva…-estiré la mano.
-¿a qué has venido…?-me interrogó de nuevo.
-a buscarte…estas en peligro…-empecé a trompicones.
Me miró como si estuviese loco.
-¿pero qué coñ* dices…?-dijo retrocediendo otro paso.
-lo sé todo Eva…-intenté parecer tranquilo- no me importa nada…solo quiero ayudarte y estar contigo.
Esta vez se dio media vuelta y me dejó solo, no supe cómo reaccionar ante aquello. ¿Qué estaba pasando aquí? ¿Por qué se había marchado?
Volvió poco después, le acompañaba un chaval joven de su edad, me miraba con cara de pocos amigos.
-Roberto…-empezó a decirme muy seria- no sé qué es lo que te pasa por la cabeza en estos momentos, pero todo lo que dices no tiene ningún sentido, estas confundido.
-¿Quién es…?-señalé a su acompañante.
Se miraron el uno al otro, Eva se mordió el labio antes de responder.
-Es Román…mi pareja.
Si me pinchan no sangro, mi cabeza empezó a dar vueltas, tuve que apoyarme en la pared para no caerme de culo. Me costó un buen rato poder volver a articular palabra.
-se lo de tú compañera de piso…-solté por fin.
Ella se entristeció durante un instante, pero enseguida recuperó su gesto frio.
-eso se acabó…todo esta aclarado.
-pero te busca la policía…-me desesperé.
-ya no…-estuve en comisaria, les conté lo que vi, es agua pasada…-dijo poniendo fin a la discusión.
-¿y lo nuestro…? –me humillé.
-¿de qué hablas…?
No quería empezar a suplicar delante de aquel desconocido.
-¿podemos hablar a solas…por favor?
Ella se acercó a su novio que la rodeó con un abrazo protector.
-no, Roberto, no hay nada de qué hablar, tu y yo solo éramos amigos…nunca hubo nada y lo sabes, lo demás son solo imaginaciones tuyas…-me miró triste- piénsalo.
Lo hice ¿tenía razón? ¿Solo había sido una fantasía de mi mente? No podía aceptarlo.
Nuestras charlas en mi casa…lo a gusto que me sentía a su lado…su complicidad…no podía estar inventándomelo ¿o tal vez si…? ¿Alguna vez me dijo que sentía algo por mí…? No, ¿le dije lo que sentía por ella…? Tampoco, todo estaba en mi dañada cabeza.
La miré a los ojos, la verdad de sus palabras se notaba claramente en su mirada, en sus ojos solo se reflejaban tristeza e incomodidad, se acabó.
-lo siento mucho…-logré decir a media voz- será mejor que vuelva a mi habitación, mañana me iré.
Se apartaron para dejarme entrar, pasé a su lado con la mirada en el suelo, quería que me tragase la tierra, apreté el paso y entré en el cuarto, cerré con llave y me dejé caer al suelo.
No me salían ni las lágrimas, las tripas se me encogieron, me costaba respirar, empecé a darme golpes en la cabeza y a balancearme hacia delante y hacia atrás, estuve así un buen rato.
A las doce de la noche sonaron cohetes lejanos, el año nuevo acaba de empezar, me puse en pie y me asomé a la ventana, había dejado de nevar, el cielo estaba brillante de estrellas, y gracias al reflejo de la luna en la nieve virgen la visión era perfecta, abajo a lo lejos, los fuegos artificiales de la ciudad coloreaban el cielo, allí abajo la gente se divertía, aquí arriba, yo me pudría por dentro.
Encendí otro cigarrillo, los fuegos artificiales terminaron, la noche quedó en silencio, empecé a aceptar la cruda realidad, otro bache en el camino, algo nuevo de lo que aprender, la vida sigue…lamenté mi estupidez, Eva tenía razón, nunca hubo nada excepto en mi cabeza, una chica tan guapa y tan joven, con un tipo mucho mayor y con antecedentes psicóticos…de que vas, Roberto estas para que te encierren de nuevo una temporada bien maja.
Quizás fuera razonable pedir consulta con el doctor Roca en cuanto volviese a casa, aunque visto lo que me sirvió la última vez que hable con él, mejor pensaba en otra cosa, el encaje de bolillos por ejemplo.
Empecé a recoger mis cosas, quería dejar todo preparado para mañana, si la carretera estaba despejada me largaría cuanto antes, ya había hecho el ridículo bastante. Cuando lo dejé todo listo me tumbé sobre la cama, el cansancio se fue apoderando de mí poco a poco y me dormí enseguida. Soñé con lobos.
Unos golpes en mi puerta me despertaron, abrí los ojos, era de día, por la ventana entraban unos rayos de sol que mostraban el fino polvo en suspensión de mi habitación, me levanté y me noté descansado, me estiré bien a gusto un par de veces y abrí la puerta, Eva me dio los buenos días un poco cortada.
-¿Qué tal…?feliz año nuevo-dije sincero.
-me preguntaba si te apetecía desayunar con nosotros…anoche no cenaste.
-¿está la carretera practicable?-pregunté.
-si…-dijo un poco sorprendida- mi tío ha limpiado el camino con la pala del tractor para bajar la leche del ordeñe de esta mañana y el quitanieves de la xunta no ha parado en toda la noche…
-genial…-dije satisfecho-gracias por el ofrecimiento, pero tengo un buen trecho hasta casa, me gustaría marcharme ya…
-como quieras…
-vale…pues en marcha.
Se quedó en el umbral de la puerta mientras recogía la cordura y entraba en el baño a cambiarme de ropa. Estaba seca y calentita, menos mal.
Cuando salí ya vestido de romano seguía allí plantada, tuve que hacerle un gesto para que pudiese atravesar la puerta con las maletas de la moto, se hizo a un lado.
Cargué la moto, la arranqué para que se fuera calentando poco a poco el aceite.
-¿llamas a tú tía o te pago a ti?- la pregunté ya que seguía detrás de mí.
-¿Qué...?-preguntó aturdida.
-la habitación, que a quien se la tengo que pagar…-insistí.
-¡oh…!eso…no importa…está bien así.
Estaba un poco confundida, se la notaba, estaba a punto de preguntarla, pero me mordí la lengua, ya no era asunto mío.
-¿por qué no vas a buscar a tú tía…?-le ofrecí una salida, un último gesto de cariño.
-está bien…-dijo aliviada y se fue, nunca la volví a ver.
Pagué a su tía, le di las gracias por todo y pedí disculpas a la familia por haberles estropeado la noche vieja, lo lamentaba de veras.
Me puse el casco y antes de hacer lo mismo con los guantes me puse música, algo con un poco de energía para animar la mañana, busque hasta encontrar “money love” de neneh cherry, empecé a mover la cabeza a ritmo de la música y me coloqué los guantes, metí primera y salí despacio al camino de hormigón, al poco desaparecí de la vista de Eva que vio como me alejaba desde una ventana.
Esperaba que el viaje de regreso a casa fuese una tortura, pero fue un absoluto placer, no había nadie circulando el día de año nuevo, el sol calentaba tímidamente y la nieve seguía virgen en la tierra y en las ramas de los árboles, el aire frio que se colaba por los respiraderos del casco olía a limpio, me sentí en paz, disfruté de mi montura a ritmo relajado por los montes gallegos.
Llegué a un pequeño pueblo que tenía un bar abierto y me di un homenaje, huevos fritos, lacón del bueno…tras un café solo y fuerte casero, me fumé un cigarrillo mientras charlaba con el dueño del bar, otro que dudaba de mi lucidez por andar con la moto con la que había caído.
Por mucho que trates de explicarle como va esto a uno que nunca ha montado en moto nunca lo entenderá, así que me limité a sonreír y no contradecirlo, a mí me habían dado calabazas dos mujeres preciosas, pero este tío nunca sentiría el éxtasis que supone pilotar una moto, sentí pena por él, yo era el afortunado.
Seguí mi camino de regreso, tiempo después llegué a la autovía, también desierta por completo, respiré hondo y abrí gas, el bicilíndrico rugió entre mis piernas y me catapulto a la velocidad de la luz por el negro asfalto, otro de mis clásicos “offshore” empezó a sonar, no se puede pedir más.
Pasé delante de una patrulla de la guardia civil parada en una zona de descanso a más de doscientos, pronto aparecieron por mi retrovisor a lo lejos los pilotos azules intermitentes, podría haberlos dado esquinazo…pero no tenía ganas de liarla más, aflojé y me detuve en el arcén, me quité el casco y esperé a que llegasen.
Se bajaron dos agentes, me saludaron con fuerte acento gallego, les devolví el saludo con una sonrisa.
-¿a cuánto ibas alma de Dios…?-dijo el más mayor de los dos alzando las manos al cielo.
-no lo sé agente…-era la pu*a verdad.
-¿es que quieres matarte chaval…no ves cómo está la carretera?
Cierto que estaba húmeda, pero los nuevos dunlop agarraban de co*ones.
-para nada agente…simplemente-me encogí de hombros-venia disfrutando.
-¿disfrutando dice…?-miró a su compañero que permanecía serio a su lado-¿Qué hago con este?-me señalo-¿lo empapelo…nos lo llevamos al cuartel?
El compañero no quiso saber nada, se limitó a encogerse de hombros como había hecho yo.
-tira…tira…te libras porque es año nuevo y no quiero liarme con papeleo que tengo comida…
Le agradecí el gesto.
-coñ* y no corras…-me reprendió.- que tienes toda la vida por delante hombre para dejarte los cuernos por ahí…
Tenía toda la razón, le prometí respetar la limitación de velocidad, ambos sabíamos que estaba mintiendo, pero lo dejamos correr.
-2-
Llegué a casa al anochecer, esta vez sin tormentas ni lobos de por medio, tampoco estaban los periodistas al acecho, todo estaba en calma, algún vecino sí que se asomó a la ventana al oír llegar la moto, no les presté atención. Metí la moto al garaje y detuve el motor, me quedé a oscuras unos segundos hasta que volví a encender el contacto, por fin en casa.
Me bajé, tenía ligeros calambres en las piernas, que se fueron en cuanto di unos pasos hasta el interruptor de la luz. Volví a la moto y apagué el contacto, me dio pereza, pero esta vez sí que desmonté las maletas y saqué el equipaje de su interior, entré en la vivienda y noté frio, dejé la ropa sobre la encimera de la cocina y encendí la calefacción, puse la tele, las noticias se ocupaban ahora de la batalla campal que se organizó la noche vieja pasada en un botellón de Valencia capital, mis quince minutos de fama ya quedaban para el recuerdo, las cosas volvían a la normalidad, buenas noticias.
Repasé el frigorífico, había huevos, chorizo y leche, lo suficiente para cenar como un marques. Me quitaría la cordura y después de una ducha rápida me pondría con ello, tenía hambre.
Un Jackie después de cenar para celebrar el año nuevo me permití, no más. De nuevo volví a dormir como un tronco y del tirón aquella noche.
A la mañana siguiente lo primero que hice tras desayunar fue cerrar el blog, ya no tenía sentido mantenerlo abierto ni tampoco quería contar mi fracaso a todo el mundo, el coyote se conectó de repente, le conté lo sucedido y se lamentó por ello, luego se desconectó para siempre, mirando el lado bueno, ya no tendría que tatuarme al coyote con la cabeza cortada del correcaminos en el cuerpo.
Llamé a mi abogado, me dijo que la propuesta estaba en orden y que podía pasar a firmarla cuando quisiese, le pregunté si podía hacerlo ahora mismo y me confirmo que estaba en el despacho, me di un paseo hasta allí y lo hice, él se encargaría de enviárselo a Virginia, otro cabo suelto menos.
Solo quedaba otro más y pondría fin de una vez a esta asquerosa etapa de mi vida, llamé a Ela camino de vuelta a mi casa, Seguía en Barcelona, dijo que vendría a casa en cuanto su agenda se lo permitiese, me valió.
Se presentó dos días más tarde, de noche, para eludir a los paparazzi, los guardaespaldas desaparecieron con el mercedes en cuanto entró en casa.
La llevé al salón y se sentó un poco tiesa en el sofá, no sé quién de los dos estaba más tenso. Le ofrecí un café o una copa que ella rechazo insegura, yo me puse un Jackie, incomodo me senté a su lado.
Nos miramos largo tiempo a los ojos, no arrancábamos ninguno de los dos.
-lo siento tanto…-se atrevió por fin.
Asentí comprensivo.
Seguía siendo preciosa, pero no era la chica que me robó el corazón en el instituto, me preparé para una larga serie de disculpas, seguramente sinceras, pero ya innecesarias, solo debía dejar que se quitara el peso de encima poniéndole buena cara y podría desaparecer de nuevo de mi vida con la conciencia tranquila, estaba todo previsto.
Tardó menos de lo que me esperaba, ni me dio tiempo a terminarme la copa, ahora me tocaba a mí, le dije en pocas palabras que todo estaba de pu*a madre y enseguida sacó el móvil y llamó para que volvieran a recogerla, se la veía mucho más contenta cuando se marchó de mi casa, pero ni se volvió para mirarme una vez que llegó al coche, había sido otra gran actuación estelar de Ela Diaz, como he dicho, estaba previsto que así fuera, taché la última cruz de mi lista de cosas por hacer, por fin era libre.
-3-
No sé dónde coñ* estoy, pero esto es la ostia…Oswaldo, el motero argentino con el que llevo tres días compartiendo viaje desde que desembarcamos juntos del ferry en gran Bretaña, tenía este punto marcado en su ruta por Escocia, fue un acierto acompañarle, ha merecido la pena…estamos en lo alto de una montaña, el camino pedregoso que nos ha traído hasta aquí ha puesto a prueba todas mis escasas habilidades offroad, las nubes quedan a nuestros pies blancas como algodón de azúcar, de entre ellas, surgen las ruinas aún majestuosas de un viejo castillo medieval, es impresionante.
Nos hacemos unas fotos de rigor junto a nuestras sucias monturas y unos selfies con el castillo de fondo, hoy el tiempo nos ha respetado y luce un tímido sol, Oswaldo saca dos latas de cerveza inglesa y sentados sobre las rocas las bebemos en silencio…ojala pudiera compartir este momento con…déjalo Roberto, así está perfecto.
Fin
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#129 Re: ¿HE VUELTO? NUEVO RELATO
Pues es un final muy realista...tu amigo seguro que es un romántico...
Un apasionado más.......
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#130 Re: ¿HE VUELTO? NUEVO RELATO
muy buen final , creible
Oswaldo era el hacker???
Oswaldo era el hacker???
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#131 Re: ¿HE VUELTO? NUEVO RELATO
Psh, yo veo un final acelerado, no malo pero después del ritmo del relato.....
Es mi parecer y aún así, espero los siguientes finales.
Puede también que me pase como cuando llego a casa después de un largo viaje (en moto, claro) que según veo el portal me pregunto ¿Y ya está?
I'm ready!!!
Es mi parecer y aún así, espero los siguientes finales.
Puede también que me pase como cuando llego a casa después de un largo viaje (en moto, claro) que según veo el portal me pregunto ¿Y ya está?
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en la vida ten un ten con ten
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#132 Re: ¿HE VUELTO? NUEVO RELATO
buenas chic@s....
un poco de paciencia....ya tenemos otro final pendiente de la lectura de mi colega, pero pronto estara colgado y estoy a mitad del otro, haber si los puedo poner juntos para zanjar el cuento de una vez por todas.
recordad que necesitamos un titulo que ponerle al cuento, cuando tengais todos los finales espero que colaboreis....
gracias por la paciencia, nos vemos muy pronto.
V´ssssss
un poco de paciencia....ya tenemos otro final pendiente de la lectura de mi colega, pero pronto estara colgado y estoy a mitad del otro, haber si los puedo poner juntos para zanjar el cuento de una vez por todas.
recordad que necesitamos un titulo que ponerle al cuento, cuando tengais todos los finales espero que colaboreis....
gracias por la paciencia, nos vemos muy pronto.
V´ssssss
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#133 Re: ¿HE VUELTO? NUEVO RELATO
bueno, pues acabo de terminar por fin los dos finales que os prometí que faltaban, esta va a ser la ultima de las noches que me tiro hasta las tantas aporrenado teclas...
ahora devolvedme el favor y pensar titulo que ponerlo ¿ok?
gracias a tod@s por estar aquí en este agradable viaje, nos vemos.
Sulaco.
FINAL 2
La habitación era pequeña, pero estaba calentita de co*ones, que gusto…una cama de uno treinta y cinco con cabecera de madera vieja, un par de mesillas a los lados, una silla y un armario del año cascorro eran los únicos muebles a destacar, una puerta daba acceso al aseo, con una bañera vieja de porcelana con pies y grifería expuesta de cobre, no era muy amigo de los baños, prefería una simple y rápida ducha, pero hoy me metería un buen rato a remojo con mucho gusto, mis huesos me lo agradecerían, dejé que el agua caliente llenase la bañera y aproveché para ir quitándome la húmeda cordura y ponerla a secar cerca del viejo radiador de hierro colado que calentaba la habitación, después saqué de las maletas una muda limpia y ropa de civil y me fui a meterme en la bañera.
Me quedé por lo menos media hora a remojo, hasta que el agua se quedó tibia, me fumé un cigarrillo muy a gusto en la bañera y si me descuido un poco más me quedo frito.
Perezosamente me salí de la bañera y me sequé con una gran y suave toalla, me miré en el espejo tras pasar una mano sobre su superficie para quitarle el vaho, si, mejor me afeitaba para la ocasión.
Tras acabar, pasé al cuarto, saqué el equipaje de las maletas y me vestí con unos vaqueros una camiseta de magas y un polar, me calcé unas botas de trekking impermeables y me puse un corta vientos de Ktm, estaba listo.
Volví al salón, pero no había nadie, llamé en voz alta, no obtuve respuesta, me senté en un viejo sofá a esperar, no podían tardar mucho en venir. Me entretuve con el móvil, ya me había llegado el correo con el email seguro del coyote, y un montón de wasap de esos que te felicitan el año nuevo antes de que a las doce en punto se colapsen las redes.
Oí pasos acercándose y me volví, era ella, me puse en pie y la sonreí.
Llevaba unos leggins negros gruesos que calcaban sus bonitas piernas, unos botines negros cubrían sus pies con los calcetines asomando por la parte de arriba, un grueso jersey de lana de colorines que le llegaba a los muslos y un gorro de rayas negras y blancas calado hasta la frente, sus pelo negro caía por los lados, se quedó apoyada en una viga de madera y me miró un poco preocupada.
-¿Cómo me has encontrado…?-preguntó por fin.
-ni un hola...ni un ¿qué tal estas…?-me quejé en broma.
-hola Roberto-pintó media sonrisa en su preciosa cara-¿Qué tal estas?
-muy bien gracias…-respondí cortes- encantado de volver a verte de nuevo.
Me acerqué hasta ella, nos miramos como dos adolescentes con las hormonas a flor de piel, la besé.
No quería separarme nunca jamás de esos labios jóvenes, pero de mala gana lo tuve que hacer.
-tenemos que hablar…-rompí el hechizo- estas en un lio.
Ella bajó la cabeza avergonzada, se la tomé por la barbilla e hice que volviera a mirarme a la cara.
-tranquila…-traté de animarla- he venido a ayudarte, lo sé todo…no pasa nada…me da igual.
Se sonrojó, estaba nerviosa e incómoda, cambié de tema para no avergonzarla aún más.
-tengo que saber la verdad de lo que le ocurrió a tu compañera de piso…
-ahora no…por favor- me suplicó- he venido a buscarte para cenar, mis tíos nos esperan en su casa, esta noche, en tu habitación te lo contaré todo…pero ahora por favor disimula y tengamos una noche vieja feliz como todo el mundo, ellos no saben nada…ni quiero que se enteren.
Se lo concedí gustoso, tampoco quería liarme con aquello, en estos momentos solo quería disfrutar de su compañía, me lo había ganado.
No sabía que tendría tanta hambre, la tía de Eva era un gran cocinera y yo solo llevaba en el cuerpo los sándwiches del mediodía, ataqué los manjares con avidez, mariscos, pulpo…de todo y bien regado con deliciosos caldos de la tierra, una vez rompimos el hielo, al principio sus tíos recelaban un poco de mí, la cosa fue a mejor, y al ver a su sobrina relajada e incluso visiblemente más alegre que otros días en mi compañía, parecieron darme su bendición y pronto empezaron las bromas y me trataron como a un hijo.
Antes de que dieran las campanadas empezamos a darle al orujo, casero por supuesto, muy bueno para digerir todo lo que me había metido al cuerpo, vimos la retransmisión de la primera y tragamos las uvas como manda la tradición, en cuanto acabaron el tío de Eva se puso en pie y nos obligó a grandes voces a salir todos deprisa a la calle, me dejé el cortavientos en el respaldo de la silla, pero no sentí frio en absoluto al salir al exterior, aquel orujo era potente, mucho.
Había dejado de nevar y las estrellas brillaba como nunca en el cielo despejado, esperamos un poco los cuatro juntos en el porche, enseguida los fuegos artificiales surcaron la noche, venían de abajo, de la ciudad, era raro mirarlos sin tener que alzar el cuello, estallaban justo a la altura de mis pies, el ruido de las explosiones de la pólvora llegaba flojo y con un pequeño retraso, pero aun así fue un espectáculo grandioso.
Cuando terminaron, el tío de Eva cogía a su esposa y la dio un besazo en los morros, bien largo, debía ser otra tradición así que hice lo mismo con Eva, de no ser porque iba un poco cocido no me hubiese atrevido a hacerlo.
Ella me dejó hacer y me abrazó, fue muy romántico, casi de película, me costó una barbaridad soltarla, pero su tía ya llevaba un buen rato carraspeando a nuestra espalda.
Volvimos dentro y seguimos dándole al orujo, terminamos a las tantas, yo borracho como una cuba, jugando al dominó, me tuve que ir apoyando en Eva para poder llegar a mi habitación.
Una vez allí me dio un rápido beso y me dijo que volvería luego, en cuanto pudiese.
Sabía que como me descuidase lo más mínimo me quedaría frito, así que abrí la ventana de la habitación y saqué la cabeza al frio, revitalizante…
Me encendí el ultimo cigarrillo que me quedaba, lo disfruté en silencio, estaba feliz, por fin estaba a su lado…y parecía que ella sentía lo mismo que yo…feliz año nuevo Roberto.
Mis ojos captaron movimiento a lo lejos, sobre la nieve, casi fuera del alcance de mi vista, una pareja de lobos jugaba en la nieve, saltaban, daban vueltas el uno en torno al otro, se mordisqueaban el cuello sin maldad… ¿sería uno de ellos el que me trajo hasta aquí? Así lo deseé, ellos también parecían felices…feliz año nuevo…lobo.
Eva regresó largo rato después, hacía rato que había cerrado la ventana, el calor se escapaba muy deprisa de la habitación con ella abierta, la estaba esperando tumbado sobre la cama oyendo música, venía con un pijama de franela dos tallas mayor que la que ella usaría normalmente y enfundada en una horrible bata azul de guatiné, me seguía pareciendo preciosa, me hizo un gesto para que hablase bajito y cerró la puerta de la habitación tras ella.
Me quité los cascos y la animé a tumbarse conmigo.
-abre la cama…hace mucho frio- me pidió.
Me desvestí y me metí bajo unas suaves sabanas de pirineo en calzoncillos y camiseta, ella en pijama, nos tapamos hasta las orejas y no dijimos nada hasta entrar en calor, me di la vuelta y pegué mi cuerpo al suyo, ella se movió hasta que encajamos a la perfección, no me apetecía en ese momento hablar de sus problemas, así que me quedé callado abrazando aquel joven cuerpo hasta que el sueño me envolvió. Soñé con lobos.
Cuando me desperté a la mañana siguiente ya no estaba a mi lado, se habría ido antes de que sus tíos se enterasen de que pasó la noche aquí, la eché muchísimo de menos.
-2-
Me quedé un poco más retozando bajo las sabanas, pero pronto las ganas de volver a verla pudieron con la calidez de las sabanas, me puse en pie, me aseé un poco y me vestí, estaba bien lucido, el orujo casero no deja ni gota de resaca, salí a buscarla, volví a entrar, necesitaba coger otro paquete de tabaco de las maletas.
La encontré terminando de preparar el desayuno, sus tíos acabarían enseguida de ordeñar y arreglar el ganado, al saberme a solas con ella la cogí por detrás y levantándole el pelo la besé en el cuello, se estremeció, luego me apartó con un golpe de su lindo trasero.
-¿te ayudo en algo?-pregunté alegre.
-siéntate y estate con las manos quietecitas…-me reprendió picara.
Lo hice, estuve mirando cómo se manejaba por la cocina hasta que llegaron sus tíos, nos dimos los buenos días, se fueron a lavarse y al poco estábamos los cuatro desayunando como una familia feliz.
-¿no pensarías irte hoy…?-me dijo su tío entre bocado y bocado- hay una cuarta de nieve en el camino y esta noche a helado de lo lindo.
-no tengo ninguna prisa…-reconocí- estoy de vacaciones….
-¿hasta reyes…?-preguntó Eva.
-más, bastante más-no quise aclarar más.
-¿damos un paseo cuando acabemos de desayunar…?-dijo Eva.
-claro…-respondí gustoso- por cierto ¿sabéis que hay lobos por la zona?
-¡que va…!-me aseguró su tío convencido- hace años sí que rondaban, pero ya no quedan…molestaban al ganado, los cazaron a todos.
Cerré la boca, por mí que siguiese creyendo que no había, no quería que mi nuevo amigo acabase con un balazo en el cuerpo.
Terminamos de desayunar, recogimos la mesa entre todos y esperé fumando un cigarro y charlando con su tío a que Eva se pusiera ropa de abrigo y unas botas impermeables.
Salimos de la mano al camino, la nieve estaba helada pero solo la capa superior, los pies se hundían sin dificultad evitando que pudiéramos resbalar, nos alejamos de la casa, había llegado el momento de hablar en serio.
Me contó con vergüenza lo que yo ya sabía de cómo se ganaba la vida, no quise que entrase en detalles, me lo imaginaba perfectamente y no quería ni pensar en aquello, además lo único que me importaba era lo del asesinato de su compañera de piso, para tatar de sacarla del embrollo, recé para que no estuviese implicada de algún modo en ello.
Para mi alegría solo era una testigo accidental del suceso, me explicó que su compañera de piso también lo era de profesión, algo que ya suponía, pero que ella se especializaba en el sado, se ganaba muchísimo más dinero aún. Se movía en un submundo más exclusivo y oscuro que el suyo, fiestas privadas para gente de mucho dinero y poder, pasaba mucho tiempo fuera, nunca hablaba de ello, hacia su trabajo, cogía la pasta y cerraba el pico, estaba ahorrando para dejarlo en breve, quería volver a su ciudad y montar un negocio.
Un día la notó muy nerviosa, siempre estaba tranquila, hay que tener los nervios bien templados para dedicarse a lo que ella hacía, le preguntó más por cortesía que otra cosa si la ocurría algo, sabía que nunca hablaba de ello, pero para su sorpresa le contó lo que pasó la noche anterior en un chalet de las afueras.
