Una máxima totalmente acertada que ha servido para enfocar, bajo mi punto de vista, lo que fue la XII Concentración Nacional V-Strom Club.
Esta es la crónica. Espero que os guste.
XII Concentración Nacional V-Strom Club… una concentración “diferente” !!.
En toda concentración siempre hay algún adjetivo que la identifica y distingue de las demás. En este caso el adjetivo bien podría ser “diferente”.
Porqué, se preguntarán quienes no pudieron asistir ??... pues ahí va la respuesta:
Emprendí viaje el miércoles 12 por la mañana y tras recorrer algo más de 600 km. por carreteras realmente “divertidas” (Alcañiz, Calanda, Monreal del Campo) llegué a Guadalajara.
Allí me esperaban Pilar y Miguel. Ningún viaje con ellos es monótono, siempre es diferente (su máxima es “al mal tiempo buena cara y a las penas puñalás”), una sonrisa y una buena palabra son algo que con ellos siempre tienes asegurado.

Hacer escala en Guadalajara no era casualidad. Ir allí significaba ir a disfrutar de la compañía de una pareja muy especial: Nieves y Juanjo.
Una tarde de charla, un café en buena compañía y una deliciosa cena preparada por la anfitriona son motivos más que suficientes para repetir la visita tantas veces como sea posible.

Pasadas las dos y media de la madrugada Nieves y Juanjo nos dejaban en el hotel (gracias por vuestras atenciones, por vuestra animosidad a pesar de los pesares -eso sí que os hace diferentes- y gracias, sobre todo, por vuestra amistad).
A las nueve de la mañana del jueves día 13 poníamos rumbo a Sevilla. Las obras, los ridículos límites de velocidad en algunos tramos, un convoy de camiones transportando aspas de molinos eólicos circulando a 20 Km/hora y un calor insoportable hicieron de ese tramo algo diferente. Lo que en condiciones normales se hace en unas seis horas, tardamos algo más de diez en recorrerlo.
Pero todo vale la pena cuando al final del día, ya en la capital hispalense, quién va a compartir unas horas contigo son otra pareja increíble: Cati y Mariano.

Con semejantes “guías” no hay más opción que disfrutar de un paseo por Sevilla.
El Guadalquivir de noche…

Unas tapas en “La Sacristía”…

Una espectacular vista de la Giralda mientras tomamos una copa en la terraza del hotel situado a escasos cincuenta metros.

Igual que ocurriera en Guadalajara, en Sevilla también nos acompañaron hasta el hotel bien entrada la noche. Y es que estas personas están hechas de otra pasta, son diferentes, no les importa que al día siguiente tengan que madrugar; sus amigos han ido a visitarles y por sus amigos se hace lo que haga falta. Sólo se me ocurre decir… “gracias por ser como sois” !!.
El viernes 14 salimos de Sevilla rumbo al puerto de Algeciras. La noche anterior también habíamos coincidido con Santi y Rosa (Coyote_menja_paminos y RosaCoyote) y la idea era vernos allí y embarcar juntos.
El viaje hasta Algeciras no tuvo mayor historia. Ya en el puerto coincidimos con algunos compañeros más que iban llegando: Goliath, Medusa, Jara, Jordina, Carri, Mar…

El embarque fue rápido y tras dejar las motos en la bodega fuimos a buscar una zona donde acomodarnos.


El ferry dejó atrás el Puerto de Algeciras y en cuestión de diez minutos pasábamos por el Peñón de Gibraltar. Entre bancos de niebla pudimos divisar el enorme “trozo de roca”.

Los motores se pusieron a plena potencia y en poco más de media hora ya divisábamos tierra ceutí.

Tras la entrada en el puerto, la ciudad de Ceuta nos daba la bienvenida.


Desembarcamos y justo en la salida del recinto portuario ya nos esperaba el “comité de bienvenida” (la organización no había dejado nada al azar).
Un breve recorrido por las calles de Ceuta y en menos de diez minutos aparcábamos frente al hotel de la concentración, el Tryp Ceuta ****


Nada más entrar fuimos objeto de una calurosa bienvenida por parte de Olga. Allí estaba la recepción que habían montado con Israel (Gaditanum) echando una mano en la logística, las bolsas de bienvenida, los carteles… pero ella, persona diferente donde las haya, dejó atrás por un momento todo aquello y nos dedicó la más amble de las sonrisas, el más efusivo de los abrazos y el más cariñoso de los besos. Con un recibimiento así sobraba todo lo demás.



