Quizás... LA CRONICA
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#126 Re: Quizás... LA CRONICA
Impresionante como siempre la manera de hacernos llegar tus viviencias que con solo leerlas llegan en todos los sentidos, sobre todo conociéndote.
Bonitas fotos y sobre todo lo mejor lo que has podido traerte de este gran viaje.....que envidia!!!!
Por mi parte fue un verdadero placer poder compartir la primera parte de tu sueño, lo volvería a hacer.
Un abrazo Mariano.-
Bonitas fotos y sobre todo lo mejor lo que has podido traerte de este gran viaje.....que envidia!!!!
Por mi parte fue un verdadero placer poder compartir la primera parte de tu sueño, lo volvería a hacer.
Un abrazo Mariano.-
- freebiker
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#127 Re: Quizás... LA CRONICA
Hola mariano, yo también me alegré mucho de conocerte, y no te preocupes por el lapsus al presentarnos, se que tantos dias conociendo gente, le deven dejar a uno fuera de juego.
Me has dado una envidia que no veas, este viaje que te has pegao es la leche, algo que hace años me gustaria hacer a mí, dejarlo todo, y no preocuparse por nada, solo por llegar a domir bajo techo y km,km,y más km, me gustaria poder imitarte algun dia.
Ya sabes cuando quieras volver aquí estamos y si jordi no está disponible, puedes apuntar mi casa como segunda opción.
vsssssssssssssssss
Me has dado una envidia que no veas, este viaje que te has pegao es la leche, algo que hace años me gustaria hacer a mí, dejarlo todo, y no preocuparse por nada, solo por llegar a domir bajo techo y km,km,y más km, me gustaria poder imitarte algun dia.
Ya sabes cuando quieras volver aquí estamos y si jordi no está disponible, puedes apuntar mi casa como segunda opción.
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PURA VIDA
AMM.nº12785
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#128 Re: Quizás... LA CRONICA
Hola Mariano, como te dije he esperado pacientemente hasta el final de la crónica. Gracias por tu espléndida narración que
me ha permitido viajar por media España sin levantar el trasero del sofá Ya seriamente, mi más sincera
enhorabuena por el trabajo realizado. Ha sido un placer el conocerte. Espero y deseo que nos visites en un futuro no muy lejano.
Cariño y "casas" no te van a faltar. Un abrazo.
me ha permitido viajar por media España sin levantar el trasero del sofá Ya seriamente, mi más sincera
enhorabuena por el trabajo realizado. Ha sido un placer el conocerte. Espero y deseo que nos visites en un futuro no muy lejano.
Cariño y "casas" no te van a faltar. Un abrazo.
HONDA CB 750 FOUR - YAMAHA XJ 650 - HONDA VF 750 F - HONDA VFR 750 F - HONDA VFR 800 VTEC - HONDA 1000 VTR SP2
- Mariano.-
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#129 Re: Quizás... LA CRONICA
Hudsin, lo sé, gracias. Igualmente.
Secreta, de una forma u otra lo volveremos a hacer. De hecho, ya hemos vuelto a rodar unos 3.000 km desde entonces , ¡y lo que queda!
Gracias, Freebiker, sois todos un ejemplo de generosidad. Y no hablo de dinero...
A tí también gracias, STV, pero... no he terminado todavía. ¿O es una forma de decirme que eche ya el cierre?
Secreta, de una forma u otra lo volveremos a hacer. De hecho, ya hemos vuelto a rodar unos 3.000 km desde entonces , ¡y lo que queda!
Gracias, Freebiker, sois todos un ejemplo de generosidad. Y no hablo de dinero...
A tí también gracias, STV, pero... no he terminado todavía. ¿O es una forma de decirme que eche ya el cierre?
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#130 Re: Quizás... LA CRONICA
Mariano.- escribió:Hudsin, lo sé, gracias. Igualmente.
Secreta, de una forma u otra lo volveremos a hacer. De hecho, ya hemos vuelto a rodar unos 3.000 km desde entonces , ¡y lo que queda!
Gracias, Freebiker, sois todos un ejemplo de generosidad. Y no hablo de dinero...
A tí también gracias, STV, pero... no he terminado todavía. ¿O es una forma de decirme que eche ya el cierre?
Sigue, por favor.
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#131 Re: Quizás... LA CRONICA
qué bonito, esta cronica va a haber que editarla. ¿que tal si creamos la editorial "crónicas de bolsillo?"
dame una palanca... y me apalancaré
- ALBERT
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#132 Re: Quizás... LA CRONICA
Amigo Mariano, para mi el error está en la subjetividad. Siempre parece que el de delante tumbe mas, coja las curvas mejor y haga la trazada mas limpia .... no sé porqué, a mi también me pasa muchas veces, pero siempre tenemos la impresión de que el de delante va mejor y mas desahogado .....Mariano.- escribió: Sé que si pasamos una curva a la misma velocidad tumbamos lo mismo, pero a mí me daba la sensación de tumbar mucho más, ¿dónde está el error?
Paco (DL1000 Osona ) siempre dice .... jod*r que plegadas que os metéis, cabronazos , bla bla bla y luego cuando vas detrás suyo lo flipas en colores de lo que llega a inclinar la moto. En fin, es un mal de muchos .
Es uno de los defectos que tengo. Mira, en las subidas siempre pienso que si pasa algo, si a una curva llegas muy colado, pues es mucho mas fácil parar la moto lo suficiente como para poder contarlo. Naturalmente no es el caso de ese dia, que íbamos de paseo, pero cuando vas “por faena” me encuentro mejor en las subidas ....Mariano.- escribió: Albert y Hudsin comentaron que les gustaban más las subidas, bla bla bla
No es que no disfrute de las bajadas, es que me encuentro mas comodo en las subidas.
Mariano.- escribió: Tengo que decir que en muchos momentos mis compañías hablaban catalán, desde que me encontré en Azuqueca de Henares con Stormbringer y Hudsin, pero en ninguna ocasión supuso para mí ningún problema, y ni mucho menos se creó en mí un sentimiento de recelo o exclusión. Comprendo perfectamente que es su forma natural de expresarse, su lengua materna, y que de forma natural la utilizaban, aunque noté en multitud de ocasiones que en mi presencia hablaban castellano. Lógicamente, más frecuente fue este hecho una vez nos adentramos por Andorra o Cataluña. Como podréis fácilmente comprender, no despertaban en mí suspicacia alguna; antes al contrario, sentía que era lo más normal para ellos. Su lengua forma parte de su cultura, de la cultura catalana, de la cultura en definitiva, y es un valor que tienen y deben cultivar. Otra cosa es el uso que se haga de ella en según qué momentos y circunstancias, y sobre todo, por quien la escucha y se siente excluido. Como digo, no fue mi caso. Además, tenía siempre conmigo a mi intérprete dispuesto a aclararme cualquier cosa: Hudsin.
Entre otras muchas cosas, esta mentalidad abierta que tienes y demuestras, es uno de los argumentos por lo que eres tan querido por tanta gente.
Si te sorprende la cantidad de gente que ha salido a tu encuentro, párate a pensar un poco en esto que te digo y encontrarás la respuesta a parte de este comportamiento .
Un placer compartir un poquito de Quizás, Mariano, de verdad. A ver para cuando la próxima.
- Mariano.-
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#134 Re: Quizás... LA CRONICA
Pos yo no sé que decir............ya.
