ALUCINO CON VUESTRAS CRONICAS, PERO........

[BubuDR]

Hola me encanta entrar en esta seccion, mi imaginacion empieza a volar cada vez que empiezo un relato, me recreo con vuestras fotos y me imagino haciendo esos viajes(algun dia) pero echo de menos algunos relatos mas.....caoticos, a todo el mundo le salen unos viajes de p--dre. ¿Esque acaso el viaje gafe me esta esperando a mi para cuando viaje yo en moto? no se, a nadie se le ha reventado una rueda o a tenido que dormir en la calle por que la moto no quiso continuar pensando que el deposito en reserva llegaria a la proxima gasolinera. perderse, no se cosas asi,

a ver que me contais

[KOLDAK]

.
Caray.... cada viaje es una aventura y un mar de sucesos, podría decirte cosas sin parar duarante días ..... curiosas, no se, caidas, lluvia, viento, nieve, barro, agua, no se, hace 45 días hicimos 800 km lloviendo de los 1.200 km que había...., un poco antes tuvimos una nevada impresionante que para sacar las motos de un hotel de Avila tuvimos que hacer un camino con palas,...... hace 2 meses ante la imposibilidad de continuar en nieve cerrada, tuvimos que darnos la vuelta, simplemente decirte que las viseras de los cascos tuvimos que levantarlas porque el hielo se quedaba congelado y no veíamos nada,....... En Motauros este año soporté - 10º con iclemencias de frio y nieve,....... pero el pasado en Pinguinos estuve a -12º, casi con hipotermia, el agua de la botella dentro de la tienda se quedó hecho un bloque de hielo,..... quedarte tirado, si, te dejo un enlace interesante para que veas un suceso sbsurdo y divertido que me pasó,......... gasolina, sí, me he quedado a veces con menos de 1/4 de litro para quedarme sin nada, si multiples aventuras que nos contamos los compañeros cuando tomamos una cervecita o una plácida sobremesa, como te digo, innumerables. La asistencia en carretera también funciona muy bien, comprobado.

http://www.vstromclub.es/viewtopic.php? ... 76&start=0 = Aventurilla

Aparte del enlace que te dejo, si quieres ver unos MUY BUENOS VIDEOMONTAJES que te entretendrán, pincha debajo de mi firma y velos (ver videomontajes), están muy bién.

Un saludo, ya nos contarás alguna tuya con el tiempo.

[Galego]

Perderse.... Varias veces.
Caer la moto en parado.... Dos veces.
Comer de pena... afortunadamente pocas.
Llover lo que no está escrito y mojarse hasta los gallumbos... infinitas veces.
Salirte uno o varios perros con intenciones perversas... infinitas veces
Ver caer como del cielo un ciervo a la carretera frente a tí... una vez

En el último viaje largo por Palencia llovió e hizo tanto viento que mi V Strom se desplazaba por el asfalto como si fuese un piedra de Curling a la que intentasen lanzar a la cuneta (Problema de los pésimos neumáticos de serie)

En una de las muchas ocasiones que he realizado el Camino de Santiago Francés, al salir de una curva me encontré con un Guardia Civil de Tráfico en el medio de mi carril ¿Eso no es para asustarse? me limité a sortearlo como si fuese un cono en el examen del carnet

Si haces mil rutas, mil incidentes tendrás, si son anecdóticos los contarás, si son vergonzosos está claro que no. Saludos

[BubuDR]

gracias, antes me sentia mal por no poder sentarme en esa sombra con esa cervecita contando viajes buenos, pero ahora estoy undido en la miseria por no tener ninguna aventura como las tuyas( o vuestras) de esas de que las quieres olvidar pero cuando pasan son las que te llenan.

esas historias tambien llenan

[bullitt]

Este es un claro ejemplo de que no salen siempre las cosas como quieres. Espero que sea de tu gusto.

