La ida
No tenía dudas que iba a ir a Javalambre, hacía mucho tiempo que me había apuntado al hotel, y lo cierto que es cuando lo hice todavía no sabía si podría, creía que sí, pero eso es otra historia.
Me desperté muy temprano, más bien de madrugada, pero no eran horas de andar por la casa así que puse una película y viéndola eché una cabezada. Cuando me volví a despertar ya era hora de ir desayunando, meter algo de ropa en la maleta y marcharme.
Como en la previsión ponía que podría llover así que me puse el traje de agua. Y de nuevo la rutina, llené el depósito, fui a cajero (allí se me perdió el sotoguante derecho por una racha de viento, lo había puesto en el asiento, me giré hacia el cajero y luego ya no estaba).
Por fin ya estaba en ruta, el navegador me daba como hora prevista de llegada las 14:19. No tenía prisa, el día parecía bueno, sólo algo nublado. Cuando vas tan forrado te cuesta saber si hace frío, he descubierto que si los puños calientan, estando en la posición más baja, es que no hace mucho.
En teoría debería haber seguido esta ruta, pero pasó algo que hizo que cambiara ese plan. Y es que se soltó el cable de conexión de la PDA, el conector rozó con la carretera y se rompió.
Cuando me desperté había estado viendo en Viamichelín la ruta y recordaba que tenía que pasar por la N-420 y por la CM-215, lo que no recordaba, porque no me preocupé, era dónde tenía que coger el desvío para llegar a Manzanera. Nada más pasar esto me agobié un poco, luego me autoconvencí por varios motivos: estaba allí porque quería, no había problemas de comunicación con la gente que me encontrase, tenía tiempo suficiente para llegar aunque me perdiese y de alguna forma, aquello, era una aventura.
Había pasado Ocaña y comprobé que todo aquello estaba en obras (autovía a Cuenca y las obras del tren de alta velocidad), incluso entramos por la autopista de peaje que va a Albacete, sólo al llegar a Tarancón pude coger la N-400, antes nos hacen ir por otras que no recuerdo cuales fueron. En una recta inicié lo que iba a ser mi primer cursillo de conducción con viento, en una recta larga recibí un empujón de Eolo que casi me tira, comencé a conducir inclinado hacia la izquierda, no eran muchos grados de inclinación, pero al cruzarme con una patrulla de la Guardia Civil pude adivinar en sus rostros algo parecido a : Ufff, mira ese tío que bien conduce por este viento…. (bueno vale, me habéis cogido, seguramente pensarían que dónde iba este chalao con el viento que hace –yo también había empezado a pensarlo). Después de eso el viento casi desaparece.
Pasé Cuenca y pensé que debería parar a comer, comprar un mapa de papel, saludar a un buen amigo que tengo allí. Pero decidí seguir, no tenía hambre, y si paraba iba a liarme y estar allí más de una hora, tampoco me hacía falta combustible. Ahí comencé a descubrir el desierto con árboles que es el Este de Cuenca y Sur de Teruel, hay varias agrupaciones de casas que no se pueden decir que sean aldeas, pero ni un solo sitio donde tomar algo y mucho menos una gasolinera que esté en servicio, aunque sí varias pero cerradas.
Terminé llegando a Landete que era donde “moría” la CM 215, di varias vueltas y terminé entrando en un bar (en la puerta había aparcado un coche de la Guardia Civil, el nombre era tasca de…. No recuerdo el nombre) donde comí un enorme bocadillo de lomo y dos cervezas, pregunté el mejor camino para ir a Manzanera y me dijeron uno (que no era el que tendría que haber sido), a partir de aquí empezaron a borrarse cuadraditos del depósito, así que había que respostar, pero la pregunta no era si echar en Cepsa (Porque tu vuelves), Campsa-Repsol (Travelclub) o Galp (Fast), sino simplemente ¿dónde echa toda esta gente gasolina?.
Siguiendo las indicaciones que me había dado el cocinero de Landete fui por la N-330 dirección Villel, esta carretera es magnífica: muy buen trazado y muchas curvas, el paisaje es maravilloso, durante un buen rato vas junto al Rio Turia. También por momentos ves a lo lejos lo que se suponía que era la Sierra de Javalambre (como así supe después).
Ya había empezado a bajar peligrosamente el indicador de combustible, cuando a la altura de Ademuz, apareció la indicación de gasolinera, entré en el pueblo.
Tiene muy buena pinta, llegué a la estación de servicio, estaba atendida por una mujer identificada con una placa donde ponía escrito a mano “Alicia”, gastó alguna broma con la altura de la moto diciendo que ella no podría manejarla y que incluso le costaba repostar. Cuando terminó de llenar el depósito la acompañé hacia la oficina para pagarle. Dentro había un agradable olor, así se lo hice saber y ella me dijo que era el ambientador (a mi más bien me parecía perfume, pero no era cuestión de discutir). Compré un mapa de carreteras de esos plegados por seis euros, cuando salí me puse encima del asiento de la moto a ver cuánto me quedaba hasta Villel. A través de la ventana de la oficina observé que se había sentado tras un escritorio y había abierto un libro. De pronto me la encontré delante mía, diciéndome que no me podía ayudar mucho, pero que le dijese hacia dónde iba, eso hice y me contestó que todo recto subiendo por la nacional, de cómo se llegaba a Manzanera no tenía idea. Me puse los guantes, le eché una sonrisa, a la cual me respondió y me marché. Al bajarme la parte frontal del casco me llegó de nuevo ese olor….., el aroma de la oficina, me acompañó durante un buen rato, no recuerdo cuanto tiempo, pero fueron unos minutos muy gratificantes.
