Tenía claro que debía mejorar, al menos, dos cosas respecto al viaje del año pasado. La planificación de las rutas y el equipo fotográfico, junto a mis pobres dotes de fotógrafo.
La una, porque fue totalmente caótica. Organizaba las rutas de cada día mientras hacía el “petit dejeneur” en el Hotel, mirando un mapa de Suiza sin acordarme de la mitad de los puertos y “planificando” las rutas chapuceramente. Este año me había empapado de mucha información, y lo más importante, con mucha antelación. El GPS también sería importante. Cambié el viejo TomTom One por un Garmin Nuvi 1490T al que se le podían insertar las rutas realizadas mediante ITNConverter (¡¡¡maravilloso invento!!!), pantalla de 5", Bluetooth,y, llamadme anticuado, también estudié las rutas en dos mapas de carreteras de la zona.
El Nuvi, una maravilla. Por cierto, tengo la prueba testifical e irrefutable de tener la Vstrom más rápida del mundo y del extranjero. Véase la velocidad máxima registrada por el navegador:

Y juro que no pasé ni de 145 km/h. No sé que le pasó al GPS.
La otra cuestión, la fotografía, también debía evolucionar. Cuando regresé el año pasado, a la semana siguiente me fui a una tienda de fotografía y compré una Reflex digital, concretamente un modelo sencillo y económico, una Sony Alpha 230, pero que para un cenutrio en fotografía como yo, resultaba adecuada. La pequeña compacta Nikkon Coolpix que me llevé el año pasado, se quedaba corta para los paisajes inmensos de la zona. Esta vez sería la compacta en la solapa y la réflex en una riñonera que encontré en el Decathlon, de fácil acceso, y en la que podía llevar la cámara, una batería de repuesto y un par de filtros.
Solo una reserva de hotel, la de la primera noche, pues tras el palizón de autopista no me apetecía tener que buscar hotel o dormir en la tienda. Tienda que decidí llevarme, puesto que siendo temporada alta todavía y sin reservas previas, fácil sería que tuviera que dormir en un camping.
La distribución del equipaje quedaría así.

La comida, cuidadosamente planificada, me la llevé de casa junto con la marmita (jejeje-léxico de la mili-jejeje), el hornillo, los cubiertos, botella de aluminio y la taza de campaña. Maleta izquierda de la moto.
Ropa. La justa. Mudas además de algo por si cenaba fuera o daba un paseo. Toalla secante Decathlon, “necesser” con higiene personal. Maleta derecha de la moto.
Tienda de campaña, saco de dormir, bombona de recambio, manta de campaña, luz frontal, luz lamparilla y mini manta de recambio, en una bolsa negra de deporte, colocada en el asiento en la plaza del copiloto y sujeta con una red elástica.
Colchoneta autohinchable sujeta con un tensor sobre el baúl posterior.
Guantes de invierno, traje de agua, grasa cadena, sotoguantes, chaleco reflectante, forro interior de la chaqueta, forro interior de los pantalones, carpeta con las planificaciones y direcciones hoteles, kit repara pinchazos, neceser con todos los cargadores de toda la electrónica y alguna cosa más en el baúl.
Sobre el depósito, el porta mapas de bici con imanes que hice el año pasado y que me hizo perder muchísimas fotos. No quiero llevarme la bolsa sobre depósito. La idea es, si paro, tener que llevarme conmigo el mínimo de cosas. Si me roban la bolsa con la tienda y demás, pu*ada, pero mal menor. Además, tenía pensado vivir en la moto prácticamente.
No sé qué hacer. ¿Me llevo la chaqueta de verano para el viaje de ida y para el de vuelta?. Ya sé que en los Alpes no me va a hacer ninguna falta, pero los 1000 kms a pleno día por el litoral mediterráneo a 35ºC. Buff. Decidido. Me la llevo. Bien plegada en el baúl y con las protecciones desmontadas y repartidas por las maletas.
Dinero y tarjetas. Las tarjetas de crédito con chip funcionan a la perfección en Francia para repostar, pagar peajes y hacer compras. Meeeeeec!!!!. El año pasado, las pasé canutas por culpa de la tarjeta VISA con chip que me hizo la vida imposible. Así que este año, me llevo dos visas y dinero en metálico.
El dinero en la cartera y, recordando los consejos de mi abuelo, pongo 300 euros dentro del porta documentos con la documentación de la moto, separados del resto, “por si acaso”. A su vez, el portadocumentos en el bolsillo de la chaqueta de invierno.
A dormir, que mañana hay que madrugar. Hora prevista de salida: 06:00 A.M.
Dia 1: Casa – Mónaco- Brescia (Italia) – Total: 1.010 kms