Una reunión de las habituales, tres hombres, dos chicas, ella y otra, todo un arsenal de aparatos y juguetes para la ocasión, mucha cocaína y champan del caro, a uno de los hombres se le fue la mano, la otra chica acabó estrangulada, ella seguía atada desnuda a un potro, una discusión entre los hombres sobre qué hacer…ni hablar de policía, demasiado conocidos para verse envueltos en un escándalo como este, más dinero para que cerrase la boca o… ya te lo puedes imaginar.
Envalentonados aún por la coca dos quería cargársela también, el tercero no, mientras los otros dos seguían discutiendo y metiéndose el tercero la desata y la saca por una puerta trasera del chalet, le tira la ropa y le dice que corra.
Ella se esconde en el piso unos días sin atreverse a salir, Eva sigue con lo suyo, un día regresa al piso tras un servicio, entra como siempre, en silencio, están acostumbradas por sus extraños horarios de trabajo a no molestarse, oye voces, un grito de su amiga se corta en un desagradable y ronco gemido, asoma un poco la cabeza para ver como su compañera se desangra con el cuello cortado, evita gritar por los pelos, antes de salir andando de puntillas hacia atrás ve claramente al tipo grande y calvo sacando el cuchillo del cuello de su amiga con asco, el otro, un tipo con bigote, permanece impasible ante la carnicería.
La puerta hace ruido al cerrarse, oye voces en la casa y ella se quita los tacones y baja corriendo las escaleras, les lleva ventaja, pero antes de poder salir por el portal uno de ellos la puede ver un segundo desde el descansillo del primero, echa a correr por la calle descalza, no para hasta llegar a una parada de taxis cercana, logra coger uno antes de que los dos tipos le den alcance, luego solo puede desaparecer del mapa.
Empieza a llorar cuando termina, la atraigo hacia mí y la rodeo con mis brazos, no quiero decir nada, pero un amargo presentimiento se cierne sobre mi cabeza, no puedo evitarlo, tengo que saber más.
-un tipo alto, fuerte y calvo…por curiosidad… ¿se parecía al de las películas de transporter?
Se lo piensa unos segundos y asiente cada vez más convencida, y extrañada por la pregunta.
-y el otro tenia bigote…-le describo un poco a uno de los polis que me visitaron.
Vuelve a confirmar mis temores.
-creo que los tipos que viste cargarse a tú amiga son los maderos que vinieron a mi casa a interrogarme sobre ti…
-¿Qué puedo hacer….? ¿Polis…? Estoy bien jod*d*.
-no afirmo que lo fueran, solo se presentaron como tales…tendría que…-me callé.
-¿Qué…?-pregunta nerviosa.
La agarró sin miramientos del brazo y comienzo a andar de regreso a la casa.
-¿Qué haces…?-se queja sin dejar de andar.
-tengo que comprobar una cosa, volvamos a mi habitación.
-3-
Con la Tablet sobre las rodillas y Eva a mi lado espero ansioso a que el coyote de señales de vida…creo que he sido bien claro en el mensaje que le acababa de enviar.
La máscara del coyote vuelve a ocupar una vez más la pantalla, saluda con la mano.
-feliz año nuevo parejita….veo que has logrado encontrarla…enhorabuena tío…
-gracias por todo, sé que sin tu ayuda nunca lo hubiera conseguido…pero vuelvo a necesitarte, esto es serio…necesito que investigues algo por mi…y que sea rápido…
En vez de poner pegas me pide que vaya al grano. Lo hago, le muestro ante la cámara la tarjeta que me dio uno de los polis que me interrogó en mi casa, la tarjeta parece verdadera, pero no te puedes fiar.
-necesito saber si el dueño de esta tarjeta es realmente un policía, si lo es intenta encontrar una foto, tiene que ser o un tipo fuerte y calvo o uno con bigote, si no coincide con nada de lo que te he dicho no son maderos, son matones.
-pocos datos, un nombre y una comisaria de Madrid, mis gusanos van a tener que currar mucho, dame un rato, me pongo en contacto en cuanto sepa algo…chao.
-¿Quién era ese tío con una máscara del coyote en la cabeza…?-se atreve a preguntar una vez que la Tablet queda con la pantalla suspendida.
-ni pu*a idea…-tengo que reconocer- pero es el que me ha guiado hasta encontrarte.-bueno… ese y un lobo gris…
Me mira como si fuese un alíen del espacio exterior.
-en serio, no lo conozco de nada…para mí que es uno de esos hacker…estaba desesperado por localizarte…puse anuncios en los periódicos…pedí ayuda en los foros de motos…este tipo se presentó un buen día en la pantalla del ordenador de mi casa, me dijo que podía encontrarte…y lo hizo.
-¿Y el lobo…?-pregunta intrigada.
-nada…cosas mías, no te preocupes, no me creerías de todas formas…
-así que es cierto que me has buscado…-dice acercándose más a mí.
-desesperadamente…-reconozco antes de que sus labios tapen los míos.
Tuvimos tiempo suficiente para un buen rato de besos y caricias antes de que el coyote se presentase de nuevo sin avisar.
-déjala respirar un poco…-dice la voz electrónica.
-¿Qué has averiguado…?- pregunto ansioso.
-vale…vamos al lio…tengo una cara asociada a la tarjeta que me has dado, aparece el de bigotes en pantalla-¿es el que tú decías?
-si- le confirmo preocupado- es uno de los que vino a mi casa.
-es madero…-no hay duda.
-del otro… ¿sabes si también lo es…?
-bueno, no estoy seguro, he conseguido los nombres de todos los polis de esa comisaria, como el de bigotes es subinspector he supuesto que el otro también lo seria, o de rango similar, he reducido la busca solo a inspectores y subinspectores, he conseguid sus fotos… y que sea fuerte y calvo me han salido dos…
Aparecen dos fotos en pantalla.
-el de la derecha…-confirmo nada más ver su cara.
-pues ya lo tienes confirmado, los dos son maderos auténticos.
-muchas gracias Acme…- sueno bastante preocupado.
-venga Roberto…yo creía que me lo ibas a poner un poco más difícil…no pensaras que me iba a conformar solo con averiguar si eran o no maderos…subestimas a mis gusanos…pobrecitos…con lo que han currado…
-¿tienes algo más…?-pregunto esperanzado.
-un poco…-se hace el interesante.
-empieza…-le apresuro.
-tus chicos malos son pluriempleados, también están en nómina de una compañía de seguridad privada de las caras, cuyo dueño es…-un pez gordo de la política española.
Eva y yo nos miramos, la primera pieza del puzle encaja, luego las demás, van todas seguidas.
-¿os dice algo?- se interesa.
-mucho…pero mejor que no te enredes en este asunto, es muy feo.
Protesta, pero soy inflexible.
-bueno…ahora las malas noticias-continua diciendo- he localizado su rastro electrónico en los mismos sitios que localicé a Eva cuando uso su tarjeta de crédito, no se esconden precisamente, algunas horas o días más tarde que estuviese ella…le siguen el rastro, esta clarísimo.
Era algo que me temía, menos mal que no la había conseguido pillar.
-si la siguen y saben que te relacionabas con ella puede que a ti también te tengan localizado, por el móvil, es fácil, además ellos son polis y pueden hacerlo legalmente… ¿Cuánto tiempo llevas sin moverte de sitio? Yo apagaría el móvil y saldría a toda ostia de allí…
El estómago se me hace un nudo.
-…puede que ayer salieran de borrachera y que hoy estén durmiendo la mona…o que les tengas más cerca de lo que te piensas…yo me largaría…por si acaso….¡ya!
Acme tenía razón, podían estar aquí mismo…y seria yo el culpable de guiarlos hasta Eva.
Me despido apresuradamente de él, apago la Tablet y el móvil, me asomo a la ventana…Eva sigue sentada asustada, no más que yo.
-nos tenemos que largar…-me atrevo a sugerir.
-no podemos…la nieve…-indica ella.
-esto es una granja por Dios…tu tío tiene que tener un tractor con pala…puede abrirnos el camino hasta la carretera…
Asiente esperanzada.
-vale… habla con él, cuéntale lo que te dé la gana pero que nos abra el paso, yo iré a preparar la moto…
-no tengo casco ni nada de moto aquí…-responde contrariada.
-¿nos pueden prestar un coche?-me desespero.
-hay un viejo land rover que usan por la granja…pero está hecho polvo y no tiene ni seguro ni nada desde hacer años…
-nos vale…hay que salir de aquí como sea y cuanto antes…vamos te acompaño a hablar con tu tío.
-4-
A base de mentiras conseguimos que nos despejase el camino y que nos prestase aquel cacharro que se caía a pedazos, le contamos que mi hermana había tenido un accidente de coche esta madrugada y que necesitaba acudir urgentemente al hospital, Eva vendría conmigo para traer el coche de vuelta en cuanto me dejase en la estación de tren, quiso que nos llevásemos su coche, un Navara, pero no queríamos arriesgarnos a tener ningún accidente con él y dejarlos sin coche, mejor el land rover que si pasaba algo no valía nada. Se puso a la tarea de inmediato y nosotros fuimos a recoger mis cosas, Eva tendría que ir con lo puesto, si se llevase equipaje sospecharían.
No quería dejarlos así a escondidas, pero le prometí que en cuanto estuviésemos a salvo los llamaríamos y se lo contaríamos todo, además, volveríamos, no pensaba dejar la ktm aquí.
El land rover estaba lleno de mi*rda, olía a demonios allí dentro, era el modelo corto, el techo de lona estaba rajado por mil sitios y entraba un frio de co*ones por las aberturas, la calefacción no podía compensar la entrada de tanto aire frio, sería mejor que no lloviese ni nevase, no tenía limpia parabrisas, solo las varillas de metal que los portaban, le faltaba el retrovisor del conductor, iba con la cordura de la moto puesta, Eva enfundada en un grueso abrigo y con una manta sobre las piernas permanecía callada a mi lado. Por lo menos el motor sonaba redondo, funcionaba la doble tracción y teníamos tres cuartos de depósito. Estábamos en marcha, era lo único que importaba ahora.
No nos cruzamos con ningún coche por la carretera de montaña, era la mañana de año nuevo, la gente estaría en casita, durmiendo o resacosa, mejor, ya que aunque los quitanieves habían pasado esta mañana, quedaba una fina capa medio helada que hacía que el coche se fuese hacia todos los lados a la que me descuidaba, necesitaba tener la carretera para mi solito.
Conseguimos llegar a la ciudad sin contratiempos, dejamos el coche en el parking de la estación y escondimos las llaves en un hueco del asiento, entramos al edificio y sacamos en taquilla un billete para el primer tren que partiese de allí, el de León, en veinte minutos.
No conseguí respirar tranquilo hasta que el tren partió sin novedad. Pudimos bajarnos en alguna pequeña ciudad del trayecto, pero decidimos hacerlo en León, era una ciudad importante, tendría hoteles libres, comercios para que Eva pudiese comprar ropa y sobre todo, tiendas de alquiler de coches, nos iba a hacer falta uno.
El tren también iba casi vacío, tanto que disponíamos de todo el vagón para los dos, no teníamos muy buena pinta, yo vestido de moto y Eva con lo que se puso para estar por casa esta mañana, apenas hablamos durante el trayecto, Eva me preguntó qué haríamos a continuación y me limité a tranquilizarla lo mejor que pude, yo no lo tenía tampoco muy claro, pero algo se me ocurriría, tuve mucho tiempo para pensarlo, tardamos horas en llegar, Eva acabó durmiéndose apoyada en mi hombro y yo vi la mi*rda de película que pusieron.
Nada más llegar a león, cogimos un taxi en la misma estación y le pedí que nos llevase a un hotel cualquiera del centro.
Al registrarnos tuvimos que identificarnos, si nos estaban siguiendo se lo estábamos poniendo a huevo, pero no podíamos pasar la noche en la calle, debíamos arriesgarnos, solo por esta vez. La recepcionista no pudo evitar poner cara de desagrado al atendernos, debíamos parecer delincuentes comunes, pero mi dinero era tan válido como el de cualquiera, se tendría que jod*r.
Dejé a Eva en la ducha, yo me puse ropa normal y salí de compras, en año nuevo por la tarde, lo único que encontré fue un chino abierto, tenia de todo, pude comprarla ropa interior, un pijama, un chándal de imitación, unos playeros y artículos de aseo, se tendría que apañar con esto hasta mañana que abriesen las tiendas de verdad. Regresé al hotel.
Ella estaba sentada en la silla del escritorio de la habitación con la mirada perdida no sé dónde, casi no se percató de que había vuelto.
-te traigo de todo…-me anuncié.
Levantó la mirada y consiguió fingir una sonrisa, me dio una pena terrible.
-anda, ¿Por qué no te pones ropa limpia y llamas a tus tíos mientras me doy una ducha?
-de acuerdo...-tendió su mano hacia las bolsas que portaba.
Me arrodille frente a ella y le cogí de las manos.
-todo va a salir bien…-le prometí.
Me devolvió otra de aquellas sonrisas fingidas, no supe que añadir.
Más tarde pedimos que nos subiesen algo de cena a la habitación, comimos con pocas ganas y enseguida Eva se metió en la cama, la seguí, pero no tenía nada de sueño, debía pensar cómo salir de esta, no lo tenía nada claro.
Eva se quedó enseguida dormida, que guapa estaba, me quedé largo rato mirándola, la quería a mi lado para siempre, ni se me pasaba por la cabeza dejarla irse otra vez, así que seguí buscando una salida, pero me venció antes el sueño.
A la mañana siguiente Eva seguía apagada y triste, intenté animarla de mil formas, pero no hubo manera, temí que se rindiera y eligiese de nuevo la opción fácil…largarse.
-se me ha ocurrido una idea…- la miré a ver su reacción- he pensado en llamar al abogado de mi familia, contarle lo que nos está pasando a ver si se le ocurre una forma legal de solucionar el asunto, ¿te parece bien que lo intente?
Se encogió de hombros como respuesta, lo tomé como un sí.
Lo hice inmediatamente, milagrosamente estaba en el despacho, no las tenía todas conmigo de encontrarlo, después de la felicitación de año nuevo de rigor y los pertinentes saludos, le puse al corriente de todo y le pedí que me orientase.
Tras una larga conversación en la que Eva permaneció inmóvil sentada sobre la cama desecha, mi abogado me dio una posible solución, me dijo que me pondría en contacto con un colega suyo experto en derecho penal para que nos asesorase y nos representase ante las autoridades, le di las gracias de corazón y colgué. A continuación se lo expliqué a Eva, pareció animarse un poco.
-debemos ponernos en marcha, tenemos que salir a comprarte ropa y alquilaremos un coche, en cuanto el abogado se ponga en contacto con nosotros quiero ir a verlo cuanto antes.
Se puso la ropa del chino y bajamos a desayunar a la cafetería del hotel, pregunté en recepción donde podría alquilar un coche y ellos mismo hicieron los tramites, volví a dejar nuestras huellas electrónicas al pagar el alquiler con la visa, en media hora tendría a la puerta un seat Ibiza diésel a mi disposición, podría devolverlo en cualquier ciudad en el que la empresa de alquiler tuviese sucursal. Esperamos tomando otro café a que llegara el Ibiza y cuando lo tuvimos subimos a recoger nuestras cosas y pagué el hotel, lo montamos todo en el maletero y nos fuimos.
Estuvimos de compras por el centro, por lo menos logré que se animase un poco probándose trapitos, si algo jode de verdad a un hombre es ir de compras con una mujer, pero yo lo disfruté como un niño en disneyland, cada sonrisa que se le escapaba de la boca iluminaba mi día. Lo único que me preocupaba era que en cada tienda que comprábamos dejábamos nuestra huella, si aquellos cabr*nes estaba de caza se lo estábamos poniendo a huevo, para ponérselo un poco más difícil me pasé por un cajero y saqué el máximo permitido en efectivo.
Se acercaba la hora de comer y le propuse hacerlo, aceptó de buen humor, buscaríamos algún restaurante por aquí cerca, entonces sonó mi teléfono, número desconocido, descolgué y era el abogado amigo del mío, me pidió que le contase el asunto y se lo resumí lo mejor que pude, tras pensárselo un rato me pidió vernos, le dije que cuando el dispusiese, esta tarde, en su despacho, En Valladolid, no quedaba demasiado lejos, pero tendríamos que comer en marcha.
-5-
Llegamos casi veinte minutos tarde a la cita porque me perdí en las calles, no conocía Valladolid y el Ibiza no llevaba navegador. Antes de llamar a la puerta del despacho miré a Eva.
-¿estas lista…?-le pregunté.
-no…pero tengo que hacerlo…-se quejó resignada.
Agarré fuerte su mano y con la otra libre pulse el timbre.
Nos recibió el hombre con el que había hablado por teléfono, reconocía su voz, un sesentón vestido de traje oscuro y el pelo canoso engominado y pegado al cráneo.
Nos saludó amablemente y nos hizo pasar a su despacho, en el cual, había otras cuatro personas, me asusté y me detuve en el umbral, estaba dispuesto a salir corriendo, se me debió notar, ya que rápidamente el abogado tomó la palabra.
-tranquilos chicos…-dijo pausado- os presentaré.
Eva me miraba intranquila y a mí el corazón me iba a mil, seguí quieto sin entrar.
-esta es la magistrada Uribe, titular del juzgado número dos de Valladolid…y una amiga personal dicho sea de paso.
La mujer de unos cincuenta y de gesto serio inclinó la cabeza a modo de saludo.
-a su lado esta Elvira, la secretaria judicial…y esos dos caballeros tan fornidos son policías judiciales…no os asustéis por favor…están aquí para ayudaros.
¿Una jueza…policías…? ¿En qué clase de encerrona nos habían metido?
La jueza se levantó del sillón donde había permanecido sentada y se acercó a nosotros despacio.
-os parecerá una situación extraña…de hecho esto tendríamos que hacerlo en los juzgados, pero mi buen amigo Pablo me pidió el favor y aquí estamos…
-¿para qué…?-logré articular.
-para tomaros declaración oficial…por supuesto-añadió como si fuese lo más normal del mundo.
Creo que Eva y yo suspiramos de alivio a la vez.
-será mejor que empecemos en cuanto Elvira esté lista…-la señalo mientras esta sacaba sus bártulos, una pequeña grabadora digital y un bloc de notas, al poco hizo una señal de que todo estaba lista.
-sentaros por favor…-nos pidió la jueza.
Miramos acobardados al abogado, este nos hizo un gesto tranquilizador y nos señaló donde hacerlo.
-bien… comencemos pues…-empezó la jueza- en Valladolid…a dos de enero de…-a continuación vinieron una serie de legalismos propios de su oficio y cuando acabó miró dulcemente a Eva y la animó a empezar.
Empezó insegura y a trompicones, pero pronto cogió ritmo y se lanzó a contarlo todo rápidamente, la jueza le interrumpía de vez en cuando para aclarar algún punto en concreto y la dejaba seguir de nuevo, yo permanecí en silencio durante todo el rato, y no abrí la boca hasta que me tocó declarar a mí.
Poco pude aclarar, solo pude contar lo de la visita de los policías a mi domicilio y de paso le entregué su tarjeta de visitas a la jueza, no quise decir que sabíamos que trabajaban también para un político importante para no comprometer a Acme, si sabía hacer su trabajo lo averiguaría por si sola.
Cuando terminamos de declarar, la jueza nos hizo otra larga serie de preguntas para corroborar la historia, debió quedar satisfecha, ya que no nos pudo pillar en ningún renuncio, toda la historia era cierta. Mantuvo una conversación aparte con la pareja de policías judiciales, esperamos en silencio. Por fin regresó frente a nosotros.
-chicos…Pablo…-intervino por fin- la historia parece veraz…pero no tenemos absolutamente ninguna prueba fehaciente que implique a ese par de policías, esta demostrada la muerte de la compañera de piso de la chica…pero de la otra mujer muerta, la de la fiesta privada no hay ninguna noticia…me temo que la situación es bastante delicada.
-¿Qué puedes hacer por ellos…?-le pidió nuestro abogado.
-si te digo la verdad…muy poco de momento, ahora tendremos que realizar nuestra propia investigación, si encontramos pruebas no dudes que acabaran entre rejas, pero de momento a efectos legales están totalmente limpios…
-¿y qué haremos nosotros…? ¿Y si la encuentran antes de que hagas tú trabajo?- dije furioso.
La jueza se puso seria, no estaba acostumbrada a ese tipo de falta de respeto, el abogado posó su mano sobre mi hombro para calmarme, y se disculpó en mi nombre.
-he dicho muy poco…no nada…-me respondió muy tiesa y seria- por el momento he tomado como cierta vuestra loca historia…que no es poco…y voy a ordenar una investigación a mis agentes…que ya es bastante…y por ultimo voy a ofrecer a Eva un piso seguro con custodia policial durante lo que dure el proceso…
-¿y yo que…?-protesté tímidamente.
-de momento a por ti no es a por quien van, volverás a tu casa y harás vida normal hasta que logremos averiguar qué ocurre realmente y podamos actuar legalmente contra ellos… ¿está claro?
-¿Podre verla…?-dije estúpidamente, ni se molestó en responder.
-Eva… ¿estas dispuesta?-le preguntó la jueza.
Me miró con pesar y asintió, acababa de perderla de nuevo.
-pues no hay nada más que hablar, Eva…estos policías se harán cargo de ti desde este momento, no temas, puedes confiar en ellos, cuidaran de ti.
Los agentes cobraron vida de repente y ante mis ojos se llevaron a Eva…estaba tan alucinado que ni me despedí de ella, solo cruzamos una mirada cuando dejaba el despacho entre los dos policías.
La jueza se despidió de nosotros y tras esperar a que la secretaria recogiese de nuevo se fueron juntas, me quedé allí sentado junto al abogado.
-¿Qué hago ahora?-le pregunté atontado.
- lo que te ha dicho la jueza Uribe, vuelve a casa, estate tranquilo, la conozco hace años, es un auténtico sabueso, si detecta una pista no parara hasta capturar la presa, habéis tenido mucha suerte de que haya accedido a hacer esto…mucha suerte.
-¿Cuánto va a durar…?-le interrogué.
-quien sabe…debes tener paciencia y no hacer estupideces, deja que los profesionales se encarguen, mantente al margen, y reza para que acabe cuanto antes.
-Pablo…- no pude contenerme- hay algo que no le conté a la jueza y que puede ayudar…
-pues ha sido una verdadera estupidez por tu parte no haberlo hecho…-me reprendió.
-es que no puedo contar de donde he sacado la información…-me excuse.
-cuéntamelo y se lo hare saber…pero no vuelvas a hacerlo de nuevo, recuerda que estamos intentando ayudaros.
Le conté lo que me había callado.
-interesante…-se pasó la mano por la barbilla- esto ayuda tanto como complica la cosa…pero es un buen punto de partida para la investigación, llamaré enseguida a la jueza para contárselo.
-6-
Regresé a mi casa, antes de hacerlo me encargué de poner en orden el desastre que habíamos creado en nuestra huida, llevé el coche alquilado a Galicia, lo dejé en una delegación que no quedaba lejos de la ciudad donde tomamos el tren, de allí tras tomar un bus de línea y un taxi, volví a donde dejamos aparcado el destartalado land rover de los tíos de Eva, se lo devolví y tras explicarles la verdad mientras comíamos, costó mucho hacer que me creyeran, recuperé mi ktm y volví a casa, me llevo dos días, pero por lo menos me mantuvo lo suficiente ocupado como para no pensar demasiado en que de nuevo estaba solo.
Sin nada que hacer los días se me hacían eternos, lo único que rompía la monotonía eran las constantes llamadas amenazantes de Virginia, exigiéndome que firmase el contrato para la película o acabaría por revelar mi identidad a los medios de comunicación para que tuvieran carnaza para una buena temporada con mis huesos, al final acepté, con dos condiciones, mantendría cerrada su pu*a boca y yo me desentendería totalmente del asunto, lo único que quería de aquello era el dinero. Aceptó encantada, así que tuve que hacer otro viaje relámpago a la capital a firmar el contrato y recoger mi cheque, esta vez no follamos.
Aproveche aquel tiempo de espera para arreglar otro asunto, Ela, desde que la puse en el wasap aquel indeterminado “tal vez” ni me había acordado de ella, era un buen momento para aclarar las cosas, después de ver su entrevista en la televisión reconozco que ya no la odiaba tanto como antes, podía dejar este asunto zanjado de una vez por todas y seguir con mi vida sin taras, le envié un wasap pidiendo hablar con ella.
Me contestó al cabo de unos minutos con una llamada, se mostró alegre de que por fin quisiera hablar con ella, dijo que estaba fuera del país rodando una campaña publicitaria para una conocida marca de cosméticos, me invitó a pasar unos días con ella, me excuse alegando estar muy ocupado, la semana próxima tenía unos días libres, pensaba pasarlos en Mallorca, en casa de unos amigos, me rogó que nos viéramos allí, era un sitio tranquilo y discreto donde podríamos hablar sin ser molestados por periodistas ni fotógrafos, no me apetecía mucho la idea, pero tampoco tenía otra cosa que hacer salvo seguir esperando noticas que nunca llegaba de Eva, así que acepté, sacaría de nuevo la ktm a pasear, le pedí que me enviase la dirección de la casa y nos despedimos.
Estuve ocupado preparando la moto para el viaje, reservé un hotel en las islas, visité a mis padres para avisarle de que nuevo me largaba unos días y por ultimo me puse en contacto de nuevo con pablo, el abogado de Valladolid para que me diera noticias.
Nada nuevo, la investigación seguía su curso y de Eva tampoco podía contarme mucho, solo lo que la jueza le contaba a él, que estaba tranquila y a salvo, como hasta ahora.
De nuevo en la carretera, haciendo kilómetros sin disfrutarlos, fui hasta Barcelona, hice una visita muy corta a mi hermana y mi cuñado y por la noche monté la moto en un ferri hasta las isla, nada que destacar, salvo que me mareo en los barcos y que los asientos para los que viajamos sin camarote son una porquería y no hay dios que descanse en ellos.
Por lo menos me recibió un clima agradable para ser enero, dejé el puerto y puse rumbo a mi hotel, estaba en Manacor, así que tenía unos cincuenta kilómetros por delante, tenía un día entero para mí solo antes de la cita con Ela, y quería hacerme la sierra de tramuntana, había oído hablas de sus tramos de curvas en foros y hasta me bajé una ruta para el GPS.
La verdad es que disfruté mucho aquel día, bonitas calas solitarias, pueblos con encanto y sobre todo muchas curvas y poco tráfico, me imaginaba que en pleno verano no hubiese podido disfrutarlas tan a gusto. Llegué cansado al anochecer, cené en el mismo restaurante del hotel y dormí como un tronco hasta la mañana siguiente.
-7-
Una estrecha carretera que bordeaba la costa y transcurría entre zonas arboladas me llevó hasta lo alto de una pequeña loma que acababa frente al mar, solo había una construcción en la zona, así que no podía equivocarme, la rodeaba un alto muro de piedra, me detuve frente a una verja de hierro forjado, una cámara de vigilancia me enfocó, y una voz a través de un altavoz oculto me pidió que me identificase, un poco molesto me quité el casco y di mi nombre, finalmente la verja se abrió y tras colgarme el casco en el codo metí primera y enfilé un camino de losas que llevaba hasta un moderno edificio de cristal y acero frente al acantilado.
