aviso con poco tiempo, pero bueno. Este fin de semana, si todo va bien, tengo previsto salir de lleida con direccion Vielha, y hacer los tipicos puertos de por alli: tourmalet, col d´ Aspin, etc. Saldre el sabado con un amigo, sobre las 10 de la mañana, y estaremos de regreso el domingo. La idea es ir con calma, a lo que surja, quedarnos a dormir por ahi. El ritmo que llevamos es mediano, ni vamos paraos ni vamos arrastrando los codos por el asfalto.
Como veis la ruta no esta muy establecida, vamos sin cronometro ni metas por cumplir. Queria compartirlo con vosotros, y animar a todo aquel que se quiera unir a un viaje de forma distendida a que lo haga.
Bien , pues ya de regreso, voy a relatar la experiencia del viaje, antes de nada, decir que ha sido un poco diferente a la idea inicial:
para empezar, las previsiones del tiempo para el sábado en el norte de la península no eran muy buenas, el viernes estuvo lloviendo a base de bien el Lleida, y el sábado amaneció bastante nublado. Decidimos comer en casa, y en función de como se viera el panorama y las previsiones del tiempo, ya decidiriamos. En ultimo caso, se saldria el domingo, ya que se anunciaba buen tiempo para este dia.
Despues de la sobremesa del sábado, y en vista de que estaba parcialmente nublado y con buenas perspectivas para el dia siguiente, decidimos partir. La hora de salida fue a las 17:40 de la tarde. Mientras nos poniamos los cascos cambiamos la idea de ir directamente hacia Vielha, pues ibamos a llegar bastante pronto y se trataba de montar un buen rato en moto. Asi que barajamos la posibilidad de acercarnos a la Seu d´Urgell y desde alli dirigirnos a Vielha.
Dicho y hecho, iniciamos nuestra ruta encarando las monturas hacia Balaguer, para una vez alli subir la carretera del Doll, dirección a Tremp. Buen tiempo, carretera sin tráfico, algún charquito traicionero en mitad de las curvas que impedía adquirir la soltura deseada para disfrutar plenamente de la conducción. la primera parada fue a los 45 km, para repostar gasolina y que mi primo se fumara un cigarrito.
Pasado Tremp, volvimos a parar, mi primo precisaba otro pitillo. Nos dirigimos hacia el coll de Nargó, pero si no me equivoco, primero pasamos por otra carretera llamada coll de Boixols. Nunca habia pasado por esta ruta, pero tengo que decir que me encantó. Asfalto en plenas condiciones, las motos girando redondas de motor, nosotros a gusto encima de nuestras motos y con ganas de conducir. El ritmo, para lo que suelo llevar, bastante alto. La sonrisa de satisfacción, no cabia dentro del casco.
Al rato, nos encontramos que empezaba ya a hacer algo de fresco, y cuando estábamos cercanos a un pueblecito llamado Gabarra nos sorprendió una densa capa de niebla que no nos dejaba ver a mas de 20 metros, y sumado ello a que la misma había dejado el suelo empapado nos hizo ralentizar la marcha sobremanera. Por suerte el banco de niebla no duró mucho, y a los pocos minutos volvíamos a ver el sol. Nueva parada para cambiarle el agua al canario como no, alimentar los pulmones de mi primo con un poco de nicotina y alquitrán.
Proseguimos la marcha, a partir de aqui algo mas lentos, pues iba anocheciendo y el piso estaba algo mojado. Cuando acabamos el puerto de montaña nos encontramos cerca de la zona del Pla. Avanzamos algunos km dirección a Andorra, y a unos 5 km de la Seu d´Urgell decidimos seguir el plan previsto y dirigirnos hacia Vielha, lugar al que nos quedaban 130 km por recorrer... sin imaginarnos por qué carretera y en qué condiciones...
Serían las 20:30 horas cuando iniciamos el sinuoso trazado que lleva hacia el lugar deseado. Al poco la noche se nos echó encima, para entonces yo ya me había colocado un jersey térmico debajo del mono de cuero, que al ser este microperforado para favorecer la ventilación, no resultaba demasiado efectivo. Las perforaciones que lleva mi traje no se notan mucho en verano, pero han resultado de lo mas refrescantes con temperaturas cercanas a los 5 ºC.
Además de la noche, nos cayó otro buen manto de niebla encima, que nuevamente a su vez dejaba una carretera con escasa visibilidad y adherencia. La sonrisa que un rato antes desbordaba el casco se habia esfumado, y si hubiera habido algún rastro de ella se habria escapado igualmente, pues gran parte del tiempo tenía que andar con la visera levantada. Hacia las 21 horas decidí conectar los puño calefactables. Bendita la hora en que se los instalé a la Suzuki.
A las 21: 45 horas llegábamos a la entrada de la localidad de Sort, y paramos en la gasolinera que hay justo antes de entrar al pueblo, pues la gsx r 600 de Víctor tenía bastante sed. En la gasolinera estuvimos del orden de 15 minutos, cuando salimos de alli empezaba a llover, asi que paramos en el primer hostal que encontramos y reservamos habitación. Ya habiamos tenido suficiente aquella tarde.