Y “presidiendo” la recepción una invitada de lujo: la nueva V-Strom 650 ABS 2012 totalmente equipada. Sigo pensando que es una moto muy diferente a la versión anterior; pero que no ha perdido ni un ápice del espíritu V-Strom.

Tras los saludos tocaba quitarse el “traje de romano”, darse una ducha y ponerse ropa cómoda; así es que enfilé hacía la habitación que me habían asignado. Al entrar uno se percata que no falta detalle…

Cosas que pueden parecer banales; pero que hacen sentirnos “diferentes”.

Como eran ya casi las tres decidimos ir a comer. Acompañados por Paco (Baba) nos dirigimos a un mesón cercano donde saciamos el hambre y sed a base de “montaditos” de todo tipo y cerveza fresquita.
Tras la comida y siempre en buena compañía, un té diferente al que estamos acostumbrados a tomar normalmente… el típico “té a la menta”.

Entre charlas con los amigos, saludos a quienes iban llegando y un paseo por la ciudad (incluida una visita a la zona de playa) había llegado la hora de cenar casi sin darnos cuenta. Esto de no parar de comer es de las pocas cosas que no han sido diferentes.



Habíamos decidido que la cena sería en el mismo establecimiento donde se había comido (Mesón Don Mendo).

Al ser un grupo considerablemente numeroso prácticamente ocupábamos todo el local. Salvo algunos clientes “sueltos” el resto del personal pertenecía a la concentración.



Durante la cena, una típica y simpática “estampada de morritos”…

Algo diferente si tenemos en cuenta quién era “el destinatario” de los mismos.

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Después de cenar un paseo nocturno por la ciudad para finalizar en un bar/pub tomando una copa en compañía de los más “trasnochadores”.



Tras la copa, dormir en Ceuta también hizo que el resto de la noche fuera diferente.
El sábado por la mañana, a las nueve tal como estaba previsto, las motos se agolpaban delante del hotel y todos estábamos preparados para iniciar la ruta.

Aquí voy a hacer un inciso para hacer hincapié, una vez más, en que esta fue una concentración diferente. O si no, como se entiende que en una concentración del V-Strom Club haya tantísimas motos que no son de este modelo ??.













Quizás una frase que resume perfectamente esta paradoja podría ser “nos encantan las motos; pero lo importante son las personas”.
Tras el inciso, sigo…
La ruta daba inicio en el hotel y tras recorrer algunas calles de la ciudad y parte de la costa junto al Mar de Alborán hacíamos la primera parada en Benzú. Esta población está a unos siete kilómetros del centro de la ciudad y es el límite oeste con Marruecos.



Más cosas “diferentes” ??... pues un autobús esperando en plena carretera porque unas motos (las nuestras) ocupan el espacio donde debería estar parado.

Después de unos minutos en esta primera parada nos dirigimos hacia el

Tras recorrer unos tramos de curvas, prácticamente los únicos de la ruta “en carretera”, llegamos a nuestro destino y aparcamos las motos en plena zona de tierra-camino-ladera-pendiente-montaña (parking diferente donde los haya).


Allí nos esperaba un “tentenpié” preparado por la organización.



Entre las motos aparcadas destacaba la única V-Strom 650 ABS 2012 que había acudido al encuentro desde fuera de Ceuta. Otra diferencia, en esta caso importante, ya que ha sido la primera concentración nacional en la que un miembro del foro ha podido mostrar este nuevo modelo de moto.

Con buen sabor de boca (nunca mejor dicho) y tal como había explicado Baba, salimos hacía el Mirador de Isabel II para recorrer un breve tramo “curvero”.
Y tan breve… fueron exactamente cinco curvas !!.



Las vistas sobre Ceuta eran impresionantes y desde ese privilegiado emplazamiento se podía divisar la ciudad y las zonas montañosas que la rodean.

El mirador fue el lugar elegido para la foto de grupo; aunque en realidad se hicieron todo tipo de fotos… de grupo, de zonas, de zonas con gente de otras zonas, individuales, de parejas, de la organización…











Hasta hubo una foto “diferente”… foto de quienes echaban fotos (en algunos momentos había más gente fotogafiando que posando).

Una vez finalizada la “sesión fotográfica” otro tramo de carretera con curvas nos llevó de nuevo al centro de la ciudad pasando previamente a escasos metros de la frontera marroquí.


Un usuario de la vía un tanto diferente, jejeje…

El colorido de las casas hace que esta zona sea totalmente diferente a otras.

Paso por la ciudad y por la carretera que nos llevará al “Castillo del Desnarigado”.