Seguí disfrutando de la carretera y del día, que era muy bueno, Villel (otra aldea, una más de las que hay a lo largo de toda la carretera), allí leí “Javalambre”, tomé el desvío y comencé a ir por una pista asfaltada, no estaba pintada al principio, pero después de un pueblecito ya comenzó a tener esas típicas líneas blancas discontínuas en los dos márgenes que tienen las carreteras locales. En algunas zonas había grava, pero de nuevo es una carretera divertida. Es ésta . Me encontré con una duda al llegar a Camarena de la Sierra, no había ninguna indicación de por dónde estaba Javalambre y de pronto la carretera se bifurcaba en dos, ambas estaban en el mismo estado y en ese momento no había nadie por allí, tomé la de la derecha: me equivoqué, después de andar unos tres kilómetros (con derribo de piedras en la calzada, ví que todas las indicaciones llevaban a una Ermita y a una finca, di la vuelta y me dirigí para tomar la otra, entré en el pueblo y fue allí donde me encontré a un muchacho, con un mono azul, acababa de tirar la basura a un contenedor y se dirigía hacia lo que parecía su casa, paré delante de él y con un pronunciado acento aragonés me dio las mejores indicaciones de toda la ruta, dándome kilómetros hasta la llegada. Pasé por delante de la Estación de Esquí de Javalambre y después comencé el descenso ya que hasta ese momento es todo de subida, además se ensancha y el firme gana en calidad, así se mantiene hasta el final.
Cogí la A-23 (Autovía Mudejar, poco que contar) llegué a Sarrión y de nuevo allí pregunté. Una pareja, que debían ser padre e hijo, me dieron de nuevo indicaciones (sigue por esta carretera, no tomes el desvió de la izquierda porque saldrías a la Autovía, sigues por la derecha, pasarás por debajo de un puentecito por cuya parte superior pasa el tren, poco después llegarás a Manzanera, maño). Así fue, llegué a Manzanera donde pregunté a una señora que acababa de hablar a través de un telefonillo, me dijo que siguiera recto que me encontraría de frente con el Hotel donde el Vstromclub había establecido su base para esta reunión.
En el hotel el único inquilino era yo, es una instalación de carácter familiar tanto en el trato como en la comida. Al llegar delante del edificio subes unas escaleras, pasas por un pasillo descubierto y te encuentras con una mapa de Teruel, a la izquierda una puerta de madera de dos hojas de la que solo la derecha es practicable, tiene un freno pero que está tan flojo que tarda mucho tiempo en cerrarse, inmediatamente llegas a un hall: a mano izquierda el bar, de frente la escalera para subir a las habitaciones, a mano derecha una puerta que da acceso a la planta de abajo y el comedor, la recepción está en paralelo a la puerta de entrada. Las habitaciones son modestas, con una limpieza correcta. La comida está bien, aunque esto evidentemente según gustos. A pesar de que no lo parece tienen conexión inalámbrica a internet.
Las motos se dejan en un local en construcción que está justo enfrente, se supone que será el futuro hotel. En resumen, creo que no le falta nada para pasar un buen fin de semana, es el tipo de instalación que yo al menos priorizo en la actualidad para dormir, un sitio económico, con garaje para dejar la moto al resguardo, poder comer y donde me pueda conectar con el ordenador. Además por este mismo orden.
5deabril y Dr. Bacterio ( y también Er p*cha).
Antes de salir de todo el jaleo de obras que hay antes de Cuenca, me sonó por el manos libres el tono de llamada, después de un rato (que al interlocutor le parece eterno), se descuelga: ¡Novastrom! , ¿por dónde vas? (no hace falta que diga quien es ya se la conoce). Le contesto que a unos cuarenta kilómetros de Cuenca, ella me dice que estaban en Albacete decidiendo qué hacer, si subir todo lo que la luz del día les permitiese o parar definitivamente en Utiel. Me dijo que además de Dr. Bacterio le acompañaba Er p*cha.
Me alegró escuchar una voz que no fuese el runruneo mío hablando sólo, ¡los charloteos que se da uno en moto!.
Cuando ya estaba en el hotel, la llamé para preguntarle por dónde iban, me dijo que habían llegado a Utiel y que habían decidido seguir y que a ver si podía hablar con los del hotel para el alojamiento de Er p*cha que tenía reserva, pero para el sábado en un bungalow. Más tarde volví a llamar para preguntarle por dónde venían, pero no pude no sle saltó el teléfono. Me llamó ella y me dijo que venían para cenar, así que se lo dije a la dueña del hotel y que llegarían algo tarde.
Llegaron a las diez y pico, arrecidos, bueno 5deabril era la que llegó así. Como era tarde subieron el equipaje y directamente cenamos los cuatro, contando las incidencias de la ruta. La gran cantidad de curvas que habían tenido al final, lástima que se hiciese de noche; el intento o cruce de un animal y sobre todo la gran cantidad de viento que se habían encontrado y que les había dado unos cuantos sustos.