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#135 Re: Quizás... LA CRONICA
Parecido me pasa a mi ,veo a los de delante que van tranquilamente,todos vamos a la misma velocidad y yo voy acelerando a tope,apurando la frenada al maximo,inclinando que no puedo mas...ALBERT escribió:Amigo Mariano, para mi el error está en la subjetividad. Siempre parece que el de delante tumbe mas, coja las curvas mejor y haga la trazada mas limpia .... no sé porqué, a mi también me pasa muchas veces, pero siempre tenemos la impresión de que el de delante va mejor y mas desahogado .....Mariano.- escribió: Sé que si pasamos una curva a la misma velocidad tumbamos lo mismo, pero a mí me daba la sensación de tumbar mucho más, ¿dónde está el error?
Paco (DL1000 Osona ) siempre dice .... jod*r que plegadas que os metéis, @¿%? ;-) , bla bla bla y luego cuando vas detrás suyo lo flipas en colores de lo que llega a inclinar la moto. En fin, es un mal de muchos .
Es uno de los defectos que tengo. Mira, en las subidas siempre pienso que si pasa algo, si a una curva llegas muy colado, pues es mucho mas fácil parar la moto lo suficiente como para poder contarlo. Naturalmente no es el caso de ese dia, que íbamos de paseo, pero cuando vas “por faena” me encuentro mejor en las subidas ....Mariano.- escribió: Albert y Hudsin comentaron que les gustaban más las subidas, bla bla bla
No es que no disfrute de las bajadas, es que me encuentro mas comodo en las subidas.
Mariano.- escribió: Tengo que decir que en muchos momentos mis compañías hablaban catalán, desde que me encontré en Azuqueca de Henares con Stormbringer y Hudsin, pero en ninguna ocasión supuso para mí ningún problema, y ni mucho menos se creó en mí un sentimiento de recelo o exclusión. Comprendo perfectamente que es su forma natural de expresarse, su lengua materna, y que de forma natural la utilizaban, aunque noté en multitud de ocasiones que en mi presencia hablaban castellano. Lógicamente, más frecuente fue este hecho una vez nos adentramos por Andorra o Cataluña. Como podréis fácilmente comprender, no despertaban en mí suspicacia alguna; antes al contrario, sentía que era lo más normal para ellos. Su lengua forma parte de su cultura, de la cultura catalana, de la cultura en definitiva, y es un valor que tienen y deben cultivar. Otra cosa es el uso que se haga de ella en según qué momentos y circunstancias, y sobre todo, por quien la escucha y se siente excluido. Como digo, no fue mi caso. Además, tenía siempre conmigo a mi intérprete dispuesto a aclararme cualquier cosa: Hudsin.
Entre otras muchas cosas, esta mentalidad abierta que tienes y demuestras, es uno de los argumentos por lo que eres tan querido por tanta gente.
Si te sorprende la cantidad de gente que ha salido a tu encuentro, párate a pensar un poco en esto que te digo y encontrarás la respuesta a parte de este comportamiento .
Un placer compartir un poquito de Quizás, Mariano, de verdad. A ver para cuando la próxima.
¡Un Saludo desde Asturias!,Patri
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#136 Re: Quizás... LA CRONICA
Un posado robado:Mariano.- escribió: ...estaba cámara en mano disparando fotos, ya las colgará (las colgarás, ¿no?). ..
El resto de fotos y publireportaje aquí:
http://www.vstromclub.es/viewtopic.php? ... &start=400
En el post primigenio del Quizás...
Salut!
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#137 Re: Quizás... LA CRONICA
Y en la página 16 hay un gif animado con la llegada de Mariano.- &friends al restaurante de Torelló.
Salut!
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#138 Re: Quizás... LA CRONICA
EstaPapaToni escribió:Y en la página 16 hay un gif animado con la llegada de Mariano.- &friends al restaurante de Torelló.
Salut!
Crónicas de viajes y otras cosas en moto: http://www.hudsinvstrom.es.tl
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#139 Re: Quizás... LA CRONICA
Uno se siente pequeño leyendo las vivencias de personas tan grandes.
Gracias por compartir el relato de la experiencia. ........y ansioso por los próximos capítulos.
Salud!!!
Gracias por compartir el relato de la experiencia. ........y ansioso por los próximos capítulos.
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#140 Re: Quizás... LA CRONICA
Me encanta la mirada de éste posado-robadoPapaToni escribió:Un posado robado:Mariano.- escribió: ...estaba cámara en mano disparando fotos, ya las colgará (las colgarás, ¿no?). ..
El resto de fotos y publireportaje aquí:
http://www.vstromclub.es/viewtopic.php? ... &start=400
En el post primigenio del Quizás...
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#141 Re: Quizás... LA CRONICA
La gracia no está en el modelo, sino en el fotógrafo...Mysae escribió:..Me encanta la mirada de éste posado-robado
Hasta ha salido guapo!
Pues sí, esta me la reservaba para cuando pusiera (por fin ) la etapa Osonenca.
Mariano.-, como te dije personalmente para mí es un orgullo y un honor contarte entre mis amigos.
También yo esperaba darte en persona ese abrazo.
Cuando Xavi me llamó que ya estabas por nuestros lares y yo estaba aún de "vacas", casi me da un patatús...
Al menos pudimos quedar el domingo y hacer una buena comidita...
A ver cuando repites la visita.
Salut!
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#142 Re: Quizás... LA CRONICA
Gelo, gracias, pero sin darte cuenta exageras...
PapaToni, muchas gracias.
Me reafirmo en esto, MysaePapaToni escribió:La gracia no está en el modelo, sino en el fotógrafo...
PapaToni, muchas gracias.
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#143 Re: Quizás... LA CRONICA
bueeeenoooo que rollito se llevan los moderadores....Mysae escribió:Me encanta la mirada de éste posado-robadoPapaToni escribió:Un posado robado:Mariano.- escribió: ...estaba cámara en mano disparando fotos, ya las colgará (las colgarás, ¿no?). ..
El resto de fotos y publireportaje aquí:
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En el post primigenio del Quizás...
Salut!
hala, ta lue
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#145 Re: Quizás... LA CRONICA
26 de agosto
Hoy no tenía demasiada prisa, no iba falto de tiempo, ni debía pensar en compañeros de viaje con quien acomodar mis preferencias u horarios. Tampoco era una jornada de puertos de montaña, de rutas de no perderse ni de espectaculares paisajes aunque resultó ser, y lo sabía, una jornada de meditación, de encontrarme conmigo mismo y de repaso de los días, semanas, meses y hasta años pasados. Por fin, después de tantos días sin un minuto para el aburrimiento, llegaba un momento de soledad que, aunque no deseada, tampoco era rechazada. Me sentó bien estar un día conmigo mismo hablándome de lo ajetreado de estos días atrás, saboreándolos más si cabe, quizá por contraste. Hice ese día cientos de km pensando, como si estuviera en el sofá de casa, en silencio. De vez en cuando alguna curva que se cerraba más de la cuenta me sacaba de mis pensamientos, o un coche que venía más rápido que yo advertido por el espejo izquierdo de mi moto.
Por donde más entretenido fui, a mi pesar, fue por la carretera N-II hacia Zaragoza, por donde circulaban centenares de camiones en uno y otro sentido. Ventanillas cerradas, aire acondicionado puesto en marcha. ¡Y yo con un calor...! Hacía mucho calor, si, pero seguía adelante. Montes blancos a mi derecha, al norte. Conocí esta zona en la mili, donde hice maniobras. Y no me quiero ni acordar, fue una semana totalmente cubierto de blanco de polvo y tierra del campo de maniobras de San Gregorio, con el calor de junio. Según pasa el tiempo más convencido estoy de que no volvería a mis veintidós años...
Había llegado ya al punto más lejano de mi viaje, por lo que el único movimiento posible era ya de acercamiento a mi casa, de retornar. Además, me quedaban seis dias para disfrutar de mis vacaciones, por lo que era momento de pensar en volver: dos o tres días más de viaje y a descansar otros tantos en casa. Pero una vez más, lo planeado no coincidió con lo que ocurrió, ya veréis...