Una vez en el Castillo, convertido ahora en museo militar, asistimos a una breve charla que nos ofreció el responsable del museo para a continuación iniciar la visita al mismo.









Qué hay de diferente entre estos dos carros ??... que en uno está MAC y en el otro no !!.



Espectacular vista de la costa desde el castillo.

Y no menos espectacular vista también desde el castillo… diferente, por supuesto, ya que no es habitual ver a nadie en la playa en pleno mes de octubre.

Tras una amplia y extensa visita al museo abandonamos el Castillo del Desnarigado para dirigirnos al restaurante donde tendría lugar la comida… el Restaurante Oasis en el Monte Hacho.
Antes de entrar y para dar tiempo a que la organización ultimara algunos detalles en el interior del restaurante, aprovechamos para visitar un mirador cercano y tener la posibilidad de ver Ceuta “desde otro lado”.



Restaurante Oasis.

En el interior todo estaba preparado. Las mesas...

Los regalos para el sorteo (en esta ocasión la diferencia estaba en que el sorteo se realizaría después de comer y no después de cenar como hasta ahora había sido habitual)...


La comida estuvo inspirada en la cocina marroquí... platos "diferentes" y con mucho contraste de sabor. Quienes no habían probado este tipo de comida quedaron realmente sorprendidos.

Un par de imágenes de los comensales...


Al final no faltó el “té a la menta”, en esta ocasión servido por el camarero con total maestría.


Después del té, el sorteo !!.
De la mano de Olga, Mónica y Jubileta pasamos un rato de lo más agradable. Entre bromas, risas y buen ambiente los regalos fueron llegando a todos y cada uno de los asistentes.



Y como colofón, por seguir con aquello de las diferencias… “la danza del vientre”.

A la salida del restaurante, al ir a coger las motos para regresar al hotel, observamos la presencia de uno seres diferentes, extraños, a los que sobre el caso les habían brotado sendas orejas. Aquí uno de esos seres.

Antes de subir al hotel algunos decidimos tomar un café en la terraza de un establecimiento cercano.

A medida que iba pasando la tarde la gente se fue marchando paulatinamente… había que prepararse para la cena.
A partir de las nueve y media los asistentes a la concentración empezaron a hacer acto de presencia, con un notable cambio de “look” respecto al que se había lucido durante el día.





El lugar elegido para cenar fue el
M E S O N
R E S T A U R A N T E
A L B E R T O






Buscar adjetivos para describir la cena es complicado. Podría “abusar” diciendo que fue diferente; pero eso no daría idea de la realidad. Una cena magnífica. Entrantes variados a cual más original y sabroso que hicieron muy difícil poder acabar con el segundo plato. Segundos a base de carne o pescado. Todo regado con buen vino o bebida a elegir. De postre, surtido de dulces y pastelitos de la casa. Para finalizar, café y copa. Quién no quedó satisfecho fue porque no quiso !!.


Durante la cena Olga aún nos deleitó con alguna sorpresa más: el sorteo de dos monedas ceutís donadas por una joyería que colaboró con la organización y la entrega de unos detalles en metacrilato.
Al finalizar y como "guinda" a un día perfecto, acabamos dando una vuelta por la zona de las murallas (imagen nocturna diferente e increíblemente bella donde las haya) y tomando una copa en “El Santuario”, local emplazado dentro de dichas murallas.




Todo lo bueno se acaba y la noche pasó volando.
El domingo 16, por la mañana, empezó el desfile de motos hacia el puerto. Abrazos, despedidas y un “hasta siempre” eran los recursos más utilizados. Esto, desgraciadamente, no fue diferente a otras ocasiones. Costaba marcharse; pero en estos casos sólo cabe pensar que habrá una próxima vez.


El ferry zarpó puntual, a las 10:30 horas, con la mayoría de asistentes a la concentración embarcados en él.
Motos bien fijadas en la bodega, salida del puerto y rumbo a la península.


Habían transcurrido apenas treinta minutos de navegación cuando ya se divisaba el Peñón de Gibraltar, esta vez en viaje de vuelta.

Atrás quedaba Ceuta y atrás quedaba la XII Concentración Nacional del V-Strom Club. Pero nos llevamos todo lo vivido durante el fin de semana y el sentimiento de haber disfrutado de algo diferente, excepcional, único.
Y también nos llevamos la admiración y el respeto hacia la persona artífice de todo lo que hasta aquí se ha descrito… nuestra queridísima Olga.

Gracias por todo !!.

"GENTE ASI, SOLO AQUI "