Todo esto lo acabo de escribir, además de por darle un homenaje a ellos tres, para hacer una pausa: Está bien estar solo, muchas veces se necesita, pero en buena compañía se está mucho mejor. Seguramente si yo no hubiera estado ya en el hotel, ellos hubieran hecho noche bastante antes, por lo que es de agradecer el tirón de más que se metieron en el cuerpo para estar allí.
Me desperté muy temprano, más bien de madrugada, pero no eran horas de andar por la casa así que puse una película y viéndola eché una cabezada. Cuando me volví a despertar ya era hora de ir desayunando, meter algo de ropa en la maleta y marcharme.
Como en la previsión ponía que podría llover así que me puse el traje de agua. Y de nuevo la rutina, llené el depósito, fui a cajero (allí se me perdió el sotoguante derecho por una racha de viento, lo había puesto en el asiento, me giré hacia el cajero y luego ya no estaba).
Por fin ya estaba en ruta, el navegador me daba como hora prevista de llegada las 14:19. No tenía prisa, el día parecía bueno, sólo algo nublado. Cuando vas tan forrado te cuesta saber si hace frío, he descubierto que si los puños calientan, estando en la posición más baja, es que no hace mucho.
En teoría debería haber seguido esta ruta, pero pasó algo que hizo que cambiara ese plan. Y es que se soltó el cable de conexión de la PDA, el conector rozó con la carretera y se rompió.
Cuando me desperté había estado viendo en Viamichelín la ruta y recordaba que tenía que pasar por la N-420 y por la CM-215, lo que no recordaba, porque no me preocupé, era dónde tenía que coger el desvío para llegar a Manzanera. Nada más pasar esto me agobié un poco, luego me autoconvencí por varios motivos: estaba allí porque quería, no había problemas de comunicación con la gente que me encontrase, tenía tiempo suficiente para llegar aunque me perdiese y de alguna forma, aquello, era una aventura.
Había pasado Ocaña y comprobé que todo aquello estaba en obras (autovía a Cuenca y las obras del tren de alta velocidad), incluso entramos por la autopista de peaje que va a Albacete, sólo al llegar a Tarancón pude coger la N-400, antes nos hacen ir por otras que no recuerdo cuales fueron. En una recta inicié lo que iba a ser mi primer cursillo de conducción con viento, en una recta larga recibí un empujón de Eolo que casi me tira, comencé a conducir inclinado hacia la izquierda, no eran muchos grados de inclinación, pero al cruzarme con una patrulla de la Guardia Civil pude adivinar en sus rostros algo parecido a : Ufff, mira ese tío que bien conduce por este viento…. (bueno vale, me habéis cogido, seguramente pensarían que dónde iba este chalao con el viento que hace –yo también había empezado a pensarlo). Después de eso el viento casi desaparece.
Pasé Cuenca y pensé que debería parar a comer, comprar un mapa de papel, saludar a un buen amigo que tengo allí. Pero decidí seguir, no tenía hambre, y si paraba iba a liarme y estar allí más de una hora, tampoco me hacía falta combustible. Ahí comencé a descubrir el desierto con árboles que es el Este de Cuenca y Sur de Teruel, hay varias agrupaciones de casas que no se pueden decir que sean aldeas, pero ni un solo sitio donde tomar algo y mucho menos una gasolinera que esté en servicio, aunque sí varias pero cerradas.
Terminé llegando a Landete que era donde “moría” la CM 215, di varias vueltas y terminé entrando en un bar (en la puerta había aparcado un coche de la Guardia Civil, el nombre era tasca de…. No recuerdo el nombre) donde comí un enorme bocadillo de lomo y dos cervezas, pregunté el mejor camino para ir a Manzanera y me dijeron uno (que no era el que tendría que haber sido), a partir de aquí empezaron a borrarse cuadraditos del depósito, así que había que respostar, pero la pregunta no era si echar en Cepsa (Porque tu vuelves), Campsa-Repsol (Travelclub) o Galp (Fast), sino simplemente ¿dónde echa toda esta gente gasolina?.
Siguiendo las indicaciones que me había dado el cocinero de Landete fui por la N-330 dirección Villel, esta carretera es magnífica: muy buen trazado y muchas curvas, el paisaje es maravilloso, durante un buen rato vas junto al Rio Turia. También por momentos ves a lo lejos lo que se suponía que era la Sierra de Javalambre (como así supe después).
Ya había empezado a bajar peligrosamente el indicador de combustible, cuando a la altura de Ademuz, apareció la indicación de gasolinera, entré en el pueblo.