Ela salió a la puerta a esperarme mientras conducía despacio hacia la casa, detuve la moto frente a ella y me bajé, dejé el casco colgado del retrovisor.
Vestía unos vaqueros usados y un jersey fino, llevaba el pelo suelto y ni gota de maquillaje, por un momento la vi tal y como cuando tenía veinte años y estábamos juntos, fue solo un instante, pero tuve que tragar saliva, la cabeza me seguía jugando malas pasadas de vez en cuando.
Se acercó a mí con una gran sonrisa y se permitió darme un largo abrazo.
-me alegro tanto de verte…-pareció sincera.
No supe que decir, me limité a sonreír débilmente.
-vamos dentro… ¿te apetece tomar algo?
-un café sería estupendo.
-con leche ¿verdad?-se acordaba aún.
-claro…
Entramos dentro de la lujosa edificación, era impresionante por dentro, techos altos, todas las paredes de cristal, muebles de diseño…aquello debía costar un pastizal, seguí a Ela hasta una enorme cocina igual que las de las películas americanas, me dijo que la esperase en la terraza señalándome una gran puerta de cristal corrediza, ella saldría enseguida con los cafés.
Me recibió una piscina infinita que se fundía con el mar por el borde, impresionante…a la derecha había una gran pérgola con mesas, sillas y sofás de mimbre con cojines de tela blancos, había gente, que se quedaron mirándome interesados, no les hice ni caso y caminé por el borde de la piscina hasta el acantilado, bonita vista, a ver si llegaba ya Ela, tanta gente mirándome me incomodaba la ostia.
-ven…sentémonos-dijo por fin a mi espalda.
Tuvo la delicadeza de escoger una mesa un poco apartada, aun así podía notar varios pares de ojos clavándose en mi cogote, noté que se tensaban mis nervios.
-tranquilo…-debió adivinar mi estado Ela- son amigos, no molestaran, solo sienten un poco de curiosidad por ti, es normal.
-me molestan…-dije seco.
-si quieres vamos dentro….-se ofreció.
Negué con la cabeza, mejor así, acabaríamos antes.
Tomamos el café en silencio, mirándonos a los ojos de vez en cuando furtivamente, pero sin abrir la boca.
-te recordaba más hablador…-rompió el hielo.
-eran otros tiempos…-repliqué irónico- cuando todo iba bien.
Torció el gesto.
-lo siento mucho…
-lo sé…te vi en la tele el otro día.
-quería decírtelo personalmente, llevo años pensando hacerlo, pero no me atreví y al final estallé…
No dije nada.
-todos estos años mi hermana me ha contado lo que has pasado y me siento culpable…te he hecho mucho daño…estuve tantas veces a punto de llamarte…
Me encendí un cigarro y permanecí mudo, estaba disfrutando del momento, un poco de música de fondo y ya sería perfecto.
-me podría pasar horas pidiéndote disculpas por lo que hice y así lo hare si hace falta…pero por favor dime algo…no te quedes así.
-tarde…-dije exhalando el humo-demasiado tarde para las disculpas…
Se puso blanca, empezó a temblar ligeramente.
-no son necesarias…estoy bien, en serio.
- te dejé tirado…-volvió a la carga.
-sí, me acuerdo perfectamente, estaba allí.
Estaba claro que aquello iba a convertirse en un diálogo de besugos así que lo mejor era ponerle punto final y salir de allí cuanto antes.
-Estela…-usé su verdadero nombre- no he venido para que te disculpes, sino para cerrar este capítulo de mi vida de una pu*a vez, solo quiero que sepas que no te odio, que puedes seguir con tú vida sin que te remuerda la conciencia, yo estoy rehaciendo la mía, cada uno a lo suyo, nos queda mucho por delante espero, quiero que si alguna otra vez nos cruzamos por ahí podamos pararnos a tomar una cerveza y contarnos que tal nos ha ido sin acordarnos de lo que nos pasó ¿te parece bien? Es lo mejor que puedo ofrecerte…
-gracias…-respondió por fin, asunto arreglado.
Charlamos un rato de trivialidades, me pareció prudente quedarme un poco más por cortesía, me contó anécdotas de Hollywood visiblemente más relajada, hasta me divertí escuchándola, no voy a negarlo, sin embargo ya era hora de salir de allí.
Se despidió de mí con un largo abrazo, parecía que no quería soltarme, la acaricie el pelo para que reaccionase, se me tiró a los morros, un beso de despedida no se le puede negar a nadie, pero sin lengua.
Salí de allí con la sensación de haberme quitado cien kilos de peso en la espalda, creo que hasta respiraba mejor, ella no acabó igual, ya que pude ver unos gruesos lagrimones corriendo por su cara cuando arranqué la moto para irme, se le pasaría.
-8-
Tuve que esperar casi dos meses más hasta que por fin tuve noticias, de la desesperación había pasado ya un estado de apatía absoluta, hacia mi vida como un autómata, comer, dormir, fumar, sin sacarle gusto a nada.
A este paso iba a dar en loco de nuevo.
Pablo llamó una mañana temprano, me dijo que habían descubierto los trapos sucios de la pareja de polis, pero que no era suficiente para asegurarse de que les caía una buena condena, la jueza Uribe quería tenderles una trampa, querían mi colaboración, lo que fuese con tal de acabar de una vez, fue mi respuesta.
El plan era sencillo, querían que Eva viniese a mi casa y que yo avisase a los policías de que estaba aquí, previamente, se harían circular informaciones de que una testigo del asesinato de una prostituta de lujo huida había decidido colaborar con la policía, si no eran imbéc*les y sabían sumar dos más dos sabrían que se referían a Eva y vendrían a por ella a mi casa.
Por supuesto que mi casa estaría llena de polis buenos con grandes pistolas para protegernos.
Solo por poder verla de nuevo ya merecía la pena participar.
Llegó en un taxi acompañada de un policía de paisano, en cuanto entró en la casa nos fundimos en un abrazo y un beso como los de las películas, el poli nos dejó a solas un rato para que nos pusiésemos al día, la notaba un poco más pálida y yo le parecí mucho más delgado, demasiado, matizó, le prometí que me dejaría cebar por ella hasta reventar cuando por fin pudiésemos estar juntos.
A lo largo del día se presentaron seis policías más, espaciadamente para no llamar la atención del vecindario, me aseguraron de que fuera de la casa repartidos por el barrio habría muchos más. Antes de que oscureciera me pidieron que hiciese la llamada, teniendo en cuenta desde donde vendrían, preferían que llegasen de madrugada a mi casa, si las cosa se complicaban el riesgo de que algún vecino resultase herido se reducía drásticamente me explicaron profesionalmente.
Nos dejaron cenar tranquilamente a solas mientras ellos lo hicieron en el garaje, donde habían montado su pequeño centro de operaciones, me daban ganas de desnudarla allí mismo y por las miradas que me lanzaba, ella quizás pensase exactamente lo mismo, pero con seis maderos dentro de casa no era plan, pero en cuanto se largasen…
Sobre las doce de la noche se pusieron en prealerta, a partir de aquella hora podrían presentarse en cualquier momento, nos enviaron a salón y nos ordenaron permanecer allí con la luz encendida para que se nos pudiese ver desde el exterior de la casa sin demasiado esfuerzo, me preocupó que utilizasen un fusil de largo alcance, me tranquilizaron asegurándome que el exterior estaba fuertemente vigilado y en caso de intentarlo sería lo último que harían, aun así me sentiría más tranquilo si Eva llevase un chaleco antibalas, me dijeron que dejase de ver películas americanas.
La señal de que estaban aquí sería un mensaje de wasap con un tono especifico que habíamos elegido durante la tarde, si llamaban a la puerta debía tratar de disimular y llevarlos hasta Eva con la mayor naturalidad posible, en cuanto intentasen llevársela de mi casa o hiciesen el menor gesto de tratar de hacerla daño aquí mismo, intervendrían, como en las películas.
Recuerdo estar sentados tiesos como estatuas, apretándonos la mano tan fuerte que se me durmieron los dedos, con la mirada fija en la pantalla del televisor, sin prestar la mínima atención a lo que se proyectaba en ella, podían salir mal tantas cosas…si después de aquella odisea dejaban que le ocurriese algo a Eva los mataría con mis propias manos a todos, buenos y malos incluidos, me fumé medio paquete, Eva estaba mucho más tranquila que yo y de vez en cuando me susurra cosas que no pienso contar aquí para que me animase.
Por fin el wasap sonó y casi me da un infarto, estaban aquí, casi sin respirar empecé a contar los segundos, a los trece, mala señal, sonó el timbre, respiré hondo y tras un último apretón de manos me dirigí a la puerta, me tomé un par de segundos para intentar parecer calmado y abrí.
El bigotes me apuntaba al pecho con una pistola muy grande y el otro me hacia el gesto de que permaneciese con la boca cerrada, empezábamos de pu*a madre, el bigotes empujó mi cuerpo con la pistola para que les dejase entrar, se quedó conmigo en el pasillo de entrada encañonándome, su compi entró en silencio a por Eva, desenfundó su arma, no sabía si gritar para avisarla y darla tiempo a huir o seguir el plan, cerré los ojos.
Jamás en mi vida volveré a dudar de la eficacia de nuestras fuerzas de seguridad, cuando volví a abrir los ojos vi como un par de polis venían en silencio desde la calle, la puerta permanecía abierta de par en par, cuando estuvieron justo detrás de mí captor me atreví a mirarle a la cara y decirle: “te vas a cagar” antes de que se le echasen encima y lo encañonasen en la nuca con dos armas, al instante supo que no tenía nada que hacer y levantó las manos dejando por fin de apuntarme, en cuanto me vi libre salí como alma que lleva el diablo hacia el salón, para encontrarme con una escena bastante similar, el fuertote estaba en el suelo de mi salón rodeado de polis buenos que ya le habían inmovilizado las manos y piernas con fuertes bridas de plástico, uno le pisaba literalmente la cabeza para que no se moviese.
Ni un ruido, ni un tiro, eficacia total, por fin se había terminado todo.
Desaparecieron tan silenciosamente como habían llegado, pudimos ver cómo les metían en volandas y con total discreción en la parte trasera de una Volkswagen transporter sin ventanillas traseras, luego recogieron todo su equipo de mi garaje y se despidieron tras citarnos a la mañana siguiente en comisaría para declarar.
Cerré con llave y cogí a Eva, la señalé con los ojos las escaleras, sonrió traviesa y no me hizo esperar. Os podéis imaginar lo bien que lo pasamos.
Aún nos quedaba pendiente el juicio, pero iba para largo, podían pasar años, no pensaba perder ni un minuto más esperando, había llegado la hora de emprender el viaje que tanto tiempo llevaba planeando, hacerlo en compañía de la mujer que amaba era mucho más de lo que nunca pude desear, fue como si el de arriba se despertase un buen día y pensase…bueno a este chaval ya lo he puteado bastante, voy a dejar que goce un rato…
Podría seguir contando todo lo que nos pasó durante aquel viaje inolvidable pero como decían en una peli….eso es otra historia.
FIN
ahora devolvedme el favor y pensar titulo que ponerlo ¿ok?
gracias a tod@s por estar aquí en este agradable viaje, nos vemos.
Sulaco.
FINAL 2
La habitación era pequeña, pero estaba calentita de co*ones, que gusto…una cama de uno treinta y cinco con cabecera de madera vieja, un par de mesillas a los lados, una silla y un armario del año cascorro eran los únicos muebles a destacar, una puerta daba acceso al aseo, con una bañera vieja de porcelana con pies y grifería expuesta de cobre, no era muy amigo de los baños, prefería una simple y rápida ducha, pero hoy me metería un buen rato a remojo con mucho gusto, mis huesos me lo agradecerían, dejé que el agua caliente llenase la bañera y aproveché para ir quitándome la húmeda cordura y ponerla a secar cerca del viejo radiador de hierro colado que calentaba la habitación, después saqué de las maletas una muda limpia y ropa de civil y me fui a meterme en la bañera.
Me quedé por lo menos media hora a remojo, hasta que el agua se quedó tibia, me fumé un cigarrillo muy a gusto en la bañera y si me descuido un poco más me quedo frito.
Perezosamente me salí de la bañera y me sequé con una gran y suave toalla, me miré en el espejo tras pasar una mano sobre su superficie para quitarle el vaho, si, mejor me afeitaba para la ocasión.
Tras acabar, pasé al cuarto, saqué el equipaje de las maletas y me vestí con unos vaqueros una camiseta de magas y un polar, me calcé unas botas de trekking impermeables y me puse un corta vientos de Ktm, estaba listo.
Volví al salón, pero no había nadie, llamé en voz alta, no obtuve respuesta, me senté en un viejo sofá a esperar, no podían tardar mucho en venir. Me entretuve con el móvil, ya me había llegado el correo con el email seguro del coyote, y un montón de wasap de esos que te felicitan el año nuevo antes de que a las doce en punto se colapsen las redes.
Oí pasos acercándose y me volví, era ella, me puse en pie y la sonreí.
Llevaba unos leggins negros gruesos que calcaban sus bonitas piernas, unos botines negros cubrían sus pies con los calcetines asomando por la parte de arriba, un grueso jersey de lana de colorines que le llegaba a los muslos y un gorro de rayas negras y blancas calado hasta la frente, sus pelo negro caía por los lados, se quedó apoyada en una viga de madera y me miró un poco preocupada.
-¿Cómo me has encontrado…?-preguntó por fin.
-ni un hola...ni un ¿qué tal estas…?-me quejé en broma.
-hola Roberto-pintó media sonrisa en su preciosa cara-¿Qué tal estas?
-muy bien gracias…-respondí cortes- encantado de volver a verte de nuevo.
Me acerqué hasta ella, nos miramos como dos adolescentes con las hormonas a flor de piel, la besé.
No quería separarme nunca jamás de esos labios jóvenes, pero de mala gana lo tuve que hacer.
-tenemos que hablar…-rompí el hechizo- estas en un lio.
Ella bajó la cabeza avergonzada, se la tomé por la barbilla e hice que volviera a mirarme a la cara.
-tranquila…-traté de animarla- he venido a ayudarte, lo sé todo…no pasa nada…me da igual.
Se sonrojó, estaba nerviosa e incómoda, cambié de tema para no avergonzarla aún más.
-tengo que saber la verdad de lo que le ocurrió a tu compañera de piso…
-ahora no…por favor- me suplicó- he venido a buscarte para cenar, mis tíos nos esperan en su casa, esta noche, en tu habitación te lo contaré todo…pero ahora por favor disimula y tengamos una noche vieja feliz como todo el mundo, ellos no saben nada…ni quiero que se enteren.
Se lo concedí gustoso, tampoco quería liarme con aquello, en estos momentos solo quería disfrutar de su compañía, me lo había ganado.
No sabía que tendría tanta hambre, la tía de Eva era un gran cocinera y yo solo llevaba en el cuerpo los sándwiches del mediodía, ataqué los manjares con avidez, mariscos, pulpo…de todo y bien regado con deliciosos caldos de la tierra, una vez rompimos el hielo, al principio sus tíos recelaban un poco de mí, la cosa fue a mejor, y al ver a su sobrina relajada e incluso visiblemente más alegre que otros días en mi compañía, parecieron darme su bendición y pronto empezaron las bromas y me trataron como a un hijo.
Antes de que dieran las campanadas empezamos a darle al orujo, casero por supuesto, muy bueno para digerir todo lo que me había metido al cuerpo, vimos la retransmisión de la primera y tragamos las uvas como manda la tradición, en cuanto acabaron el tío de Eva se puso en pie y nos obligó a grandes voces a salir todos deprisa a la calle, me dejé el cortavientos en el respaldo de la silla, pero no sentí frio en absoluto al salir al exterior, aquel orujo era potente, mucho.
Había dejado de nevar y las estrellas brillaba como nunca en el cielo despejado, esperamos un poco los cuatro juntos en el porche, enseguida los fuegos artificiales surcaron la noche, venían de abajo, de la ciudad, era raro mirarlos sin tener que alzar el cuello, estallaban justo a la altura de mis pies, el ruido de las explosiones de la pólvora llegaba flojo y con un pequeño retraso, pero aun así fue un espectáculo grandioso.
Cuando terminaron, el tío de Eva cogía a su esposa y la dio un besazo en los morros, bien largo, debía ser otra tradición así que hice lo mismo con Eva, de no ser porque iba un poco cocido no me hubiese atrevido a hacerlo.
Ella me dejó hacer y me abrazó, fue muy romántico, casi de película, me costó una barbaridad soltarla, pero su tía ya llevaba un buen rato carraspeando a nuestra espalda.
Volvimos dentro y seguimos dándole al orujo, terminamos a las tantas, yo borracho como una cuba, jugando al dominó, me tuve que ir apoyando en Eva para poder llegar a mi habitación.
Una vez allí me dio un rápido beso y me dijo que volvería luego, en cuanto pudiese.
Sabía que como me descuidase lo más mínimo me quedaría frito, así que abrí la ventana de la habitación y saqué la cabeza al frio, revitalizante…
Me encendí el ultimo cigarrillo que me quedaba, lo disfruté en silencio, estaba feliz, por fin estaba a su lado…y parecía que ella sentía lo mismo que yo…feliz año nuevo Roberto.
Mis ojos captaron movimiento a lo lejos, sobre la nieve, casi fuera del alcance de mi vista, una pareja de lobos jugaba en la nieve, saltaban, daban vueltas el uno en torno al otro, se mordisqueaban el cuello sin maldad… ¿sería uno de ellos el que me trajo hasta aquí? Así lo deseé, ellos también parecían felices…feliz año nuevo…lobo.
Eva regresó largo rato después, hacía rato que había cerrado la ventana, el calor se escapaba muy deprisa de la habitación con ella abierta, la estaba esperando tumbado sobre la cama oyendo música, venía con un pijama de franela dos tallas mayor que la que ella usaría normalmente y enfundada en una horrible bata azul de guatiné, me seguía pareciendo preciosa, me hizo un gesto para que hablase bajito y cerró la puerta de la habitación tras ella.
Me quité los cascos y la animé a tumbarse conmigo.
-abre la cama…hace mucho frio- me pidió.
Me desvestí y me metí bajo unas suaves sabanas de pirineo en calzoncillos y camiseta, ella en pijama, nos tapamos hasta las orejas y no dijimos nada hasta entrar en calor, me di la vuelta y pegué mi cuerpo al suyo, ella se movió hasta que encajamos a la perfección, no me apetecía en ese momento hablar de sus problemas, así que me quedé callado abrazando aquel joven cuerpo hasta que el sueño me envolvió. Soñé con lobos.
Cuando me desperté a la mañana siguiente ya no estaba a mi lado, se habría ido antes de que sus tíos se enterasen de que pasó la noche aquí, la eché muchísimo de menos.
-2-
Me quedé un poco más retozando bajo las sabanas, pero pronto las ganas de volver a verla pudieron con la calidez de las sabanas, me puse en pie, me aseé un poco y me vestí, estaba bien lucido, el orujo casero no deja ni gota de resaca, salí a buscarla, volví a entrar, necesitaba coger otro paquete de tabaco de las maletas.
La encontré terminando de preparar el desayuno, sus tíos acabarían enseguida de ordeñar y arreglar el ganado, al saberme a solas con ella la cogí por detrás y levantándole el pelo la besé en el cuello, se estremeció, luego me apartó con un golpe de su lindo trasero.
-¿te ayudo en algo?-pregunté alegre.
-siéntate y estate con las manos quietecitas…-me reprendió picara.
Lo hice, estuve mirando cómo se manejaba por la cocina hasta que llegaron sus tíos, nos dimos los buenos días, se fueron a lavarse y al poco estábamos los cuatro desayunando como una familia feliz.
-¿no pensarías irte hoy…?-me dijo su tío entre bocado y bocado- hay una cuarta de nieve en el camino y esta noche a helado de lo lindo.
-no tengo ninguna prisa…-reconocí- estoy de vacaciones….
-¿hasta reyes…?-preguntó Eva.
-más, bastante más-no quise aclarar más.
-¿damos un paseo cuando acabemos de desayunar…?-dijo Eva.
-claro…-respondí gustoso- por cierto ¿sabéis que hay lobos por la zona?
-¡que va…!-me aseguró su tío convencido- hace años sí que rondaban, pero ya no quedan…molestaban al ganado, los cazaron a todos.
Cerré la boca, por mí que siguiese creyendo que no había, no quería que mi nuevo amigo acabase con un balazo en el cuerpo.
Terminamos de desayunar, recogimos la mesa entre todos y esperé fumando un cigarro y charlando con su tío a que Eva se pusiera ropa de abrigo y unas botas impermeables.
Salimos de la mano al camino, la nieve estaba helada pero solo la capa superior, los pies se hundían sin dificultad evitando que pudiéramos resbalar, nos alejamos de la casa, había llegado el momento de hablar en serio.
Me contó con vergüenza lo que yo ya sabía de cómo se ganaba la vida, no quise que entrase en detalles, me lo imaginaba perfectamente y no quería ni pensar en aquello, además lo único que me importaba era lo del asesinato de su compañera de piso, para tatar de sacarla del embrollo, recé para que no estuviese implicada de algún modo en ello.
Para mi alegría solo era una testigo accidental del suceso, me explicó que su compañera de piso también lo era de profesión, algo que ya suponía, pero que ella se especializaba en el sado, se ganaba muchísimo más dinero aún. Se movía en un submundo más exclusivo y oscuro que el suyo, fiestas privadas para gente de mucho dinero y poder, pasaba mucho tiempo fuera, nunca hablaba de ello, hacia su trabajo, cogía la pasta y cerraba el pico, estaba ahorrando para dejarlo en breve, quería volver a su ciudad y montar un negocio.
Un día la notó muy nerviosa, siempre estaba tranquila, hay que tener los nervios bien templados para dedicarse a lo que ella hacía, le preguntó más por cortesía que otra cosa si la ocurría algo, sabía que nunca hablaba de ello, pero para su sorpresa le contó lo que pasó la noche anterior en un chalet de las afueras.
Una reunión de las habituales, tres hombres, dos chicas, ella y otra, todo un arsenal de aparatos y juguetes para la ocasión, mucha cocaína y champan del caro, a uno de los hombres se le fue la mano, la otra chica acabó estrangulada, ella seguía atada desnuda a un potro, una discusión entre los hombres sobre qué hacer…ni hablar de policía, demasiado conocidos para verse envueltos en un escándalo como este, más dinero para que cerrase la boca o… ya te lo puedes imaginar.
Envalentonados aún por la coca dos quería cargársela también, el tercero no, mientras los otros dos seguían discutiendo y metiéndose el tercero la desata y la saca por una puerta trasera del chalet, le tira la ropa y le dice que corra.
Ella se esconde en el piso unos días sin atreverse a salir, Eva sigue con lo suyo, un día regresa al piso tras un servicio, entra como siempre, en silencio, están acostumbradas por sus extraños horarios de trabajo a no molestarse, oye voces, un grito de su amiga se corta en un desagradable y ronco gemido, asoma un poco la cabeza para ver como su compañera se desangra con el cuello cortado, evita gritar por los pelos, antes de salir andando de puntillas hacia atrás ve claramente al tipo grande y calvo sacando el cuchillo del cuello de su amiga con asco, el otro, un tipo con bigote, permanece impasible ante la carnicería.
La puerta hace ruido al cerrarse, oye voces en la casa y ella se quita los tacones y baja corriendo las escaleras, les lleva ventaja, pero antes de poder salir por el portal uno de ellos la puede ver un segundo desde el descansillo del primero, echa a correr por la calle descalza, no para hasta llegar a una parada de taxis cercana, logra coger uno antes de que los dos tipos le den alcance, luego solo puede desaparecer del mapa.
Empieza a llorar cuando termina, la atraigo hacia mí y la rodeo con mis brazos, no quiero decir nada, pero un amargo presentimiento se cierne sobre mi cabeza, no puedo evitarlo, tengo que saber más.
-un tipo alto, fuerte y calvo…por curiosidad… ¿se parecía al de las películas de transporter?
Se lo piensa unos segundos y asiente cada vez más convencida, y extrañada por la pregunta.
-y el otro tenia bigote…-le describo un poco a uno de los polis que me visitaron.
Vuelve a confirmar mis temores.
-creo que los tipos que viste cargarse a tú amiga son los maderos que vinieron a mi casa a interrogarme sobre ti…
-¿Qué puedo hacer….? ¿Polis…? Estoy bien jod*d*.
-no afirmo que lo fueran, solo se presentaron como tales…tendría que…-me callé.
-¿Qué…?-pregunta nerviosa.
La agarró sin miramientos del brazo y comienzo a andar de regreso a la casa.
-¿Qué haces…?-se queja sin dejar de andar.
-tengo que comprobar una cosa, volvamos a mi habitación.
-3-
Con la Tablet sobre las rodillas y Eva a mi lado espero ansioso a que el coyote de señales de vida…creo que he sido bien claro en el mensaje que le acababa de enviar.
La máscara del coyote vuelve a ocupar una vez más la pantalla, saluda con la mano.
-feliz año nuevo parejita….veo que has logrado encontrarla…enhorabuena tío…
-gracias por todo, sé que sin tu ayuda nunca lo hubiera conseguido…pero vuelvo a necesitarte, esto es serio…necesito que investigues algo por mi…y que sea rápido…
En vez de poner pegas me pide que vaya al grano. Lo hago, le muestro ante la cámara la tarjeta que me dio uno de los polis que me interrogó en mi casa, la tarjeta parece verdadera, pero no te puedes fiar.
-necesito saber si el dueño de esta tarjeta es realmente un policía, si lo es intenta encontrar una foto, tiene que ser o un tipo fuerte y calvo o uno con bigote, si no coincide con nada de lo que te he dicho no son maderos, son matones.
-pocos datos, un nombre y una comisaria de Madrid, mis gusanos van a tener que currar mucho, dame un rato, me pongo en contacto en cuanto sepa algo…chao.
-¿Quién era ese tío con una máscara del coyote en la cabeza…?-se atreve a preguntar una vez que la Tablet queda con la pantalla suspendida.
-ni pu*a idea…-tengo que reconocer- pero es el que me ha guiado hasta encontrarte.-bueno… ese y un lobo gris…
Me mira como si fuese un alíen del espacio exterior.
-en serio, no lo conozco de nada…para mí que es uno de esos hacker…estaba desesperado por localizarte…puse anuncios en los periódicos…pedí ayuda en los foros de motos…este tipo se presentó un buen día en la pantalla del ordenador de mi casa, me dijo que podía encontrarte…y lo hizo.
-¿Y el lobo…?-pregunta intrigada.
-nada…cosas mías, no te preocupes, no me creerías de todas formas…
-así que es cierto que me has buscado…-dice acercándose más a mí.
-desesperadamente…-reconozco antes de que sus labios tapen los míos.
Tuvimos tiempo suficiente para un buen rato de besos y caricias antes de que el coyote se presentase de nuevo sin avisar.
-déjala respirar un poco…-dice la voz electrónica.