La etapa de hoy no promete absolutamente nada. Autopista desde casa hasta Brescia. Me he impuesto el límite de 1000 kms. Más no quiero hacer. Cuando salgo a las 06:30 horas se está fresco, unos 16 ºC y previsión de buen tiempo. Llevo la chaqueta y el pantalón de invierno sin forros. Carretera y manta.
Sobre las 12.30h el calor ya se hace insoportable. Paro en una área de servicio francesa y cambio la chaqueta de invierno por la de verano. La de invierno bien plegadita, reducida a la mínima expresión y al baúl. Los documentos de la moto. ¿Dónde los meto ahora?. En el bolsillo lateral de la bolsa donde va la tienda de campaña.
A las 13.00h ya estoy oficialmente hasta las narices de autopista y a la altura de Mónaco decido salir, dar una vuelta por el principado y seguir unos cuantos kms por el litoral.
Mónaco, es Mónaco. Y como cantaba Supertramp, “Crisis? What crisis?” ….



Dejo el Principado y sigo por la bonita carretera que recorre el litoral y que deja imágenes como esta.

Italia, por fin

En Ventimiglia (I) me reincorporo a la A10, Autostrada dei Fiori. En la máquina del peaje no sale el ticket, y los italianos del Fiat 500 y del camión de detrás de mí, me pitan y me hacen gestos para que continúe. Joooo*er!! Benvenuto a la Italia!! Aprieto el botón para comunicarme con el de la autopista, éste no me responde y me abre la barrera directamente. Avanti, avanti!!! No me convence, pero continuo la marcha ante la presión de media liga revolucionaria que tengo detrás.
La Autostrada dei Fori es estrecha, sin arcenes, con dos carriles y serpenteante. Llénala de italianos al volante y ya tienes la nueva versión de cualquier videojuego de conducción.
Pasadas un par de horas me paro en una área de servicio a hacer pipi. Dejo la moto aparcada delante de los servicios, cojo el GPS, las llaves y entro en el baño. Tardo lo que tardamos los hombres en hacer pis. Cuando salgo veo que uno de los bolsillos laterales de la bolsa donde llevo la tienda está abierto y asoma la manta, miro en el otro bolsillo lateral y este está rajado con una navaja o algo similar. Y de golpe, me viene la imagen de cuando dejé la documentación de la moto y el dinero en ese bolsillo. Me acaban de robar. Y nada menos que la documentación de la moto. El dinero es una p***ada inmensa, pero ¡!!los papeles!!! Que me quedan seis días de viaje y pasar por tres países!!!!!.
En la gasolinera no hay cámaras y nadie ha visto nada, lógicamente. Cuando llevo unos 140 kms de autopista, debo enlazar con la autopista A21 que va a Brescia, en el peaje, la mujer de la cabina, me pide muy amablemente el ticket. Le cuento todo lo ocurrido y cuando me pregunta donde he entrado le digo la verdad, la primera entrada en Italia, Ventimiglia.. La mujer me mira con la cara que se mira a un pobre perro abandonado, y me dice “No, Arenzano" (está a unos 5-6km del peaje), me cobra 1’30 euros y me sonríe. Aún hay personas entre los seres humanos. Llego a Brescia, y voy directo a la comisaría a denunciar. El carabinieri de la puerta, muy majo él, me da conversación mientras me espero a que el funcionario correspondiente me coja declaración. Éste cuando se da cuenta que mi segundo apellido es italiano, me suelta que no lo hablo muy bien, con tono de sorna y que estas cosas les pasan a los turistas incautos. No te j*de!! Tendré acento del Piamonte si te parece. Es igual. Dame la denuncia que me quiero ir al hotel a dormir y mañana, pese a todo, me espera el Stelvio, y eso, quieras o no, compensa.
Dia 2: Brescia – Lago Iseo – Passo Bernina (CH)- NationalPark Schweirz – Pass dal Fuorn- OffenPass - Passo dello Stelvio – Bormio - Passo Gavia – Passo del Tonale –Cles – Merano. Total : 479 kms.

