Hay quien diría que la B-400 no es adecuada para rutas como la que yo hice el año pasado. Nada mas lejos de la realidad, con la B-400 se pueden hacer viajes cómodamente, aunque con un ritmo algo mas bajo que la V al tener un motor de sólo 400 cc y una menor potencia. Se trata de una moto para viajes tranquilos y disfrutando del paisaje, como a mi me gustan.
RUTA POR CANTABRIA. ABRIL 2009 (Algunas de las fotos las podeis ver también en Panoramio y/o en Google Earth)
Resumen de la ruta.
http://maps.google.es/maps?f=d&source=s ... 8&t=h&z=10
El día comenzó nublado y gris. Me levanté a eso de las 7:00 y después de desayunar y preparar los bocadillos para comer por el camino, me dispuse a salir. Tras arrancar el motor, ponerme la cazadora, los guantes, el casco y toda la parafernalia que acompaña al motorista, me lancé por la autopista AP8 en dirección Bilbao-Santander. La B-400, sin tener las prestaciones de la V, se defiende bastante bien en todo tipo de carreteras (que no sean sin asfaltar, claro), y así a buen ritmo llegué hasta Bilbao.
Tras pasar Bilbao y enfilar hacia Castro-Urdiales me sorprendió la magnífica carretera por la que circulaba: firme en excelente estado y unos paisajes increíbles. Fuí pasando cerca de localidades tan bellas como el propio Castro, Oriñón y Laredo. Así llegué hasta el mismo Santander, en el cual, tras descansar un poco y tomar un cafelito, puse rumbo a la localidad de Solares, famosísima por la calidad de sus aguas.
Seguidamente, y tras desviarme a Entrambasaguas por un despiste en la ruta, me paré y volví a consultar el mapa. ¡Oh, una moto, un día soleado, un mapa, y tiempo de sobra! ¡que mas se puede pedir!. La sensación de libertad me embriagaba, la sentía en cada kilómetro que recorría, llenando mi alma y haciéndome olvidar todo lo demás, como si toda mi vida anterior nunca hubiera existido; ¡que sensaciones!. Decidí seguir por la carretera N634 hasta Vargas, desde donde tomé rumbo al Sur en dirección a Burgos, por la carretera N623.
Fuí recorriendo toda esa carretera a buen ritmo y comodísimo con la scooter. A pesar de que llevaba ya casi cuatro años con la B-400, no dejaba de asombrarme la comodidad y la protección contra el viento de esta moto: era pura seda en ruta. Casi todo el tiempo viajaba con las piernas estiradas hacia adelante, muy parecido a con una custom, y sin preocuparme en absoluto de los cambios de marchas ni de reducidas, ni del cuentavueltas. Comodidad total. En ese momento pensaba, "joer, si la B-400 va así de bien, ¿cómo será la B-650?"...en aquellos pensamientos estaba envuelto yo.
...y así fui recorriendo pueblo tras pueblo hasta llegar a Entrambasmestas, tomando inmediatamente la carretera CA263 que me llevaría hasta Espinosa de los Monteros, en la provincia de Burgos. He de confesar que no tenía planificada ningún tipo de ruta, simplemente me dejaba llevar por la curiosidad y la belleza del entorno; al ver que en el recorrido hacia el este había intercalado un puerto (Estacas de Trueba), me decidí cruzarlo y lanzarme a la aventura.
Paré enseguida en Vega Escobosa a comerme los bocatas que me había preparado por la mañana. Me detuve cerca de un viejo puente que ví cerca de la carretera y me desvié hasta situarme sobre él y aparcar la Burgui. Un señor de una casa cercana se asomó por la puerta e incluso avanzó algunos pasos al oirme llegar. No sé que pensaría aquel hombre, mayor por cierto, al ver llegar a un personaje vestido casi de "Power-Ranger" con una máquina de dos ruedas, que sin ser un prodigio del diseño, llamaba bastante la antención por sus dimensiones y sus ruedas pequeñas. El caso es que se me quedó mirando unos segundos y creía que me iba a decir algo "...estás en mi propiedad...", "...¿de donde vienes?..."...el caso es que no dijo "ni mu" y entró en la casa de nuevo cerrando la puerta tras de sí.


Río Pas, cerca de Vega Escobosa. Fotos sacadas desde el puente viejo. Aquí paré un rato a almorzar y saqué estas fotos.