Tiene muy buena pinta, llegué a la estación de servicio, estaba atendida por una mujer identificada con una placa donde ponía escrito a mano “Alicia”, gastó alguna broma con la altura de la moto diciendo que ella no podría manejarla y que incluso le costaba repostar. Cuando terminó de llenar el depósito la acompañé hacia la oficina para pagarle. Dentro había un agradable olor, así se lo hice saber y ella me dijo que era el ambientador (a mi más bien me parecía perfume, pero no era cuestión de discutir). Compré un mapa de carreteras de esos plegados por seis euros, cuando salí me puse encima del asiento de la moto a ver cuánto me quedaba hasta Villel. A través de la ventana de la oficina observé que se había sentado tras un escritorio y había abierto un libro. De pronto me la encontré delante mía, diciéndome que no me podía ayudar mucho, pero que le dijese hacia dónde iba, eso hice y me contestó que todo recto subiendo por la nacional, de cómo se llegaba a Manzanera no tenía idea. Me puse los guantes, le eché una sonrisa, a la cual me respondió y me marché. Al bajarme la parte frontal del casco me llegó de nuevo ese olor….., el aroma de la oficina, me acompañó durante un buen rato, no recuerdo cuanto tiempo, pero fueron unos minutos muy gratificantes.
Seguí disfrutando de la carretera y del día, que era muy bueno, Villel (otra aldea, una más de las que hay a lo largo de toda la carretera), allí leí “Javalambre”, tomé el desvío y comencé a ir por una pista asfaltada, no estaba pintada al principio, pero después de un pueblecito ya comenzó a tener esas típicas líneas blancas discontínuas en los dos márgenes que tienen las carreteras locales. En algunas zonas había grava, pero de nuevo es una carretera divertida. Es ésta . Me encontré con una duda al llegar a Camarena de la Sierra, no había ninguna indicación de por dónde estaba Javalambre y de pronto la carretera se bifurcaba en dos, ambas estaban en el mismo estado y en ese momento no había nadie por allí, tomé la de la derecha: me equivoqué, después de andar unos tres kilómetros (con derribo de piedras en la calzada, ví que todas las indicaciones llevaban a una Ermita y a una finca, di la vuelta y me dirigí para tomar la otra, entré en el pueblo y fue allí donde me encontré a un muchacho, con un mono azul, acababa de tirar la basura a un contenedor y se dirigía hacia lo que parecía su casa, paré delante de él y con un pronunciado acento aragonés me dio las mejores indicaciones de toda la ruta, dándome kilómetros hasta la llegada. Pasé por delante de la Estación de Esquí de Javalambre y después comencé el descenso ya que hasta ese momento es todo de subida, además se ensancha y el firme gana en calidad, así se mantiene hasta el final.
Cogí la A-23 (Autovía Mudejar, poco que contar) llegué a Sarrión y de nuevo allí pregunté. Una pareja, que debían ser padre e hijo, me dieron de nuevo indicaciones (sigue por esta carretera, no tomes el desvió de la izquierda porque saldrías a la Autovía, sigues por la derecha, pasarás por debajo de un puentecito por cuya parte superior pasa el tren, poco después llegarás a Manzanera, maño). Así fue, llegué a Manzanera donde pregunté a una señora que acababa de hablar a través de un telefonillo, me dijo que siguiera recto que me encontraría de frente con el Hotel donde el Vstromclub había establecido su base para esta reunión.
En el hotel el único inquilino era yo, es una instalación de carácter familiar tanto en el trato como en la comida. Al llegar delante del edificio subes unas escaleras, pasas por un pasillo descubierto y te encuentras con una mapa de Teruel, a la izquierda una puerta de madera de dos hojas de la que solo la derecha es practicable, tiene un freno pero que está tan flojo que tarda mucho tiempo en cerrarse, inmediatamente llegas a un hall: a mano izquierda el bar, de frente la escalera para subir a las habitaciones, a mano derecha una puerta que da acceso a la planta de abajo y el comedor, la recepción está en paralelo a la puerta de entrada. Las habitaciones son modestas, con una limpieza correcta. La comida está bien, aunque esto evidentemente según gustos. A pesar de que no lo parece tienen conexión inalámbrica a internet.
Las motos se dejan en un local en construcción que está justo enfrente, se supone que será el futuro hotel. En resumen, creo que no le falta nada para pasar un buen fin de semana, es el tipo de instalación que yo al menos priorizo en la actualidad para dormir, un sitio económico, con garaje para dejar la moto al resguardo, poder comer y donde me pueda conectar con el ordenador. Además por este mismo orden.
5deabril y Dr. Bacterio ( y también Er p*cha).
Antes de salir de todo el jaleo de obras que hay antes de Cuenca, me sonó por el manos libres el tono de llamada, después de un rato (que al interlocutor le parece eterno), se descuelga: ¡Novastrom! , ¿por dónde vas? (no hace falta que diga quien es ya se la conoce). Le contesto que a unos cuarenta kilómetros de Cuenca, ella me dice que estaban en Albacete decidiendo qué hacer, si subir todo lo que la luz del día les permitiese o parar definitivamente en Utiel. Me dijo que además de Dr. Bacterio le acompañaba Er p*cha.
Me alegró escuchar una voz que no fuese el runruneo mío hablando sólo, ¡los charloteos que se da uno en moto!.
Cuando ya estaba en el hotel, la llamé para preguntarle por dónde iban, me dijo que habían llegado a Utiel y que habían decidido seguir y que a ver si podía hablar con los del hotel para el alojamiento de Er p*cha que tenía reserva, pero para el sábado en un bungalow. Más tarde volví a llamar para preguntarle por dónde venían, pero no pude no sle saltó el teléfono. Me llamó ella y me dijo que venían para cenar, así que se lo dije a la dueña del hotel y que llegarían algo tarde.