DUDAS RAZONABLES, O NO

CAPÍTULO I:
Posiblemente yo no sea el primero al que se le presenta esta duda, ni tampoco seré el último, pero por si sirve de algo a alguien; ahí va mi historia.
En toda mi vida, lo más cerca que había estado de una moto, eran aquellas carreras que veía por televisión cuando era un crío. Sí; aquellas trazadas antológicas de Ángel Nieto que hacían removerse en el sillón a los aficionados al motociclismo y también a aquellos que como yo, simplemente disfrutaban de todo evento deportivo y más si se trataba de competiciones internacionales.
¡Pues bien! Como se ve, mi experiencia motera era más bien algo limitada, por lo que no sentía ninguna atracción especial por esas maquinas con dos ruedas.
Sin embargo cometí el error, como muchos otros, de subir de paquete con un amigo, sin conocer los quebraderos de cabeza que esto me iba a traer.
Antes de nada advertí a Carlos (para que os familiaricéis con el nombre) que era la primera vez que subía a una moto y que les tenía mucho respeto, vamos, que estaba acojo...illo.
Tras emprender la marcha con suavidad, cruzamos media ciudad para coger posteriormente la autopista que nos llevaría tranquilamente hasta nuestro destino. Pero no; no pudo mantener ese ritmo, no. Tubo que enroscar la mano para demostrarme las sensaciones que se experimentaban a 180 km/h en una moto. La madre que le pa... Pero lo bueno es que ese preciso instante se me olvidó el poco miedo que me quedaba y volvió a correrme por las venas aquella misma sangre que las carreras de Ángel Nieto alteraba en mi infancia.
Sí. Aquella sensación de flotar sobre aquella máquina, una Suzuki GSX 600 del noventa y uno, y el sonido de aquel motor SACH refrigerado por ¿aire? . ¡Que sensación!

CAPITULO II:
Durante el mes siguiente a este breve contacto con una montura, sólo tenía una cosa en la cabeza. Necesitaba tener mi propia máquina y descubrir lo que era salir a hacer ruta y descubrir nuevos lugares. Así que me apunté a la autoescuela para sacarme el carné lo antes posible.
Mi primera práctica fue todo un espectáculo y no precisamente por lo bien que lo hacía. Nunca había cogido una moto o un ciclomotor y la única bicicleta que había tenido cuando era un crío la deje cuando tenía diez años, con lo cual, a duras penas podía mantenerme en equilibrio.
Por si esto fuera poco me toco una Vespa que a pesar de tener sólo dos años estaba literalmente destrozada y con un tacto en el embrague y freno delantero que tiraría al suelo al mismísimo Doohan –Está bien, me he pasado un poquito.- Resumiendo, que me pasé los dichosos cuarenta y cinco minutos de la práctica intentando coger el tacto a los mandos de aquella chatarra y no pasé ni una sola vez el circuito; lo cierto es que ni siquiera llegué a empezarlo.
Al acabar la práctica y subir al coche para ir a casa –un sencillo pero eficaz Renault 9- llegué a pensar en dejarlo en ese mismo instante pensando que eso de las dos ruedas no estaba hecho para mí ¡Menuda estupidez!
Como anécdota, mencionar que a tal extremo llegaba mi concentración durante esa primera práctica que al sentarme en el coche y coger el volante, que por error no cogí el volante, sino las manetas del intermitente y el limpia parabrisas a modo de manillar. ¿En que estaría yo pensando?
Al día siguiente volví a probar suerte para ver si se me daba mejor con otra moto diferente. ¡Bingo! Enseguida me hice con el control de esa otra Vespa. No podéis ni imaginaros la tremenda satisfacción que supuso para mi hacer el circuito completo por primera vez; eso sí, poniendo tres o cuatro veces un pié en el suelo durante el trazado de conos, haciendo mi recorrido particular por el trébol, sin tocar las planchas en ningún momento –claro que tampoco pasé entre ellas- y derribando el listón de frenado con tal contundencia que llegué a sufrir por los cristales de mi coche que se encontraba cuatro o cinco metros más allá. Pero aun así satisfecho.
Durante las prácticas ya se comenzaba a percibir la conocida camaradería de los moteros ya que todos los consejos que recibí sobre mi experto pilotaje de cara al examen fueron por parte de otros compañeros que como yo hacían lo que podían para que les dieran el dichoso carné.
En cuanto a los amplios conocimientos del instructor, supongo que sí los tendría porque sinceramente lo único que aprendí con él, fue a rellenar la tarjeta de asistencia a las prácticas. Y pensar que él cobraba por eso.
El día del examen llegó. Entre todos nosotros se respiraba el nerviosismo, pero al mismo tiempo estábamos ansiosos por coger aquellos restos de Vespa y demostrar nuestra gran habilidad. Aquí, el que suscribe, fue tan habilidoso que se perdió en el trébol solamente por el echo de que el del examen era más grande y por lo tanto más fácil que el de las prácticas. Cateado.
La semana siguiente, ya en el segundo intento hubo más suerte. Aun así, agradezco la bondad y benevolencia del examinador al perderme de vista un instante, cuando me quedé corto en la frenada -más de medio metro- y empujé la moto hasta las marcas. Una vez más, gracias examinador. Y luego dicen que no tienen corazón, cuando realmente sí lo tienen y muy grande. Lo que sí les falla un poco es la vista.