Tenía mi siguiente cita para ir de ruta al día siguiente, en Molina de Aragón (Guadalajara), con Yasimoto, quien muy amablemente se ofreció para enseñarme alguna de las muchas que conoce por esta y otras zonas: Montes de Cuenca, Alto Tajo, provincia de Guadalajara... Pero de forma inmediata tenía dos encuentros: en Lérida a la hora del almuerzo con Stromcio y en Zaragoza con Angel, a media tarde. Después, libre hasta las 11 de la mañana del día siguiente en Molina: la carretera y el tiempo eran míos, más de 460 km y 24 horas.
Este trayecto ha sido el único que he realizado solo (y tampoco del todo, como ya sabéis), muy al contrario de como lo planifiqué en su día, y con un resultado tan inesperado como espléndido para todos los participantes -para mí el primero-, los activos y los que lo habéis seguido de una u otra forma (que no pasivos) debido a la cantidad de coincidencias entre personas, voluntades y hechos, por lo que será para mí inolvidable. Podrán venir otros, pero no será como éste, no tendrá la frescura, la gracia y la originalidad de este “Quizás...”; no tendría el contenido humano de este viaje. Sobre todo para mí, por el momento de mi vida en el que me encuentro.
De esta jornada sólo tengo unas pocas fotos, aunque muy significativas, que os iré mostrando con mi relato.
Me levantaría ese día como a las 9. Hudsin, una vez más, estaba atendiendo desde temprano a sus obligaciones profesionales, así que me duché, recogí y salí a buscarle para desayunar. Fueron unos últimos instantes con él de charla amigable. No quise entretenerle mucho, ya que hizo nuevamente un hueco para despedirme. Fui a por mi moto al garaje y la dejé en la puerta de su casa para cargarla.
Sobre las once de la mañana me despedía de mi amigo y enfilaba la Ronda Litoral hacia Lérida. No me voy a extender sobre este momento, sólo decir que nos dimos un abrazo sincero de agradecimiento mutuo, de alegría y tristeza, sentimientos encontrados, por descubrir una amistad, una relación de afecto, y por finalizarla –sólo en lo físico-... hasta la próxima ocasión en que nos viéramos.
Iba por la Ronda cuando recibí una llamada telefónica. Era Ilde_650, que me decía que tenía noticias de que yo salía ese día de Barcelona. El había salido desde allí también en dirección a Cádiz, y estaba en Fraga (Huesca), por lo que me llevaba dos horas de ventaja. Lástima, no pudimos coincidir, aunque también es verdad que llevábamos otros destinos y, por tanto, otros horarios.
Poco a poco iba saliendo de Barcelona. En el Bruc paré para repostar y echar un pitillito.
Y así, andandito andandito, llegué a Lérida.
Había quedado con Stromcio en llamarle cuando estuviera cerca. Eso hice y quedamos en una calle determinada. Allí estaba. No nos conocíamos más allá de leernos por el foro, y no quiso perder la oportunidad de sumarse a esta ronda. Ni yo tampoco. Justamente el día antes intervino en el hilo "Quizás...", lamentando haber "perdido el tren de la quizaskedada", como él mismo decía. Pero no, llegó justo a tiempo, así que hablamos por teléfono y quedamos para comer y conocernos. Buen chaval, con conversación digna de ese nombre, cabeza bien amueblada y una V azulita con unos frenos de disco "wave" espectaculares.
Almorzamos cerca del lugar de encuentro, primero en una terraza en la calle, pero al poco nos cambiamos al interior: tenían aire acondicionado y fuera hacía calor. Además, estaban de obras en esa calle, al lado mismo, y la polvareda y el ruido eran muy considerables.
Tuvo que irse pronto, tenía que trabajar, lamentando no poder acompañarme durante unos km, como me dijo en persona y después en el hilo.
Iván, te agradezco que salieras a mi encuentro dejando otros compromisos
Arreglé (una vez más) el GPS y marqué rumbo a Zaragoza, próxima etapa. Había quedado con Angel en el Paseo de Echegaray y Caballero, entre la Basílica del Pilar y el Ebro. Total, unos 150 km, a realizar en menos de dos horas. Recibí de él serias advertencias sobre el tráfico de camiones, infernal, por la carretera nacional, y unas curvas antes de Alfajarín imposibles de superar y salir de ellas con vida. Al final no fue para tanto, llegué a Zaragoza, aunque sólo fuese por obstinación; algo se me pegó de tierras mañas.
En lo que sí llevaba razón fue en la cantidad de camiones que hay en ese trayecto. Lógicamente, él es de allí y lo conoce bien. Camiones, camiones, camiones... Tanto de ida como de vuelta.
Adelanté a muchos en los espacios en los que me lo permitían otros camiones que venían de frente, buscando muchas veces los cortísimos espacios que dejaba el camión adelantado con el siguiente. ¿Por qué se pegan tanto entre ellos? No quiero pensar que es para que no les adelantara yo...
¡Qué calor hacía! Eran las cinco y media de la tarde, plena hora de la siesta, en un día de finales de agosto. Y yo por ahí en moto. Y solo. Iba bien de tiempo e hice una paradita a la sombra.
Tiene un sabor especial ir de forma independiente por esos mundos; y más en moto, lo que acentúa el carácter de independencia. Se le nota un especial encanto a viajar sin nadie que influya, nadie con quien compartir decisiones o gustos. Le encontré ese sabor especial, aunque quizá porque sabía que iba a ser poco tiempo, poco recorrido. Esto lo sabe bien quien viaja solo, en moto por carretera o a pie por la vida: lo mismo te paras donde quieres a fumarte un cigarrillo que decides en solitario qué color de cortinas quieres para tu salón... o para tu vida.
Tambien era consciente de los inconvenientes, que son muchos. En caso de tener problemas te ves igual de solo, y eso sin ponernos en el peor de los casos: un accidente. Es algo que los usuarios de moto sabemos bien, como decía en otro momento de esta crónica, y es conveniente ir, al menos, en pareja, como la Guardia Civil, los buceadores, los recién casados y algunos (ignoro cuántos) no tan recién casados.
Avisté Zaragoza y me colé hasta El PIlar muy fácilmente. Llegué con un cuarto de hora de antelación a mi cita con Angel, así que aparqué encima de la acera en el Paseo, me quité casco, chaqueta y guantes y me senté en un banco. Hice un par de fotos por matar el tiempo, jugué un poco con el navegador GPS y encendí un pitillo. Contemplé los alrededores, el río, la gente, los coches al pasar, la fachada trasera de la Basílica.
Hacía veintiséis años desde la última vez que estuve en Zaragoza; y se dice así, tan pronto. Sé de personas que vuelven a los sitios después de muchos años por nostalgia, pero no era mi caso. Quiero decir con esto que no tenía interés por volver por el Tubo; quiero decir por mí mismo, claro, distinto es si hubiera ido con más tiempo y Angel me lleva de cervecitas y tapas por ahí, en cuyo caso sería otro el aliciente. Y es que, al igual que hay lugares a los que quieres volver porque te traen buenos recuerdos, tampoco tienes ganas de volver por los que no te los traen. Y eso que Zaragoza no es de los de los malos, que conste. No sé, soy así. A lo mejor me echo una novia de allí y cambio radicalmente de opinión, ¿no?, jeje... Y es que uno es uno mismo y sus circunstancias; basta que cambien para que nos adaptemos, mudando de opinión.
Era la hora convenida y Angel no llegaba. Sabía que estaba sin moto, así que le llamé pasado un tiempo prudencial y estaba en otro sitio esperándome, un malentendido. Al poco rato le vi venir a pie, corriendo. De lejos le hice señas para que no corriera. Seguramente tenía más prisa él que yo...