-¿Qué has averiguado…?- pregunto ansioso.
-vale…vamos al lio…tengo una cara asociada a la tarjeta que me has dado, aparece el de bigotes en pantalla-¿es el que tú decías?
-si- le confirmo preocupado- es uno de los que vino a mi casa.
-es madero…-no hay duda.
-del otro… ¿sabes si también lo es…?
-bueno, no estoy seguro, he conseguido los nombres de todos los polis de esa comisaria, como el de bigotes es subinspector he supuesto que el otro también lo seria, o de rango similar, he reducido la busca solo a inspectores y subinspectores, he conseguid sus fotos… y que sea fuerte y calvo me han salido dos…
Aparecen dos fotos en pantalla.
-el de la derecha…-confirmo nada más ver su cara.
-pues ya lo tienes confirmado, los dos son maderos auténticos.
-muchas gracias Acme…- sueno bastante preocupado.
-venga Roberto…yo creía que me lo ibas a poner un poco más difícil…no pensaras que me iba a conformar solo con averiguar si eran o no maderos…subestimas a mis gusanos…pobrecitos…con lo que han currado…
-¿tienes algo más…?-pregunto esperanzado.
-un poco…-se hace el interesante.
-empieza…-le apresuro.
-tus chicos malos son pluriempleados, también están en nómina de una compañía de seguridad privada de las caras, cuyo dueño es…-un pez gordo de la política española.
Eva y yo nos miramos, la primera pieza del puzle encaja, luego las demás, van todas seguidas.
-¿os dice algo?- se interesa.
-mucho…pero mejor que no te enredes en este asunto, es muy feo.
Protesta, pero soy inflexible.
-bueno…ahora las malas noticias-continua diciendo- he localizado su rastro electrónico en los mismos sitios que localicé a Eva cuando uso su tarjeta de crédito, no se esconden precisamente, algunas horas o días más tarde que estuviese ella…le siguen el rastro, esta clarísimo.
Era algo que me temía, menos mal que no la había conseguido pillar.
-si la siguen y saben que te relacionabas con ella puede que a ti también te tengan localizado, por el móvil, es fácil, además ellos son polis y pueden hacerlo legalmente… ¿Cuánto tiempo llevas sin moverte de sitio? Yo apagaría el móvil y saldría a toda ostia de allí…
El estómago se me hace un nudo.
-…puede que ayer salieran de borrachera y que hoy estén durmiendo la mona…o que les tengas más cerca de lo que te piensas…yo me largaría…por si acaso….¡ya!
Acme tenía razón, podían estar aquí mismo…y seria yo el culpable de guiarlos hasta Eva.
Me despido apresuradamente de él, apago la Tablet y el móvil, me asomo a la ventana…Eva sigue sentada asustada, no más que yo.
-nos tenemos que largar…-me atrevo a sugerir.
-no podemos…la nieve…-indica ella.
-esto es una granja por Dios…tu tío tiene que tener un tractor con pala…puede abrirnos el camino hasta la carretera…
Asiente esperanzada.
-vale… habla con él, cuéntale lo que te dé la gana pero que nos abra el paso, yo iré a preparar la moto…
-no tengo casco ni nada de moto aquí…-responde contrariada.
-¿nos pueden prestar un coche?-me desespero.
-hay un viejo land rover que usan por la granja…pero está hecho polvo y no tiene ni seguro ni nada desde hacer años…
-nos vale…hay que salir de aquí como sea y cuanto antes…vamos te acompaño a hablar con tu tío.
-4-
A base de mentiras conseguimos que nos despejase el camino y que nos prestase aquel cacharro que se caía a pedazos, le contamos que mi hermana había tenido un accidente de coche esta madrugada y que necesitaba acudir urgentemente al hospital, Eva vendría conmigo para traer el coche de vuelta en cuanto me dejase en la estación de tren, quiso que nos llevásemos su coche, un Navara, pero no queríamos arriesgarnos a tener ningún accidente con él y dejarlos sin coche, mejor el land rover que si pasaba algo no valía nada. Se puso a la tarea de inmediato y nosotros fuimos a recoger mis cosas, Eva tendría que ir con lo puesto, si se llevase equipaje sospecharían.
No quería dejarlos así a escondidas, pero le prometí que en cuanto estuviésemos a salvo los llamaríamos y se lo contaríamos todo, además, volveríamos, no pensaba dejar la ktm aquí.
El land rover estaba lleno de mi*rda, olía a demonios allí dentro, era el modelo corto, el techo de lona estaba rajado por mil sitios y entraba un frio de co*ones por las aberturas, la calefacción no podía compensar la entrada de tanto aire frio, sería mejor que no lloviese ni nevase, no tenía limpia parabrisas, solo las varillas de metal que los portaban, le faltaba el retrovisor del conductor, iba con la cordura de la moto puesta, Eva enfundada en un grueso abrigo y con una manta sobre las piernas permanecía callada a mi lado. Por lo menos el motor sonaba redondo, funcionaba la doble tracción y teníamos tres cuartos de depósito. Estábamos en marcha, era lo único que importaba ahora.
No nos cruzamos con ningún coche por la carretera de montaña, era la mañana de año nuevo, la gente estaría en casita, durmiendo o resacosa, mejor, ya que aunque los quitanieves habían pasado esta mañana, quedaba una fina capa medio helada que hacía que el coche se fuese hacia todos los lados a la que me descuidaba, necesitaba tener la carretera para mi solito.
Conseguimos llegar a la ciudad sin contratiempos, dejamos el coche en el parking de la estación y escondimos las llaves en un hueco del asiento, entramos al edificio y sacamos en taquilla un billete para el primer tren que partiese de allí, el de León, en veinte minutos.
No conseguí respirar tranquilo hasta que el tren partió sin novedad. Pudimos bajarnos en alguna pequeña ciudad del trayecto, pero decidimos hacerlo en León, era una ciudad importante, tendría hoteles libres, comercios para que Eva pudiese comprar ropa y sobre todo, tiendas de alquiler de coches, nos iba a hacer falta uno.
El tren también iba casi vacío, tanto que disponíamos de todo el vagón para los dos, no teníamos muy buena pinta, yo vestido de moto y Eva con lo que se puso para estar por casa esta mañana, apenas hablamos durante el trayecto, Eva me preguntó qué haríamos a continuación y me limité a tranquilizarla lo mejor que pude, yo no lo tenía tampoco muy claro, pero algo se me ocurriría, tuve mucho tiempo para pensarlo, tardamos horas en llegar, Eva acabó durmiéndose apoyada en mi hombro y yo vi la mi*rda de película que pusieron.
Nada más llegar a león, cogimos un taxi en la misma estación y le pedí que nos llevase a un hotel cualquiera del centro.
Al registrarnos tuvimos que identificarnos, si nos estaban siguiendo se lo estábamos poniendo a huevo, pero no podíamos pasar la noche en la calle, debíamos arriesgarnos, solo por esta vez. La recepcionista no pudo evitar poner cara de desagrado al atendernos, debíamos parecer delincuentes comunes, pero mi dinero era tan válido como el de cualquiera, se tendría que jod*r.
Dejé a Eva en la ducha, yo me puse ropa normal y salí de compras, en año nuevo por la tarde, lo único que encontré fue un chino abierto, tenia de todo, pude comprarla ropa interior, un pijama, un chándal de imitación, unos playeros y artículos de aseo, se tendría que apañar con esto hasta mañana que abriesen las tiendas de verdad. Regresé al hotel.
Ella estaba sentada en la silla del escritorio de la habitación con la mirada perdida no sé dónde, casi no se percató de que había vuelto.
-te traigo de todo…-me anuncié.
Levantó la mirada y consiguió fingir una sonrisa, me dio una pena terrible.
-anda, ¿Por qué no te pones ropa limpia y llamas a tus tíos mientras me doy una ducha?
-de acuerdo...-tendió su mano hacia las bolsas que portaba.
Me arrodille frente a ella y le cogí de las manos.
-todo va a salir bien…-le prometí.
Me devolvió otra de aquellas sonrisas fingidas, no supe que añadir.
Más tarde pedimos que nos subiesen algo de cena a la habitación, comimos con pocas ganas y enseguida Eva se metió en la cama, la seguí, pero no tenía nada de sueño, debía pensar cómo salir de esta, no lo tenía nada claro.
Eva se quedó enseguida dormida, que guapa estaba, me quedé largo rato mirándola, la quería a mi lado para siempre, ni se me pasaba por la cabeza dejarla irse otra vez, así que seguí buscando una salida, pero me venció antes el sueño.
A la mañana siguiente Eva seguía apagada y triste, intenté animarla de mil formas, pero no hubo manera, temí que se rindiera y eligiese de nuevo la opción fácil…largarse.
-se me ha ocurrido una idea…- la miré a ver su reacción- he pensado en llamar al abogado de mi familia, contarle lo que nos está pasando a ver si se le ocurre una forma legal de solucionar el asunto, ¿te parece bien que lo intente?
Se encogió de hombros como respuesta, lo tomé como un sí.
Lo hice inmediatamente, milagrosamente estaba en el despacho, no las tenía todas conmigo de encontrarlo, después de la felicitación de año nuevo de rigor y los pertinentes saludos, le puse al corriente de todo y le pedí que me orientase.
Tras una larga conversación en la que Eva permaneció inmóvil sentada sobre la cama desecha, mi abogado me dio una posible solución, me dijo que me pondría en contacto con un colega suyo experto en derecho penal para que nos asesorase y nos representase ante las autoridades, le di las gracias de corazón y colgué. A continuación se lo expliqué a Eva, pareció animarse un poco.
-debemos ponernos en marcha, tenemos que salir a comprarte ropa y alquilaremos un coche, en cuanto el abogado se ponga en contacto con nosotros quiero ir a verlo cuanto antes.
Se puso la ropa del chino y bajamos a desayunar a la cafetería del hotel, pregunté en recepción donde podría alquilar un coche y ellos mismo hicieron los tramites, volví a dejar nuestras huellas electrónicas al pagar el alquiler con la visa, en media hora tendría a la puerta un seat Ibiza diésel a mi disposición, podría devolverlo en cualquier ciudad en el que la empresa de alquiler tuviese sucursal. Esperamos tomando otro café a que llegara el Ibiza y cuando lo tuvimos subimos a recoger nuestras cosas y pagué el hotel, lo montamos todo en el maletero y nos fuimos.
Estuvimos de compras por el centro, por lo menos logré que se animase un poco probándose trapitos, si algo jode de verdad a un hombre es ir de compras con una mujer, pero yo lo disfruté como un niño en disneyland, cada sonrisa que se le escapaba de la boca iluminaba mi día. Lo único que me preocupaba era que en cada tienda que comprábamos dejábamos nuestra huella, si aquellos cabr*nes estaba de caza se lo estábamos poniendo a huevo, para ponérselo un poco más difícil me pasé por un cajero y saqué el máximo permitido en efectivo.
Se acercaba la hora de comer y le propuse hacerlo, aceptó de buen humor, buscaríamos algún restaurante por aquí cerca, entonces sonó mi teléfono, número desconocido, descolgué y era el abogado amigo del mío, me pidió que le contase el asunto y se lo resumí lo mejor que pude, tras pensárselo un rato me pidió vernos, le dije que cuando el dispusiese, esta tarde, en su despacho, En Valladolid, no quedaba demasiado lejos, pero tendríamos que comer en marcha.
-5-
Llegamos casi veinte minutos tarde a la cita porque me perdí en las calles, no conocía Valladolid y el Ibiza no llevaba navegador. Antes de llamar a la puerta del despacho miré a Eva.
-¿estas lista…?-le pregunté.
-no…pero tengo que hacerlo…-se quejó resignada.
Agarré fuerte su mano y con la otra libre pulse el timbre.
Nos recibió el hombre con el que había hablado por teléfono, reconocía su voz, un sesentón vestido de traje oscuro y el pelo canoso engominado y pegado al cráneo.
Nos saludó amablemente y nos hizo pasar a su despacho, en el cual, había otras cuatro personas, me asusté y me detuve en el umbral, estaba dispuesto a salir corriendo, se me debió notar, ya que rápidamente el abogado tomó la palabra.
-tranquilos chicos…-dijo pausado- os presentaré.
Eva me miraba intranquila y a mí el corazón me iba a mil, seguí quieto sin entrar.
-esta es la magistrada Uribe, titular del juzgado número dos de Valladolid…y una amiga personal dicho sea de paso.
La mujer de unos cincuenta y de gesto serio inclinó la cabeza a modo de saludo.
-a su lado esta Elvira, la secretaria judicial…y esos dos caballeros tan fornidos son policías judiciales…no os asustéis por favor…están aquí para ayudaros.
¿Una jueza…policías…? ¿En qué clase de encerrona nos habían metido?
La jueza se levantó del sillón donde había permanecido sentada y se acercó a nosotros despacio.
-os parecerá una situación extraña…de hecho esto tendríamos que hacerlo en los juzgados, pero mi buen amigo Pablo me pidió el favor y aquí estamos…
-¿para qué…?-logré articular.
-para tomaros declaración oficial…por supuesto-añadió como si fuese lo más normal del mundo.
Creo que Eva y yo suspiramos de alivio a la vez.
-será mejor que empecemos en cuanto Elvira esté lista…-la señalo mientras esta sacaba sus bártulos, una pequeña grabadora digital y un bloc de notas, al poco hizo una señal de que todo estaba lista.
-sentaros por favor…-nos pidió la jueza.
Miramos acobardados al abogado, este nos hizo un gesto tranquilizador y nos señaló donde hacerlo.
-bien… comencemos pues…-empezó la jueza- en Valladolid…a dos de enero de…-a continuación vinieron una serie de legalismos propios de su oficio y cuando acabó miró dulcemente a Eva y la animó a empezar.
Empezó insegura y a trompicones, pero pronto cogió ritmo y se lanzó a contarlo todo rápidamente, la jueza le interrumpía de vez en cuando para aclarar algún punto en concreto y la dejaba seguir de nuevo, yo permanecí en silencio durante todo el rato, y no abrí la boca hasta que me tocó declarar a mí.
Poco pude aclarar, solo pude contar lo de la visita de los policías a mi domicilio y de paso le entregué su tarjeta de visitas a la jueza, no quise decir que sabíamos que trabajaban también para un político importante para no comprometer a Acme, si sabía hacer su trabajo lo averiguaría por si sola.
Cuando terminamos de declarar, la jueza nos hizo otra larga serie de preguntas para corroborar la historia, debió quedar satisfecha, ya que no nos pudo pillar en ningún renuncio, toda la historia era cierta. Mantuvo una conversación aparte con la pareja de policías judiciales, esperamos en silencio. Por fin regresó frente a nosotros.
-chicos…Pablo…-intervino por fin- la historia parece veraz…pero no tenemos absolutamente ninguna prueba fehaciente que implique a ese par de policías, esta demostrada la muerte de la compañera de piso de la chica…pero de la otra mujer muerta, la de la fiesta privada no hay ninguna noticia…me temo que la situación es bastante delicada.
-¿Qué puedes hacer por ellos…?-le pidió nuestro abogado.
-si te digo la verdad…muy poco de momento, ahora tendremos que realizar nuestra propia investigación, si encontramos pruebas no dudes que acabaran entre rejas, pero de momento a efectos legales están totalmente limpios…
-¿y qué haremos nosotros…? ¿Y si la encuentran antes de que hagas tú trabajo?- dije furioso.
La jueza se puso seria, no estaba acostumbrada a ese tipo de falta de respeto, el abogado posó su mano sobre mi hombro para calmarme, y se disculpó en mi nombre.
-he dicho muy poco…no nada…-me respondió muy tiesa y seria- por el momento he tomado como cierta vuestra loca historia…que no es poco…y voy a ordenar una investigación a mis agentes…que ya es bastante…y por ultimo voy a ofrecer a Eva un piso seguro con custodia policial durante lo que dure el proceso…
-¿y yo que…?-protesté tímidamente.
-de momento a por ti no es a por quien van, volverás a tu casa y harás vida normal hasta que logremos averiguar qué ocurre realmente y podamos actuar legalmente contra ellos… ¿está claro?
-¿Podre verla…?-dije estúpidamente, ni se molestó en responder.
-Eva… ¿estas dispuesta?-le preguntó la jueza.
Me miró con pesar y asintió, acababa de perderla de nuevo.
-pues no hay nada más que hablar, Eva…estos policías se harán cargo de ti desde este momento, no temas, puedes confiar en ellos, cuidaran de ti.
Los agentes cobraron vida de repente y ante mis ojos se llevaron a Eva…estaba tan alucinado que ni me despedí de ella, solo cruzamos una mirada cuando dejaba el despacho entre los dos policías.
La jueza se despidió de nosotros y tras esperar a que la secretaria recogiese de nuevo se fueron juntas, me quedé allí sentado junto al abogado.
-¿Qué hago ahora?-le pregunté atontado.
- lo que te ha dicho la jueza Uribe, vuelve a casa, estate tranquilo, la conozco hace años, es un auténtico sabueso, si detecta una pista no parara hasta capturar la presa, habéis tenido mucha suerte de que haya accedido a hacer esto…mucha suerte.
-¿Cuánto va a durar…?-le interrogué.
-quien sabe…debes tener paciencia y no hacer estupideces, deja que los profesionales se encarguen, mantente al margen, y reza para que acabe cuanto antes.
-Pablo…- no pude contenerme- hay algo que no le conté a la jueza y que puede ayudar…
-pues ha sido una verdadera estupidez por tu parte no haberlo hecho…-me reprendió.
-es que no puedo contar de donde he sacado la información…-me excuse.
-cuéntamelo y se lo hare saber…pero no vuelvas a hacerlo de nuevo, recuerda que estamos intentando ayudaros.
Le conté lo que me había callado.
-interesante…-se pasó la mano por la barbilla- esto ayuda tanto como complica la cosa…pero es un buen punto de partida para la investigación, llamaré enseguida a la jueza para contárselo.
-6-
Regresé a mi casa, antes de hacerlo me encargué de poner en orden el desastre que habíamos creado en nuestra huida, llevé el coche alquilado a Galicia, lo dejé en una delegación que no quedaba lejos de la ciudad donde tomamos el tren, de allí tras tomar un bus de línea y un taxi, volví a donde dejamos aparcado el destartalado land rover de los tíos de Eva, se lo devolví y tras explicarles la verdad mientras comíamos, costó mucho hacer que me creyeran, recuperé mi ktm y volví a casa, me llevo dos días, pero por lo menos me mantuvo lo suficiente ocupado como para no pensar demasiado en que de nuevo estaba solo.
Sin nada que hacer los días se me hacían eternos, lo único que rompía la monotonía eran las constantes llamadas amenazantes de Virginia, exigiéndome que firmase el contrato para la película o acabaría por revelar mi identidad a los medios de comunicación para que tuvieran carnaza para una buena temporada con mis huesos, al final acepté, con dos condiciones, mantendría cerrada su pu*a boca y yo me desentendería totalmente del asunto, lo único que quería de aquello era el dinero. Aceptó encantada, así que tuve que hacer otro viaje relámpago a la capital a firmar el contrato y recoger mi cheque, esta vez no follamos.
Aproveche aquel tiempo de espera para arreglar otro asunto, Ela, desde que la puse en el wasap aquel indeterminado “tal vez” ni me había acordado de ella, era un buen momento para aclarar las cosas, después de ver su entrevista en la televisión reconozco que ya no la odiaba tanto como antes, podía dejar este asunto zanjado de una vez por todas y seguir con mi vida sin taras, le envié un wasap pidiendo hablar con ella.
Me contestó al cabo de unos minutos con una llamada, se mostró alegre de que por fin quisiera hablar con ella, dijo que estaba fuera del país rodando una campaña publicitaria para una conocida marca de cosméticos, me invitó a pasar unos días con ella, me excuse alegando estar muy ocupado, la semana próxima tenía unos días libres, pensaba pasarlos en Mallorca, en casa de unos amigos, me rogó que nos viéramos allí, era un sitio tranquilo y discreto donde podríamos hablar sin ser molestados por periodistas ni fotógrafos, no me apetecía mucho la idea, pero tampoco tenía otra cosa que hacer salvo seguir esperando noticas que nunca llegaba de Eva, así que acepté, sacaría de nuevo la ktm a pasear, le pedí que me enviase la dirección de la casa y nos despedimos.
Estuve ocupado preparando la moto para el viaje, reservé un hotel en las islas, visité a mis padres para avisarle de que nuevo me largaba unos días y por ultimo me puse en contacto de nuevo con pablo, el abogado de Valladolid para que me diera noticias.
Nada nuevo, la investigación seguía su curso y de Eva tampoco podía contarme mucho, solo lo que la jueza le contaba a él, que estaba tranquila y a salvo, como hasta ahora.
De nuevo en la carretera, haciendo kilómetros sin disfrutarlos, fui hasta Barcelona, hice una visita muy corta a mi hermana y mi cuñado y por la noche monté la moto en un ferri hasta las isla, nada que destacar, salvo que me mareo en los barcos y que los asientos para los que viajamos sin camarote son una porquería y no hay dios que descanse en ellos.
Por lo menos me recibió un clima agradable para ser enero, dejé el puerto y puse rumbo a mi hotel, estaba en Manacor, así que tenía unos cincuenta kilómetros por delante, tenía un día entero para mí solo antes de la cita con Ela, y quería hacerme la sierra de tramuntana, había oído hablas de sus tramos de curvas en foros y hasta me bajé una ruta para el GPS.
La verdad es que disfruté mucho aquel día, bonitas calas solitarias, pueblos con encanto y sobre todo muchas curvas y poco tráfico, me imaginaba que en pleno verano no hubiese podido disfrutarlas tan a gusto. Llegué cansado al anochecer, cené en el mismo restaurante del hotel y dormí como un tronco hasta la mañana siguiente.
-7-
Una estrecha carretera que bordeaba la costa y transcurría entre zonas arboladas me llevó hasta lo alto de una pequeña loma que acababa frente al mar, solo había una construcción en la zona, así que no podía equivocarme, la rodeaba un alto muro de piedra, me detuve frente a una verja de hierro forjado, una cámara de vigilancia me enfocó, y una voz a través de un altavoz oculto me pidió que me identificase, un poco molesto me quité el casco y di mi nombre, finalmente la verja se abrió y tras colgarme el casco en el codo metí primera y enfilé un camino de losas que llevaba hasta un moderno edificio de cristal y acero frente al acantilado.
Ela salió a la puerta a esperarme mientras conducía despacio hacia la casa, detuve la moto frente a ella y me bajé, dejé el casco colgado del retrovisor.
Vestía unos vaqueros usados y un jersey fino, llevaba el pelo suelto y ni gota de maquillaje, por un momento la vi tal y como cuando tenía veinte años y estábamos juntos, fue solo un instante, pero tuve que tragar saliva, la cabeza me seguía jugando malas pasadas de vez en cuando.
Se acercó a mí con una gran sonrisa y se permitió darme un largo abrazo.
-me alegro tanto de verte…-pareció sincera.
No supe que decir, me limité a sonreír débilmente.
-vamos dentro… ¿te apetece tomar algo?
-un café sería estupendo.
-con leche ¿verdad?-se acordaba aún.
-claro…
Entramos dentro de la lujosa edificación, era impresionante por dentro, techos altos, todas las paredes de cristal, muebles de diseño…aquello debía costar un pastizal, seguí a Ela hasta una enorme cocina igual que las de las películas americanas, me dijo que la esperase en la terraza señalándome una gran puerta de cristal corrediza, ella saldría enseguida con los cafés.
Me recibió una piscina infinita que se fundía con el mar por el borde, impresionante…a la derecha había una gran pérgola con mesas, sillas y sofás de mimbre con cojines de tela blancos, había gente, que se quedaron mirándome interesados, no les hice ni caso y caminé por el borde de la piscina hasta el acantilado, bonita vista, a ver si llegaba ya Ela, tanta gente mirándome me incomodaba la ostia.
-ven…sentémonos-dijo por fin a mi espalda.
Tuvo la delicadeza de escoger una mesa un poco apartada, aun así podía notar varios pares de ojos clavándose en mi cogote, noté que se tensaban mis nervios.
-tranquilo…-debió adivinar mi estado Ela- son amigos, no molestaran, solo sienten un poco de curiosidad por ti, es normal.
-me molestan…-dije seco.
-si quieres vamos dentro….-se ofreció.
Negué con la cabeza, mejor así, acabaríamos antes.
Tomamos el café en silencio, mirándonos a los ojos de vez en cuando furtivamente, pero sin abrir la boca.
-te recordaba más hablador…-rompió el hielo.
-eran otros tiempos…-repliqué irónico- cuando todo iba bien.
Torció el gesto.
-lo siento mucho…
-lo sé…te vi en la tele el otro día.
-quería decírtelo personalmente, llevo años pensando hacerlo, pero no me atreví y al final estallé…
No dije nada.
-todos estos años mi hermana me ha contado lo que has pasado y me siento culpable…te he hecho mucho daño…estuve tantas veces a punto de llamarte…
Me encendí un cigarro y permanecí mudo, estaba disfrutando del momento, un poco de música de fondo y ya sería perfecto.
-me podría pasar horas pidiéndote disculpas por lo que hice y así lo hare si hace falta…pero por favor dime algo…no te quedes así.
-tarde…-dije exhalando el humo-demasiado tarde para las disculpas…
Se puso blanca, empezó a temblar ligeramente.
-no son necesarias…estoy bien, en serio.
- te dejé tirado…-volvió a la carga.
-sí, me acuerdo perfectamente, estaba allí.
Estaba claro que aquello iba a convertirse en un diálogo de besugos así que lo mejor era ponerle punto final y salir de allí cuanto antes.
-Estela…-usé su verdadero nombre- no he venido para que te disculpes, sino para cerrar este capítulo de mi vida de una pu*a vez, solo quiero que sepas que no te odio, que puedes seguir con tú vida sin que te remuerda la conciencia, yo estoy rehaciendo la mía, cada uno a lo suyo, nos queda mucho por delante espero, quiero que si alguna otra vez nos cruzamos por ahí podamos pararnos a tomar una cerveza y contarnos que tal nos ha ido sin acordarnos de lo que nos pasó ¿te parece bien? Es lo mejor que puedo ofrecerte…
-gracias…-respondió por fin, asunto arreglado.
Charlamos un rato de trivialidades, me pareció prudente quedarme un poco más por cortesía, me contó anécdotas de Hollywood visiblemente más relajada, hasta me divertí escuchándola, no voy a negarlo, sin embargo ya era hora de salir de allí.
Se despidió de mí con un largo abrazo, parecía que no quería soltarme, la acaricie el pelo para que reaccionase, se me tiró a los morros, un beso de despedida no se le puede negar a nadie, pero sin lengua.
Salí de allí con la sensación de haberme quitado cien kilos de peso en la espalda, creo que hasta respiraba mejor, ella no acabó igual, ya que pude ver unos gruesos lagrimones corriendo por su cara cuando arranqué la moto para irme, se le pasaría.
-8-
Tuve que esperar casi dos meses más hasta que por fin tuve noticias, de la desesperación había pasado ya un estado de apatía absoluta, hacia mi vida como un autómata, comer, dormir, fumar, sin sacarle gusto a nada.