A las veinticuatro horas de mi gran demostración de conocimientos sobre el arte de la conducción ya estaba liado con el papeleo de la que sería mi compañera de rutas; una Suzuki Bandit 400 de dos años en perfecto estado y con un escape que es la atracción allí donde valla, tal vez porque es un pelín grande para una 400cc. Por cierto, me quedé a dos velas.

CAPÍTULO III: (Toma de contacto.)
El primer día tuve que pedir a Carlos que me llevara mi moto a alguna zona abierta para poder practicar a gusto, debido a la evidente diferencia entre la Bandit y la Vespa de la autoescuela, no sólo en cuanto a potencia, sino también en lo referido a peso y diferencia de sus mandos (cambio manual-de pié.)
Sin duda alguna fue una dura batalla pero al final conseguí dominarle yo a ella y no ella a mí como pretendía, claro que antes me mando al suelo mientras estaba prácticamente parado –habilidades que tiene uno-.
El echo de ponerse en circulación con una moto que todavía no dominas por una ciudad grande como Barcelona es sin duda toda una aventura. Sin duda fue irónico.
El inocente de mí sale a la calle por primera vez sin ayuda de nadie, orgulloso de su máquina, pensando: está tirao. Inmediatamente te das cuenta de que no la controlas, sino que todavía es ella quien manda –que carácter la jodia- y por si esto fuera poco esa jungla llena de fieras (scooters y otros ciclomotores) que prácticamente se te meten entre las ruedas y que pasan rozándote a velocidades de vértigo (50 ó 60 km/h, no más) que te hacen recordar aquello de “mamá, ¿Dónde me he metido?”
Poco a poco, al adquirir un poco de confianza, decidimos el maestro Carlos y yo hacer una mini salida en ruta de unos doscientos kilómetros aproximadamente.
Sin duda no fue una buena idea, ya que la GSX 600 de Carlos tuvo un pequeño percance –un coche que se interpuso en su camino cuando trataba de esquivar un scooter que salía de un parking sin mirar. Afortunadamente no fue nada excepto la reparación del faro, cúpula y retoque de horquilla, o sea aproximadamente 90.000 Ptas. de las de antes. Ni que decir tiene que casi nos da un infarto cuando nos enteramos del precio de la bromita.
Por mi parte salió algo más económico; tan solo perdí los dos contrapesos antivibraciones. Del primero no me di ni cuenta, el segundo casi me amputa el pié derecho mientras circulaba a 140 km/h en un pequeño tramo de autopista y desde entonces ya se por qué se le llama contrapesos.
Por cierto, durante este viaje noté cierto silbido que provenía del motor, el cual me tuvo mosca todo el día y que era nada más y nada menos que tenía la cadena de transmisión demasiado tensa (me da hasta vergüenza decirlo).
Con una abultada experiencia de tres semanas decidimos que era el momento de hacer una salida de verdad, para la cual aprovechamos cuatro días de Semana Santa.
Salimos un viernes por la tarde después de comer, no sin antes pelearme durante más de media hora con la Bandit y el equipaje. Después de todo supongo que no lo hice tan mal ya que no perdí nada por el camino. El destino la Cité de Carcasone en Francia.
Como ya he dicho antes, salimos por la tarde, a las tres más o menos, tras haber calculado minuciosamente el recorrido que debíamos hacer y calcular también la autonomía que teníamos, ya que no queríamos ninguna sorpresa.
El primer tramo, desde Barcelona a Puigcerdà, unos doscientos y pico kilómetros los cuales transcurrieron del siguiente modo.
- Km 0: ¿Dónde estamos? ¿Nos hemos perdido?
Nada más salir de Barcelona, al intentar coger la carretera N-152 en dirección a Vic, nos perdemos yendo a parar a Sabadell. ¿Si nos perdemos en casa, que nos pasará en Francia?
Tras comprobar nuestra pericia y dominio con los mapas, Carlos optó por pedir ayuda a un motard de la zona que llevaba una PanAmerican con la radio a toda leche. Éste muy amablemente nos acompañó hasta la salida más cercana en dirección Vic; carai... que perdidos estábamos.
- Km 120: Me quedo sin gasolina, y las únicas personas a la vista para
pedir ayuda eran dos agentes de la Guardia Civil. Increíble, pero tras una ligera bronca me ayudaron a empujar la moto unos 700 metros más o menos; y mientras Carlos hartándose de reír mientras iba a por una lata con gasolina.
Me gustaría contaros el resto del viaje, pero se haría demasiado largo, así que eso será otra historia.