Diana a las 6:45 horas, para desayunar a las 07:15h y salir como muy tarde a las 08:00 horas y encarar la zona alpina. Salida de Brescia y de un hotel bastante soso, con una prima colazione (desayuno) justito, casi escaso. La carretera que lleva hasta Sondrio pasa por la orilla del lago Iseo. La carretera es de dos sentidos y un solo carril en ambos. Doble continua en casi todo el recorrido. Pendiente pronunciada, lo que hace que los camiones vayan bastante lentos. Largos túneles, de unos 5 o 6 kms, sin ventilación y casi sin iluminación. Tengo la mala suerte de encontrarme con tráfico lento por culpa de dos inmensos camiones, seguidos de unos 8 o 10 turismos. No hay más remedio que aguantar la cola y la peregrinación a unos 50 o 60 km/h túnel tras túnel. Bueno a nos ser que, como el Fiat Punto que iba detrás mio, tengas prisa y decidas adelantar la larga cola antes descrita, dentro de un túnel sin iluminación, ni visibilidad y con doble linea continua.
Porque en este punto hay que hacer alguna aclaración. La linea continua en Italia está pintada en el suelo, y se respeta, excepto en los siguientes casos:
- Cuando el italiano traza la curva. Inexorablemente, invadirá el carril contrario. La derecha es suya. Pero, y que quede claro, todas las derechas son suyas.
- Cuando el italiano tiene prisa. No hace falta ninguna explicación más. Se adelanta y ya está.
- Cuando el vehículo que precede al vehículo italiano va más lento que éste. Lógicamente el criterio de lento o rápido será el que dicte el conductor "adelantante".
Algunas vistas del lago Iseo.


Desde esta zona ya entramos en zona alpina pura y dura. El passo Bernina no tuve ocasión de hacerlo el año pasado, así que junto al Stelvio y al Gavia , que había incluido en la jornada de hoy, les tenía especiales ganas.
Passo Bernina. El tiempo va aguantando, pero ya sabemos, que eso en los Alpes no quiere decir nada.


El lago Bianco, en la cima del Passo del Bernina. ¿Lago Bianco? curiosamente el agua es de color verde turquesa. ¿O es azul turquesa?


Un helicóptero despegando del Ospizio. No había pasado nada, sencillamente hacen controles rutinarios en algunos puertos, según me comentó un suizo.


Después de pasar el Bernina, voy de St.Moritz (sin entrar) a Zernez por el parque Schweizer y por el passo dal Fuorn, para así encarar la zona del Stelvio.
Pass dall Fuorn

En la zona de Pratto dello Stelvio, justo antes de empezar el puerto, me detengo ante una casa con huerto y demás que llama la atención. El personaje que vive ahí, no tiene desperdicio. Pinta de hippie de los 70 que ha probado, o mejor dicho, abusado de todos los psicotrópicos conocidos. Me habla a gritos, aunque en tono simpático, en una mezcla de italiano, alemán e inglés, y me dice que tengo que pagar un euro para fotografiar los totems y demás historias que tiene el tío expuestas. pago encantado, claro. Va descalzo y huele como una mofeta atropellada. Así que cuando me ofrece visitar el interior de la casa, que dice que es un museo, declino la invitación y sigo ruta. No me extrañaría que los huesos que tiene colgados fueran humanos....

Observad que su coche también está pintado.


Y empezamos la ascensión al Stelvio. Justo cuando hice la foto de este hotel, al reprender la marcha, me cruzo con un grupito de 4 o 5 motos, entre las que hay una V roja. Nos saludamos y cuando miro por el retrovisor veo que tienen matrícula española. Anda!! Los primeros españoles que veo en todo el viaje, y encima hay una V.