Tampoco le conocía en persona, pero sí de hablar por teléfono, para esta ocasión y anteriormente. También nos tratamos bastante por el foro dada nuestra condición de moderadores, y sé que es un tio formal (al menos en no querer hacer esperar, no quiero pasarme, jeje...).
Soy persona de costumbres fijas, así que a esa hora lo que me apetece es un café. Por este y otros motivos fuimos a la terraza de una cafetería cercana, donde pude dejar la moto a la vista. Cafelito con hielo para mí, un refresco para él y charla durante más de una hora sobre muchos temas para los dos. Fue corta la entrevista, pero con mucho jugo, como suele ser habitual en él. Como esperaba, la charla fue fluida, sin el impedimento que a veces se tiene entre dos desconocidos: es necesario "conectar" antes de transmitir y recibir comunicación. Fue como hablar con una persona a la que conoces desde hace tiempo. Y en realidad era así, ¿no? Este foro -no sé si otros también- tiene esa particularidad, que acabas por conocer a muchas personas de forma natural (aunque a algunas más que a otras, claro está; para los menos transparentes cuesta más), de modo que cuando te las encuentras cara a cara retomas la conversación de forma real donde la dejaste de forma virtual. Ese fue el caso exactamente de mi encuentro con Angel.
(qué lástima, en ese momento pasaba el autobús por detrás, privándonos de la vista de la Plaza del Pilar)
Le di las gracias por dedicarme su tiempo, y lo hago aquí también.
La autovía Mudéjar no es muy distinta a otras: igual de aburrida para un usuario de V-Strom. Más esa tarde y a esa hora, sin tráfico ninguno, toda para mi. Al principio adelantaba a algún coche de los que se dirigen a los pueblos cercanos, pero según me alejaba de Zaragoza la autovía estaba desierta. Sí recuerdo un Audi TT que me adelantó a una velocidad muy, muy considerable. Cachis, perdí el hilo de lo que estaba pensando...
Estaba atardeciendo, asi que pensé en seguir la recomendación de Angel de dormir en Daroca, en un hotel que me dijo que había a la entrada; de esta forma no seguía hasta Molina de Aragón. Hice unos pequeños cálculos, y desde Daroca hasta el lugar de reunión con Yasimoto el día siguiente había menos de una hora. Como había quedado con él a las 11, tenía tiempo de sobra para llegar, y así lo hice.
Llegué a Daroca casi de noche. Tuve que parar para hacer esta foto: ya sé de dónde se sacan los premios a los foreros que alcanzan la condición de VIP.
Encontré el hotel al lado de la gasolinera. Pregunté el precio y era poco dinero, aunque caro por lo que ofrecía según vi después; aunque cumplía los mínimos de limpieza exigibles, claro.
Ni me cambié. Descargué la moto, solté las bolsas de depósito y trasera en la habitación y salí en manga corta y pantalón y botas de moto a tomar una cerveza y algo sólido, aunque no mucho. No me fijé en la marca de la cerveza que me sirvieron, pero hasta el sabor cambia -a peor- cuando no tienes a nadie con quien tomarla: la sensación de amargo del lúpulo aumenta en tu paladar. Aunque tampoco hay que hacer de esto un drama.
Hice alguna llamada telefónica a alguien que tenía el padre malito y me quedé un momento sentado en el pretil de un puente, cerca del hotel. Se estaba muy bien allí, fresquito y en silencio (después del calor que había pasado ese día), viendo el castillo que tiene el pueblo en lo alto de una colina, iluminado en el medio de la oscuridad.
Me volví pronto, me duché y me quedé en la cama con la ventana abierta de par en par mientras escribía unas notas (como casi todos los días) y escuchaba la radio; por primera y única vez en todo este tiempo saqué los auriculares y los conecté al teléfono móvil. Suelo seguir las noticias, pero últimamente estaba totalmente ajeno; sólo el día que almorzamos en Alava se comentó en el almuerzo que había ocurrido un desgraciado accidente de avión en Barajas...
27 de agosto
¡De nuevo entraba en acción! Pasadas las nueve y media ya me había tomado un cafelito para entrar en funcionamiento y estaba calentando la moto para salir. Mañana de sol radiante y fresquita. Mi GPS me lo agradecía funcionando bien. Me situó, y adelante. Me metió por dentro del pueblo, y fue cuando me di cuenta de lo bonito que es Daroca. La noche anterior pensé en dar una vuelta por el pueblo, pero dudaba de que hubiera algo abierto para un forastero como yo. Podría, no obstante, haber ido a dar una vuelta y probar.
Di enseguida con la carretera hacia Molina, y allá fui.
Me encontré con una carretera muy bonita, aunque en no muy buen estado. Curveada, entre colinas y un tramo bastante retorcido a la altura de Val de San Martín. Pero me duró poco, cosa que ya sabía por mi navegador. Me esperaba una recta de más de 3 km hasta Santed, y dos más de 7 km cada una, unidas por una curva tan amplia que se podría tomar a gran velocidad con toda seguridad. Esta parte sí tenía muy buen asfalto, así que lo dejé pasar bajo mis pies sin mayor interés que los campos de girasoles que me rodeaban. En uno de ellos paré para hacer unas cuantas fotos:
Vi una desviación hacia la laguna de Gallocanta, y si hubiera ido con una hora más de tiempo me habría desviado. Será cuestión de ir en otra ocasión.
Justo al final de la recta está el límite provincial entre Teruel y Guadalajara, entre Aragón y Castilla-La Mancha. También cambia un poco el paisaje y aparecen las curvas. Paso por Embid, Tortuera y Rueda de la Sierra, pequeños pueblecitos poco habitados, antiguos, pobres. Sólo vi un niño al pasar en uno de ellos.
Molina de Aragón. Castillo en lo alto, pueblo en lo bajo.
Aquí ya se notaba más movimiento, más tráfico de coches y personas. Vi la gasolinera donde había quedado con Yasimoto desde la entrada, en la parte alta del pueblo, y allí me dirigí. Justo enfrente hay un bar, y allí estaba la Geisha, la BMW F650 de Yasi. Los dos habíamos llegado con antelación a la hora fijada.
El estaba dentro, pero me vio aparcar y quitarme el casco, por lo que salió a mi encuentro. Nos dimos un abrazo de saludo y de alegría por volver a vernos. No esperó un minuto para hacer una foto juntos, y yo otra, ésta:
Desayunamos y nos dispusimos a salir. El plan era ver parte del Alto Tajo saliendo de Molina de Aragón pasando por Taravilla, Poveda de la Sierra, Beteta, Puente Vadillos, Cañamares, Priego, Pareja, rutilla por Entrepeñas, Mirador de Alocén y Guadalajara. Total, poco más de 190 km, que resultó ser de lo mejorcito en rutas que yo haya hecho. ¡Y con las de estos días ya era mucho subir el listón! Pueden dar fe de ello 5deabril, Ronquidonocturno y Secreta-v, con los que he repetido hace dos semanas parte de esta ruta, tras la III HL, pero con otros colores, los del otoño. En esta ocasión casi la he disfrutado más, porque sabía lo que me esperaba.