[JB.]

bullitt, tu tienes futuro en esto de relatar cronicas.... sigue, sigue, que me tienes impaciente por ver como termino la cosa.
Un saludo.

[Triskel]

Bullitt abre un post en cronicas, con este relato. Que como dice JB queremos lo siguientes capitulos.
Y asi quedaria registrada en la lista que lleva JuanAMB de todas las cronicas del foro.

Un saludo.

[bullitt]

Gracias por los comentarios. Pero para que haya una segunda parte... he de pasar por otra noche de insomnio.
Quien sabe, tal vez en verano, las noches son muy calurosas en la costa catalana.

[spauser]

Hola me encanta entrar en esta seccion, mi imaginacion empieza a volar cada vez que empiezo un relato, me recreo con vuestras fotos y me imagino haciendo esos viajes(algun dia) pero echo de menos algunos relatos mas.....caoticos, a todo el mundo le salen unos viajes de p--dre. ¿Esque acaso el viaje gafe me esta esperando a mi para cuando viaje yo en moto? no se, a nadie se le ha reventado una rueda o a tenido que dormir en la calle por que la moto no quiso continuar pensando que el deposito en reserva llegaria a la proxima gasolinera. perderse, no se cosas asi,

a ver que me contais

La verdad es que en percances poco tengo que decir... y que dure mucho, pero algo hay:

- En un viaje a Assen a las carreras, el miércoles de esa semana (año 2007 si mal no recuerdo, el primer año con el trazado de circuito actual) llegamos mi compañero lagartijo y yo a Amstedam a las 6 de la tarde. Bien, no teníamos reserva y estuvimos buscando hoteles en media holanda hasta que encontramos uno a las 3 de la mañana ya camino del hotel de los siguientes días (que sí teníamos reservado). Yo calculé unos 54 hoteles buscados con resultado cero, más mi hermano buscando por internet desde España... te puedo asegurar que pasé por todo tipo de situaciones: desespero, incredulidad, cabreo, resignación... al final encontramos un Mercure que estaba más que bien, menos mal. Pero claro, 9 horas más tarde de lo normal. Conclusión: todavía no conozco Amsterdam

- En un viaje por los Alpes la rueda se me pinchó pero en vez de sacar el calvo y solucionarlo pues lo acabé de meter bien metido hasta que la cabeza tapaba bien con la propia goma del neumático... y 5000 kms más tarde, ya en casa, reparé el pinchazo. Llevaba kit de gusano de los buenos, pero probé a ver y funcionó. También tuve que meterle aceite al cárter sin saber cuál llevaba y "arriesgué" con semisintético, fetén. Un compañero durante este viaje se rompió un huesecillo del pie y aguantó estoicamente todo el viaje, y eso que le pasó el segundo día de un viaje de 12 ¡qué campeón!

O sea que en todos sitios cuecen habas, algunos lo cuentan y otros no pero en general es tan importante como tú quieras que sea.

[chusmc]

...la rueda se me pinchó pero en vez de sacar el calvo y solucionarlo pues lo acabé de meter bien metido hasta que la cabeza tapaba bien con la propia goma del neumático...

¿Y como está el hombre? ¿Se ha repuesto?

