Yo he sido de los que han probado unos guantes: un coche se saltó un ceda el paso, me dió en la parte trasera de la moto, salí volando y, cuando aterricé, deslicé un montón de metros por el asfalto. Es alucinante la de metros que se pueden recorrer arrastrándote, y no iba a más de 50 km/h (era en el centro de Madrid). Los guantes quedaron destrozados, pero cumplieron su misión, sólo terminé con un rasponcillo en un meñique. Era un 16 de agosto, llevaba chaquetilla (quedó destrozada, con las protecciones casi fuera de la tela), un vaquero (apenas sufrió daños), y zapatillas deportivas (me pilló la estribera del pasajero, me rompió el dedo gordo del pie izquierdo y la zapatilla se desintegró como si fuera de papel).
Ahora los guantes que utilizo, sean de invierno o verano, han de llevar las máximas protecciones. Acabo de comprar unos Suzuki -como los de la foto- de verano, son de cuero y kevlar y llevan protegidas todas las articulaciones. Sólo les quedaban dos tallas en el concesionario y me han salido por 60 euros.
Para mi es importante que lleven "cuello" largo, porque así se meten por fuera de los puños de la chaqueta y no entra aire: en verano también se pasa fresquete.