Llegaron a las diez y pico, arrecidos, bueno 5deabril era la que llegó así. Como era tarde subieron el equipaje y directamente cenamos los cuatro, contando las incidencias de la ruta. La gran cantidad de curvas que habían tenido al final, lástima que se hiciese de noche; el intento o cruce de un animal y sobre todo la gran cantidad de viento que se habían encontrado y que les había dado unos cuantos sustos.
Todo esto lo acabo de escribir, además de por darle un homenaje a ellos tres, para hacer una pausa: Está bien estar solo, muchas veces se necesita, pero en buena compañía se está mucho mejor. Seguramente si yo no hubiera estado ya en el hotel, ellos hubieran hecho noche bastante antes, por lo que es de agradecer el tirón de más que se metieron en el cuerpo para estar allí.
La estancia
Antes de retirarnos cada uno para su habitación, habíamos quedado a las once. Yo me desperté bastante antes, aunque me ganó por goleada Dr. Bacterio que se había duchado y enfundado el traje cuando todavía no habían encendido las luces del día. Bajé al comedor y allí estaba 5deabril, desayunamos juntos los tres. Luego llegó Er p*cha, que había comentado que no se venía a dar una vuelta.
Dr. Bacterio y yo dejamos que 5deabril decidiera qué hacer, había que hacer unas compras en el pueblo, sacar dinero y respostar. Luego nos fuimos a dar una vuelta para hacer una parte de esas espectaculares curvas que hay por allí. No llegamos muy lejos, nos apetecía tomar algo, pero entre que no había nada abierto, por toda la zona se había cortado la luz, llegaba la hora de empezar a recibir a la gente que entraba el sábado y sobre todo el viento, decidimos que lo mejor era volver al hotel.
Efectivamente, ya había empezado a llegar gente, empezamos a saludarlos. Como ya todo el mundo sabe, cuando no conoces a nadie no has terminado de presentarte cuando ya has olvidado el nombre del recién presentado. Al menos a mi me pasa, y no es que tenga memoria de pez, o a lo mejor sí. Cuando ya estaban todos colocados nos fuimos al pueblo, íbamos a comer carne (jejeje) ¿y con qué la iban a cocinar si el horno parece ser que era eléctrico o al menos una parte importante funcionaba con electricidad?, pues eso: patatas fritas, huevo y bacón. A alguno que no come carne le pusieron una ensalada espectacular…..
De allí nos fuimos al camping que es donde tiene su base la organización de la reunión de Javalambre, pagamos la inscripción y luego al hotel, para seguir con la tertulia y otro se fue a dar una vuelta. Entre dados, cartas, pasamos la tarde, luego llegó la cena y por fin el paseo de antorchas, el primer acto de la reunión que yo iba a vivir.
Salimos todos juntos desde el hotel, el evento tenía lugar a las 23:30 (algo tarde para mi gusto, pero será así por algún motivo ya que llevan veinte ediciones), paramos en un lugar que nos dijeron los de la organización y nos bajamos. Los del Vstromclub habíamos sido los más madrugadores, luego nos acercamos a un monolito que había justo detrás de donde habíamos colocado las motos, yo llegué cuando el jefe del cotarro había comenzado a hablar, fue ciertamente emocionante escuchar las palabras de este hombre recordar a aquellos que a lo largo del año habían dejado de estar con nosotros, dando unas breves reseñas de su curriculum motero, ahora mismo recuerdo que habían fallecido algunos corredores de velocidad y resistencia de los años cincuenta, otro hombre que había ido a Cabo Norte varias veces, una de ella en vespa o con una lambretta, tengo dudas ahora mismo, cuando falleció era mayor, pero uno de las últimas veces que había subido hasta allí ya lo era, ese hombre sí que había disfrutado de su pasión por las motos... Se guardó un minuto de silencio en memoria de todos ellos, unos aplausos….
Nos indicó a todos (al menos a los nuevos, entre los que me encontraba) en qué consistía el acto, dos vueltas a un mini circuito urbanos por las calles de Manzanera, con un palo recubierto de una sustancia de textura rugosa, similar a un fósforo gigante, con un protector de la mano portante de cartulina. Si alguien no llevaba artillera o artillero nos dijo que los jóvenes del pueblo estarían encantados de echarnos una mano. Yo ni siquiera intenté poner la antorcha en ningún lado, siguiendo la tradición invité a alguien a subirse en mi moto, un chavalín (Aitor), me dijo que él se venía conmigo. Dimos las dos vueltas marcadas, las dos veces el cubre cárter hizo su trabajo ya que rozó con un escalón que formaban las obras que había en la calle.
De allí nos fuimos a un local grande y cubierto que hay en el pueblo, había música, una barra y serrín en el suelo. Yo iba vestido de motero, los más listos que yo (casi todos, por no decir todos) iban con vaqueros, a mi me lo habían avisado, pero como no tengo arreglo fui con mi uniforme. Estuve tomando un refresco, bailé un poco y cuando ví que el serrín del suelo empezaba a estar por todos lados debido a que cada vez había más gente moviendo las piernas por allí me despedí y me volví a mi habitación.