Vale, vale
Para mí

[BubuDR]

Buenas historias

VENGA SEÑORES, ANIMENSE A CONTAR LAS ATROPELLANTES HISTORIAS DE VUESTROS VIAJECITOS Y RUTAS,

¡¡¡¡¡ TEN UNA MOÑECA CHOCHONA PARA EL CABALLERO QUE CUENTE SU MEJOR HISTORIA !1!!!



estas anecdotas reconfortan el alma, son muy buenas

[Mallextro]

Que buena charla bullit, por favor sigue contando que me muero de risa y no de ti si no que yo creo que de alguna manera todos encontramos algo que nos identifica con el relato, y como iniciamos a ser moteros con mas miedo que otra cosa. Saludos

[ABRAXAS]

Ya que quieres oír viajes desastrosos, aquí dejo algunos, y es que, como bien dice el compañero, mil viajes, mil anécdotas.

La primera, con una GS500, primer viaje en grupo al GP de Jerez. La primera vez que hacía un viaje largo y a ritmos alegres, con menos de 1 año de carné, a llegando se me encendió la luz del aceite. Teníamos el alojamiento en Medina Sidonia, donde no hay ninguna tienda de motos ni taller, etc. Solamente una gasolinera donde no tenían aceite específico. Pensé que aceite para TDI sería bueno, por lo menos mejor que no llevar aceite, así que compré una garrafa de 4 lts.

El domingo decidí volver en solitario, ya que mis compañeros de viaje se habían cogido el lunes. Ya con la paranoia, en cada repostaje iba mirando el nivel de aceite y, para mi sorpresa, siempre estaba bajo y me tocaba rellenar, pensaba: “seguro que son los segmentos, me debo haber cargado el motor a la ida”

Llegando ya a Valencia, en una de mis paradas me di cuenta de que estaba mirando el nivel con la pata lateral puesta. Eso sí, después de haberle metido más de dos litros de aceite.

La segunda, ese mismo año compré una Fazer 600 y me fui a hacer un viaje de 3 semanas por Italia. Bajé hasta Nápoles y, de vuelta, en Roma pude comprobar que el desgaste de neumáticos varía cuando llevas 90 CV en lugar de 50. Llegué que se veían los alambres. No es fácil encontrar en Agosto un taller de neumáticos en Roma. El mecánico me dijo que tenía una como esa, Michelín Power creo que era, y me la montaba en el momento, precio 300 €. Intenté negociar, pero cualquier otra opción sería una semana de espera. A partir de esta fecha le puse siempre Macadam “petra”.


Tercera: Dos años después, me surgió la oportunidad e mi vida, la posibilidad de hacer el viaje a Cabo Norte en solitario. Tras unas semanas de preparación y una revisión “exhaustiva” de la moto en servicio oficial Yamaha emprendí mi viaje. La idea era cruzar Europa tocando el mínimo de autopista posible. Para empezar, entrar en Francia por Bielsa (Huesca). Pues bien, a escasos kilómetros de la primera frontera, Francia, se alabeo un disco de freno y así me quedé, varado en Barbastro durante 3 días hasta que pudieron repararla. Tras estos 3 días intenté recuperar el tiempo perdido cruzando Francia como un tiro. Entrando en Alemania, tras una noche fresquita en un camping, la moto se quedó sin batería y perdí varias horas esperando a la grúa. En el norte de Alemania, ya cerca de la frontera danesa, murió el kit de transmisión, en un punto era imposible tensarla más y al punto contrario casi tocaba el basculante, así que me tocó cambiarlo. Quizás podría haber seguido, pero acabó conmigo moralmente, decidí darme la vuelta en Copenhague y volver tranquilamente y sin plan definido.

