El caso es que supongo que a la famosa crisis de los 35 ¿o era de los 40?, bueno en todo caso, como todos sabéis, me compre "la moto"....unos se compran un mercedes (esto no lo digo por nadie) y otros como yo, pues eso la moto. Así que ¿que mejor escusa para estrenar la moto?, ya su vez, ¿celebrar mi cumpleaños a solas, con la mujer, que un día, decidí que quería que compartiera todos estos momentos?
Ella conocía este lugar por las fotografías y algún pequeño reportaje que ya había hecho yo en alguna escapada casual.
Así que sin más preámbulo, nos decidimos a pasar un fin de semana en este espectacular lugar.
Esta foto no es de este fin de semana, pero me sirve para mostrar porque me tiene tan cautivado este rinconcito del Mediterráneo.
Primer día
Bueno a lo que vamos. Salida el 13 de Marzo....ostras Viernes 13, pues empezamos bien, como siempre, con las prisas de coger carretera y empezar el viaje NO HAY FOTO DE LA SALIDA , pa variar.
Después de 300 km. y tres paradas, resulta que lo primero que me queda claro, es que los V-Stromeros crecemos en los árboles, porque en el primer bar que paramos para comer algo, el dueño tenía una moto como la mía, ¿resultado?, charlita, ups no de estas no, que hay que conducir, salida a la calle para ver como la tenía montada y reunión general, porque en ese momento llegó la Guardia Civil y también se unió a la charlita.
Una vez hemos terminado, montamos otra vez en la moto y ha recorrer los últimos 100 kilómetros, parada antes de dejar la autovía y segunda verdad indiscutible:
No te metas al Parque Natural del Cabo de Gata, apurado de gasolina, bueno ni apurado ni sin apurar, el caso es que solo hay una gasolinera en todo el Parque, así que te las puedes ver algo.....¿como decirlo?, vamos que se me pusieron por corbata.
El caso es que una vez te metes allí, el mundo cambia radicalmente, y los paisajes que se van abriendo en cada curva, va siempre a mejor y mas espectacular. Llegamos al pueblo de "Las Negras" que era donde nos ibamos a hospedar, mas concretamente en el Hotel Cala Chica, el cual recomiendo encarecidamente. Bueno a lo que vamos, llegamos al pueblo, hora de comer, ¿que hacemos?, pues comer, así que nos dirigimos a la primera cala que encontramos en el pueblo "La cala del cuervo", así que para allí que nos dirigimos, curva a la derecha, curva a la izquierda, rampa para arriba, acantilado a la izquierda, mas curva a la derecha.....ufff, al final me mareo.....rampa del 10% para abajo, por lo menos, curva de 10 km/h.....hay, hay, que se me para la moto.....al final ya estamos abajo, lo he conseguido!!!! soy un motero!!!! Fiesta Fiesta he controlado el peso de la moto, todo el equipaje, a Rosa y mis 110 kilos +/-
Sinceramente, bajo mi punto de vista, no hay nada como un bocadillo, en la orilla de la playa....y si encima son como esta...
Cuando ya empezaba a asomar la morriña y las ganas de tumbarse a tomar una siesta, decidimos ir al hotel, así que como ya le había hechado el ojo al entrar al pueblo y sabía donde estaba, allí que nos dirigimos.
Que puedo decir, sin palabras, y eso que yo ya lo había visto por internet, pero Rosa no, me quedé sin palabras
Así que nos fuimos hacia el playazo. Esta zona la conocía de un curso que estube haciendo aquí, de fotografía de la naturaleza, pero no se si por el cansancio de entonces, las pocas horas de sueño que tuve o que, pensaba que las distancias eran mas largas, así que para mi sorpresa, en 5 minutos estabamos en uno de los primeros destinos, El Playazo.
Un sitio con aires muy Mediterráneos. Dejamos la moto, guardamos los cascos y nos dirigimos a dar una vuelta por allí
Esta es para que quede constancia de que yo también estube....
, ...decidimos volver a ver como estaba nuestra "pitu", cuando llegamos, estaba la Guardia Civil detras de ella, allí parados, pero sin decir nada.......ahora que me acuerdo, creo que en este viaje, he roto todas las estadísticas, en cuanto a cruzarme con la Guardia Civil.
Segunda parada, Rodalquilar, un pueblecito que en su día me llamó mucho la atención, porque en una de las entradas, daba la impresión de haber todo un barrio abandonado, así que nos dirigimos hasta allí, sin saber la cantidad de historia que encerraban sus calles.
La primera sorpresa fue encontrarnos un cartel que rezaba "Minas de Oro" Sorpresa así que cogimos caminito, fuimos subiendo por sus calles, hasta que nos encontramos esto:
Las instalaciones de lo que antaño fue una prospera economía minera, y que nos aclaraba muchas dudas que nos habían asaltado al entrar al pueblo.
El acceso está bastante bien, y aunque nosotros no continuamos hacia arriba, el camino parecía bastante accesible. Estubimos leyendo respecto a las instalaciones y como la industria habia ido en decadencia, hasta su cierre total.
Unas casas de construcción solidas, con muy buena apariencia, un barrio en el que incluso se construyeron las correspondientes escuelas, y digo correspondientes, porque yo conté dos.
De las que ahora solo quedan las paredes y mucha suciedad, mugre, y algún que otro conato de incendio. Unas escuelas donde ya no se oye la alegría de los niños, las risas, las carreras, el golpear del balón......solo silencio.
Un silencio, solo roto, por el crugir de las piedras bajo nuestros pies......
Una vez repuestos de esta visita, nos acercamos hasta el siguiente mirador, que sería el último de ese día.
Me voy a ahorrar las palabras, ya que lo que allí nos encontramos, lo describía todo...así que después de emborracharnos con la tranquilidad y los paisajes que allí se vivían, nos volvimos para el hotel. Los 300 km del viaje, los nervios de la noche anterior, y la tarde que habíamos pasado, empezaban a pasar factura, así que nos volvimos al hotel, algo tempranito para recibir nuestra mas que merecida recompensa:
EL JACUZZI
Mañana mas....