Al poco rato ya estábamos metidos en curvas y entre montañas. Descendimos hasta encontrarnos con el Tajo. Aquí hicimos esta foto:
Poco después de esta foto sufrí un pequeño percance, el único incidente en este tiempo. Resulta que me despisté de Yasimoto y continué. Cuando me di cuenta de que no venía le esperé, y cuando llegó me dijo de dar la vuelta para ir por otro sitio. La carretera estaba en cuesta arriba, por lo que hice un giro de 180º con cierta prisa, ya que venía un camión a lo lejos. No calculé bien la pendiente y se me inclinó demasiado la moto. Dí un pisotón en el suelo y salvé la situación, pero no del todo, porque al siguiente paso se me inclinaba más la moto, y más al siguiente hasta que... si, se cayó. La tumbé en el suelo como pude y llamé a Yasi para que me ayudara a levantarla. El camión, mientras tanto, se acercó y paró en mitad de la carretera, y hasta el propio camionero se bajó y nos ayudó a levantarla. Con el cabreo creo que no le dí ni las gracias... Resultado: intermitente izquierdo roto y rasguños en el carenado y baúl. En fin, las cicatrices de la vida.
Llegábamos a Beteta, donde hicimos una parada para tomar algo. Hacía calor y teníamos sed. Además, con esto se me pasaba un poco el sentimiento de cabreo, vergüenza y sensación de inutilidad, jeje, algo que muchos hemos experimentado ya.
Julio me dijo de visitar el castillo del pueblo, situado, cómo no, en la parte alta, y allá que fuimos. El paisaje que se divisaba desde él era espectacular, con la carretera a 150 m bajo mis pies y un mirador que daba al otro lado, y desde el que se veía Beteta y todo el valle:
Continuamos. Me atreví a utilizar la técnica ya vista en 5deabril y Secreta-v, de colgarse la cámara al cuello, utilizar una única marcha para todo y disparar la cámara con la mano izquierda con la moto en marcha. Ya lo había probado antes, pero como que no me sentía yo muy seguro. Pero esta vez lo intenté y me salió medianamente bien. Afortunadamente, porque pasamos por unos de los lugares más bonitos, antes de Puente Vadillos:
Como véis, Yasi tampoco iba perdiendo el tiempo...
Nos salimos de la carretera por otra de menor importancia entre pinares, hasta llegar a un mirador en el que paramos. Merecía la pena:
Poco después parábamos a comer cerca de Cañamares, en un camping, donde dimos cuenta de un buen menú. Y bien que nos sentó, ya teníamos hambre.
Continuamos al rato. Nos acercábamos a la Hoz de Priego, modelado por el Río Escabas, un lugar para quedarse más tiempo. No fuimos los únicos en pensar así, había un motero alemán:
Estábamos en plena Ruta del Mimbre. Como me dijo Yasi, en esta zona se dedican al cultivo y manufactura del mimbre. Ya se nota, además, por los nombres de los pueblos: Cañamares, Cañizares, Cañaveras...
¿Seguimos? Nuestro siguiente sitio de paso fue Cañaveras, donde me llamó la atención este lugar, con el mimbre amontonado, secando al sol:
Nos dirigíamos ahora al oeste, hacia el embalse de Entrepeñas por una carretera que estaba sólo medio regular. Pero claro, para otras motos que no admitan asfaltos rizados y hasta descarnados. En este ambiente nuestras motos "medio trail" se mueven de maravilla.
Nos acercábamos, hicimos otra paradita en un alto desde donde se divisaba una parte del pantano:
Y más adelante otra parada en el puente que cruza el mismo:
Como véis, había poca agua.
A continuación me llevó Yasimoto por una carretera hacia Sacedón (creo recordar), por la que se meten los quemados de la zona. ¡Y no me extraña! Pocas veces he visto una carretera tan, tan de moto y con un asfalto como ése. Era curioso, de color marrón rojizo ¡y un agarre de primera!, de los que dan confianza a la hora de tumbar. Me dio paso, quedándose detrás, por lo que le dí un poco al mango a placer. Poco después me diría Yasi que no me podía alcanzar; pero todo tiene una explicación: conducía con una mano, con la otra iba haciendo fotos, jeje... Y es que hay que ver lo que es capaz de hacer Yasimoto con una monocilíndrica...
En Alocén otra paradita en otro mirador, inexcusable, las vistas son magníficas:
Alguien se dejó allí una moto de tres ruedas, y Yasi no perdio la oportunidad para acomodarse a sus mandos:
Ni yo tampoco.
Llegábamos a término de la ruta del día. Allá, en lo alto, Horche, a un paso ya de Guadalajara:
Al poco rato estábamos en su casa. Allí nos esperaba Pilar, Yasimota, tan, tan agradable como siempre. Me refresqué un poco y nos pusimos a charlar. Me ofreció de beber, y sin darme cuenta había sacado de todo, ¡pero si no tenía hambre! Julio, Pilar, mil gracias por vuestra hospitalidad.
Hasta me invitaron a dormir allí, pero mis planes eran otros. Os cuento.
Días antes había recibido la invitación de Seveyn y J-Pepe para dormir en su casa esa noche, pero no conté con la duración de la ruta que me había preparado Yasimoto. A la mañana siguiente querría haberme levantado tempranito y hacer de un tirón hasta Sevilla por autovía. La cosa se presentaba dura, dadas las temperaturas que se alcanzan pasado el mediodía. Incluso me había planteado cenar y viajar de noche, para evitar el calor. Había descartado ya ir a Ubeda y Baeza (como comunicaría a Achy más tarde, ya que también se ofreció a enseñármelo). Pero debido a lo cansado que estaba y el calor pasado durante ese día no estaba en las mejores condiciones. Así que me veía en un aprieto.
Pero habría que añadir otro peligro: El siguiente fin de semana, 29, 30 y 31, se celebraba en Málaga la II Sardiná que organizaba el Comando Bokerón, al que acudirían tanto los Yasimotos como Seveyn y J-Pepe. ¿Y yo me iba a quedar fuera? Mmmm...
Al rato llegó Seveyn, que ya sabía que había llegado, para recogerme y conducirme a su casa. Una buena ducha, un buen rato de charla, y a dormir. No os voy a decir que estaba agotado, pero bueno. Después de 17 días de un lado para otro, entrar y salir, subir y bajar, ya tenía ganas de estar en casa y descansar un par de días.
¿Qué hago? ¿Voy a la "Sardiná" o no voy? Digamos que no opuse resistencia...
Hoy no tenía demasiada prisa, no iba falto de tiempo, ni debía pensar en compañeros de viaje con quien acomodar mis preferencias u horarios. Tampoco era una jornada de puertos de montaña, de rutas de no perderse ni de espectaculares paisajes aunque resultó ser, y lo sabía, una jornada de meditación, de encontrarme conmigo mismo y de repaso de los días, semanas, meses y hasta años pasados. Por fin, después de tantos días sin un minuto para el aburrimiento, llegaba un momento de soledad que, aunque no deseada, tampoco era rechazada. Me sentó bien estar un día conmigo mismo hablándome de lo ajetreado de estos días atrás, saboreándolos más si cabe, quizá por contraste. Hice ese día cientos de km pensando, como si estuviera en el sofá de casa, en silencio. De vez en cuando alguna curva que se cerraba más de la cuenta me sacaba de mis pensamientos, o un coche que venía más rápido que yo advertido por el espejo izquierdo de mi moto.
Por donde más entretenido fui, a mi pesar, fue por la carretera N-II hacia Zaragoza, por donde circulaban centenares de camiones en uno y otro sentido. Ventanillas cerradas, aire acondicionado puesto en marcha. ¡Y yo con un calor...! Hacía mucho calor, si, pero seguía adelante. Montes blancos a mi derecha, al norte. Conocí esta zona en la mili, donde hice maniobras. Y no me quiero ni acordar, fue una semana totalmente cubierto de blanco de polvo y tierra del campo de maniobras de San Gregorio, con el calor de junio. Según pasa el tiempo más convencido estoy de que no volvería a mis veintidós años...