A este paso iba a dar en loco de nuevo.
Pablo llamó una mañana temprano, me dijo que habían descubierto los trapos sucios de la pareja de polis, pero que no era suficiente para asegurarse de que les caía una buena condena, la jueza Uribe quería tenderles una trampa, querían mi colaboración, lo que fuese con tal de acabar de una vez, fue mi respuesta.
El plan era sencillo, querían que Eva viniese a mi casa y que yo avisase a los policías de que estaba aquí, previamente, se harían circular informaciones de que una testigo del asesinato de una prostituta de lujo huida había decidido colaborar con la policía, si no eran imbéc*les y sabían sumar dos más dos sabrían que se referían a Eva y vendrían a por ella a mi casa.
Por supuesto que mi casa estaría llena de polis buenos con grandes pistolas para protegernos.
Solo por poder verla de nuevo ya merecía la pena participar.
Llegó en un taxi acompañada de un policía de paisano, en cuanto entró en la casa nos fundimos en un abrazo y un beso como los de las películas, el poli nos dejó a solas un rato para que nos pusiésemos al día, la notaba un poco más pálida y yo le parecí mucho más delgado, demasiado, matizó, le prometí que me dejaría cebar por ella hasta reventar cuando por fin pudiésemos estar juntos.
A lo largo del día se presentaron seis policías más, espaciadamente para no llamar la atención del vecindario, me aseguraron de que fuera de la casa repartidos por el barrio habría muchos más. Antes de que oscureciera me pidieron que hiciese la llamada, teniendo en cuenta desde donde vendrían, preferían que llegasen de madrugada a mi casa, si las cosa se complicaban el riesgo de que algún vecino resultase herido se reducía drásticamente me explicaron profesionalmente.
Nos dejaron cenar tranquilamente a solas mientras ellos lo hicieron en el garaje, donde habían montado su pequeño centro de operaciones, me daban ganas de desnudarla allí mismo y por las miradas que me lanzaba, ella quizás pensase exactamente lo mismo, pero con seis maderos dentro de casa no era plan, pero en cuanto se largasen…
Sobre las doce de la noche se pusieron en prealerta, a partir de aquella hora podrían presentarse en cualquier momento, nos enviaron a salón y nos ordenaron permanecer allí con la luz encendida para que se nos pudiese ver desde el exterior de la casa sin demasiado esfuerzo, me preocupó que utilizasen un fusil de largo alcance, me tranquilizaron asegurándome que el exterior estaba fuertemente vigilado y en caso de intentarlo sería lo último que harían, aun así me sentiría más tranquilo si Eva llevase un chaleco antibalas, me dijeron que dejase de ver películas americanas.
La señal de que estaban aquí sería un mensaje de wasap con un tono especifico que habíamos elegido durante la tarde, si llamaban a la puerta debía tratar de disimular y llevarlos hasta Eva con la mayor naturalidad posible, en cuanto intentasen llevársela de mi casa o hiciesen el menor gesto de tratar de hacerla daño aquí mismo, intervendrían, como en las películas.
Recuerdo estar sentados tiesos como estatuas, apretándonos la mano tan fuerte que se me durmieron los dedos, con la mirada fija en la pantalla del televisor, sin prestar la mínima atención a lo que se proyectaba en ella, podían salir mal tantas cosas…si después de aquella odisea dejaban que le ocurriese algo a Eva los mataría con mis propias manos a todos, buenos y malos incluidos, me fumé medio paquete, Eva estaba mucho más tranquila que yo y de vez en cuando me susurra cosas que no pienso contar aquí para que me animase.
Por fin el wasap sonó y casi me da un infarto, estaban aquí, casi sin respirar empecé a contar los segundos, a los trece, mala señal, sonó el timbre, respiré hondo y tras un último apretón de manos me dirigí a la puerta, me tomé un par de segundos para intentar parecer calmado y abrí.
El bigotes me apuntaba al pecho con una pistola muy grande y el otro me hacia el gesto de que permaneciese con la boca cerrada, empezábamos de pu*a madre, el bigotes empujó mi cuerpo con la pistola para que les dejase entrar, se quedó conmigo en el pasillo de entrada encañonándome, su compi entró en silencio a por Eva, desenfundó su arma, no sabía si gritar para avisarla y darla tiempo a huir o seguir el plan, cerré los ojos.
Jamás en mi vida volveré a dudar de la eficacia de nuestras fuerzas de seguridad, cuando volví a abrir los ojos vi como un par de polis venían en silencio desde la calle, la puerta permanecía abierta de par en par, cuando estuvieron justo detrás de mí captor me atreví a mirarle a la cara y decirle: “te vas a cagar” antes de que se le echasen encima y lo encañonasen en la nuca con dos armas, al instante supo que no tenía nada que hacer y levantó las manos dejando por fin de apuntarme, en cuanto me vi libre salí como alma que lleva el diablo hacia el salón, para encontrarme con una escena bastante similar, el fuertote estaba en el suelo de mi salón rodeado de polis buenos que ya le habían inmovilizado las manos y piernas con fuertes bridas de plástico, uno le pisaba literalmente la cabeza para que no se moviese.
Ni un ruido, ni un tiro, eficacia total, por fin se había terminado todo.
Desaparecieron tan silenciosamente como habían llegado, pudimos ver cómo les metían en volandas y con total discreción en la parte trasera de una Volkswagen transporter sin ventanillas traseras, luego recogieron todo su equipo de mi garaje y se despidieron tras citarnos a la mañana siguiente en comisaría para declarar.
Cerré con llave y cogí a Eva, la señalé con los ojos las escaleras, sonrió traviesa y no me hizo esperar. Os podéis imaginar lo bien que lo pasamos.
Aún nos quedaba pendiente el juicio, pero iba para largo, podían pasar años, no pensaba perder ni un minuto más esperando, había llegado la hora de emprender el viaje que tanto tiempo llevaba planeando, hacerlo en compañía de la mujer que amaba era mucho más de lo que nunca pude desear, fue como si el de arriba se despertase un buen día y pensase…bueno a este chaval ya lo he puteado bastante, voy a dejar que goce un rato…
Podría seguir contando todo lo que nos pasó durante aquel viaje inolvidable pero como decían en una peli….eso es otra historia.
FIN
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#134 Re: ¿HE VUELTO? NUEVO RELATO
FINAL 3
Aturdidos aún por mis palabras, la mujer le hizo un gesto a su marido y este me acompaño a la habitación, me entregó la llave y se marchó sin decir nada.
Dejé las maletas en el suelo de madera y me empecé a quitar la cordura empapada, fui al pequeño cuarto de baño y tomé una ducha caliente. Salí en vuelto en una toalla y saqué de las maletas ropa seca que ponerme, me vestí deprisa, quería ver a Eva cuanto antes.
Me estaban esperando en el recibidor, el hombre y la mujer.
-¿Dónde está Sandra?-les interrogué.
Se miraron entre ellos y la mujer tomó la palabra.
-¿eres Roberto…?-preguntó indecisa.
Asentí con la cabeza, la mujer hizo un gesto a su marido y este salió de la estancia.
-se fue…-dijo nada más quedarnos solos-hace tiempo…estaba huyendo.
-lo se…-confirme seriamente- vengo a ayudarla… ¿A dónde se ha ido? Tengo que encontrarla.
-lo siento…-se lamentó la mujer- no quiso decirnos nada para no meternos en líos.
No podía creer que todo esto hubiese sido en balde, le insistí una y otra vez a la mujer, que se reafirmó en su respuesta, la verdad parecía que no me estaba mintiendo. Regresó entonces su marido y tras recibir un gesto de aprobación por parte de su mujer se acercó a mí y me entregó un sobre.
-¿Qué es esto…?-le pregunté al cogerlo.
-Sandra nos dijo que tal vez un día aparecerías por aquí, seguramente no… pero por si acaso lo hacías te dejó una carta…ábrela si quieres.
El sobre me quemaba en las manos, lo abrí sin miramientos, dentro encontré una hoja de papel escrita y una foto suya sonriendo a la cámara, me la quedé mirando largo rato, el matrimonio se retiró en silencio.
Tomé asiento en un viejo sillón de orejas que estaba cerca del fuego que ardía en la chimenea y comencé a leer.
Querido Rober:
Siento mucho haber desaparecido de tú vida como lo hice, muchas veces me he arrepentido de salir huyendo aquel sábado por la mañana y no dejo de preguntarme a mí misma como serían las cosas si hubiésemos seguido juntos, pero tenía secretos que no me atrevía a compartir contigo, que seguro que a estas alturas ya conoces, y para empeorar todo me vi envuelta en un turbio asunto que me ha puesto en peligro y tengo que huir.
Tuve miedo de comprometerme contigo, eres un encanto, pero tienes muchas cosas que poner en orden en esa cabecita tuya, hazlo, por favor y luego búscame, si el destino así lo quiere nos volveremos a reunir, lo deseo de verdad.
No sé si debería decirte esto…pero te quiero.
Eva.
Plegué la hoja de nuevo y la metí en el bolsillo del pantalón, a la foto le eché otra larga mirada antes de hacer lo mismo. Estaba triste…la había tenido al alcance de la puntas de los dedos y se me había escapado…otra vez…pero me quería…lo decía bien claro…solo debía volver a encontrarla, aunque ahora el mundo entero era un posible destino.
Me daba igual, no tenía nada mejor que hacer con mi tiempo, necesitaría toda la suerte y la ayuda del mundo para encontrarla, pero no hay nada imposible, no señor.
La mujer vino y amablemente me dijo que los acompañase a cenar, no debería estar solo una noche tan especial como esta, menos aún tras recibir malas noticias, no tenía ganas de comer, pero me pareció una falta de respeto no aceptar su invitación, asentí y me levanté para acompañarla.
Durante la cena les hice mil preguntas sobre Eva, Sandra para ellos, me contaron lo que pudieron, tampoco ellos se relacionaron mucho con ella antes de que repentinamente apareciera un día en su casa pidiendo ayuda.
Hice lo que pude por comer algo, la mujer se había esmerado preparando la cena de nochevieja, a medida que fui probando un poco de todo se me despertó por fin el apetito, además, aquel vino blanco fresquito entraba muy bien.
No estuvo mal, aquel matrimonio me trató como si fuese su propio hijo, tomamos las uvas juntos y brindamos con una copa de cava por el nuevo año y por Eva.
Estaba a punto de disculparme y volver a mi habitación, pero el hombre me rogó que esperase un poco, quería que probase una copita de su orujo casero, me aseguró que iba genial para hacer la digestión, por cortesía de nuevo acepté.
Realmente delicioso, aquel liquido transparente que quemaba el esófago al tragarlo sabía muy bien, y era genial para embotar los sentidos y dejar de pensar en los problemas, nos terminamos una botella de tres cuartos entre los tres.
Cuando por fin me despedí de ellos para irme a dormir estaba totalmente borracho, apenas me tenía en pie, el matrimonio sin embargo, solo tenía la cara un poco colorada, pero actuaban con total normalidad mientras que yo me tenía que apoyar en el respaldo de la silla.
La mujer insistió en que me llevase conmigo un trozo de la tarta de manzana que había sobrado de la cena, por si me entraba hambre esta noche, y acepté gustoso, por fin me marché a mí a habitación.
Tuve que atravesar un pequeño tramo de acera por el exterior para llegar de su casa hasta el hostal, seguía nevando con fuerza, más de una cuarta de nieve virgen se acumulaba en el suelo, no tenía muy claro si mañana podría regresar a mi hogar.
Me senté en un banco de madera, tuve que limpiarlo de nieva para poder sentarme, dejé el pedazo de tarta sobre mis rodillas y saqué el paquete de tabaco.
Fume un cigarrillo mientras la nieve caía sobre mí, apenas alcanzaba a ver unos metros por delante entre la espesa cortina de nieva que caía sin cesar, se me empezaron a cerrar los ojos reinaba una paz absoluta…de entre la nieve apareció de nuevo la figura de aquel lobo gris, caminaba despacio, se dirigía hacia mi directo, me asusté y me encogí en el banco.
Le lobo se acercó hasta quedarse a un par de metros de mí, me miro torciendo despacio su cabeza, parecía estar preguntándome que tal me había ido.
-no hubo suerte amigo mío…se ha largado-dije con voz pastosa producto del alcohol.
Pareció entenderme, ya que tras hablarle el lobo dio un pequeño gemido triste y se sentó sobre sus cuartos traseros con expresión triste.
-la encontraré de nuevo…no te preocupes- añadí.
Dio un pequeño aullido.
-¿tienes hambre…?-se me ocurrió de repente, le lancé el trozo de tarta, lo olisqueó un par de veces y de un solo bocado se lo comió, luego acabó de tumbarse sobre la nieve y se quedó quieto.
Me relajé, estire un poco las piernas y me acabé el cigarrillo en compañía de un lobo gris. Debí quedarme dormido un rato sin percatarme, cuando abrí de nuevo los ojos tenia frio, estaba prácticamente cubierto de nieve, y el lobo había desaparecido ¿me lo había imaginado todo? no, se veía la marca de su cuerpo en la nieve y huellas de pisadas.
Me fui a la habitación y tras quitarme la ropa me metí en la cama, no creía que fuera a poder hacerlo, pero me dormí enseguida bajo las suaves sabanas de pirineo.
-2-
El retumbar de la cuchilla del quitanieves de la xunta sobre el hormigón me despertó por la mañana, me sentí bien, descansado y lúcido, saqué dos conclusiones de la noche anterior, que el orujo casero no deja resaca y que a los lobos les encanta la tarta de manzana, me puse en pie y me asomé por la ventana, podría salir de aquí hoy mismo, el camino estaba despejado, tendría que tener mucho cuidado por estas carreteras de montaña, pero seguro que las nacionales y autovías estaban perfectas, animado, me di una ducha y me vestí con la cordura que ya se había secado cerca del radiador durante la pasada noche.
Desayuné con el matrimonio y les pedí que me preparasen la cuenta de la habitación ya que pretendía marcharme cuanto antes de regreso a mi casa, fue imposible, se negaron a aceptar mi dinero, solo aceptaron mi agradecimiento sincero.
Tal y como dije, fue toda una aventura recorrer las estrechas carreteras que recorrían los montes, los quitanieves no quitaban toda la nieve, dejaban una fina capa, prácticamente helada de un centímetro, aun llevando todo el cuidado del mundo y con el control de tracción y frenado en el modo más invasivo posible bese el suelo en más de una ocasión, pero ni yo ni la ktm sufrimos desperfecto alguno, un poco herido el orgullo, nada más.
Cuando pude por fin entrar en la autovía era mediodía, es asfalto estaba húmedo, pero totalmente despejado de nieve, por fin pude poner un buen ritmo de regreso.
A pesar de viajar una vez más escuchando música, la monotonía de la autovía hizo que mi cabeza empezase a funcionar y traté de encontrar la forma de encontrar a Eva de la forma más rápida posible, recé para seguir contando con mi pirata informático particular Acme, sin él sería tan difícil como acertar la primitiva.
Si no hubiese sido tan orgullos y le hubiese dicho mi seudónimo de escritor podría haberla dejado un mensaje en mi próximo libro, pero me pudo el miedo al ridículo…imbéc*l.
Seguí dándole vueltas….dejarla un mensaje….un mensaje… ¿Cómo?
Llegué de noche cerrada a mi casa, estaba helado de frio, por lo menos los periodistas habían desparecido, metí la moto al garaje y de nuevo lo dejé todo allí empantanado, solo quería quitarme la jod*d* cordura y darme una ducha. Encendí la calefacción para que se fuese caldeando la casa y subí a la planta de arriba.
Largo rato después, me encontraba en el salón de mi casa, tomándome un café, tumbado en el sofá escuchando a los “kings of the sun” a través de los altavoces del equipo de música.
Me encantaban esos australianos y tuvo que ser precisamente justo cuando sonaba el bestial final de guitarras de “tom boy” cuando se me encendió la bombilla.
Me levanté como un muelle del sofá, ¿sería posible? Era una locura, pero si todos los astros se alineaban a mi favor y con mucha ayuda podría funcionar, debía intentarlo, me puse a ello de inmediato.
Preparé una cafetera, cogí tabaco y me subí al estudio, tenía que rehacer por completo la historia del libro que pretendían llevar al cine, esta vez contaría la historia tal como ocurrió, justo hasta hoy, el final sería la pista que le enviaría a Eva para volver a reunirnos.
Durante una semana no salí de casa, solo hable con mis padres para decirles que estaba de vuelta en casa y que todo iba bien y después apagué el móvil, no quería distracciones. Con la única persona que mantuve contacto fue con Acme, que de nuevo se coló en mi ordenador para preguntarme que tal me había ido, le conté que no tan bien como esperaba y le pedí de nuevo ayuda en mi nuevo intento de localizarla, se apuntó sin preguntar.
Cuando lo tuve acabado, encendí de nuevo el teléfono e hice una llamada que jamás creí que haría, llamé a Ela. Se sorprendió mucho de que lo hiciera, y mucho más aún cuando fui yo el que le rogó encarecidamente que nos viésemos, seguía en Barcelona, pero me dijo que mañana mismo estaría en mi puerta, se lo agradecí sincero y colgué.
Aproveché también para llamar a Virginia, se la notaba impaciente, me preguntó antes de que pudiese decir nada que decisión había tomado, le explique intentando mantener un tono suave, para no mosquearla demasiado, que me interesaba más que nunca que la película saliese a delante, pero que había cambiado la historia, que se la mandaría en cuanto colgase por correo para que la leyese y que por favor enviase copias tanto a los productores como al director, para que se fuesen haciendo a la idea del nuevo argumento.
Intentó protestar, aquello no estaba bien, ya estaban en preproducción y sería difícil echarlo todo para atrás, le tranquilicé diciéndole que los cambios no eran drásticos y que prácticamente solo alteraban un poco el final, haciéndolo un poco más interesante que el original, le rogué que le diese una oportunidad a la nueva historia, contrariada, finalmente aceptó hacerlo y respire tranquilo, antes de despedirme le pedí por favor si me podría poner en contacto con el director y me dijo que lo intentaría, por fin pude colgar.
De momento la cosa iba viento en popa, hasta que no hablase con Ela no podía hacer más así que aproveche el día para ir a ver a mis padres y para hacer la compra.
-3-
Ela llegó de nuevo en plena noche, en un discreto Opel insignia azul oscuro y acompañada de los mismos guardaespaldas que la otra vez, les salude a lo lejos y tras despedirlos hasta que los necesitase de nuevo, Ela entró en casa.
La guie hasta el sofá y le ofrecí algo de beber, aceptó un Jack daniel´s y llené dos vasos, me senté a su lado, no sabíamos cómo empezar, ella dio un sorbo al vaso y lo dejo sobre la mesa de cristal.
-lo siento tanto…-dijo sin mirarme siquiera.-he querido pedirte perdón tantas veces…
-tranquila-le interrumpí-vi la rueda de prensa…por mi está todo olvidado, no te he llamado para eso…
Me miró sorprendida.
-vale…no fue la mejor manera de romper y lo pasé muy mal…pero aquello ya es historia y no merece la pena que perdamos el tiempo con eso…- certifiqué.
-pero Roberto…déjame hablar por favor…lo he tenido tanto tiempo dentro que si no te lo digo reviento…-rogó.
Me armé de paciencia y asentí.me soltó todo el rollo mientras por dentro rezaba para que acabase de una vez, me estaba haciendo perder el tiempo. Acabó llorando como una magdalena y la tuve que abrazar y tranquilizar con palmaditas en la espalda y suaves palabras.
En cuanto pude me solté y la pasé su vaso para que diese un buen trago.
-¿más tranquila…?-pregunté con carita de niño bueno cogiéndola de la mano.
Asintió con un gesto mientras con la otra mano se secaba las lágrimas.
-me toca…dije soltando su mano- necesito pedirte un favor de la ostia…
-si esta en mi mano cuenta con ello- añadió Ela más calmada.
-lo está…así que presta atención-dije bruscamente- sé que has vuelto a España para rodar una nueva película…basada en un libro que te ha gustado mucho…
-¿Cómo sabes…?
La corté con un gesto.
-lo sé porque el libro lo he escrito yo…- puso cara de sorpresa pero no deje que me interrumpiese- el libro es casi real…la protagonista de la historia es una chica que conocí tal como viene en el libro y el chico de la historia soy yo… ¿me sigues?
-vaya…no sé como pero sentí al leer el libro que conocía al que lo había escrito…pensé en ti, de verdad…por eso quise hacer la película…
-el libro acaba bien, pero en la vida real la verdad es que la he perdido…no quiero explicarte por qué, tendrás que confiar en mí, por favor, la cosa es que ha tenido que salir del país, no sé dónde está…solo sé que quiere que la encuentre…y se me ha ocurrido una manera de enviarla un mensaje a través de la película.
Me miró un poco confusa.
-¿me has entendido…?
-más o menos… ¿Quién es esa chica…?
¿Notaba un leve indicio de celos? no podía ser.
-Esa chica es lo más importante para mí en estos momentos, la quiero, necesito encontrarla de nuevo, no me interesa nada más en el mundo que eso…-dije tajante-¿me vas a ayudar o no Ela?
Se entristeció, por un segundo creí que me iba a fallar de nuevo, finalmente, con esfuerzo, me sonrió y no sin esfuerzo asintió varias veces.
-lo haré…te debo por lo menos eso…
Esta vez fui yo quien se lanzó a sus brazos y la estrujé con fuerza mientras no cesaba de darle las gracias una y otra vez.
-¿Qué necesitas de mí?- dijo azorada cuando por fin la solté.
-lo primero que te leas la nueva historia, esta es cien por cien real, después, lo más importante, quiero que vengas con migo a Madrid a hablar con los productores de la película y que apoyes los cambios del libro.
Saqué del bolsillo un pequeño pendrive y se lo puse en las manos. Lo dio un par de vueltas en las suyas y se lo guardó.
-cuenta con ello, ¿Cuándo quieres que vayamos a Madrid?
-te avisaré cuando haya concretado una cita con ellos.
-estaré pendiente, de momento me muero de ganas por leer tú historia… ¿la quieres mucho, no?
-encontrarla es el motivo por el que me levanto por las mañanas…
-lastima…-susurro.
La miré sorprendido, ¿a qué venia eso?
-que tonta…-habló casi en voz baja- pensaba que…-y no siguió.
Me quedé callado.
-tengo que irme…-dijo poniéndose en pie, sacó su móvil y habló con sus guardaespaldas para que vinieran a recogerla.
La acompañe a la puerta y cuando el coche se detuvo frente a mi casa nos despedimos con un pequeño abrazo de amigos y un par de besos en las mejillas, se alejó triste y se giró mirándome raro antes de montarse en el Opel.
Una cosa menos por hacer.
-4-
A la mañana siguiente me desperté eufórico, todo iba como estaba planeado, además recibí dos buenas noticias, la primera fue un wasap de Virginia con el número de móvil del director y con la frase, me ha encantado la nueva versión, te apoyaré en esto…y si quieres cuando vengas a Madrid…ya sabes.
De eso nada bonita, pero gracias por la oferta, pensé recordando por unos segundos aquel par de noches de sexo con ella.
La segunda buena noticia me la comunicó Acme presentándose una vez más sin avisar en la pantalla de mi Tablet.
-hola tron…-me saludo la mascará del coyote y la voz distorsionada.
-hola Acme… ¿Cómo así por aquí de nuevo…? no te esperaba…
-los gusanos…tío, que no paran….tengo algo.
-¿Eva?-exclamé prestándole toda mi atención.
-si tío…tengo una pista…no es mucho…pero algo por dónde empezar.
-suéltalo que me va a dar algo.
-mis gusanos han encontrado su rastro, una tal Sandra Sanz torres entró hace trece días exactamente en Colombia por el aeropuerto Internacional El Dorado, quedó registrado.
-¿está en Colombia…?
-entró en Colombia…es lo único que he conseguido, no ha dejado ningún otro rastro, aunque mis gusanos no cesan de buscar.
-genial…has reducido la búsqueda a un país…estamos cerca.
-no tan rápido Roberto…-frenó mi entusiasmo- esa chica no es tonta, en Colombia, con dinero y moviéndote un poco por los sitios adecuados puedes conseguir una identidad falsa en un periquete, te lo garantizo…una vez con eso…puedes ir a cualquier parte…aunque yo me centraría en centro y Sudamérica, más que nada por el idioma…
-no puedo pedir más de momento, ya tenemos una buena base…
-estoy las veinticuatro horas con ello, no te preocupes.
-muchas gracias tío…-dije sincero-algún día espero poder agradecerte todo lo que estás haciendo por mí en persona.
-quien sabe…-se encogió de hombros el coyote- puede ser...-y la pantalla se quedó en negro.
Genial…me dije, ya casi te tengo.
Desayuné un café con leche rápidamente y mientras encendía un cigarro con una mano marcaba el número del director con la otra, contestó al tercer tono.
-¿hola…?
jod*r no me acordaba de su nombre.
-hola…soy Roberto, el del libro de la película, ¿te acuerdas de mí? Virginia me ha pasado tú número, tengo que hablar contigo, es muy importante.
-claro que me acuerdo… ¿Qué tal va todo…te están presionando como te aseguré que harían…?
-eso es agua pasada, te llamo para contarte un par de cosas que no te dije el otro día y para pedirte ayuda…quiero que se haga la película…
-te escucho…pero te advierto que si no participa Ela Diaz no creo que podamos financiarla…
-de eso quería hablarte, Ela Diaz es…”una amiga”…la conozco hace años, fuimos novios…me dejó…pero eso ya no importa…anoche hablamos…todo está solucionado…está dentro, lo que pasa es que he cambiado la historia… es muy largo de contar, pero resumiendo que necesito tu apoyo y el de Ela para convencer a los productores de hacer la película con los nuevos cambios…
-cálmate…te noto nervioso…-me tranquilizó.
-no puedo…es…es vital que la película se haga a mi manera…dime una dirección de correo para enviarte el nuevo argumento…
Me la dio y la apunté en el mismo móvil.
-¿puedo contar contigo…?-le pregunté angustiado.
-me gustaría decirte que sí…pero antes tengo que leerlo y ver qué puedo hacer…
-me vale con eso, voy a llamar a Virginia para concretar cuanto antes una reunión con los productores, quiero que empieces con la película cuanto antes…
-¿por qué tanta prisa ahora…?
-te lo contaré todo cuando nos veamos en Madrid…
-¿Por qué no te vienes en moto y salimos a rodar un día…?
No me apetecía una mi*rda, pero lo que sea porque me ayudase.
-cuenta con ello…en cuanto sepa algo te aviso…
-de acuerdo…me pondré con el nuevo argumento en cuanto me lo mandes…
-en dos minutos lo tienes…te lo mando ya, nos vemos.
Colgué y le mandé el texto, ya solo me faltaba hablar con Virginia, lo hice a continuación, como ella era la más interesada en que todo funcionase no le costó fijar una cita, sería el próximo viernes, dentro de tres días…perfecto.
