30 de abril de 2011

Después de comentar con varios compañeros del foro las características de esta ruta y ver que en general todos tenían buena opinión del evento, decidí que este 2011 sería mi primer año como “penitente”.
Una vez solventados los trámites burocráticos para obtener el dorsal que daba derecho a participar, el viernes día 29 de mayo salí en dirección a Zaragoza junto con Angel (Itzhak).
Tras una rutilla por carretas del interior, donde la lluvia hizo acto de presencia durante la parte inicial del recorrido, llegamos a nuestro destino tras cuatro horas de camino y algo más de 300 kilómetros recorridos.
Pasamos por la sede del Moto Club Monrepós, recogimos la documentación que entregaban a los participantes y aprovechando que el tiempo había cambiado y hacía un sol radiante nos dirigimos al centro de la ciudad a comer algo.
Tras la comida fuimos directo al hotel para cambiarnos de ropa y revisar la información que nos habían entregado. Lo más significativo y entretenido fue pasar toda la ruta al GPS.


Por la tarde pasamos nuevamente por el Moto Club Monrepós para saludar a los compañeros que iban llegando e intercambiar un ratillo de charla con ellos.
A última hora decidimos cenar con alguno de estos compañeros que, a la postre, serían el grupo con el que compartiríamos la ruta del día siguiente. También contamos con la “visita sorpresa” de Félix (Angel).

El grupo: Cóndor, Cettork, J-Pepe, Miguel-Trigi, Triskel, Angel, Itzhak y Stormbringer.


El sábado día 30 nos levantamos temprano ya que habíamos quedado para desayunar e iniciar la ruta alrededor de las 07.00 horas.


Unos kilómetros por autovía hasta llegar a Huesca y la carretera empezó a cambiar dando inicio las curvas y los puertos. El primero, a partir del túnel del mismo nombre, el Puerto de Monrepós.

Al final del puerto dejamos la carretera nacional (N-330) y enfilamos el Valle de Serrablo por la A-1604.




Tras el primer punto de control situado en la travesía de Laguarta, pasamos por el Puerto de Serrablo (1.291 mts.) que coronaba la parte más alta de la zona.

Atravesamos Boltañá y al llegar a Ainsa enlazamos con la N-260. Tras pasar por el Puerto de Foradada (1.020 mts.) llevamos a cabo el primer repostaje en Castejón de Sos para, posteriormente, seguir con la ruta prevista.





La carretera nos lleva hasta el Coll de Fadas (1.470 mts.)


Pasado el puerto enfilamos hacia el segundo punto de control situado en la población de Laspaules. Allí se encuentra el Camping Motero Laspaules, zona de “avituallamiento” donde comeremos.





De Nuevo en ruta pasamos por el Coll de L’Espina (1.407 mts.) y al llegar al cruce con la N-230 seguimos dirección Francia.
Pasados unos kilómetros hacemos una parada “fotográfica” junto al Pantano de Senet.


Más adelante, paso por el nuevo Túnel de Vielha (5.230 mts.) que da acceso a la población de Vielha.





Tras Vielha, Bossost y Les, paso por la frontera y un buen tramo de carretera por el Valle de Arán.




Una zona de increíbles vistas da acceso al Port du Portilhon / Eth Portilhon en aranés (1.291,8 mts.)


Una vez queda atrás este puerto vamos hacia el siguiente: Col de Peyresourde (1.569 mts.)





Continuamos hacia el Col d’Aspin.

En el puerto (1.490 mts.) se encontraba el tercer punto de control.




Foto de grupo.

Nuevo “Comando Penitentestrom”.


Tras estar un buen rato disfrutando de las vistas y la zona del Col d’Aspin, iniciamos la bajada y vamos al encuentro de nuestro próximo objetivo: el Col de Soulor.



Antes de pasar por el Col de Soulor (1.474 mts.) la lluvia hace acto de presencia y tenemos que enfundarnos los trajes de agua. Se avecinan unos kilómetros bajo el líquido elemento.
En el cuarto punto de control, situado en ese puerto, nos indican que la ruta ha sufrido una pequeña modificación y el recorrido se ha acortado con respecto a lo inicialmente previsto.



Tras un tramo realmente sinuoso, en el que hay que circular con precaución por la lluvia y el estado de la carretera, llegamos al Col d’Aubisque (1.709 mts.)

Ya no dejó de llover hasta el Col du Portalet (1.794 mts.) donde paramos para tomar un reconfortante café.


Tras el Portalet y ya de nuevo en territorio español, nos dirigimos al penúltimo punto de control: Arguís.

El regreso desde Arguís hasta Zaragoza, visto lo visto hasta el momento, fue de lo más “placentero”.



El último punto de control está situado en el hotel. Llegamos a Zaragoza pasadas las 21.00 horas y tras recibir el diploma de “Penitentes” y darnos una ducha rápida, vamos a cenar con el resto de participantes.


Después de cenar y charlar un rato, tocaba irse a dormir. Al día siguiente había que emprender el regreso.
El domingo, día 1 de mayo, salimos del hotel a eso de las diez y tras desayunar en Alfajarín partimos en dirección a nuestros puntos de origen.

Aproximadamente a las dos llegué a casa. Atrás quedaban más de 1.300 Km. y una experiencia inolvidable: La Ruta de los Penitentes.