Había llegado ya al punto más lejano de mi viaje, por lo que el único movimiento posible era ya de acercamiento a mi casa, de retornar. Además, me quedaban seis dias para disfrutar de mis vacaciones, por lo que era momento de pensar en volver: dos o tres días más de viaje y a descansar otros tantos en casa. Pero una vez más, lo planeado no coincidió con lo que ocurrió, ya veréis...
Tenía mi siguiente cita para ir de ruta al día siguiente, en Molina de Aragón (Guadalajara), con Yasimoto, quien muy amablemente se ofreció para enseñarme alguna de las muchas que conoce por esta y otras zonas: Montes de Cuenca, Alto Tajo, provincia de Guadalajara... Pero de forma inmediata tenía dos encuentros: en Lérida a la hora del almuerzo con Stromcio y en Zaragoza con Angel, a media tarde. Después, libre hasta las 11 de la mañana del día siguiente en Molina: la carretera y el tiempo eran míos, más de 460 km y 24 horas.
Este trayecto ha sido el único que he realizado solo (y tampoco del todo, como ya sabéis), muy al contrario de como lo planifiqué en su día, y con un resultado tan inesperado como espléndido para todos los participantes -para mí el primero-, los activos y los que lo habéis seguido de una u otra forma (que no pasivos) debido a la cantidad de coincidencias entre personas, voluntades y hechos, por lo que será para mí inolvidable. Podrán venir otros, pero no será como éste, no tendrá la frescura, la gracia y la originalidad de este “Quizás...”; no tendría el contenido humano de este viaje. Sobre todo para mí, por el momento de mi vida en el que me encuentro.
De esta jornada sólo tengo unas pocas fotos, aunque muy significativas, que os iré mostrando con mi relato.
Me levantaría ese día como a las 9. Hudsin, una vez más, estaba atendiendo desde temprano a sus obligaciones profesionales, así que me duché, recogí y salí a buscarle para desayunar. Fueron unos últimos instantes con él de charla amigable. No quise entretenerle mucho, ya que hizo nuevamente un hueco para despedirme. Fui a por mi moto al garaje y la dejé en la puerta de su casa para cargarla.
Sobre las once de la mañana me despedía de mi amigo y enfilaba la Ronda Litoral hacia Lérida. No me voy a extender sobre este momento, sólo decir que nos dimos un abrazo sincero de agradecimiento mutuo, de alegría y tristeza, sentimientos encontrados, por descubrir una amistad, una relación de afecto, y por finalizarla –sólo en lo físico-... hasta la próxima ocasión en que nos viéramos.
Iba por la Ronda cuando recibí una llamada telefónica. Era Ilde_650, que me decía que tenía noticias de que yo salía ese día de Barcelona. El había salido desde allí también en dirección a Cádiz, y estaba en Fraga (Huesca), por lo que me llevaba dos horas de ventaja. Lástima, no pudimos coincidir, aunque también es verdad que llevábamos otros destinos y, por tanto, otros horarios.
Poco a poco iba saliendo de Barcelona. En el Bruc paré para repostar y echar un pitillito.
Y así, andandito andandito, llegué a Lérida.
Había quedado con Stromcio en llamarle cuando estuviera cerca. Eso hice y quedamos en una calle determinada. Allí estaba. No nos conocíamos más allá de leernos por el foro, y no quiso perder la oportunidad de sumarse a esta ronda. Ni yo tampoco. Justamente el día antes intervino en el hilo "Quizás...", lamentando haber "perdido el tren de la quizaskedada", como él mismo decía. Pero no, llegó justo a tiempo, así que hablamos por teléfono y quedamos para comer y conocernos. Buen chaval, con conversación digna de ese nombre, cabeza bien amueblada y una V azulita con unos frenos de disco "wave" espectaculares.
Almorzamos cerca del lugar de encuentro, primero en una terraza en la calle, pero al poco nos cambiamos al interior: tenían aire acondicionado y fuera hacía calor. Además, estaban de obras en esa calle, al lado mismo, y la polvareda y el ruido eran muy considerables.
Tuvo que irse pronto, tenía que trabajar, lamentando no poder acompañarme durante unos km, como me dijo en persona y después en el hilo.
Iván, te agradezco que salieras a mi encuentro dejando otros compromisos
Arreglé (una vez más) el GPS y marqué rumbo a Zaragoza, próxima etapa. Había quedado con Angel en el Paseo de Echegaray y Caballero, entre la Basílica del Pilar y el Ebro. Total, unos 150 km, a realizar en menos de dos horas. Recibí de él serias advertencias sobre el tráfico de camiones, infernal, por la carretera nacional, y unas curvas antes de Alfajarín imposibles de superar y salir de ellas con vida. Al final no fue para tanto, llegué a Zaragoza, aunque sólo fuese por obstinación; algo se me pegó de tierras mañas.
En lo que sí llevaba razón fue en la cantidad de camiones que hay en ese trayecto. Lógicamente, él es de allí y lo conoce bien. Camiones, camiones, camiones... Tanto de ida como de vuelta.
Adelanté a muchos en los espacios en los que me lo permitían otros camiones que venían de frente, buscando muchas veces los cortísimos espacios que dejaba el camión adelantado con el siguiente. ¿Por qué se pegan tanto entre ellos? No quiero pensar que es para que no les adelantara yo...
¡Qué calor hacía! Eran las cinco y media de la tarde, plena hora de la siesta, en un día de finales de agosto. Y yo por ahí en moto. Y solo. Iba bien de tiempo e hice una paradita a la sombra.
Tiene un sabor especial ir de forma independiente por esos mundos; y más en moto, lo que acentúa el carácter de independencia. Se le nota un especial encanto a viajar sin nadie que influya, nadie con quien compartir decisiones o gustos. Le encontré ese sabor especial, aunque quizá porque sabía que iba a ser poco tiempo, poco recorrido. Esto lo sabe bien quien viaja solo, en moto por carretera o a pie por la vida: lo mismo te paras donde quieres a fumarte un cigarrillo que decides en solitario qué color de cortinas quieres para tu salón... o para tu vida.
Tambien era consciente de los inconvenientes, que son muchos. En caso de tener problemas te ves igual de solo, y eso sin ponernos en el peor de los casos: un accidente. Es algo que los usuarios de moto sabemos bien, como decía en otro momento de esta crónica, y es conveniente ir, al menos, en pareja, como la Guardia Civil, los buceadores, los recién casados y algunos (ignoro cuántos) no tan recién casados.
Avisté Zaragoza y me colé hasta El PIlar muy fácilmente. Llegué con un cuarto de hora de antelación a mi cita con Angel, así que aparqué encima de la acera en el Paseo, me quité casco, chaqueta y guantes y me senté en un banco. Hice un par de fotos por matar el tiempo, jugué un poco con el navegador GPS y encendí un pitillo. Contemplé los alrededores, el río, la gente, los coches al pasar, la fachada trasera de la Basílica.
Hacía veintiséis años desde la última vez que estuve en Zaragoza; y se dice así, tan pronto. Sé de personas que vuelven a los sitios después de muchos años por nostalgia, pero no era mi caso. Quiero decir con esto que no tenía interés por volver por el Tubo; quiero decir por mí mismo, claro, distinto es si hubiera ido con más tiempo y Angel me lleva de cervecitas y tapas por ahí, en cuyo caso sería otro el aliciente. Y es que, al igual que hay lugares a los que quieres volver porque te traen buenos recuerdos, tampoco tienes ganas de volver por los que no te los traen. Y eso que Zaragoza no es de los de los malos, que conste. No sé, soy así. A lo mejor me echo una novia de allí y cambio radicalmente de opinión, ¿no?, jeje... Y es que uno es uno mismo y sus circunstancias; basta que cambien para que nos adaptemos, mudando de opinión.