La subida a por la estrella era las once de la mañana, cuando bajé la cafetería estaba a tope. Me senté en una mesa junto con Dr. Bacterio y Ebanistas, el cuál nos estuvo hablando de protecciones, guantes y trajes. Una conversación muy instructiva y distraída. Cuando acabamos cada uno se fue para su moto para salir todos en grupo. De nuevo una hilera de Vstrom (aunque había otras motos, recuerdo una muy grande, otro modelo de Suzuki, una Kawasaki y una Honda, no recuerdo los nombres de los modelos, soy muy malo también para esto). Era mi primera incursión por una pista, lo cual no me impidió, debido a mi inconsciencia, el hacer fotos, la pista estaba para mi gusto en un excelente estado, sólo algunas zonas muy pequeñas presentaban problemas. Llegamos hasta arriba, aunque el grupo a mi me parece que se fraccionó. Cogimos la estrella canjeando el mini ticket que te dan al hacer la inscripción y luego nos hicimos una foto. El aprendizaje que he extraido de esto es que para ir por pista necesitas tracción y por lo tanto las marchas deben ser cortas, no puedes tumbar, las curvas las haces derecho con lo que la dificultad se presenta en esas zonas. Para arriba no hubo problemas, pero para abajo te cruzas con los que han salido más tarde y van a por su estrella, con lo que tienes que ir por tu derecha, esté como esté esa parte del carril.
A la una de la tarde era el sorteo de regalos. Allí estábamos todos, consistía en que una mujer iba sacando de una caja una a una inscripciones de los que se habían apuntado a la reunión, éstas se casaban con el regalo que el mismo del discurso de la noche anterior tenía en la mano. Un instante antes, había estado tirando a todos los asistentes camisetas y gorras. Por cierto también había unas mesas de lo que se supone que era un ágape, al que yo llegué tarde y sólo quedaban aceitunas y bebida.
Yo pude coger sin problemas una gorra, luego casi una camiseta (por cierto Kawasaki Racing Team, una camiseta ya histórica). Al final terminé con esa misma camiseta y yo regalé la gorra. En el sorteo me tocaron una pareja de intermitentes que parece ser que son para una Custom. Cuando me la entregó me dijo: Lo siento. Bueno cuestiones del sorteo.
Acabó el sorteo y con ello los últimos actos oficiales de la XX Reunión Libre de Estrella de Javalambre. Como sabía que no me iba a poder despedir en condiciones, ya lo había hecho de Angelito antes de subir a por la Estrella, luego de Pilucastromera y Misana. Sobre la organización de la Estrella de Javalambre decir que por su propia idiosincrasia de ser una reunión casi familiar no presenta las aglomeraciones de otras. La opinión que me merece es esa, una concentración de gente amigable donde hay dos grandes grupos nosotros, los de las BMW y luego una serie de clubs; pero sobre todo allí estábamos gente que iba a pasar un día y pico para disfrutar lo que se pudiera de la moto y de otras personas.
Dr. Bacterio y yo dejamos que 5deabril decidiera qué hacer, había que hacer unas compras en el pueblo, sacar dinero y respostar. Luego nos fuimos a dar una vuelta para hacer una parte de esas espectaculares curvas que hay por allí. No llegamos muy lejos, nos apetecía tomar algo, pero entre que no había nada abierto, por toda la zona se había cortado la luz, llegaba la hora de empezar a recibir a la gente que entraba el sábado y sobre todo el viento, decidimos que lo mejor era volver al hotel.
Efectivamente, ya había empezado a llegar gente, empezamos a saludarlos. Como ya todo el mundo sabe, cuando no conoces a nadie no has terminado de presentarte cuando ya has olvidado el nombre del recién presentado. Al menos a mi me pasa, y no es que tenga memoria de pez, o a lo mejor sí. Cuando ya estaban todos colocados nos fuimos al pueblo, íbamos a comer carne (jejeje) ¿y con qué la iban a cocinar si el horno parece ser que era eléctrico o al menos una parte importante funcionaba con electricidad?, pues eso: patatas fritas, huevo y bacón. A alguno que no come carne le pusieron una ensalada espectacular…..
De allí nos fuimos al camping que es donde tiene su base la organización de la reunión de Javalambre, pagamos la inscripción y luego al hotel, para seguir con la tertulia y otro se fue a dar una vuelta. Entre dados, cartas, pasamos la tarde, luego llegó la cena y por fin el paseo de antorchas, el primer acto de la reunión que yo iba a vivir.
Salimos todos juntos desde el hotel, el evento tenía lugar a las 23:30 (algo tarde para mi gusto, pero será así por algún motivo ya que llevan veinte ediciones), paramos en un lugar que nos dijeron los de la organización y nos bajamos. Los del Vstromclub habíamos sido los más madrugadores, luego nos acercamos a un monolito que había justo detrás de donde habíamos colocado las motos, yo llegué cuando el jefe del cotarro había comenzado a hablar, fue ciertamente emocionante escuchar las palabras de este hombre recordar a aquellos que a lo largo del año habían dejado de estar con nosotros, dando unas breves reseñas de su curriculum motero, ahora mismo recuerdo que habían fallecido algunos corredores de velocidad y resistencia de los años cincuenta, otro hombre que había ido a Cabo Norte varias veces, una de ella en vespa o con una lambretta, tengo dudas ahora mismo, cuando falleció era mayor, pero uno de las últimas veces que había subido hasta allí ya lo era, ese hombre sí que había disfrutado de su pasión por las motos... Se guardó un minuto de silencio en memoria de todos ellos, unos aplausos….