La cuarta copio y pego un extracto de mi viaje a Turquía del año pasado:
Hasta ahora ha sido fácil, las indicaciones tanto para Mostar como para Sarajevo eran claras y abundantes. A partir de aquí todo ha cambiado. No tenemos GPS, el mapa es una copia de la ruta de Via Michelín y para mayor gloria, los carteles están en cirílico.
A las 3 y pico encontramos un bar en la carretera donde nos dan de comer. Ni hablan ni entienden ninguno de los idiomas que hablamos nosotros, pero para pedir comida no hace falta mucho. Otra cosa es que sepas lo que estás pidiendo. Lo nuestro estaba rico, pero un poco excesivo:
Con ánimos renovados emprendemos la marcha hacia nuestro próximo destino: Serbia. Convencidos de que estábamos en el camino correcto. No obstante hay algunos indicios que hacen dudar de si estamos en lo cierto, la calidad de la carretera va empeorando y pasamos por túneles muy estrechos y oscuros.
Paramos en una gasolinera y preguntamos. El gasolinero tampoco habla ningún idioma que no sea el serbio, cuando le enseñamos el mapa nos dice que sí, que por aquí se puede ir pero que tenemos 20 km de “no asfalt”. Le pregunto si con la moto se puede pasar bien, mira la moto y se deja convencer por su aspecto aventurero porque me sonríe y levanta el pulgar. Es el empujoncito que nos faltaba, ¿cómo habré podido dudar? Vamos con una todopoderosa Vstrom y somos amos del universo. Después de todo hemos llegado hasta aquí con una fotocopia del viamichelin y sin GPS. Por supuesto el hecho de que realmente estamos perdidos y este no es el camino correcto no tiene la menor importancia.

Subidos de nuevo en nuestra moto salimos dirección a ese insignificante tramo sin asfaltar. La vegetación a los lados de la carretera es tremendamente espesa y el cielo está nublado, pero todavía no llueve. Por fin llegamos al tramo “no asfalt”, hay un cartel que lo indica, con recomendaciones de velocidad y un texto en cirílico que no entendemos. El terreno parece bastante compacto, así que tiramos.

Llegamos a un tramo en obras, donde los operarios están ya recogiendo, parece que se ha hecho tarde. Por supuesto nos miran con extrañeza, no estamos seguros de cómo interpretar la mirada. Estamos un poco tensos y de repente sale de detrás de n camión un tipo enorme gritando y quitándose la camiseta. La verdad es que interpretamos el gesto como hostil, abrí gas y salimos de allí pitando. Por el espejo veo cómo el resto hace aspavientos y dudamos, pero la inseguridad y el miedo se ha instalado en nosotros y decidimos ignorarles.

Lo siguiente es un túnel muy oscuro y en el que hay barro. No puedo verlo pero noto cómo la rueda delantera va por donde le parece, viene a la cabeza la primera experiencia con el trail y eso fue en Guara (Huesca), esto es Bosnia. La aventura ha dejado de ser divertida.

Por último, nos encontramos en una bifurcación del camino sin señales de ningún tipo. No tenemos un mapa en condiciones, el GPS ha muerto, son las 6 de la tarde y llevamos en la moto desde las 7. Como hemos comentado, los últimos 10 minutos ya no han sido divertidos.

Decidimos dar la vuelta, recorrer los 40 km atrás, volver a Sarajevo y buscar un buen hotel. Pasamos otra vez por el túnel y nos enfrentamos a la posible hostilidad de los bárbaros.

Al pasar de nuevo por delante de ellos no nos hacen ni caso, lo cuál nos hace sentirnos ridículos y avergonzados por nuestro absurdo prejuicio. Supongo que todavía se ríen cuando se lo cuentan a sus amigos delante de una cerveza. Realmente es una buena idea retroceder, descansar y recuperar algo de sentido común.


Como ves, situaciones incómodas hay muchas. Lo curioso es que cuando sales de ellas, lejos de aprender, tiendes a recordarlas con cariño (algunas).

[pumuki]

Pero es que no puede ser con vosotros. Si contáis así las desventuras de vuestros viajes, a Bubu, le parecerá que no hay contratiempos. jaja...!!!

Bubu, cada viaje es una historia y lo que, cuando lo estas pasando, te parece una ptda., cuando lo recuerdas (porque has superado la prueba), se queda en una anécdota.

Te parece poco, el tiempo (atmosférico) que cogimos nosotros, en nuestro viaje a Irlanda. El ataque de los "clones". El guarda-cadena partido. El cargador del GPS inutilizado nada mas desembarcar. La "cogorza" que cogió Ana en el barco. (No lo paso nada bien).

El tema esta en verlo como lo que es, una anécdota.

Cuando te pones a relatar tu viaje, normalmente, lo haces sentado tranquilamente delante del ordenador o la PDA y ya viendo, únicamente, que lo has conseguido. Buscando con un tono de humor lo pasado.

PD: Bullitt, aunque sea un poco egoísta por mi parte, estoy deseando que tengas otra noche de insomnio.