El Stelvio lo tenía mitificado. Y eso es peligroso, porque crea expectativas. Pero solo puedo decir que NO DECEPCIONA. Conforme vas ascendiendo vas teniendo a tu izquierda una vista gigantesca, que te empequeñece y que debes dejar de mirar pues los tornanti se suceden. Paras aquí para hacer una foto pero un par de curvas más adelante vuelves a parar por que tienes una vista mejor. Espectacular. Ojalá las imágenes que he intentado captar transmitan , aunque solo sea una pequeña parte, su magnitud.



El próximo que se queje que la V no tiene bastante potencia, bla, bla, bla, bla .....





Certificado. De éste si. De l'Stelvio, foto, parche y adhesivo.


Imagen de un tornanti, con una BMW GS.

Cuando se viaja a los Alpes hay tres cosas que saldrán, tarde o temprano, en alguna fotografía:
- Iglesias
- Vacas
- BMW's
Empalmo con el Passo Gavia. Allí me encuentro con tres vascos de Bilbao, los Txinboriders (http://www.txinboriders.org) con los que hago la bajada del Gavia. Si teneis ocasión visitar su foro y deleitaros con las fotografías (de muy buena calidad) que han colgado para esta crónica. Un saludo desde aquí.

La verdad es que no lo tuve muy claro en este puerto, entre estrecho, llovizna, niebla y que no hay protecciones en el lado del precipicio. Precipicio de infarto, todo sea dicho.
Además, para añadir más adrenalina, están las llamadas galerías, que son los "semitúneles", en los que entras totalmente a ciegas, donde acostumbra a haber agua en el suelo y casi seguro una curva de 90 º.
No me gustó, pues me tuve que concentrar mucho en la conducción y casi nada en el paisaje.
En el desvío de Ponte di Legno, nos despedimos y ellos siguen por su ruta y yo la mía. Agur!! Buen viaje.
Sabio consejo

Y final de ruta. Merano. Noche en el camping del mismo nombre, que se encuentra a las afueras de la ciudad pero casi dentro de ésta, por lo que la oferta de restaurantes y servicios es completa. Muy correcto y los precios también. 18 euros noche moto, tienda y una persona.

Como un compañero firmaba en el foro, “Yo también He sobrevivido al Stelvio....”
Dia 3.- Merano – Passo Giovo – Passo Pennes – Sarentino- Bolzano – Passo Costalunga- Vigo di Fasa – Passo Rolle – Tonadico – Passo Cereda – Agordo – Passo Giau – Passo Valparola – Passo Gardena- Passo Sella – Passo Pordoi – Passo Falzarego – Cortina d’Ampezzo – Dobbiaco. Total: 448 kms.

Me levanto muy temprano, sobre las 06:45 h. Ventajas e inconvenientes de dormir en el camping. Por la noche, me quedé frito al momento después de cenar y darme una ducha de carreras. Estoy un poco hecho polvo pues no he dormido tanto como quisiera. A las 00.30 h aproximadamente me desperté por culpa de tres freakis (dos hombres y una mujer) que no paraban de hablar y armar escándalo. Oí las cremalleras de todas las tiendas de alrededor, pero nadie les llamó la atención. Si esto fuera España ….
A las 7.30 h , check out del camping y ruta para afrontar la etapa más ambiciosa y más dolomítica de las que llevo hasta ahora.
El tiempo no pinta mal, aunque en estas latitudes esto no significa nada.

Salgo de Merano, cruzándolo longitudinalmente.
Esta parte de Italia, no es Italia. Esto es el Tirol. O sudTirol como le llaman los germanoparlantes. Alto Adige para los italianos.
Todo está rotulado en alemán, con una minúscula traducción en italiano debajo. Es el idioma dominante. Cuando te diriges a ellos en italiano, enarcan las cejas y levantan la nariz, como diciendo, no, no. Perdón. Nein, nein.


La parte de Merano que cruzo es bonita. De claro estilo tirolés o austríaco.


Cuando llevo unos kms, decido parar a tomar un café con leche en un pequeño, bonito y acogedor bar de carretera. Dentro, me atiende una camarera rubia, con ojos azules, piel blanca y aspecto de lanzadora de peso de la antigua República Democrática Alemana (DDR o RDA). La conversación:
. Guten morgen
. Bon giorno. Café e latte, prego.
. Wie gesagt??
. Café e latte, prego?
. Nnnnn?
. Coffe with milk, please?
. Yes, sir.
¿Esto es Italia todavía, no?