Era la hora convenida y Angel no llegaba. Sabía que estaba sin moto, así que le llamé pasado un tiempo prudencial y estaba en otro sitio esperándome, un malentendido. Al poco rato le vi venir a pie, corriendo. De lejos le hice señas para que no corriera. Seguramente tenía más prisa él que yo...
Tampoco le conocía en persona, pero sí de hablar por teléfono, para esta ocasión y anteriormente. También nos tratamos bastante por el foro dada nuestra condición de moderadores, y sé que es un tio formal (al menos en no querer hacer esperar, no quiero pasarme, jeje...).
Soy persona de costumbres fijas, así que a esa hora lo que me apetece es un café. Por este y otros motivos fuimos a la terraza de una cafetería cercana, donde pude dejar la moto a la vista. Cafelito con hielo para mí, un refresco para él y charla durante más de una hora sobre muchos temas para los dos. Fue corta la entrevista, pero con mucho jugo, como suele ser habitual en él. Como esperaba, la charla fue fluida, sin el impedimento que a veces se tiene entre dos desconocidos: es necesario "conectar" antes de transmitir y recibir comunicación. Fue como hablar con una persona a la que conoces desde hace tiempo. Y en realidad era así, ¿no? Este foro -no sé si otros también- tiene esa particularidad, que acabas por conocer a muchas personas de forma natural (aunque a algunas más que a otras, claro está; para los menos transparentes cuesta más), de modo que cuando te las encuentras cara a cara retomas la conversación de forma real donde la dejaste de forma virtual. Ese fue el caso exactamente de mi encuentro con Angel.
(qué lástima, en ese momento pasaba el autobús por detrás, privándonos de la vista de la Plaza del Pilar)
Le di las gracias por dedicarme su tiempo, y lo hago aquí también.
La autovía Mudéjar no es muy distinta a otras: igual de aburrida para un usuario de V-Strom. Más esa tarde y a esa hora, sin tráfico ninguno, toda para mi. Al principio adelantaba a algún coche de los que se dirigen a los pueblos cercanos, pero según me alejaba de Zaragoza la autovía estaba desierta. Sí recuerdo un Audi TT que me adelantó a una velocidad muy, muy considerable. Cachis, perdí el hilo de lo que estaba pensando...
Estaba atardeciendo, asi que pensé en seguir la recomendación de Angel de dormir en Daroca, en un hotel que me dijo que había a la entrada; de esta forma no seguía hasta Molina de Aragón. Hice unos pequeños cálculos, y desde Daroca hasta el lugar de reunión con Yasimoto el día siguiente había menos de una hora. Como había quedado con él a las 11, tenía tiempo de sobra para llegar, y así lo hice.
Llegué a Daroca casi de noche. Tuve que parar para hacer esta foto: ya sé de dónde se sacan los premios a los foreros que alcanzan la condición de VIP.
Encontré el hotel al lado de la gasolinera. Pregunté el precio y era poco dinero, aunque caro por lo que ofrecía según vi después; aunque cumplía los mínimos de limpieza exigibles, claro.
Ni me cambié. Descargué la moto, solté las bolsas de depósito y trasera en la habitación y salí en manga corta y pantalón y botas de moto a tomar una cerveza y algo sólido, aunque no mucho. No me fijé en la marca de la cerveza que me sirvieron, pero hasta el sabor cambia -a peor- cuando no tienes a nadie con quien tomarla: la sensación de amargo del lúpulo aumenta en tu paladar. Aunque tampoco hay que hacer de esto un drama.
Hice alguna llamada telefónica a alguien que tenía el padre malito y me quedé un momento sentado en el pretil de un puente, cerca del hotel. Se estaba muy bien allí, fresquito y en silencio (después del calor que había pasado ese día), viendo el castillo que tiene el pueblo en lo alto de una colina, iluminado en el medio de la oscuridad.
Me volví pronto, me duché y me quedé en la cama con la ventana abierta de par en par mientras escribía unas notas (como casi todos los días) y escuchaba la radio; por primera y única vez en todo este tiempo saqué los auriculares y los conecté al teléfono móvil. Suelo seguir las noticias, pero últimamente estaba totalmente ajeno; sólo el día que almorzamos en Alava se comentó en el almuerzo que había ocurrido un desgraciado accidente de avión en Barajas...
27 de agosto
¡De nuevo entraba en acción! Pasadas las nueve y media ya me había tomado un cafelito para entrar en funcionamiento y estaba calentando la moto para salir. Mañana de sol radiante y fresquita. Mi GPS me lo agradecía funcionando bien. Me situó, y adelante. Me metió por dentro del pueblo, y fue cuando me di cuenta de lo bonito que es Daroca. La noche anterior pensé en dar una vuelta por el pueblo, pero dudaba de que hubiera algo abierto para un forastero como yo. Podría, no obstante, haber ido a dar una vuelta y probar.
Di enseguida con la carretera hacia Molina, y allá fui.
Me encontré con una carretera muy bonita, aunque en no muy buen estado. Curveada, entre colinas y un tramo bastante retorcido a la altura de Val de San Martín. Pero me duró poco, cosa que ya sabía por mi navegador. Me esperaba una recta de más de 3 km hasta Santed, y dos más de 7 km cada una, unidas por una curva tan amplia que se podría tomar a gran velocidad con toda seguridad. Esta parte sí tenía muy buen asfalto, así que lo dejé pasar bajo mis pies sin mayor interés que los campos de girasoles que me rodeaban. En uno de ellos paré para hacer unas cuantas fotos:
Vi una desviación hacia la laguna de Gallocanta, y si hubiera ido con una hora más de tiempo me habría desviado. Será cuestión de ir en otra ocasión.
Justo al final de la recta está el límite provincial entre Teruel y Guadalajara, entre Aragón y Castilla-La Mancha. También cambia un poco el paisaje y aparecen las curvas. Paso por Embid, Tortuera y Rueda de la Sierra, pequeños pueblecitos poco habitados, antiguos, pobres. Sólo vi un niño al pasar en uno de ellos.
Molina de Aragón. Castillo en lo alto, pueblo en lo bajo.
Aquí ya se notaba más movimiento, más tráfico de coches y personas. Vi la gasolinera donde había quedado con Yasimoto desde la entrada, en la parte alta del pueblo, y allí me dirigí. Justo enfrente hay un bar, y allí estaba la Geisha, la BMW F650 de Yasi. Los dos habíamos llegado con antelación a la hora fijada.
El estaba dentro, pero me vio aparcar y quitarme el casco, por lo que salió a mi encuentro. Nos dimos un abrazo de saludo y de alegría por volver a vernos. No esperó un minuto para hacer una foto juntos, y yo otra, ésta:
Desayunamos y nos dispusimos a salir. El plan era ver parte del Alto Tajo saliendo de Molina de Aragón pasando por Taravilla, Poveda de la Sierra, Beteta, Puente Vadillos, Cañamares, Priego, Pareja, rutilla por Entrepeñas, Mirador de Alocén y Guadalajara. Total, poco más de 190 km, que resultó ser de lo mejorcito en rutas que yo haya hecho. ¡Y con las de estos días ya era mucho subir el listón! Pueden dar fe de ello 5deabril, Ronquidonocturno y Secreta-v, con los que he repetido hace dos semanas parte de esta ruta, tras la III HL, pero con otros colores, los del otoño. En esta ocasión casi la he disfrutado más, porque sabía lo que me esperaba.