La Burgman 400 muestra su increible capacidad de carga, ¡y eso sin llevar maletas laterales!
Tras haber terminado de comer y con el ánimo un poco mas calmado, recogí todos los bártulos y puse en marcha el motor. En esta moto el arranque no era tan instantáneo como es en la V, pero aun así arrancaba al las pocas décimas de haber pulsado el botón....¡¡¡¡...BRRRRRR. BRRRRR...!!!, otra vez ese sónido tan familiar del monocilíndrico. Con el ronroneo del motor y el corazón latiendome de nuevo con fuerza, volví a salir de nuevo a la carretera CA-263. El tráfico de vehículos era casi inexistente, tan sólo de vez en cuando pasaba un camioncete de frutas y alguna "fragoneta" de las cercanías, probablemente de algún "nativo". Tras disfrutar de un asfalto excelente y unas hermosas curvas, llegué a Vega del Pas y me detuve de nuevo un momento a consultar el mapa. Mis ojos se fijaron en una especie de tienda-bar en la que rezaba "VENTA DE SOBAOS PASIEGOS"; atraído por tan suculentos dulces, estuve a punto de bajarme de la moto y comprar alguna bolsita p´al camino o para comer en casa

A pocos kilómetros de ahí y repentinamente, el asfalto se tornó rugoso y algo bacheado; además la carretera se estrechó considerablemente. Era como si le hubieran robado un carril y 1/4 a la carretera que acababa de dejar atrás. Inmediatamente comenzó el ascenso a Estacas de Trueba; al pie del puerto pude ver una señal indicadora de "ABIERTO", la cual supuse que la cambiarían mas de un invierno a "CERRADO" o a "OBLIGATORIO EL USO DE CADENAS". Imaginé como podía estar esto en cuanto caen los primeros copos del invierno.
Despues de unas cuantas curvas y desniveles considerables, me detuve en seco al ver a mi derecha unos edificios que me sorprendieron:

Estación de Yera en La Engaña. Esta estación, según tengo entendido, nunca llego a funcionar, puesto que jamás se instalaron los raíles de tren.
Lo curioso de dichos edificios no era la forma o el tamaño, sino la estructura de pilares de puente que había debajo. Realmente, hasta subir un poco más arriba de este punto, no supe que se trataba de una vieja estación de ferrocarril abandonada. Días despues en mi casa y tras haber consultado al "oráculo de Internet", me enteré de que dicha estación era parte de un ambicioso proyecto ferroviario que pretendía unir Santander con el Mediterráneo. Aún mas curioso fue saber que nunca hubo raíles de tren en dicho trazado, pues la línea nunca se llegó a inagurar. Podeis verlo en unos enlaces que he puesto mas abajo en este mismo post.

Subiendo el puerto de Las Estacas de Trueba.Vista desde el mismo punto desde donde esta sacada la foto anterior.

Antes de llegar a dicha estación se encuentra la boca de un túnel del antiguo trazado de ferrocarril. Según pude saber a través de Internet, dicho túnel está derrumbado en diversas partes de su recorrido y sólo se puede cruzar a pie, aunque con dificultades.


Otra perspectiva de la carretera. El firme estaba algo ondulado, pero se circulaba bastante bien.
Tras esta pequeña parada, de nuevo reanudé el viaje. La Burgman se comportó maravillosamente bien durante la subida, haciéndome disfrutar "como un enano" de las curvas y de los desniveles. Según ascendía, el frío comenzaba a ser algo mas intenso y conecté los puños calefactables de la moto. El cielo se estaba encapotando mucho y el aire olía a humedad, parece que se acercaba una tormenta. Afortunadamente esta no llegó a descargar.
Y así, entre curvas y mas curvas, rampas, algún bache y frío llegué a la cumbre del puerto de Estacas de Trueba. La vista era impresionante desde allí.

En las fotos no se aprecia con claridad la belleza y la majestuosidad del paisaje que me rodeaba: montañas, campos verdes y el distante mar. ¡Qué maravilloso planeta es este!. Las nubes negras parece que se alejaban. Sonreí.




Algunas vistas desde la cumbre del puerto de Estaca de Trueba. En esta última puede verse parte del Valle del Pas, famoso, entre otras cosas, por sus sobaos (un tipo de magdalena rectangular)
Tras estar cierto tiempo sacando algunas fotos y disfrutando del paisaje me puse en marcha de nuevo, iniciando el descenso el descenso del puerto por el lado opuesto. Por cierto, al poco de coronar el puerto se entraba ya en la provincia de Burgos. Es increíble lo que puede cambiar el asfalto, la señalización e incluso la anchura de la carretera al cambiar de provincia; sin menospreciar para nada a Cantabria, el descenso por la vertiente Burgalesa era una delicia, tanto por la calidad de su asfaltado (sin baches ni ondulaciones) como por la anchura de la carretera. Esto no lo pude fotografiar, pero tras el casco se dibujó una sonrisa de oreja a oreja, tal era el disfrute y la sensación de libertad sobre la moto. Incluso hasta grité lo de ¡¡YIHAAAA!!

La carretera seguía descendiendo...y casi sin darme cuenta llegué hasta un pueblo del que me sorprendió su nombre: Las Vegas. ¿A qué os recuerda?, je, je, je


De momento, esto es todo. Ya iré colocando fotos y comentarios, pues no he tenido tiempo para mas. Gracias por vuestra antención.
Vss