-5-
Salí de mi casa el jueves, quería llegar a Madrid sobre las diez o así, para evitar los atascos de primera hora, con la dirección del hotel que había reservado en el GPS, y sonando una recopilación de Kygo en los altavoces del casco, conduje a buen ritmo hacia la capital del reino, me chupé un atasco co*onudo de todas formas, llegué a mi hotel una hora después de lo previsto y de muy mala leche, vaya capullos los enlatados de Madrid, que estrés, di gracias a Dios por llegar de una pieza.
Nada más registrarme subí a cambiarme de ropa y volví de nuevo a las calles hasta encontrar un Burger donde comer algo rápido, llamé al director, quedamos para subir esa misma tarde con la moto a la cruz verde, podríamos charlar tranquilamente tomando una cerveza tras unas curvas, quedó en acercarse a buscarme al hotel dentro de un par de horas.
Hablé después con Ela, llevaba aquí desde hace dos días por un compromiso publicitario, le conté que había quedado con el director y se apuntó a venir…le dije que iríamos en moto…me llevas de paquete y ya está…dijo tan tranquila, no quise llevarle la contraria, la necesitaba de mi lado, así que acepté a regañadientes, nos veríamos en el hotel a la hora acordada con el director.
Estaba de romano con la moto en la acera esperando a mi doble cita fumándome un cigarrillo, un taxi se detuvo frente al hotel y de él bajó Ela, llevaba un pantalón de cuero negro muy ajustado, unas botas altas marrones, una cazadora de cuero entallada también marrón con cuello de piel de borrego, un pañuelo de seda en la garganta y con un casco abierto de diseño y guantes de cabritilla en las manos, estaba buenísima, no se podía negar, pero a mí me daba vergüenza que pretendiese montar así vestida en mi ktm, no pegaba nada…como el lógico me limité a decirla que estaba radiante y aponer una sonrisa en mi cara.
No tuvimos que esperar mucho, ya que un minuto después oímos aproximarse una potente moto, digo oímos porque los dobles escapes deportivos abiertos de la Aprilia rsv mille del director se oían a kilómetros.
Se detuvo junto a nosotros y nos hizo un gesto para que nos pusiéramos en marcha, monté en la ktm y perdí un tiempo precioso explicándole a Ela como debía montar en una moto, sobre todo la insistí mucho en que se agarrase bien fuerte, me estrujó como un oso y pude notar sus tetas bien firmes en la espalda.
-así no…no me dejas moverme…-le señale las asas para el pasajero-agárrate ahí…
-pero voy muy echada para atrás…-se quejó.
-tú no te sueltes…y déjate llevar…y en las curvas…relájate y…sobre todo no te inclines para el lado contrario…o nos iremos al suelo… ¿entendido?
Se la notaba el pánico en la cara, pero asintió, me di la vuelta y arranqué la moto, metí primera y salí detrás de la Aprilia.
Nos costó un buen rato dejar Madrid y enfilar carretera despejada, en cuanto lo logramos, el piloto de la Aprilia apretó el ritmo, le seguí disfrutando, a mi espalda comencé a escuchar débilmente los primeros gritos de miedo de Ela, no la presté atención.
Subiendo el puerto sus gritos aumentaron de volumen…a veces dios te regala estos pequeños momentos de placer…hacérselas pasar putas a tú exnovia es algo que no tiene precio…le saqué lo mejor al bicilíndrico mientras perseguía a la Aprilia, que iba a fuego, se notaba que conocía el tramo al dedillo, una pena que llegáramos a la cumbre tan pronto.
En cuanto detuvimos las motos en el bar recibí una rápida e intensa sesión de puñetazos en mi espalda, acompañados de una buena ración de todo tipo de insultos hacia mi persona, los recibí gustoso, había merecido la pena recibir tal castigo.
El director asistía divertido a la escena mientras se quitaba el casco, le hice el gesto de ok, y empezó a partirse el culo allí mismo.
Como no hacía mucho frío decidimos sentarnos en una mesa de la terraza, Ela se ofreció a sacarnos las bebidas, ya que tenía que ir al baño…
Pedimos cerveza y ella una tila, pobrecita mía, y aún le quedaba la vuelta, me froté las manos.
-¡vaya cabronazo…!-me dijo el director en cuanto nos quedamos solos.
-ha sido genial…-reconocí- como gritaba…
-no puedes tratar así a una estrella de Hollywood…-me reprendió en broma.
-¿volveremos por el mismo lado…no?
-por supuesto…-empezó a reírse de nuevo con ganas.
-¿Qué coñ* os hace tanta gracia…?-nos cortó el rollo Ela que venía cargada con las cervezas.
Dejamos de reírnos por educación.
-¿os lo habéis pasado genial haciéndomelas pasar putas… verdad?-protestó enfadadísima.
Los dos levantamos las palmas a la vez, la sonrisa volvió a aflorar en nuestras caras.
-capullos…me vuelvo en taxi…-se sentó enfadada.
A la segunda ronda ya lo habíamos puesto al corriente de mi plan entre Ela y yo, como a él también le había gustado mucho el nuevo final de la historia se apuntó a la conspiración de cabeza. seguimos preparando nuestra estrategia para mañana frente a los productores, creíamos que no habría mayor problema, por si acaso, me aseguraron que renunciarían gustosos a gran parte de sus salarios si era necesario para convencerlos, era genial tenerlos de mi lado, se lo agradecí de corazón.
De repente el director se puso tieso y con la mirada perdida al frente, Ela y yo nos giramos a la vez para averiguar que había causado aquella reacción en él. Simplemente era otro grupo de cuatro motos deportivas que llegaba al bar, nada raro…lo miré de nuevo…seguía de muestra, entonces me acorde y volví a mirar las motos.
Reconocí al instante la GSXR blanca, en efecto la llevaba una chica, pocas veces como aquella vi que un mono de cuero de moto le sentase tan bien a una mujer. Quitaba el hipo, se le marcaba la raja del culo exageradamente, redondito…perfecto, la zona del pecho, a pesar de llevar traje con preforma de mujer se apreciaba tenso, una melenita rubia alborotada salía por detrás del casco.
-guauu...-exclamé embobado-¿es ella?-pregunté sin dejar de mirar.
- mi diosa…mi musa…-babeó el director.
-¿pero que os pasa a los dos…?-protestó Ela rompiendo el hechizo del momento.
-espera que se quite el casco…-susurró el director.
Los tres apuntamos la mirada.
Ojos verdes traviesos, de mirada intensa, labios finos sin pintar con una sonrisa alegre perenne, naricilla respingona, pómulos altos y firmes, una melena no muy larga cortada a capas revuelta por haber llevado puesto el casco, caminaba a pasitos cortos gesticulando con la mano simulando trazar curvas, se sentaron en una mesa cercana.
Miré al director.
-un diez…-afirmé impresionado.
-más…-balbuceo.
-sois gilipo**as…en serio-sentenció Ela.
-¿has hablado con ella…?-le interrogué.
Negó con la cabeza apesadumbrado.
-no tengo huevos…
-deberías hacerlo…
-¿y que la digo…y has visto a los tres tíos que van con ella?…me matarían.
-merecería la pena…
-¿estáis tontos…?-definitivamente había sido pésima idea traerla con nosotros.
-ofrécela trabajar de doble de Eva en la película…
-no puedo…la veo y me tiembla todo tío…
-échale huevos…-le insistí- el no ya lo tienes… ¿y si acepta…? ¿Te lo imaginas…?
-cada noche tío…cada jod*d* noche.
-¡maricas…!-graznó Ela poniéndose en pie dirigiéndose a la mesa de la rubia.
El director se encogió como queriendo que la tierra lo tragase, yo como mero espectador observé divertido la escena. Ela se acercó a ellos y tras decirles algo la reconocieron, tras un pequeño revuelo, saludos y besos de presentación y algún que otro selfie con la diva, por fin Ela se sentó junto a ellos y empezó a hablar con la rubia misteriosa.
No sé qué le estaba contando, pero pronto la rubia lanzó una mirada al director que seguía aco*onado a mi lado mirando a todos los lados menos a la rubia.
Poco después se levantaron las dos y se acercaron a nuestra mesa, acerqué una silla vacía de otra mesa para que se sentara la rubia, el director me fulminó con la mirada.
-chicos…os presento a Tania… este es Rober y ese otro es el rajado que no se atreve a hablar contigo…-dijo sarcástica mientras tomaba asiento.
Me puse en pie y la di la mano y un par de besos en las mejillas. El director todo ruborizado hizo lo mismo, después nos sentamos todos.
-bien…-empezó Ela- Creo que querías decirle algo a Tania…-miró al director.
La chica lo miró fijamente, el tío no arrancaba.
-que no muerdo…-le animó divertida.
Echándole valor, el director le contó, primero a trompicones, lo de la película, cuando terminó suspiró aliviado.
-¿quieres que haga de extra en una película…? ¿La doble de Ela en moto? ¿En serio? ¿Por qué yo…?
Permaneció mudo.
-creo que le gustas mucho…-dijo Ela maliciosamente.
La chica comenzó a reírse con ganas, el pobre director se empequeñeció aún más.
-jod*r Ela…-la reprendí.
-le conozco de vista…-habló la rubia- nos vemos muchas veces por aquí de curvas, me sonaba la cara de algo, pero no lo relacionaba con que fuese ese director de cine.
-¿Qué te parece la idea…?-intervine.
-no se…no soy actriz ni nada de eso…me da un poco de corte.
-te pareces físicamente….-aprecié mirándola.
-¡que va…!pero si Ela es más alta…
-a Ela no…a Eva-dije serio.
-¿Ela…Eva…me estáis vacilando?-protestó.
Entonces para nuestra sorpresa el director se irguió en la silla y con tono claro se dirigió a ella.
-tienes que ser tú…-sentenció- Rober y yo estamos de acuerdo, das el tipo, te necesito en mi película, lo harás genial.
Me convenció hasta a mí.
-a mí también me gustaría que lo harías…-por fin nos apoyó Ela.
La carita de la rubia se puso seria y pensativa, estaba dudando.
-se cobra bien…-aseguró el director- además podrás conocer por dentro el mundo del cine y hasta viajaremos al extranjero para rodar, será por lo menos divertido.
-vale…me habéis convencido…lo haré…espero que todo esto no sea una estúpida broma…
-puedes estar tranquila…-afirmó Ela- te doy mi palabra…lo único que debe preocuparte es de que no te mojen las babas que este idiota ira dejando a su paso cada vez que te vea…
-jod*r Ela…no te pases- la volví a regañar.
-era broma…-se defendió.
La rubia estaba a un paso de recular.
-¿no tendré que…?-empezó a decir visiblemente irritada.
-nada…ni pu*o caso a esta loca…-habló el director- solo quiere joderme, te aseguro que la propuesta es totalmente seria y honrada, debería haber ido yo a hablar directamente contigo, pero no me atrevía, te he visto muchas veces y es cierto que me gustas, pero ni nos conocemos, no tiene nada que ver lo uno con lo otro…por favor créeme.
La rubia nos miró a Ela y a mí, asentimos los dos con un gesto.
-mira…-dijo Ela- dame a mí un teléfono de contacto y cuando vayamos a empezar a rodar se pondrá en contacto la gente de la productora contigo, yo me encargo.
No estaba del todo convencida, así que Ela se levantó de la mesa y la hizo un ademan para que la siguiese y charlasen las dos solas.
-hazme un favor…-me pidió el director totalmente serio- a la vuelta déjamela de paquete a mi ¿vale?
-toda tuya…-levanté las manos en son de paz.
-¿sabes volver solo a tú hotel?
Asentí.
-pues eso…
-6-
Por fin llegó el gran día, me desperté temprano y tras ducharme y afeitarme me puse la ropa más formal que tenía para la gran reunión con los productores, desayuné en la cafetería del hotel y esperé a que llegase el taxi que había pedido en recepción, demasiado nervioso para conducir la moto por el tráfico madrileño.
Estaba un poco intrigado, ayer en cuanto salimos de regreso a Madrid perdí el rastro del director y Ela a la cuarta curva, deseaba que no la hubiese puteado demasiado, pero viendo la vergüenza que lo había hecho pasar con la rubia…no lo tenía nada claro, en pocos minutos me enteraría de todas formas, así que lo dejé correr.
El taxi me dejó en las oficinas de la productora, un alto edificio moderno en pleno centro, tras localizar en un mapa en que piso estaba cogí un ascensor, iba cinco minutos tarde.
Una secretaria muy mona me hizo pasar a una pequeña sala de reuniones donde ya estaban todos charlando y revisando papeles, me excusé por el retraso y tomé asiento junto a Ela.
Me ofrecieron un café que acepté y como ya nos conocíamos todos empezó la negociación. Pensaba que iba a ser dura, pero allí todos parecían estar encantados, los productores, el serio y el salido, me felicitaron por el nuevo giro en el argumento y se mostraron dispuestos a empezar cuanto antes, además, visto el inesperado final, si funcionaba en taquilla tenía grandes visos de realizarse una secuela.
A mí eso me la sudaba que no veas, yo solo quería hacer esta, tal y como había escrito y rogar que Eva, allá donde estuviera, fuese al cine, y entendiese el mensaje que pretendía transmitirla.
El director quiso que participase activamente en la película como asesor, ya lo habíamos hablado, acepté, Ela se mostró entusiasmada de protagonizarla, los productores veían claramente negocio, el contrato estaba en regla, firmé.
Los productores insistieron en celebrarlo con una comida, no podíamos negarnos, nos llevaron a otro restaurante ultramoderno que tan poco me gustan, pero hoy era una ocasión especial, así que me relajé e intente disfrutar de aquellos extraños y diminutos platos.
Ela y el director se dirigían miradas un poco hostiles, en cuanto pude me enteré de lo de ayer.
-se lo pensará dos veces la próxima vez…-me aseguró divertido- creo que se meó.
Intentando contener la risa traté de seguir comiendo con naturalidad.
Cuando por fin salimos del restaurante, bastante tarde y un poco cocidos, quisieron alargarlo con unas copas, yo me excusé como pude y logré que me dejasen volver al hotel a descansar, ya había tenido suficientes emociones por hoy, solo quería sobar bien y mañana prontísimo regresar a mi casa. Virginia me giño un ojo y se relamió los labios cuando entraba en el taxi, por si acaso, deje instrucciones en el hotel de no ser molestado.
-7-
Regresé a casa sin contratiempos y ya solo quedó esperar a que todo comenzase, fueron tres largos meses, de soledad, preocupación constante por el destino de Eva y de impaciencia, cuando por fin recibí la llamada del director avisándome que empezaba el rodaje respiré tranquilo, en todo este tiempo Acme no había dado señales de vida y eso era muy mala señal.
Los meses de rodaje fueron un coñazo absoluto, no tenía ni idea de que fuese tan aburrido y estresante, repetir y repetir veinte veces la misma toma, esperar horas a tener la iluminación adecuada para una escena, el equipo que fallaba…no podía negar que el director se tomaba muy en serio su obra, pero es que a veces me daban ganas de estrangularlo.
Rodamos en el mismo puente donde la conocí, construyeron un decorado que era prácticamente igual que mi casa, muebles y todo, el jardín, principal escenario de nuestras cenas juntos estaba clavado…si Eva veía la película no creo que pudiese tener ninguna duda.
Por si acaso, presté mi propia moto para el rodaje, esperaba que recordase mi matricula.
Tania que al final aceptó doblar las escenas de motos de Ela en la película lo bordó y con aquella peluca negra y sobre una kawa realmente me parecía estar viendo a Eva, el director mejoró mucho su humor durante el rodaje cuando consiguió por fin que Tania aceptase una invitación para cenar con él.
Viajamos a Colombia para rodar la escena final de la película, quedó tal y como yo quería, e incluso hice un pequeño cameo en el que se me veía perfectamente la cara para que Eva me reconociese, celebramos el final del rodaje allí mismo con una fiesta latina, no baile salsa, pero casi acabo con las existencias de ron del local, me tuvieron que llevar al hotel perdidamente borracho.
Me contaron al día siguiente en mitad de una terrible resaca que el director triunfó finalmente con Tania la pasada noche, me alegré mucho por los dos, hacían buena pareja.
Cuando aterrizamos en Madrid me despedí de todos, había hecho amistad con muchos de los chicos del equipo de rodaje, dejé a Ela para el final, últimamente la notaba extraña, nunca podría agradecerla bastante lo bien que hizo su papel, pero creo que se metió tanto en el personaje que al final creyó que era la propia Eva, y su comportamiento conmigo me estaba empezando a preocupar, el día de la fiesta, ambos borrachos, nos llegamos a besar, apasionadamente debo reconocer, y cuando reaccioné y me aparté de ella , se quedó hecha polvo, recé para que se olvidase de todo al día siguiente, pero no fue así, la noté triste y procuraba mantenerse lo más lejos de mí que pudo, sin embargo, en el vuelo de regreso se sentó a mi lado y se me quedó dormida agarrándome el brazo con la cabeza en mi hombro.
Me la llevé a parte a un rincón de la terminal de entradas antes de recoger el equipaje, me armé de valor y la pedí disculpas por el beso, bajó la cabeza, se me encogió el corazón, lo reconozco, pero debía zanjar el asunto aquí y ahora.
Le expliqué como estaban las cosas, no hubiese hecho falta, ella lo sabía perfectamente, así me lo hizo saber, fue ella quien me pidió disculpas, me quedé de piedra, me dijo que sentía envidia de Eva, a ella nadie la había querido de esa manera nunca, bueno, una vez sí, y fui yo, pero ella lo había jod*d* todo, me deseó suerte y se marchó conteniendo las lágrimas.
Atontado de oír aquello, me quedé allí plantado hasta que por fin la gente del equipo de rodaje me hizo gestos desde las cintas de equipaje, estaban saliendo por fin las maletas. No volví a ver a Ela, los guardias civiles de aduanas tuvieron la gentileza de registrar mi equipaje y a mí a conciencia, para cuando pude salir, ya no quedaba nadie del equipo en el aeropuerto.
Un poco decepcionado, me encaminé a la parada de taxis, mi tren de vuelta salía en dos horas.
Se tomaron su tiempo con el montaje y la postproducción, pero eso ya me importó menos, en cuanto regrese del rodaje de la película por fin empecé mi tan esperado y soñado viaje.
Metí la moto en un contenedor en el puerto de Valencia y casi un mes después la saqué del mismo en Argentina, bajé hasta tierra de fuego y luego puse rumbo al norte, hacia Colombia, tenía una cita.
No puedo explicar con palabras lo que significó aquel viaje en solitario para mí, solo puedo decir que cuando llegué a mi destino era otro Roberto quien llegó, más sereno, más centrado, más viejo quizás, pero me encantaba aquel tipo nuevo en quien me había convertido.
Aunque aquel viaje tenía una meta única y exclusiva, si las cosas no salían como yo esperaba, esta vez no me hundiría, me lo juré, seguiría viajando, hasta donde el de arriba quisiese que llegase, pero con una sonrisa verdadera en la cara.
-8-
Eva estaba de compras en compañía de dos compañeras de trabajo del hotel donde trabajaban, el gran centro comercial estaba atestado de gente, se sentía un poco agobiada, pero hacia mucho que no salía a entretenerse un poco, con las manos llenas de bolsas con ropa y zapatos, decidieron pasarse por la zona de restauración para tomar un batido helado y descansar las piernas, nada más sentarse dio un suspiro de alivio y se descalzó para masajearse los talones, le estaban matando aquellos tacones.
Mientras una compañera hacía cola en el mostrador, la otra hablaba por el móvil con su novio, ella se limitó a echar un vistazo por el lugar, rezaba para regresar cuanto antes al hotel.
Su mirada vagaba por entre la gente, aún tenía miedo de encontrarse con la cara de los asesinos de su compañera de piso, tranquilízate se dijo, nos has dejado ningún rastro, aquí no te encontraran jamás.
Echó un vistazo a la cartelera del multicine, no sería mala idea entrar a ver una comedia romántica que la levantase un poco el ánimo, sus pies también se lo agradecerían. Se sorprendió mucho al ver uno de los carteles, parecía reconocer algo en él, no estaba segura.
Su compañera regresó con los batidos y se enfrascaron en una conversación trivial, la otra colgó el móvil y se les unió también. Descansaron un rato y se animaron a dar otra vuelta por las tiendas, se levantaron de la mesa, cogieron las bolsas y se dirigieron a las escaleras mecánicas, Eva giró de nuevo la cabeza hacia el cartel…”ese puente….” Y entonces se le escapó el aire de los pulmones y dejó caer las bolsas de la compra que esparramaron su contenido por el suelo.
-¿Qué te ocurre Evita…?-preguntó una compañera mientras la otra se apresuraba a recoger todo del suelo.
-esperarme un segundo…-logró decir y salió corriendo hacia el cartel de la película.
Allí estaba, el mismo puente, una chica colgando de la barandilla por el lado exterior que daba al vacío, una gran moto blanca que reconoció al instante y la figura de un hombre con casco y ropa de moto acercándose a la chica.
Sus compañeras llegaron a su lado justo para sostenerla cuando le fallaron las piernas.
-¿te encuentras bien…?-preguntó una de ellas.
Eva asintió aun sin poder articular palabra y señalo el cartel de la película.
-es la nueva de Ela Diaz…dicen que está muy bien…pero no es para tanto…
-tengo que verla…-dijo por fin.
-pues entremos…yo tampoco la he visto-se apuntaron sus amigas.
-9-
Llegué a Cartagena de indias el día de la cita, la ciudad parecía muy animada y la gente abarrotaba las calles en aquel caluroso día, antes de nada me acerqué con la moto hasta el lugar de la cita para asegurarme de que sabría llegar por la noche, ya había estado allí durante el rodaje, pero nunca viene mal asegurarse, allí estaba, la gran plaza bajo el castillo de san Felipe de barajas, y la estatua de don Blas de Lezo, el gran héroe español olvidado y lugar de encuentro esta noche.
Saludé con un gesto a la estatua y di media vuelta, encontré mi hotel sin dificultad y tras registrarme y dejar la moto en el garaje, subí con las maletas a la habitación para asearme, estaba hecho un asco, me había dejado barba este último mes por pura vagancia, tenía que adecentarme para esta noche.
Salí a comer por la ciudad vieja y me relajé paseando por las calles, se me pasó el tiempo volando, aunque sabía perfectamente que los últimos minutos serían los peores, ¿habría recibido el mensaje Eva? ¿Vendría a la cita si lo hizo o me habría olvidado? Su carta me seguía infundiendo esperanza, pero ya casi había transcurrido un año, podría estar en china ahora mismo, o tal vez conoció a alguien y rehecho su vida…dejé de atormentarme, era inútil, pronto saldría de dudas.
De regreso al hotel vi aparcada una moto, era una v-strom 1000 blanca de matrícula española, menuda coincidencia, me dije a mi mismo, o tal vez no, me acerqué a verla de cerca y una sonrisa se pintó en mi cara, tenía una pegatina del coyote, y en vinilo negro ponía “maletas marca Acme”.
Miré a mi alrededor pero era inútil, no lo reconocería ni aunque estuviese justo detrás, pero me alegró que estuviese aquí, me imagine que él tampoco querría perderse el final de la historia, al fin y al cabo se lo había currado, quien sabe, igual lograba conocerlo en persona, no estaría mal, me gusta dar las gracias cuando corresponde.
Mucho más animado, me tomé una cerveza antes de regresar.
-10-
Me pasé las últimas horas tumbado en la cama, fumando y una vez más escuchando música, bendito sea el que la inventó, era la única forma de no pensar, los minutos se hacían horas, a las doce menos veinte de la noche me incorporé de la cama, me di un repaso frente al espejo y cogiendo el casco bajé al garaje.
La ktm arrancó una vez más a la primera y aunque estaba llena de mi*rda del largo viaje me siguió pareciendo preciosa, acaricie su depósito y la dije: Allá vamos mi niña.
Llegué con cinco minutos de adelanto a la media noche, aunque estaba prohibido, conduje la moto hasta detenerme justo bajo don Blas, volví a saludarle y le pedí suerte.
Las campanadas anunciaron la hora de la cita, desde una ventana no muy lejana Acme observaba la escena mientras daba pequeñas patadas al suelo y cruzaba los dedos.
Encendí un cigarrillo nervioso y esperé, la noche estaba en silencio, un minuto, había pasado ya un minuto, apuré el cigarro, un poco más, espera un poco más.
A los cinco minutos, empecé a desesperarme, ¿la ves? pregunté a Don Blas que permanecía con altiva mirada al frente, no me respondió.
Me apoyé sobre el depósito de la ktm, todo había sido en vano, tanto esfuerzo para nada…notaba como me iba derrumbando por segundos, al parecer no era tan fuerte como me creía, no me podía creer mi mala suerte.
Empecé a darme pequeños cabezazos contra el depósito, quizás por eso tardé en oír el ruido de unos ligeros pasos acercándose, alcé la vista y la inconfundible sombra de la silueta de una mujer apareció ante mis ojos, aún no podía ver su rostro, me enderecé y una palabra salió esperanzada de mis labios.
-¿Eva?
FIN
Aturdidos aún por mis palabras, la mujer le hizo un gesto a su marido y este me acompaño a la habitación, me entregó la llave y se marchó sin decir nada.
Dejé las maletas en el suelo de madera y me empecé a quitar la cordura empapada, fui al pequeño cuarto de baño y tomé una ducha caliente. Salí en vuelto en una toalla y saqué de las maletas ropa seca que ponerme, me vestí deprisa, quería ver a Eva cuanto antes.
Me estaban esperando en el recibidor, el hombre y la mujer.
-¿Dónde está Sandra?-les interrogué.
Se miraron entre ellos y la mujer tomó la palabra.
-¿eres Roberto…?-preguntó indecisa.
Asentí con la cabeza, la mujer hizo un gesto a su marido y este salió de la estancia.
-se fue…-dijo nada más quedarnos solos-hace tiempo…estaba huyendo.
-lo se…-confirme seriamente- vengo a ayudarla… ¿A dónde se ha ido? Tengo que encontrarla.
-lo siento…-se lamentó la mujer- no quiso decirnos nada para no meternos en líos.
No podía creer que todo esto hubiese sido en balde, le insistí una y otra vez a la mujer, que se reafirmó en su respuesta, la verdad parecía que no me estaba mintiendo. Regresó entonces su marido y tras recibir un gesto de aprobación por parte de su mujer se acercó a mí y me entregó un sobre.
-¿Qué es esto…?-le pregunté al cogerlo.
-Sandra nos dijo que tal vez un día aparecerías por aquí, seguramente no… pero por si acaso lo hacías te dejó una carta…ábrela si quieres.
El sobre me quemaba en las manos, lo abrí sin miramientos, dentro encontré una hoja de papel escrita y una foto suya sonriendo a la cámara, me la quedé mirando largo rato, el matrimonio se retiró en silencio.
Tomé asiento en un viejo sillón de orejas que estaba cerca del fuego que ardía en la chimenea y comencé a leer.
Querido Rober:
Siento mucho haber desaparecido de tú vida como lo hice, muchas veces me he arrepentido de salir huyendo aquel sábado por la mañana y no dejo de preguntarme a mí misma como serían las cosas si hubiésemos seguido juntos, pero tenía secretos que no me atrevía a compartir contigo, que seguro que a estas alturas ya conoces, y para empeorar todo me vi envuelta en un turbio asunto que me ha puesto en peligro y tengo que huir.