Nos indicó a todos (al menos a los nuevos, entre los que me encontraba) en qué consistía el acto, dos vueltas a un mini circuito urbanos por las calles de Manzanera, con un palo recubierto de una sustancia de textura rugosa, similar a un fósforo gigante, con un protector de la mano portante de cartulina. Si alguien no llevaba artillera o artillero nos dijo que los jóvenes del pueblo estarían encantados de echarnos una mano. Yo ni siquiera intenté poner la antorcha en ningún lado, siguiendo la tradición invité a alguien a subirse en mi moto, un chavalín (Aitor), me dijo que él se venía conmigo. Dimos las dos vueltas marcadas, las dos veces el cubre cárter hizo su trabajo ya que rozó con un escalón que formaban las obras que había en la calle.
De allí nos fuimos a un local grande y cubierto que hay en el pueblo, había música, una barra y serrín en el suelo. Yo iba vestido de motero, los más listos que yo (casi todos, por no decir todos) iban con vaqueros, a mi me lo habían avisado, pero como no tengo arreglo fui con mi uniforme. Estuve tomando un refresco, bailé un poco y cuando ví que el serrín del suelo empezaba a estar por todos lados debido a que cada vez había más gente moviendo las piernas por allí me despedí y me volví a mi habitación.
La subida a por la estrella era las once de la mañana, cuando bajé la cafetería estaba a tope. Me senté en una mesa junto con Dr. Bacterio y Ebanistas, el cuál nos estuvo hablando de protecciones, guantes y trajes. Una conversación muy instructiva y distraída. Cuando acabamos cada uno se fue para su moto para salir todos en grupo. De nuevo una hilera de Vstrom (aunque había otras motos, recuerdo una muy grande, otro modelo de Suzuki, una Kawasaki y una Honda, no recuerdo los nombres de los modelos, soy muy malo también para esto). Era mi primera incursión por una pista, lo cual no me impidió, debido a mi inconsciencia, el hacer fotos, la pista estaba para mi gusto en un excelente estado, sólo algunas zonas muy pequeñas presentaban problemas. Llegamos hasta arriba, aunque el grupo a mi me parece que se fraccionó. Cogimos la estrella canjeando el mini ticket que te dan al hacer la inscripción y luego nos hicimos una foto. El aprendizaje que he extraido de esto es que para ir por pista necesitas tracción y por lo tanto las marchas deben ser cortas, no puedes tumbar, las curvas las haces derecho con lo que la dificultad se presenta en esas zonas. Para arriba no hubo problemas, pero para abajo te cruzas con los que han salido más tarde y van a por su estrella, con lo que tienes que ir por tu derecha, esté como esté esa parte del carril.
A la una de la tarde era el sorteo de regalos. Allí estábamos todos, consistía en que una mujer iba sacando de una caja una a una inscripciones de los que se habían apuntado a la reunión, éstas se casaban con el regalo que el mismo del discurso de la noche anterior tenía en la mano. Un instante antes, había estado tirando a todos los asistentes camisetas y gorras. Por cierto también había unas mesas de lo que se supone que era un ágape, al que yo llegué tarde y sólo quedaban aceitunas y bebida.
Yo pude coger sin problemas una gorra, luego casi una camiseta (por cierto Kawasaki Racing Team, una camiseta ya histórica). Al final terminé con esa misma camiseta y yo regalé la gorra. En el sorteo me tocaron una pareja de intermitentes que parece ser que son para una Custom. Cuando me la entregó me dijo: Lo siento. Bueno cuestiones del sorteo.
Acabó el sorteo y con ello los últimos actos oficiales de la XX Reunión Libre de Estrella de Javalambre. Como sabía que no me iba a poder despedir en condiciones, ya lo había hecho de Angelito antes de subir a por la Estrella, luego de Pilucastromera y Misana. Sobre la organización de la Estrella de Javalambre decir que por su propia idiosincrasia de ser una reunión casi familiar no presenta las aglomeraciones de otras. La opinión que me merece es esa, una concentración de gente amigable donde hay dos grandes grupos nosotros, los de las BMW y luego una serie de clubs; pero sobre todo allí estábamos gente que iba a pasar un día y pico para disfrutar lo que se pudiera de la moto y de otras personas.
El retorno
De allí nos fuimos 5deabril, Dr. Bacterio , Ebanistas, Mina, Spauser, y yo. Nos dirigimos a las afueras de Manzanera, en la autovía un área de servicios “Los Maños”, almorzamos los cinco, estuvimos de charla durante un buen rato. Al finalizar, sobre las cuatro nos fuimos, ellos tres se quedaron más retrasados, nosotros que íbamos más lejos tiramos delante de ellos dirección Sagunto.