Subimos a nuestra habitación y nos cambiamos los trajes de romano por unos tejanos y una camiseta, y salimos a cenar algo. Después de la cena nos dimos un homenaje con un chupito de orujo de hierbas, y decidimos dar una vueltecita por el pueblo, para ver el ambiene. Entramos en un pub musical llamado Mehari, alli paso una hora y media volando, entre un vodka con naranja, una cerveza y un chupito de algo que no recuerdo bien lo que era, al que nos invitó la camarera. Para ese momento a mi compañero de fatigas le habia entrado curiosidad por ver otro local al que se dirigia la mayoria de la gente que salia del pub, asi que nos pusimos detrás de la manada y a las 2 horas de la mañana entrábamos al "Rock dur". La música era animada y el ambiente agradable, y la cerveza entraba suavemente a través de nuestras orofaringes. Total, que nos pegamos la juerga padre, la hora de llegada al hostal fue... entre las 5 y las 6. Según palabras de mi primo, el estado al ir a dormir, entre risas y alboroto, era de "bastante o muy perjudicado".
Amanecimos a las 11 am, con menos resaca de la esperada, pero el sentimiento agridulce, dulce por la fiestecita que nos habiamos marcado, agrio porque nos hacia desviar de la idea inicial: montar en moto.
Conseguimos salir de la pensión a las 12, justo a la hora marcada para abandonar la habitación. El trato en el hostal muy correcto y a muy buen precio, se llama Can Josep.
De alli nos dirigimos a la admon de loterias mas famosa de España, a comprar un numerito cada uno, como es obligado si te encuentras en este lugar. De alli quisimos ir a comer un bocadillo, y nos encontramos con una situacion un tanto insólita: el dueño del bar, a parte de no tener prácticamente nada comestible dentro de su local, pretendía que fueramos nosotros mismos a comprar el pan para hacer los bocadillos!! Salimos escopeteados de alli y fuimos a otro bar, en el que nos sirvieron unas bravas infumables (nunca las habia visto en ristras) y unos bocadillos bastante desazonados. Alli vimos acabar la carrera de moto2 y nos subimos a las monturas.
Salimos de Sort hacia las 14 horas, con la cabeza algo encapotada y el cielo por el contrario amplio y despejado. Nos dirigimos al objetivo Vielha por la famosa carretera de la que tanto he oido hablar y nunca habia pasado, la Bonaigua. Deliciosa ruta, si no fuera porque cuando te vas acercando a Baqueira los caballos habían sabido colocar estratégicamente y con precisión suiza sus boñiguitas en mitad de la trazada de incontables curvas En fin.
A la tan codiciada Vielha supimos llegar sobre las 15 horas del domingo, y aunque la vitamina B12 que habiamos comprado para la resaca habia surtido su efecto, decidimos volver hacia Lleida, pues la hernia inguinal de la que me operaron en enero de este mismo año y de la cual no me he recuperado satisfactoriamente se quejaba despues de negociar tanta curva. Otra de las razones era que yo estaba empeciando en llegar a Arreau pasando por Vielha, cuando la ruta que en mi cabeza imaginaba era por... Bielsa!. En fin, pajas mentales que tiene uno, que le vamos a hacer.
Hacia las 16 horas, despues de haber tomado un refrigerio, volviamos de regreso. En este transcurso ocurrió alguna que otra anécdota mas o menos graciosa. Cuando paramos en una gasolinera mas o menos cercana a la localidad de Montañana, vimos una escena animal un tanto curiosa, protagonizada por dos perros, machos los dos. Resulta que uno de ellos deseaba practicar la sodomía con el otro, y este rechazaba la oferta. En vistas de que no se dejaba, el primer cánido se bajó de su congénere, le dio la vuelta y trató de meterle su miembro por la boca. No sé, me pareció algo fuera de serie. Mi primo todavía se está partiendo de la risa.
Poco después de dejar la gasolinera y encontrándo me yo en primera posición, me veo adelantado por un Ferrari, con la moto de mi primo pegada a su culo. Observo como a continuación se pone a la zaga un ford mondeo oscuro y se van a toda leche los tres. Pero a toda leche. Unos 20 minutos mas tarde me esperaba Victor en el arcen, y me pasa a relatar la breve pero intensa historia. En su endiablado pique con el Ferrari fueron los tres vehiculos uno detrás del otro, llevandose Victor la sorpresa al mirar por el retrovisor, que el conductor del Mondeo iba grabando con una filmadora la acción de los otros dos vehículos. La gsx R acabó adelantando al deportivo italiano y la carrerá enloqueció hasta ver en el marcador los 280 por hora. Para entonces el ford habia quedado lejos del campo de vision de los retrovisores. Decir que no estoy orgulloso de este tipo de comportamientos, pero allá cada cual con sus acciones.
Después de esto y con la adrenalina de mi compañero ya establecida en niveles normales acabamos la ruta llegando nuevamente al punto de partida, despues de haber recorrido, según el marcador, 499´9 km.
Como veis, ha resultado un viajecito un tanto diferente, que me ha animado a escribir mi primera crónica.