Tuve miedo de comprometerme contigo, eres un encanto, pero tienes muchas cosas que poner en orden en esa cabecita tuya, hazlo, por favor y luego búscame, si el destino así lo quiere nos volveremos a reunir, lo deseo de verdad.
No sé si debería decirte esto…pero te quiero.
Eva.
Plegué la hoja de nuevo y la metí en el bolsillo del pantalón, a la foto le eché otra larga mirada antes de hacer lo mismo. Estaba triste…la había tenido al alcance de la puntas de los dedos y se me había escapado…otra vez…pero me quería…lo decía bien claro…solo debía volver a encontrarla, aunque ahora el mundo entero era un posible destino.
Me daba igual, no tenía nada mejor que hacer con mi tiempo, necesitaría toda la suerte y la ayuda del mundo para encontrarla, pero no hay nada imposible, no señor.
La mujer vino y amablemente me dijo que los acompañase a cenar, no debería estar solo una noche tan especial como esta, menos aún tras recibir malas noticias, no tenía ganas de comer, pero me pareció una falta de respeto no aceptar su invitación, asentí y me levanté para acompañarla.
Durante la cena les hice mil preguntas sobre Eva, Sandra para ellos, me contaron lo que pudieron, tampoco ellos se relacionaron mucho con ella antes de que repentinamente apareciera un día en su casa pidiendo ayuda.
Hice lo que pude por comer algo, la mujer se había esmerado preparando la cena de nochevieja, a medida que fui probando un poco de todo se me despertó por fin el apetito, además, aquel vino blanco fresquito entraba muy bien.
No estuvo mal, aquel matrimonio me trató como si fuese su propio hijo, tomamos las uvas juntos y brindamos con una copa de cava por el nuevo año y por Eva.
Estaba a punto de disculparme y volver a mi habitación, pero el hombre me rogó que esperase un poco, quería que probase una copita de su orujo casero, me aseguró que iba genial para hacer la digestión, por cortesía de nuevo acepté.
Realmente delicioso, aquel liquido transparente que quemaba el esófago al tragarlo sabía muy bien, y era genial para embotar los sentidos y dejar de pensar en los problemas, nos terminamos una botella de tres cuartos entre los tres.
Cuando por fin me despedí de ellos para irme a dormir estaba totalmente borracho, apenas me tenía en pie, el matrimonio sin embargo, solo tenía la cara un poco colorada, pero actuaban con total normalidad mientras que yo me tenía que apoyar en el respaldo de la silla.
La mujer insistió en que me llevase conmigo un trozo de la tarta de manzana que había sobrado de la cena, por si me entraba hambre esta noche, y acepté gustoso, por fin me marché a mí a habitación.
Tuve que atravesar un pequeño tramo de acera por el exterior para llegar de su casa hasta el hostal, seguía nevando con fuerza, más de una cuarta de nieve virgen se acumulaba en el suelo, no tenía muy claro si mañana podría regresar a mi hogar.
Me senté en un banco de madera, tuve que limpiarlo de nieva para poder sentarme, dejé el pedazo de tarta sobre mis rodillas y saqué el paquete de tabaco.
Fume un cigarrillo mientras la nieve caía sobre mí, apenas alcanzaba a ver unos metros por delante entre la espesa cortina de nieva que caía sin cesar, se me empezaron a cerrar los ojos reinaba una paz absoluta…de entre la nieve apareció de nuevo la figura de aquel lobo gris, caminaba despacio, se dirigía hacia mi directo, me asusté y me encogí en el banco.
Le lobo se acercó hasta quedarse a un par de metros de mí, me miro torciendo despacio su cabeza, parecía estar preguntándome que tal me había ido.
-no hubo suerte amigo mío…se ha largado-dije con voz pastosa producto del alcohol.
Pareció entenderme, ya que tras hablarle el lobo dio un pequeño gemido triste y se sentó sobre sus cuartos traseros con expresión triste.
-la encontraré de nuevo…no te preocupes- añadí.
Dio un pequeño aullido.
-¿tienes hambre…?-se me ocurrió de repente, le lancé el trozo de tarta, lo olisqueó un par de veces y de un solo bocado se lo comió, luego acabó de tumbarse sobre la nieve y se quedó quieto.
Me relajé, estire un poco las piernas y me acabé el cigarrillo en compañía de un lobo gris. Debí quedarme dormido un rato sin percatarme, cuando abrí de nuevo los ojos tenia frio, estaba prácticamente cubierto de nieve, y el lobo había desaparecido ¿me lo había imaginado todo? no, se veía la marca de su cuerpo en la nieve y huellas de pisadas.
Me fui a la habitación y tras quitarme la ropa me metí en la cama, no creía que fuera a poder hacerlo, pero me dormí enseguida bajo las suaves sabanas de pirineo.
-2-
El retumbar de la cuchilla del quitanieves de la xunta sobre el hormigón me despertó por la mañana, me sentí bien, descansado y lúcido, saqué dos conclusiones de la noche anterior, que el orujo casero no deja resaca y que a los lobos les encanta la tarta de manzana, me puse en pie y me asomé por la ventana, podría salir de aquí hoy mismo, el camino estaba despejado, tendría que tener mucho cuidado por estas carreteras de montaña, pero seguro que las nacionales y autovías estaban perfectas, animado, me di una ducha y me vestí con la cordura que ya se había secado cerca del radiador durante la pasada noche.
Desayuné con el matrimonio y les pedí que me preparasen la cuenta de la habitación ya que pretendía marcharme cuanto antes de regreso a mi casa, fue imposible, se negaron a aceptar mi dinero, solo aceptaron mi agradecimiento sincero.
Tal y como dije, fue toda una aventura recorrer las estrechas carreteras que recorrían los montes, los quitanieves no quitaban toda la nieve, dejaban una fina capa, prácticamente helada de un centímetro, aun llevando todo el cuidado del mundo y con el control de tracción y frenado en el modo más invasivo posible bese el suelo en más de una ocasión, pero ni yo ni la ktm sufrimos desperfecto alguno, un poco herido el orgullo, nada más.
Cuando pude por fin entrar en la autovía era mediodía, es asfalto estaba húmedo, pero totalmente despejado de nieve, por fin pude poner un buen ritmo de regreso.
A pesar de viajar una vez más escuchando música, la monotonía de la autovía hizo que mi cabeza empezase a funcionar y traté de encontrar la forma de encontrar a Eva de la forma más rápida posible, recé para seguir contando con mi pirata informático particular Acme, sin él sería tan difícil como acertar la primitiva.
Si no hubiese sido tan orgullos y le hubiese dicho mi seudónimo de escritor podría haberla dejado un mensaje en mi próximo libro, pero me pudo el miedo al ridículo…imbéc*l.
Seguí dándole vueltas….dejarla un mensaje….un mensaje… ¿Cómo?
Llegué de noche cerrada a mi casa, estaba helado de frio, por lo menos los periodistas habían desparecido, metí la moto al garaje y de nuevo lo dejé todo allí empantanado, solo quería quitarme la jod*d* cordura y darme una ducha. Encendí la calefacción para que se fuese caldeando la casa y subí a la planta de arriba.
Largo rato después, me encontraba en el salón de mi casa, tomándome un café, tumbado en el sofá escuchando a los “kings of the sun” a través de los altavoces del equipo de música.
Me encantaban esos australianos y tuvo que ser precisamente justo cuando sonaba el bestial final de guitarras de “tom boy” cuando se me encendió la bombilla.
Me levanté como un muelle del sofá, ¿sería posible? Era una locura, pero si todos los astros se alineaban a mi favor y con mucha ayuda podría funcionar, debía intentarlo, me puse a ello de inmediato.
Preparé una cafetera, cogí tabaco y me subí al estudio, tenía que rehacer por completo la historia del libro que pretendían llevar al cine, esta vez contaría la historia tal como ocurrió, justo hasta hoy, el final sería la pista que le enviaría a Eva para volver a reunirnos.
Durante una semana no salí de casa, solo hable con mis padres para decirles que estaba de vuelta en casa y que todo iba bien y después apagué el móvil, no quería distracciones. Con la única persona que mantuve contacto fue con Acme, que de nuevo se coló en mi ordenador para preguntarme que tal me había ido, le conté que no tan bien como esperaba y le pedí de nuevo ayuda en mi nuevo intento de localizarla, se apuntó sin preguntar.
Cuando lo tuve acabado, encendí de nuevo el teléfono e hice una llamada que jamás creí que haría, llamé a Ela. Se sorprendió mucho de que lo hiciera, y mucho más aún cuando fui yo el que le rogó encarecidamente que nos viésemos, seguía en Barcelona, pero me dijo que mañana mismo estaría en mi puerta, se lo agradecí sincero y colgué.
Aproveché también para llamar a Virginia, se la notaba impaciente, me preguntó antes de que pudiese decir nada que decisión había tomado, le explique intentando mantener un tono suave, para no mosquearla demasiado, que me interesaba más que nunca que la película saliese a delante, pero que había cambiado la historia, que se la mandaría en cuanto colgase por correo para que la leyese y que por favor enviase copias tanto a los productores como al director, para que se fuesen haciendo a la idea del nuevo argumento.
Intentó protestar, aquello no estaba bien, ya estaban en preproducción y sería difícil echarlo todo para atrás, le tranquilicé diciéndole que los cambios no eran drásticos y que prácticamente solo alteraban un poco el final, haciéndolo un poco más interesante que el original, le rogué que le diese una oportunidad a la nueva historia, contrariada, finalmente aceptó hacerlo y respire tranquilo, antes de despedirme le pedí por favor si me podría poner en contacto con el director y me dijo que lo intentaría, por fin pude colgar.
De momento la cosa iba viento en popa, hasta que no hablase con Ela no podía hacer más así que aproveche el día para ir a ver a mis padres y para hacer la compra.
-3-
Ela llegó de nuevo en plena noche, en un discreto Opel insignia azul oscuro y acompañada de los mismos guardaespaldas que la otra vez, les salude a lo lejos y tras despedirlos hasta que los necesitase de nuevo, Ela entró en casa.
La guie hasta el sofá y le ofrecí algo de beber, aceptó un Jack daniel´s y llené dos vasos, me senté a su lado, no sabíamos cómo empezar, ella dio un sorbo al vaso y lo dejo sobre la mesa de cristal.
-lo siento tanto…-dijo sin mirarme siquiera.-he querido pedirte perdón tantas veces…
-tranquila-le interrumpí-vi la rueda de prensa…por mi está todo olvidado, no te he llamado para eso…
Me miró sorprendida.
-vale…no fue la mejor manera de romper y lo pasé muy mal…pero aquello ya es historia y no merece la pena que perdamos el tiempo con eso…- certifiqué.
-pero Roberto…déjame hablar por favor…lo he tenido tanto tiempo dentro que si no te lo digo reviento…-rogó.
Me armé de paciencia y asentí.me soltó todo el rollo mientras por dentro rezaba para que acabase de una vez, me estaba haciendo perder el tiempo. Acabó llorando como una magdalena y la tuve que abrazar y tranquilizar con palmaditas en la espalda y suaves palabras.
En cuanto pude me solté y la pasé su vaso para que diese un buen trago.
-¿más tranquila…?-pregunté con carita de niño bueno cogiéndola de la mano.
Asintió con un gesto mientras con la otra mano se secaba las lágrimas.
-me toca…dije soltando su mano- necesito pedirte un favor de la ostia…
-si esta en mi mano cuenta con ello- añadió Ela más calmada.
-lo está…así que presta atención-dije bruscamente- sé que has vuelto a España para rodar una nueva película…basada en un libro que te ha gustado mucho…
-¿Cómo sabes…?
La corté con un gesto.
-lo sé porque el libro lo he escrito yo…- puso cara de sorpresa pero no deje que me interrumpiese- el libro es casi real…la protagonista de la historia es una chica que conocí tal como viene en el libro y el chico de la historia soy yo… ¿me sigues?
-vaya…no sé como pero sentí al leer el libro que conocía al que lo había escrito…pensé en ti, de verdad…por eso quise hacer la película…
-el libro acaba bien, pero en la vida real la verdad es que la he perdido…no quiero explicarte por qué, tendrás que confiar en mí, por favor, la cosa es que ha tenido que salir del país, no sé dónde está…solo sé que quiere que la encuentre…y se me ha ocurrido una manera de enviarla un mensaje a través de la película.
Me miró un poco confusa.
-¿me has entendido…?
-más o menos… ¿Quién es esa chica…?
¿Notaba un leve indicio de celos? no podía ser.
-Esa chica es lo más importante para mí en estos momentos, la quiero, necesito encontrarla de nuevo, no me interesa nada más en el mundo que eso…-dije tajante-¿me vas a ayudar o no Ela?
Se entristeció, por un segundo creí que me iba a fallar de nuevo, finalmente, con esfuerzo, me sonrió y no sin esfuerzo asintió varias veces.
-lo haré…te debo por lo menos eso…
Esta vez fui yo quien se lanzó a sus brazos y la estrujé con fuerza mientras no cesaba de darle las gracias una y otra vez.
-¿Qué necesitas de mí?- dijo azorada cuando por fin la solté.
-lo primero que te leas la nueva historia, esta es cien por cien real, después, lo más importante, quiero que vengas con migo a Madrid a hablar con los productores de la película y que apoyes los cambios del libro.
Saqué del bolsillo un pequeño pendrive y se lo puse en las manos. Lo dio un par de vueltas en las suyas y se lo guardó.
-cuenta con ello, ¿Cuándo quieres que vayamos a Madrid?
-te avisaré cuando haya concretado una cita con ellos.
-estaré pendiente, de momento me muero de ganas por leer tú historia… ¿la quieres mucho, no?
-encontrarla es el motivo por el que me levanto por las mañanas…
-lastima…-susurro.
La miré sorprendido, ¿a qué venia eso?
-que tonta…-habló casi en voz baja- pensaba que…-y no siguió.
Me quedé callado.
-tengo que irme…-dijo poniéndose en pie, sacó su móvil y habló con sus guardaespaldas para que vinieran a recogerla.
La acompañe a la puerta y cuando el coche se detuvo frente a mi casa nos despedimos con un pequeño abrazo de amigos y un par de besos en las mejillas, se alejó triste y se giró mirándome raro antes de montarse en el Opel.
Una cosa menos por hacer.
-4-
A la mañana siguiente me desperté eufórico, todo iba como estaba planeado, además recibí dos buenas noticias, la primera fue un wasap de Virginia con el número de móvil del director y con la frase, me ha encantado la nueva versión, te apoyaré en esto…y si quieres cuando vengas a Madrid…ya sabes.
De eso nada bonita, pero gracias por la oferta, pensé recordando por unos segundos aquel par de noches de sexo con ella.
La segunda buena noticia me la comunicó Acme presentándose una vez más sin avisar en la pantalla de mi Tablet.
-hola tron…-me saludo la mascará del coyote y la voz distorsionada.
-hola Acme… ¿Cómo así por aquí de nuevo…? no te esperaba…
-los gusanos…tío, que no paran….tengo algo.
-¿Eva?-exclamé prestándole toda mi atención.
-si tío…tengo una pista…no es mucho…pero algo por dónde empezar.
-suéltalo que me va a dar algo.
-mis gusanos han encontrado su rastro, una tal Sandra Sanz torres entró hace trece días exactamente en Colombia por el aeropuerto Internacional El Dorado, quedó registrado.
-¿está en Colombia…?
-entró en Colombia…es lo único que he conseguido, no ha dejado ningún otro rastro, aunque mis gusanos no cesan de buscar.
-genial…has reducido la búsqueda a un país…estamos cerca.
-no tan rápido Roberto…-frenó mi entusiasmo- esa chica no es tonta, en Colombia, con dinero y moviéndote un poco por los sitios adecuados puedes conseguir una identidad falsa en un periquete, te lo garantizo…una vez con eso…puedes ir a cualquier parte…aunque yo me centraría en centro y Sudamérica, más que nada por el idioma…
-no puedo pedir más de momento, ya tenemos una buena base…
-estoy las veinticuatro horas con ello, no te preocupes.
-muchas gracias tío…-dije sincero-algún día espero poder agradecerte todo lo que estás haciendo por mí en persona.
-quien sabe…-se encogió de hombros el coyote- puede ser...-y la pantalla se quedó en negro.
Genial…me dije, ya casi te tengo.
Desayuné un café con leche rápidamente y mientras encendía un cigarro con una mano marcaba el número del director con la otra, contestó al tercer tono.
-¿hola…?
jod*r no me acordaba de su nombre.
-hola…soy Roberto, el del libro de la película, ¿te acuerdas de mí? Virginia me ha pasado tú número, tengo que hablar contigo, es muy importante.
-claro que me acuerdo… ¿Qué tal va todo…te están presionando como te aseguré que harían…?
-eso es agua pasada, te llamo para contarte un par de cosas que no te dije el otro día y para pedirte ayuda…quiero que se haga la película…
-te escucho…pero te advierto que si no participa Ela Diaz no creo que podamos financiarla…
-de eso quería hablarte, Ela Diaz es…”una amiga”…la conozco hace años, fuimos novios…me dejó…pero eso ya no importa…anoche hablamos…todo está solucionado…está dentro, lo que pasa es que he cambiado la historia… es muy largo de contar, pero resumiendo que necesito tu apoyo y el de Ela para convencer a los productores de hacer la película con los nuevos cambios…
-cálmate…te noto nervioso…-me tranquilizó.
-no puedo…es…es vital que la película se haga a mi manera…dime una dirección de correo para enviarte el nuevo argumento…
Me la dio y la apunté en el mismo móvil.
-¿puedo contar contigo…?-le pregunté angustiado.
-me gustaría decirte que sí…pero antes tengo que leerlo y ver qué puedo hacer…
-me vale con eso, voy a llamar a Virginia para concretar cuanto antes una reunión con los productores, quiero que empieces con la película cuanto antes…
-¿por qué tanta prisa ahora…?
-te lo contaré todo cuando nos veamos en Madrid…
-¿Por qué no te vienes en moto y salimos a rodar un día…?
No me apetecía una mi*rda, pero lo que sea porque me ayudase.
-cuenta con ello…en cuanto sepa algo te aviso…
-de acuerdo…me pondré con el nuevo argumento en cuanto me lo mandes…
-en dos minutos lo tienes…te lo mando ya, nos vemos.
Colgué y le mandé el texto, ya solo me faltaba hablar con Virginia, lo hice a continuación, como ella era la más interesada en que todo funcionase no le costó fijar una cita, sería el próximo viernes, dentro de tres días…perfecto.
-5-
Salí de mi casa el jueves, quería llegar a Madrid sobre las diez o así, para evitar los atascos de primera hora, con la dirección del hotel que había reservado en el GPS, y sonando una recopilación de Kygo en los altavoces del casco, conduje a buen ritmo hacia la capital del reino, me chupé un atasco co*onudo de todas formas, llegué a mi hotel una hora después de lo previsto y de muy mala leche, vaya capullos los enlatados de Madrid, que estrés, di gracias a Dios por llegar de una pieza.
Nada más registrarme subí a cambiarme de ropa y volví de nuevo a las calles hasta encontrar un Burger donde comer algo rápido, llamé al director, quedamos para subir esa misma tarde con la moto a la cruz verde, podríamos charlar tranquilamente tomando una cerveza tras unas curvas, quedó en acercarse a buscarme al hotel dentro de un par de horas.
Hablé después con Ela, llevaba aquí desde hace dos días por un compromiso publicitario, le conté que había quedado con el director y se apuntó a venir…le dije que iríamos en moto…me llevas de paquete y ya está…dijo tan tranquila, no quise llevarle la contraria, la necesitaba de mi lado, así que acepté a regañadientes, nos veríamos en el hotel a la hora acordada con el director.
Estaba de romano con la moto en la acera esperando a mi doble cita fumándome un cigarrillo, un taxi se detuvo frente al hotel y de él bajó Ela, llevaba un pantalón de cuero negro muy ajustado, unas botas altas marrones, una cazadora de cuero entallada también marrón con cuello de piel de borrego, un pañuelo de seda en la garganta y con un casco abierto de diseño y guantes de cabritilla en las manos, estaba buenísima, no se podía negar, pero a mí me daba vergüenza que pretendiese montar así vestida en mi ktm, no pegaba nada…como el lógico me limité a decirla que estaba radiante y aponer una sonrisa en mi cara.
No tuvimos que esperar mucho, ya que un minuto después oímos aproximarse una potente moto, digo oímos porque los dobles escapes deportivos abiertos de la Aprilia rsv mille del director se oían a kilómetros.
Se detuvo junto a nosotros y nos hizo un gesto para que nos pusiéramos en marcha, monté en la ktm y perdí un tiempo precioso explicándole a Ela como debía montar en una moto, sobre todo la insistí mucho en que se agarrase bien fuerte, me estrujó como un oso y pude notar sus tetas bien firmes en la espalda.
-así no…no me dejas moverme…-le señale las asas para el pasajero-agárrate ahí…
-pero voy muy echada para atrás…-se quejó.
-tú no te sueltes…y déjate llevar…y en las curvas…relájate y…sobre todo no te inclines para el lado contrario…o nos iremos al suelo… ¿entendido?
Se la notaba el pánico en la cara, pero asintió, me di la vuelta y arranqué la moto, metí primera y salí detrás de la Aprilia.
Nos costó un buen rato dejar Madrid y enfilar carretera despejada, en cuanto lo logramos, el piloto de la Aprilia apretó el ritmo, le seguí disfrutando, a mi espalda comencé a escuchar débilmente los primeros gritos de miedo de Ela, no la presté atención.
Subiendo el puerto sus gritos aumentaron de volumen…a veces dios te regala estos pequeños momentos de placer…hacérselas pasar putas a tú exnovia es algo que no tiene precio…le saqué lo mejor al bicilíndrico mientras perseguía a la Aprilia, que iba a fuego, se notaba que conocía el tramo al dedillo, una pena que llegáramos a la cumbre tan pronto.
En cuanto detuvimos las motos en el bar recibí una rápida e intensa sesión de puñetazos en mi espalda, acompañados de una buena ración de todo tipo de insultos hacia mi persona, los recibí gustoso, había merecido la pena recibir tal castigo.
El director asistía divertido a la escena mientras se quitaba el casco, le hice el gesto de ok, y empezó a partirse el culo allí mismo.
Como no hacía mucho frío decidimos sentarnos en una mesa de la terraza, Ela se ofreció a sacarnos las bebidas, ya que tenía que ir al baño…
Pedimos cerveza y ella una tila, pobrecita mía, y aún le quedaba la vuelta, me froté las manos.
-¡vaya cabronazo…!-me dijo el director en cuanto nos quedamos solos.
-ha sido genial…-reconocí- como gritaba…
-no puedes tratar así a una estrella de Hollywood…-me reprendió en broma.
-¿volveremos por el mismo lado…no?
-por supuesto…-empezó a reírse de nuevo con ganas.
-¿Qué coñ* os hace tanta gracia…?-nos cortó el rollo Ela que venía cargada con las cervezas.
Dejamos de reírnos por educación.
-¿os lo habéis pasado genial haciéndomelas pasar putas… verdad?-protestó enfadadísima.
Los dos levantamos las palmas a la vez, la sonrisa volvió a aflorar en nuestras caras.
-capullos…me vuelvo en taxi…-se sentó enfadada.
A la segunda ronda ya lo habíamos puesto al corriente de mi plan entre Ela y yo, como a él también le había gustado mucho el nuevo final de la historia se apuntó a la conspiración de cabeza. seguimos preparando nuestra estrategia para mañana frente a los productores, creíamos que no habría mayor problema, por si acaso, me aseguraron que renunciarían gustosos a gran parte de sus salarios si era necesario para convencerlos, era genial tenerlos de mi lado, se lo agradecí de corazón.
De repente el director se puso tieso y con la mirada perdida al frente, Ela y yo nos giramos a la vez para averiguar que había causado aquella reacción en él. Simplemente era otro grupo de cuatro motos deportivas que llegaba al bar, nada raro…lo miré de nuevo…seguía de muestra, entonces me acorde y volví a mirar las motos.
Reconocí al instante la GSXR blanca, en efecto la llevaba una chica, pocas veces como aquella vi que un mono de cuero de moto le sentase tan bien a una mujer. Quitaba el hipo, se le marcaba la raja del culo exageradamente, redondito…perfecto, la zona del pecho, a pesar de llevar traje con preforma de mujer se apreciaba tenso, una melenita rubia alborotada salía por detrás del casco.
-guauu...-exclamé embobado-¿es ella?-pregunté sin dejar de mirar.
- mi diosa…mi musa…-babeó el director.
-¿pero que os pasa a los dos…?-protestó Ela rompiendo el hechizo del momento.
-espera que se quite el casco…-susurró el director.
Los tres apuntamos la mirada.
Ojos verdes traviesos, de mirada intensa, labios finos sin pintar con una sonrisa alegre perenne, naricilla respingona, pómulos altos y firmes, una melena no muy larga cortada a capas revuelta por haber llevado puesto el casco, caminaba a pasitos cortos gesticulando con la mano simulando trazar curvas, se sentaron en una mesa cercana.
Miré al director.
-un diez…-afirmé impresionado.
-más…-balbuceo.
-sois gilipo**as…en serio-sentenció Ela.
-¿has hablado con ella…?-le interrogué.
Negó con la cabeza apesadumbrado.
-no tengo huevos…
-deberías hacerlo…
-¿y que la digo…y has visto a los tres tíos que van con ella?…me matarían.
-merecería la pena…
-¿estáis tontos…?-definitivamente había sido pésima idea traerla con nosotros.
-ofrécela trabajar de doble de Eva en la película…
-no puedo…la veo y me tiembla todo tío…
-échale huevos…-le insistí- el no ya lo tienes… ¿y si acepta…? ¿Te lo imaginas…?
-cada noche tío…cada jod*d* noche.
-¡maricas…!-graznó Ela poniéndose en pie dirigiéndose a la mesa de la rubia.
El director se encogió como queriendo que la tierra lo tragase, yo como mero espectador observé divertido la escena. Ela se acercó a ellos y tras decirles algo la reconocieron, tras un pequeño revuelo, saludos y besos de presentación y algún que otro selfie con la diva, por fin Ela se sentó junto a ellos y empezó a hablar con la rubia misteriosa.
No sé qué le estaba contando, pero pronto la rubia lanzó una mirada al director que seguía aco*onado a mi lado mirando a todos los lados menos a la rubia.
Poco después se levantaron las dos y se acercaron a nuestra mesa, acerqué una silla vacía de otra mesa para que se sentara la rubia, el director me fulminó con la mirada.
-chicos…os presento a Tania… este es Rober y ese otro es el rajado que no se atreve a hablar contigo…-dijo sarcástica mientras tomaba asiento.
Me puse en pie y la di la mano y un par de besos en las mejillas. El director todo ruborizado hizo lo mismo, después nos sentamos todos.
-bien…-empezó Ela- Creo que querías decirle algo a Tania…-miró al director.
La chica lo miró fijamente, el tío no arrancaba.
-que no muerdo…-le animó divertida.
Echándole valor, el director le contó, primero a trompicones, lo de la película, cuando terminó suspiró aliviado.