Había estado hablando con 5deabril sobre el camino a seguir, y no la entendí bien, al tomar la A3, aceleré y me despedí de ella y de Dr. Bacterio. Los cuadraditos de la gasolina parecía que se despegaban, cayó una manta de agua considerable, finalmente entré en una estación de servicio a echar gasolina, allí me tranquilicé, de nuevo no me esperaba nadie y sólo mi deseo (estéril) de llegar de día lo más lejos posible había hecho que fuese más deprisa que lo que realmente necesitaba. Allí compré un saco de naranjas, jejeje, hay una foto por ahí…..
Comencé un ritmo más adecuado y más cercano al natural mío, iba mirando los edificios de los alrededores de la autovía, los coches, saludando a los niños que iban en ellos en los asientos traseros y que con la boca abierta miraban, …..bueno y a alguna que también me saludó a mi.
De pronto, sentí una presencia a mi izquierda, una pitada y allí estaba….. 5deabril, levantó la mano como diciendo, ¿Dónde te metes joio?, me adelantaron ambos y se salieron en el primer desvío. Allí me explicó que las indicaciones que me había hecho cuando la adelanté eran para que no me fuese, que seguiríamos juntos. Ni que decir tiene que de nuevo me llevé una gran sorpresa y una tremenda alegría, paramos, tomamos un café y se conectó diciendo dónde estábamos los tres, hicimos unas fotos y, ahora sí, nos despedimos, aunque todavía seguiríamos unos kilómetros más juntos.
Ya en Tomelloso, le hice unas indicaciones con la larga a Dr. Bacterio, la noche había caído, él me respondió con unas señales de los intermitentes de emergencia, 5deabril iba muy adelantada. Poco más que decir, cogí la CM-42 (autovía de los viñedos, a la que también le dicen autopista en la sombra, por la forma de gestión que tiene).
Llegué a casa pletórico, no estaba cansado, es una sensación bastante similar a una recarga de baterías……
Había vivido una nueva reunión con gente de este club, única parte mala es que se había acabado.
Mi experiencia personal para esta clase de eventos, corta pero intensa, aparte de que el sentido común me dice que es así, es que uno se debe dedicar a conocer a todo aquél con quien tenga oportunidad de intercambiar algunas palabras y que ese interlocutor esté dispuesto a lo mismo. En el caso concreto de esta para mi esta ha sido la reunión en la que he charlado bastante con Dr. Bacterio. También he estado un ratito con Ebanistas y con Mina.
Un saludo y la verdad es que no sé qué pasará si alguna vez se me ocurre hacer un viaje de diez días.Había estado hablando con 5deabril sobre el camino a seguir, y no la entendí bien, al tomar la A3, aceleré y me despedí de ella y de Dr. Bacterio. Los cuadraditos de la gasolina parecía que se despegaban, cayó una manta de agua considerable, finalmente entré en una estación de servicio a echar gasolina, allí me tranquilicé, de nuevo no me esperaba nadie y sólo mi deseo (estéril) de llegar de día lo más lejos posible había hecho que fuese más deprisa que lo que realmente necesitaba. Allí compré un saco de naranjas, jejeje, hay una foto por ahí…..
Comencé un ritmo más adecuado y más cercano al natural mío, iba mirando los edificios de los alrededores de la autovía, los coches, saludando a los niños que iban en ellos en los asientos traseros y que con la boca abierta miraban, …..bueno y a alguna que también me saludó a mi.
De pronto, sentí una presencia a mi izquierda, una pitada y allí estaba….. 5deabril, levantó la mano como diciendo, ¿Dónde te metes joio?, me adelantaron ambos y se salieron en el primer desvío. Allí me explicó que las indicaciones que me había hecho cuando la adelanté eran para que no me fuese, que seguiríamos juntos. Ni que decir tiene que de nuevo me llevé una gran sorpresa y una tremenda alegría, paramos, tomamos un café y se conectó diciendo dónde estábamos los tres, hicimos unas fotos y, ahora sí, nos despedimos, aunque todavía seguiríamos unos kilómetros más juntos.
Ya en Tomelloso, le hice unas indicaciones con la larga a Dr. Bacterio, la noche había caído, él me respondió con unas señales de los intermitentes de emergencia, 5deabril iba muy adelantada. Poco más que decir, cogí la CM-42 (autovía de los viñedos, a la que también le dicen autopista en la sombra, por la forma de gestión que tiene).
Llegué a casa pletórico, no estaba cansado, es una sensación bastante similar a una recarga de baterías……
Había vivido una nueva reunión con gente de este club, única parte mala es que se había acabado.
Mi experiencia personal para esta clase de eventos, corta pero intensa, aparte de que el sentido común me dice que es así, es que uno se debe dedicar a conocer a todo aquél con quien tenga oportunidad de intercambiar algunas palabras y que ese interlocutor esté dispuesto a lo mismo. En el caso concreto de esta para mi esta ha sido la reunión en la que he charlado bastante con Dr. Bacterio. También he estado un ratito con Ebanistas y con Mina.
Algunas fotos:
Esta foto es la primera que disparé en la ruta, detrás se pueden ver lo que se supone que son cabras montesas.
La vista una vez que se pasa el puerto donde está la estación de esquí de Javalambre, impresionante:
El hotel:
Dos de la salida que hicimos el sábado por la mañana
La penúltima. La excusa para ir hasta allí:
que hay que asistir. Es una concentración pequeña, pero a la vez muy intensa. 