Un café con leche buenísimo, la verdad. Continúo la marcha y al iniciar el ascenso del Jaufen Pass, en la primera curva cerrada de derechas, me aparece por mi carril, pegado al arcén de mi derecha, un hijo de Satanás con un trail, parece una Transalp antigua, con los retrovisores naranja fluorescente. Imaginaros si va por mi derecha, que por una fracción de segundo pienso que la manera más fácil de esquivarle es irme yo a la izquierda, ¡!!a su carril!!!. Veo el choque frontal. Lo veo en cámara lenta, y finalmente, a menos de dos metros pegamos sendos bandazos, casi saliéndome yo por mi arcén DERECHO y él susodicho hijodeKlauss volviendo a su carril. Que susto!!!! Exceptuando una vez, hace muchos años que, subiendo a Sant Hilari de Sacalm , un tio con una ZXR roja y negra hizo un recto y pasó a dos dedos de mi moto, es la vez que peor lo he visto. El susto me dura un rato, ahora ruedo acongojado y no trazo nada a gusto, sobre todo las ciegas de derechas. Durante los próximos 7 días, cada vez que pare en un sitio donde haya motos, miraré si veo al de la Transalp de los retrovisores naranjas.


Encima para coronar el puerto tengo que sobrevivir a una niebla muuuuy espesa.

Cuando entro en la zona de los pimeros Passos, Passo Giovo , Passo Pennes, Passo Costalunga me parecen passos de lo más “normales”, parecidos a los de los Alpes suizos o franceses, a excepción del bonito lago Carezza (Karersee) que merece una parada y un montón de fotos.


La prueba que el Passo Pennes existe:

Y juro por lo más sagrado que existe el Passo Furcia. Lo juro!!!!
Por el camino van quedando vistas y pueblos bonitos:




Cuando empiezo el Passo Rolle, ya se adivina algo diferente. El paisaje tiene algo inusual.

Los altísimos abetos, las rocas y finalmente, cuando lo coronas, se abre para dejar ver esto:




Lo mismo ocurre con el Passo Giau. Hay que ir con cuidado en la subida. Espontáneos!!

Mientras vas subiendo, algo del paisaje se adivina.

Arriba, descubres todo esto:








Sigo la marcha con el día feo de narices. Cuando llego arriba del Passo Falzarego, intento hacerle, discretamente, una foto a una pareja italiana (chico-chica) que iban delante mío en sendas BMW F800GS. Que envidia más sana verles!!!.

Y lo hago con tal disimulo, que la chica me pilla de lleno y yo, para disimular, le pido que me haga una foto delante del cartel del Passo (Tierra, trágame!!).

Cuando arrancamos los tres, y iniciamos la bajada del Falzarego, cae una tromba de agua brutal. Cuando voy a pararme para ponerme el traje de agua, la chica me hace señas para que continúe, como si aquello fuera pasajero. Infeliz de mí, le hago caso. Creo que son los 20 minutos en los que más he visto llover en mi vida. Me cae el agua desde los calzoncillos hasta dentro de las botas, no veo tres en un burro y la temperatura ha caído en picado. O sea, que encima me estoy congelando.
Y me quedan unos 130 kms por recorrer.
A hacer puñetas!!!. Ruedo unos 20 kms más y me paro en Colfosco. Estoy calado a tope, congelado y cansado. La parejita de italianos sigue la ruta.
Busco hotel y encuentro a la primera. Y raro en mí, acierto. Por 50 euros, habitación triple para mí solo, cena y desayuno. Son las 18:50h y a las 19h se cena. Menú completísimo, en cantidad, variedad y de calidad muy correcta. Así que ducha y a cenar. Después a pelearse con el mapa y el GPS. Me he dejado el Passo Pordoi, el Passo Gardena y el Passo Sella, así como la subida de Cortina d’Ampezzo a Dobbiaco. Unos 130 kms que pienso recuperar.
La ruta inicial ha quedado recortada, quedando así.

Mañana tocaba Austria. Pensaba unir la ruta que me faltaba de hoy con la ruta de mañana, pero las previsiones del tiempo allí no son nada buenas. Veremos que hago. A estudiar el mapa.
...CONTINUARÁ...