-¿quieres que haga de extra en una película…? ¿La doble de Ela en moto? ¿En serio? ¿Por qué yo…?
Permaneció mudo.
-creo que le gustas mucho…-dijo Ela maliciosamente.
La chica comenzó a reírse con ganas, el pobre director se empequeñeció aún más.
-jod*r Ela…-la reprendí.
-le conozco de vista…-habló la rubia- nos vemos muchas veces por aquí de curvas, me sonaba la cara de algo, pero no lo relacionaba con que fuese ese director de cine.
-¿Qué te parece la idea…?-intervine.
-no se…no soy actriz ni nada de eso…me da un poco de corte.
-te pareces físicamente….-aprecié mirándola.
-¡que va…!pero si Ela es más alta…
-a Ela no…a Eva-dije serio.
-¿Ela…Eva…me estáis vacilando?-protestó.
Entonces para nuestra sorpresa el director se irguió en la silla y con tono claro se dirigió a ella.
-tienes que ser tú…-sentenció- Rober y yo estamos de acuerdo, das el tipo, te necesito en mi película, lo harás genial.
Me convenció hasta a mí.
-a mí también me gustaría que lo harías…-por fin nos apoyó Ela.
La carita de la rubia se puso seria y pensativa, estaba dudando.
-se cobra bien…-aseguró el director- además podrás conocer por dentro el mundo del cine y hasta viajaremos al extranjero para rodar, será por lo menos divertido.
-vale…me habéis convencido…lo haré…espero que todo esto no sea una estúpida broma…
-puedes estar tranquila…-afirmó Ela- te doy mi palabra…lo único que debe preocuparte es de que no te mojen las babas que este idiota ira dejando a su paso cada vez que te vea…
-jod*r Ela…no te pases- la volví a regañar.
-era broma…-se defendió.
La rubia estaba a un paso de recular.
-¿no tendré que…?-empezó a decir visiblemente irritada.
-nada…ni pu*o caso a esta loca…-habló el director- solo quiere joderme, te aseguro que la propuesta es totalmente seria y honrada, debería haber ido yo a hablar directamente contigo, pero no me atrevía, te he visto muchas veces y es cierto que me gustas, pero ni nos conocemos, no tiene nada que ver lo uno con lo otro…por favor créeme.
La rubia nos miró a Ela y a mí, asentimos los dos con un gesto.
-mira…-dijo Ela- dame a mí un teléfono de contacto y cuando vayamos a empezar a rodar se pondrá en contacto la gente de la productora contigo, yo me encargo.
No estaba del todo convencida, así que Ela se levantó de la mesa y la hizo un ademan para que la siguiese y charlasen las dos solas.
-hazme un favor…-me pidió el director totalmente serio- a la vuelta déjamela de paquete a mi ¿vale?
-toda tuya…-levanté las manos en son de paz.
-¿sabes volver solo a tú hotel?
Asentí.
-pues eso…
-6-
Por fin llegó el gran día, me desperté temprano y tras ducharme y afeitarme me puse la ropa más formal que tenía para la gran reunión con los productores, desayuné en la cafetería del hotel y esperé a que llegase el taxi que había pedido en recepción, demasiado nervioso para conducir la moto por el tráfico madrileño.
Estaba un poco intrigado, ayer en cuanto salimos de regreso a Madrid perdí el rastro del director y Ela a la cuarta curva, deseaba que no la hubiese puteado demasiado, pero viendo la vergüenza que lo había hecho pasar con la rubia…no lo tenía nada claro, en pocos minutos me enteraría de todas formas, así que lo dejé correr.
El taxi me dejó en las oficinas de la productora, un alto edificio moderno en pleno centro, tras localizar en un mapa en que piso estaba cogí un ascensor, iba cinco minutos tarde.
Una secretaria muy mona me hizo pasar a una pequeña sala de reuniones donde ya estaban todos charlando y revisando papeles, me excusé por el retraso y tomé asiento junto a Ela.
Me ofrecieron un café que acepté y como ya nos conocíamos todos empezó la negociación. Pensaba que iba a ser dura, pero allí todos parecían estar encantados, los productores, el serio y el salido, me felicitaron por el nuevo giro en el argumento y se mostraron dispuestos a empezar cuanto antes, además, visto el inesperado final, si funcionaba en taquilla tenía grandes visos de realizarse una secuela.
A mí eso me la sudaba que no veas, yo solo quería hacer esta, tal y como había escrito y rogar que Eva, allá donde estuviera, fuese al cine, y entendiese el mensaje que pretendía transmitirla.
El director quiso que participase activamente en la película como asesor, ya lo habíamos hablado, acepté, Ela se mostró entusiasmada de protagonizarla, los productores veían claramente negocio, el contrato estaba en regla, firmé.
Los productores insistieron en celebrarlo con una comida, no podíamos negarnos, nos llevaron a otro restaurante ultramoderno que tan poco me gustan, pero hoy era una ocasión especial, así que me relajé e intente disfrutar de aquellos extraños y diminutos platos.
Ela y el director se dirigían miradas un poco hostiles, en cuanto pude me enteré de lo de ayer.
-se lo pensará dos veces la próxima vez…-me aseguró divertido- creo que se meó.
Intentando contener la risa traté de seguir comiendo con naturalidad.
Cuando por fin salimos del restaurante, bastante tarde y un poco cocidos, quisieron alargarlo con unas copas, yo me excusé como pude y logré que me dejasen volver al hotel a descansar, ya había tenido suficientes emociones por hoy, solo quería sobar bien y mañana prontísimo regresar a mi casa. Virginia me giño un ojo y se relamió los labios cuando entraba en el taxi, por si acaso, deje instrucciones en el hotel de no ser molestado.
-7-
Regresé a casa sin contratiempos y ya solo quedó esperar a que todo comenzase, fueron tres largos meses, de soledad, preocupación constante por el destino de Eva y de impaciencia, cuando por fin recibí la llamada del director avisándome que empezaba el rodaje respiré tranquilo, en todo este tiempo Acme no había dado señales de vida y eso era muy mala señal.
Los meses de rodaje fueron un coñazo absoluto, no tenía ni idea de que fuese tan aburrido y estresante, repetir y repetir veinte veces la misma toma, esperar horas a tener la iluminación adecuada para una escena, el equipo que fallaba…no podía negar que el director se tomaba muy en serio su obra, pero es que a veces me daban ganas de estrangularlo.
Rodamos en el mismo puente donde la conocí, construyeron un decorado que era prácticamente igual que mi casa, muebles y todo, el jardín, principal escenario de nuestras cenas juntos estaba clavado…si Eva veía la película no creo que pudiese tener ninguna duda.
Por si acaso, presté mi propia moto para el rodaje, esperaba que recordase mi matricula.
Tania que al final aceptó doblar las escenas de motos de Ela en la película lo bordó y con aquella peluca negra y sobre una kawa realmente me parecía estar viendo a Eva, el director mejoró mucho su humor durante el rodaje cuando consiguió por fin que Tania aceptase una invitación para cenar con él.
Viajamos a Colombia para rodar la escena final de la película, quedó tal y como yo quería, e incluso hice un pequeño cameo en el que se me veía perfectamente la cara para que Eva me reconociese, celebramos el final del rodaje allí mismo con una fiesta latina, no baile salsa, pero casi acabo con las existencias de ron del local, me tuvieron que llevar al hotel perdidamente borracho.
Me contaron al día siguiente en mitad de una terrible resaca que el director triunfó finalmente con Tania la pasada noche, me alegré mucho por los dos, hacían buena pareja.
Cuando aterrizamos en Madrid me despedí de todos, había hecho amistad con muchos de los chicos del equipo de rodaje, dejé a Ela para el final, últimamente la notaba extraña, nunca podría agradecerla bastante lo bien que hizo su papel, pero creo que se metió tanto en el personaje que al final creyó que era la propia Eva, y su comportamiento conmigo me estaba empezando a preocupar, el día de la fiesta, ambos borrachos, nos llegamos a besar, apasionadamente debo reconocer, y cuando reaccioné y me aparté de ella , se quedó hecha polvo, recé para que se olvidase de todo al día siguiente, pero no fue así, la noté triste y procuraba mantenerse lo más lejos de mí que pudo, sin embargo, en el vuelo de regreso se sentó a mi lado y se me quedó dormida agarrándome el brazo con la cabeza en mi hombro.
Me la llevé a parte a un rincón de la terminal de entradas antes de recoger el equipaje, me armé de valor y la pedí disculpas por el beso, bajó la cabeza, se me encogió el corazón, lo reconozco, pero debía zanjar el asunto aquí y ahora.
Le expliqué como estaban las cosas, no hubiese hecho falta, ella lo sabía perfectamente, así me lo hizo saber, fue ella quien me pidió disculpas, me quedé de piedra, me dijo que sentía envidia de Eva, a ella nadie la había querido de esa manera nunca, bueno, una vez sí, y fui yo, pero ella lo había jod*d* todo, me deseó suerte y se marchó conteniendo las lágrimas.
Atontado de oír aquello, me quedé allí plantado hasta que por fin la gente del equipo de rodaje me hizo gestos desde las cintas de equipaje, estaban saliendo por fin las maletas. No volví a ver a Ela, los guardias civiles de aduanas tuvieron la gentileza de registrar mi equipaje y a mí a conciencia, para cuando pude salir, ya no quedaba nadie del equipo en el aeropuerto.
Un poco decepcionado, me encaminé a la parada de taxis, mi tren de vuelta salía en dos horas.
Se tomaron su tiempo con el montaje y la postproducción, pero eso ya me importó menos, en cuanto regrese del rodaje de la película por fin empecé mi tan esperado y soñado viaje.
Metí la moto en un contenedor en el puerto de Valencia y casi un mes después la saqué del mismo en Argentina, bajé hasta tierra de fuego y luego puse rumbo al norte, hacia Colombia, tenía una cita.
No puedo explicar con palabras lo que significó aquel viaje en solitario para mí, solo puedo decir que cuando llegué a mi destino era otro Roberto quien llegó, más sereno, más centrado, más viejo quizás, pero me encantaba aquel tipo nuevo en quien me había convertido.
Aunque aquel viaje tenía una meta única y exclusiva, si las cosas no salían como yo esperaba, esta vez no me hundiría, me lo juré, seguiría viajando, hasta donde el de arriba quisiese que llegase, pero con una sonrisa verdadera en la cara.
-8-
Eva estaba de compras en compañía de dos compañeras de trabajo del hotel donde trabajaban, el gran centro comercial estaba atestado de gente, se sentía un poco agobiada, pero hacia mucho que no salía a entretenerse un poco, con las manos llenas de bolsas con ropa y zapatos, decidieron pasarse por la zona de restauración para tomar un batido helado y descansar las piernas, nada más sentarse dio un suspiro de alivio y se descalzó para masajearse los talones, le estaban matando aquellos tacones.
Mientras una compañera hacía cola en el mostrador, la otra hablaba por el móvil con su novio, ella se limitó a echar un vistazo por el lugar, rezaba para regresar cuanto antes al hotel.
Su mirada vagaba por entre la gente, aún tenía miedo de encontrarse con la cara de los asesinos de su compañera de piso, tranquilízate se dijo, nos has dejado ningún rastro, aquí no te encontraran jamás.
Echó un vistazo a la cartelera del multicine, no sería mala idea entrar a ver una comedia romántica que la levantase un poco el ánimo, sus pies también se lo agradecerían. Se sorprendió mucho al ver uno de los carteles, parecía reconocer algo en él, no estaba segura.
Su compañera regresó con los batidos y se enfrascaron en una conversación trivial, la otra colgó el móvil y se les unió también. Descansaron un rato y se animaron a dar otra vuelta por las tiendas, se levantaron de la mesa, cogieron las bolsas y se dirigieron a las escaleras mecánicas, Eva giró de nuevo la cabeza hacia el cartel…”ese puente….” Y entonces se le escapó el aire de los pulmones y dejó caer las bolsas de la compra que esparramaron su contenido por el suelo.
-¿Qué te ocurre Evita…?-preguntó una compañera mientras la otra se apresuraba a recoger todo del suelo.
-esperarme un segundo…-logró decir y salió corriendo hacia el cartel de la película.
Allí estaba, el mismo puente, una chica colgando de la barandilla por el lado exterior que daba al vacío, una gran moto blanca que reconoció al instante y la figura de un hombre con casco y ropa de moto acercándose a la chica.
Sus compañeras llegaron a su lado justo para sostenerla cuando le fallaron las piernas.
-¿te encuentras bien…?-preguntó una de ellas.
Eva asintió aun sin poder articular palabra y señalo el cartel de la película.
-es la nueva de Ela Diaz…dicen que está muy bien…pero no es para tanto…
-tengo que verla…-dijo por fin.
-pues entremos…yo tampoco la he visto-se apuntaron sus amigas.
-9-
Llegué a Cartagena de indias el día de la cita, la ciudad parecía muy animada y la gente abarrotaba las calles en aquel caluroso día, antes de nada me acerqué con la moto hasta el lugar de la cita para asegurarme de que sabría llegar por la noche, ya había estado allí durante el rodaje, pero nunca viene mal asegurarse, allí estaba, la gran plaza bajo el castillo de san Felipe de barajas, y la estatua de don Blas de Lezo, el gran héroe español olvidado y lugar de encuentro esta noche.
Saludé con un gesto a la estatua y di media vuelta, encontré mi hotel sin dificultad y tras registrarme y dejar la moto en el garaje, subí con las maletas a la habitación para asearme, estaba hecho un asco, me había dejado barba este último mes por pura vagancia, tenía que adecentarme para esta noche.
Salí a comer por la ciudad vieja y me relajé paseando por las calles, se me pasó el tiempo volando, aunque sabía perfectamente que los últimos minutos serían los peores, ¿habría recibido el mensaje Eva? ¿Vendría a la cita si lo hizo o me habría olvidado? Su carta me seguía infundiendo esperanza, pero ya casi había transcurrido un año, podría estar en china ahora mismo, o tal vez conoció a alguien y rehecho su vida…dejé de atormentarme, era inútil, pronto saldría de dudas.
De regreso al hotel vi aparcada una moto, era una v-strom 1000 blanca de matrícula española, menuda coincidencia, me dije a mi mismo, o tal vez no, me acerqué a verla de cerca y una sonrisa se pintó en mi cara, tenía una pegatina del coyote, y en vinilo negro ponía “maletas marca Acme”.
Miré a mi alrededor pero era inútil, no lo reconocería ni aunque estuviese justo detrás, pero me alegró que estuviese aquí, me imagine que él tampoco querría perderse el final de la historia, al fin y al cabo se lo había currado, quien sabe, igual lograba conocerlo en persona, no estaría mal, me gusta dar las gracias cuando corresponde.
Mucho más animado, me tomé una cerveza antes de regresar.
-10-
Me pasé las últimas horas tumbado en la cama, fumando y una vez más escuchando música, bendito sea el que la inventó, era la única forma de no pensar, los minutos se hacían horas, a las doce menos veinte de la noche me incorporé de la cama, me di un repaso frente al espejo y cogiendo el casco bajé al garaje.
La ktm arrancó una vez más a la primera y aunque estaba llena de mi*rda del largo viaje me siguió pareciendo preciosa, acaricie su depósito y la dije: Allá vamos mi niña.
Llegué con cinco minutos de adelanto a la media noche, aunque estaba prohibido, conduje la moto hasta detenerme justo bajo don Blas, volví a saludarle y le pedí suerte.
Las campanadas anunciaron la hora de la cita, desde una ventana no muy lejana Acme observaba la escena mientras daba pequeñas patadas al suelo y cruzaba los dedos.
Encendí un cigarrillo nervioso y esperé, la noche estaba en silencio, un minuto, había pasado ya un minuto, apuré el cigarro, un poco más, espera un poco más.
A los cinco minutos, empecé a desesperarme, ¿la ves? pregunté a Don Blas que permanecía con altiva mirada al frente, no me respondió.
Me apoyé sobre el depósito de la ktm, todo había sido en vano, tanto esfuerzo para nada…notaba como me iba derrumbando por segundos, al parecer no era tan fuerte como me creía, no me podía creer mi mala suerte.
Empecé a darme pequeños cabezazos contra el depósito, quizás por eso tardé en oír el ruido de unos ligeros pasos acercándose, alcé la vista y la inconfundible sombra de la silueta de una mujer apareció ante mis ojos, aún no podía ver su rostro, me enderecé y una palabra salió esperanzada de mis labios.
-¿Eva?
FIN
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- Registrado: 03 Abr 2012 09:26
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#135 Re: ¿HE VUELTO? NUEVO RELATO
Flipo, me gustan los tres finales, pero el que elegiría, por ser un tio romantico, sería el segundo
En cuanto al titulo, si se elige el segundo o el tercer final continuaría con "Volver a la vida", si se elige el primer final podría ser "Vaya Putada Macho", que no, que es broma, para el primer final propondría "El Misterio de Eva"
En definitiva, que me ha gustado un montón la novela y que me lo he pasado muy bien leyendote, muchas gracias por hacer que , a parte de tu amigo, del cual me alegro que esté mejor, nos entretuviéramos todos con esta historia
En cuanto al titulo, si se elige el segundo o el tercer final continuaría con "Volver a la vida", si se elige el primer final podría ser "Vaya Putada Macho", que no, que es broma, para el primer final propondría "El Misterio de Eva"
En definitiva, que me ha gustado un montón la novela y que me lo he pasado muy bien leyendote, muchas gracias por hacer que , a parte de tu amigo, del cual me alegro que esté mejor, nos entretuviéramos todos con esta historia
Paz Y Amor
- suzukijavivstrom
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#136 Re: ¿HE VUELTO? NUEVO RELATO
Compañero, me gustan los dos últimos finales. No sabría decirte cual más. Decisión dificil.
"…hacérselas pasar putas a tú exnovia es algo que no tiene precio…" esa frase me encanta, por que yo también disfruté "ese momento" una vez
VERSIÓN 1
¿Titulo...? "Para Eva, cuando al final la encuentre".
Si quieres el End titles theme para LA-PE-LI-CU-LA que se rodará, puede ser éste...:
https://www.youtube.com/watch?v=reXq8zvf6eo
VERSIÓN 2
¿Titulo...? "Puente sobre aguas turbulentas".
Si quieres el End titles theme para LA-PE-LI-CU-LA que se rodará, puede ser éste...:
https://www.youtube.com/watch?v=pAQMNRQqh0Y
Felicidades compañero, eres para mi un gran escritor.
"…hacérselas pasar putas a tú exnovia es algo que no tiene precio…" esa frase me encanta, por que yo también disfruté "ese momento" una vez
VERSIÓN 1
¿Titulo...? "Para Eva, cuando al final la encuentre".
Si quieres el End titles theme para LA-PE-LI-CU-LA que se rodará, puede ser éste...:
https://www.youtube.com/watch?v=reXq8zvf6eo
VERSIÓN 2
¿Titulo...? "Puente sobre aguas turbulentas".
Si quieres el End titles theme para LA-PE-LI-CU-LA que se rodará, puede ser éste...:
https://www.youtube.com/watch?v=pAQMNRQqh0Y
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V'sss & birras para tod@s.
Si te gustan las motos, nunca serás demasiado viejo para tener una, (mientras la salud te lo permita).
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- suzukijavivstrom
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#137 Re: ¿HE VUELTO? NUEVO RELATO
...por cierto, me acaban de llegar
Será un honor tenerte en mi biblioteca.
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No tienes los permisos requeridos para ver los archivos adjuntos a este mensaje.
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#138 Re: ¿HE VUELTO? NUEVO RELATO
Jod*rrrrrrrr!!!!...... Sulaco, te has lucido. Me encantan los 3 finales. Pero más el 2 y el 3................Y de ellos me quedo con el 2........
Para el titulo, uffffffff!!!!....a ver si se me ocurre algo.......que tal....."AMOR INDOMABLE"......¿o es un poco rimbombante?.....
Para el titulo, uffffffff!!!!....a ver si se me ocurre algo.......que tal....."AMOR INDOMABLE"......¿o es un poco rimbombante?.....
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#139 Re: ¿HE VUELTO? NUEVO RELATO
bueno chic@s,tras hablar con mi amigo, aunque le gustan el 2 y el 3 se queda con este ultimo...así pues el 3 es el final oficial de la historia.
se ha animado a proponer algun titulo:
LA RUTA DE LA VIDA.
RUTA HACIA LA VIDA.
LA RUTA DE MI VIDA.
tambien tenemos:
PUENTE SOBRE AGUAS TURBULENTAS
PARA EVA, CUANDO AL FINAL LA ENCUENTRE
AMOR INDOMABLE
VOLVER A LA VIDA
EL MISTERIO DE EVA
EVA
me dejo alguno...pero porfa... ya se que estamos jartos de elecciones, pero votad por alguno....
dejamos un tiempo para que decidais.
se ha animado a proponer algun titulo:
LA RUTA DE LA VIDA.
RUTA HACIA LA VIDA.
LA RUTA DE MI VIDA.
tambien tenemos:
PUENTE SOBRE AGUAS TURBULENTAS
PARA EVA, CUANDO AL FINAL LA ENCUENTRE
AMOR INDOMABLE
VOLVER A LA VIDA
EL MISTERIO DE EVA
EVA
me dejo alguno...pero porfa... ya se que estamos jartos de elecciones, pero votad por alguno....
dejamos un tiempo para que decidais.
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#140 Re: ¿HE VUELTO? NUEVO RELATO
por cierto suzukijavivstrom, vaya con los simon&garfunkel...que romaticos....
- suzukijavivstrom
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#141 Re: ¿HE VUELTO? NUEVO RELATO
Soy tan raro que me ponen los pelos de punta escuchar tanto https://www.youtube.com/watch?v=v2AC41dglnM como https://www.youtube.com/watch?v=s3gpCrosQW4tab escribió:por cierto suzukijavivstrom, vaya con los simon&garfunkel...que romaticos....
Entre ellos un mar de abanicos diferentes...
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#142 Re: ¿HE VUELTO? NUEVO RELATO
Tremendo!!!
Me engaché a la historia en la 3 o 4 publicación y no he podido dejar de seguirla.
Me han gustado mucho los dos último finales, el primero parece un poco precipitado. De todas formas me quedaría con el tercer final es el que más me ha gustado.
Te animo a seguir escribiendo, es una delicia leerte.
Muchas gracias.
Me engaché a la historia en la 3 o 4 publicación y no he podido dejar de seguirla.
Me han gustado mucho los dos último finales, el primero parece un poco precipitado. De todas formas me quedaría con el tercer final es el que más me ha gustado.
Te animo a seguir escribiendo, es una delicia leerte.
Muchas gracias.
- Jozemari
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#143 Re: ¿HE VUELTO? NUEVO RELATO
Yo tb voto por el tercer capítulo.
Está como más trabajado, más rebuscado y es digo de hacerlo película de verdad.
En cuanto al título, le pondría simplemente "El Puente".
Por qué?
Teniendo en cuenta que en los créditos aparecería una estrella famosa y un director también famoso, tendría buena acogida tanto del público como de la crítica.
Aparte de que es el detalle del cartel en el que se fija "Eva" para ir a verla y nos lleva al encuentro final.
Para todo el que haya leído este relato con el final n• 3, si vemos un cartel con la descripción que se hace (un puente, una chica colgando, un motero tratando de agarrarla, una moto "como la de la novela"...... todos sabríamos de dónde está sacada la misma.
Un abrazo muy grande y esperamos seguir leyendo tus relatos.
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Está como más trabajado, más rebuscado y es digo de hacerlo película de verdad.
En cuanto al título, le pondría simplemente "El Puente".
Por qué?
Teniendo en cuenta que en los créditos aparecería una estrella famosa y un director también famoso, tendría buena acogida tanto del público como de la crítica.
Aparte de que es el detalle del cartel en el que se fija "Eva" para ir a verla y nos lleva al encuentro final.
Para todo el que haya leído este relato con el final n• 3, si vemos un cartel con la descripción que se hace (un puente, una chica colgando, un motero tratando de agarrarla, una moto "como la de la novela"...... todos sabríamos de dónde está sacada la misma.
Un abrazo muy grande y esperamos seguir leyendo tus relatos.
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- andrea
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#144 Re: ¿HE VUELTO? NUEVO RELATO
El final 3
Y el título, yo pondría simplemente LA RUTA
Y el título, yo pondría simplemente LA RUTA
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#145 Re: ¿HE VUELTO? NUEVO RELATO
LA RUTA DE LA VIDA.
RUTA HACIA LA VIDA.
LA RUTA DE MI VIDA.
tambien tenemos:
PUENTE SOBRE AGUAS TURBULENTAS
PARA EVA, CUANDO AL FINAL LA ENCUENTRE
AMOR INDOMABLE
VOLVER A LA VIDA
EL MISTERIO DE EVA
EL PUENTE
LA RUTA
RUTA HACIA LA VIDA.
LA RUTA DE MI VIDA.
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PARA EVA, CUANDO AL FINAL LA ENCUENTRE
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VOLVER A LA VIDA
EL MISTERIO DE EVA
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#146 Re: ¿HE VUELTO? NUEVO RELATO
Hola:
ya he hecho la portada...a ver que os parece...solo falta el titulo...
https://photos.google.com/share/AF1QipN ... NsYzFXUzFn
ya he hecho la portada...a ver que os parece...solo falta el titulo...
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#147 Re: ¿HE VUELTO? NUEVO RELATO
no me quiero meter mucho....pero alguien dijo simplemente EVA para el titulo....y cada vez me gusta más....¿que os parece?
LA RUTA DE LA VIDA.
RUTA HACIA LA VIDA.
LA RUTA DE MI VIDA.
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PUENTE SOBRE AGUAS TURBULENTAS
PARA EVA, CUANDO AL FINAL LA ENCUENTRE
AMOR INDOMABLE
VOLVER A LA VIDA
EL MISTERIO DE EVA
EL PUENTE
LA RUTA
EVA
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RUTA HACIA LA VIDA.
LA RUTA DE MI VIDA.
tambien tenemos:
PUENTE SOBRE AGUAS TURBULENTAS
PARA EVA, CUANDO AL FINAL LA ENCUENTRE
AMOR INDOMABLE
VOLVER A LA VIDA
EL MISTERIO DE EVA
EL PUENTE
LA RUTA
EVA
- stromcio
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#148 Re: ¿HE VUELTO? NUEVO RELATO
Pues si te gusta Eva yo lo pondria en interrogante:
EVA?
Asi tiene la connotacion de busqueda y misterio a la que conduce el personaje
Buenisimo el cuento, gracias una vez mas
EVA?
Asi tiene la connotacion de busqueda y misterio a la que conduce el personaje
Buenisimo el cuento, gracias una vez mas
dame una palanca... y me apalancaré
- andrea
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#149 Re: ¿HE VUELTO? NUEVO RELATO
Yo también y la portada pega con ese títulostromcio escribió:Pues si te gusta Eva yo lo pondria en interrogante:
EVA?
Asi tiene la connotacion de busqueda y misterio a la que conduce el personaje
Buenisimo el cuento, gracias una vez mas
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#150 Re: ¿HE VUELTO? NUEVO RELATO
EVA?
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