Al poco rato ya estábamos metidos en curvas y entre montañas. Descendimos hasta encontrarnos con el Tajo. Aquí hicimos esta foto:
Poco después de esta foto sufrí un pequeño percance, el único incidente en este tiempo. Resulta que me despisté de Yasimoto y continué. Cuando me di cuenta de que no venía le esperé, y cuando llegó me dijo de dar la vuelta para ir por otro sitio. La carretera estaba en cuesta arriba, por lo que hice un giro de 180º con cierta prisa, ya que venía un camión a lo lejos. No calculé bien la pendiente y se me inclinó demasiado la moto. Dí un pisotón en el suelo y salvé la situación, pero no del todo, porque al siguiente paso se me inclinaba más la moto, y más al siguiente hasta que... si, se cayó. La tumbé en el suelo como pude y llamé a Yasi para que me ayudara a levantarla. El camión, mientras tanto, se acercó y paró en mitad de la carretera, y hasta el propio camionero se bajó y nos ayudó a levantarla. Con el cabreo creo que no le dí ni las gracias... Resultado: intermitente izquierdo roto y rasguños en el carenado y baúl. En fin, las cicatrices de la vida.
Llegábamos a Beteta, donde hicimos una parada para tomar algo. Hacía calor y teníamos sed. Además, con esto se me pasaba un poco el sentimiento de cabreo, vergüenza y sensación de inutilidad, jeje, algo que muchos hemos experimentado ya.
Julio me dijo de visitar el castillo del pueblo, situado, cómo no, en la parte alta, y allá que fuimos. El paisaje que se divisaba desde él era espectacular, con la carretera a 150 m bajo mis pies y un mirador que daba al otro lado, y desde el que se veía Beteta y todo el valle:
Continuamos. Me atreví a utilizar la técnica ya vista en 5deabril y Secreta-v, de colgarse la cámara al cuello, utilizar una única marcha para todo y disparar la cámara con la mano izquierda con la moto en marcha. Ya lo había probado antes, pero como que no me sentía yo muy seguro. Pero esta vez lo intenté y me salió medianamente bien. Afortunadamente, porque pasamos por unos de los lugares más bonitos, antes de Puente Vadillos:
Como véis, Yasi tampoco iba perdiendo el tiempo...
Nos salimos de la carretera por otra de menor importancia entre pinares, hasta llegar a un mirador en el que paramos. Merecía la pena:
Poco después parábamos a comer cerca de Cañamares, en un camping, donde dimos cuenta de un buen menú. Y bien que nos sentó, ya teníamos hambre.
Continuamos al rato. Nos acercábamos a la Hoz de Priego, modelado por el Río Escabas, un lugar para quedarse más tiempo. No fuimos los únicos en pensar así, había un motero alemán:
Estábamos en plena Ruta del Mimbre. Como me dijo Yasi, en esta zona se dedican al cultivo y manufactura del mimbre. Ya se nota, además, por los nombres de los pueblos: Cañamares, Cañizares, Cañaveras...
¿Seguimos? Nuestro siguiente sitio de paso fue Cañaveras, donde me llamó la atención este lugar, con el mimbre amontonado, secando al sol:
Nos dirigíamos ahora al oeste, hacia el embalse de Entrepeñas por una carretera que estaba sólo medio regular. Pero claro, para otras motos que no admitan asfaltos rizados y hasta descarnados. En este ambiente nuestras motos "medio trail" se mueven de maravilla.
Nos acercábamos, hicimos otra paradita en un alto desde donde se divisaba una parte del pantano:
Y más adelante otra parada en el puente que cruza el mismo:
Como véis, había poca agua.
A continuación me llevó Yasimoto por una carretera hacia Sacedón (creo recordar), por la que se meten los quemados de la zona. ¡Y no me extraña! Pocas veces he visto una carretera tan, tan de moto y con un asfalto como ése. Era curioso, de color marrón rojizo ¡y un agarre de primera!, de los que dan confianza a la hora de tumbar. Me dio paso, quedándose detrás, por lo que le dí un poco al mango a placer. Poco después me diría Yasi que no me podía alcanzar; pero todo tiene una explicación: conducía con una mano, con la otra iba haciendo fotos, jeje... Y es que hay que ver lo que es capaz de hacer Yasimoto con una monocilíndrica...
En Alocén otra paradita en otro mirador, inexcusable, las vistas son magníficas:
Alguien se dejó allí una moto de tres ruedas, y Yasi no perdio la oportunidad para acomodarse a sus mandos:
Ni yo tampoco.
Llegábamos a término de la ruta del día. Allá, en lo alto, Horche, a un paso ya de Guadalajara:
Al poco rato estábamos en su casa. Allí nos esperaba Pilar, Yasimota, tan, tan agradable como siempre. Me refresqué un poco y nos pusimos a charlar. Me ofreció de beber, y sin darme cuenta había sacado de todo, ¡pero si no tenía hambre! Julio, Pilar, mil gracias por vuestra hospitalidad.
Hasta me invitaron a dormir allí, pero mis planes eran otros. Os cuento.
Días antes había recibido la invitación de Seveyn y J-Pepe para dormir en su casa esa noche, pero no conté con la duración de la ruta que me había preparado Yasimoto. A la mañana siguiente querría haberme levantado tempranito y hacer de un tirón hasta Sevilla por autovía. La cosa se presentaba dura, dadas las temperaturas que se alcanzan pasado el mediodía. Incluso me había planteado cenar y viajar de noche, para evitar el calor. Había descartado ya ir a Ubeda y Baeza (como comunicaría a Achy más tarde, ya que también se ofreció a enseñármelo). Pero debido a lo cansado que estaba y el calor pasado durante ese día no estaba en las mejores condiciones. Así que me veía en un aprieto.
Pero habría que añadir otro peligro: El siguiente fin de semana, 29, 30 y 31, se celebraba en Málaga la II Sardiná que organizaba el Comando Bokerón, al que acudirían tanto los Yasimotos como Seveyn y J-Pepe. ¿Y yo me iba a quedar fuera? Mmmm...
Al rato llegó Seveyn, que ya sabía que había llegado, para recogerme y conducirme a su casa. Una buena ducha, un buen rato de charla, y a dormir. No os voy a decir que estaba agotado, pero bueno. Después de 17 días de un lado para otro, entrar y salir, subir y bajar, ya tenía ganas de estar en casa y descansar un par de días.
¿Qué hago? ¿Voy a la "Sardiná" o no voy? Digamos que no opuse resistencia...
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#146 Re: Quizás... LA CRONICA
!!! GENIAL !!!
YIIIIIIIIIIIIIIHAAAAAAAAAAAAAA
YIIIIIIIIIIIIIIHAAAAAAAAAAAAAA
Un apasionado más.......
- seveyn
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#147 Re: Quizás... LA CRONICA
Después del día de ayer...mas bien de la noche, es un auténtica alegría despertarse con esto
Gracias Mariano, jejeseguimos esperando...
Gracias Mariano, jejeseguimos esperando...
Todos perseguimos la buena vida, aunque son pocos los que la conquistan.
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Òscar Wilde
Para compartir...
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- quentin
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#148 Re: Quizás... LA CRONICA
Buenisima, Mariano!!!
Gracias
- stromcio
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#149 Re: Quizás... LA CRONICA
Para el próximo quizás trataré de disponer de mas tiempo, de todas maneras y aunque fuera corto pasé un ratito muy agradable, un placer conocerte mariano. Seguramente no tardaré mucho en bajar por tu tierra, mis amiguetes ya se han ido para allá y ya me estan tentando pa ver cuando me bajo, y tengo ganas, asi que no se, no se... me parece que no voy a tardar mucho en ir a tomarme esa cervecilla que tenemos pendiente por sevilla.
dame una palanca... y me apalancaré
- Mariano.-
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#150 Re: Quizás... LA CRONICA
¡Gracias a los tres!
Stromcio, tienes mi móvil, sólo tienes que avisar.
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