Querría haber escrito esta crónica dividida en cuatro o cinco post y publicarlos juntos para dar continuidad al relato, pero ante la insistencia y la expectación creada voy a hacerlo por entregas. Ahí va la primera, pues.
Gracias, espero que os guste.
Me planteé este viaje como mis vacaciones de verano. Siempre había querido hacer un viaje en moto de más de 600 km, que era el máximo que me había alejado de casa sobre dos ruedas. Tampoco pensaba pasar más de diez o quince días por esos mundos y mucho menos emprender un viaje en solitario alrededor de la península. Pero me fui animando y lo proyecté dependiendo únicamente de mí mismo y de mis ganas de ir por un sitio u otro. Sólo tenía invitación previa para dormir en dos domicilios, el de mi hermano, en Lugo o La Coruña (si estaba de vacaciones), y el de Hudsin, en Barcelona, y parecía la ocasión perfecta para hacerlo, como así ha sido. Además, se daban las circunstancias para poder ir en moto yo solo, en un momento en el que tenía quince o veinte días sin obligaciones familiares.5deabril escribió:Disfruta cada kilómetro, cada minuto...
Titulé este hilo de esta forma porque no estuve seguro en un principio de poder hacerlo en parte, o acaso efectuarlo entero. Después recibí incluso alguna sugerencia de quitar el nombre de "Quizás...", pero ha demostrado ser el nombre más acertado, al planificarlo de una manera y resultar de otra muy diferente, con lo que la improvisación ha sido la tónica dominante en su desarrollo, y en su aspecto más grato. Por otro lado, a nadie se le escapa que no inicié el hilo en el mejor estado de ánimo posible... Cosas de la vida.
Tenía algunos temores, como la falta de espacio para equipaje (ya que no tengo maletas), y sobre todo la necesidad de verme socorrido en caso necesario; nuestro colectivo, los motoristas, lo sabemos bien. También llegué a plantearme la situación de que me pudiera el cansancio o hasta el no poder seguir por este motivo en un punto muy alejado de Sevilla, digamos País Vasco o Cataluña. Era poco probable, aunque posible. Muy al contrario, me he sentido muy bien en todo momento, aunque sé el motivo: está en la cabeza, en la decisión y la fuerza mental. No es ni más ni menos que verte con ánimos, en mi caso debido a que vas acompañado, que hay mucha gente que espera noticias tuyas, fotos, que leía este hilo con interés. ¿Os imagináis que por desánimo hubiera metido la moto en un tren y me hubiera vuelto a casa? Habría sido un bluff, una decepción para todos, ¡me habría dado de baja inmediatamente del foro! Pensaba: "¿va a poder 5deabril y yo no?" Ella seguro que tuvo más difícil ir a Cataluña sola, y lo descubrí cuando iba en solitario desde Barcelona hasta más allá de Zaragoza. Aparte del aburrimiento y la monotonía de la autovía, me di cuenta que ir solo no tiene sentido; en definitiva, estar solo, vivir solo. Es necesario para la persona, al menos para mí, vivir por algo y por alguien; aunque no sea necesariamente en pareja. En una palabra, dar sentido a tu vida. Aunque comprendo, y aplaudo, la existencia de gente que recorre el mundo en solitario.
Abrí este hilo el 19 de junio, dos meses antes de la fecha prevista en principio para salir. Llevaba algunas semanas rondando la idea, aunque hasta que no me decidí no lo hice público, como es lógico. Tenía que hacerle a la moto algunas cosillas: cambiar al menos la rueda trasera, un cambio de aceite y filtro y una revisión de válvulas. Esta última la he ido dejando, dejando, así que ha sido el momento oportuno, con 46.000 km aproximadamente. Ya sé, ya sé, me he retrasado... Con todo, estaban todas en márgenes correctos excepto la de una válvula de escape del cilindro trasero, según me dijeron. Pastilla cambiada, 170 €, y a correr.
Con suficientes días por delante te planteas a dónde ir, qué sitios visitar. Habían varios por los que tenía curiosidad: Peña de Francia, lago de Sanabria, Las Médulas, Astorga, León, Burgos, País Vasco-Francés, Andorra, el Ampurdán, Alto Tajo, Ubeda y Baeza... Muchos de ellos han quedado atrás, pero es que en una sola ocasión no se puede ver todo, ¿no? Por el contrario, he visto otras cosas también a la altura: ruta de los Ibores (Cáceres), cañones del Sil, Parque Nacional de Peneda-Gerês (Portugal) y su acceso desde Galicia, el tramo desde Bayona al Monte de Santa Tecla (ufff...), Picos de Europa (lo conocía en parte) y ruta del Cares, Cantabria y parte de su interior (¿habéis visto muchos de vosotros el Puerto del Escudo en un día despejado?), entrada al País Vasco desde el suroeste (¿conocéis la carretera que bordea el embalse de Sobrón y rio Ebro? ¡qué maravilla!), puertos franceses míticos en el mundo del ciclismo (Col d'Aubisque, Tourmalet y Aspin en un magnífico día de sol), montes de Cuenca y Alto Tajo, montes de Málaga... Como os podréis imaginar, en estos veintiún días he hecho un master en curvas, un postgrado en el arte del equilibrio dinámico con la moto inclinada.
Pero con lo que realmente he salido impresionado, y a pesar de ello no sorprendido, es con el calor que me han transmitido las personas con las que he contactado, la mayoría al fin y al cabo unos desconocidos para mí y yo para ellos. Ello da todavía más dimensión de la calidad que poseéis todos los que habéis salido a mi encuentro, a nuestro encuentro. Y no quiero olvidarme de los que han querido y no han podido por los motivos que sean. Quiero empezar mi relato dándoos las gracias de una forma emocionada a todos vosotros, desde el que no ha podido acudir hasta el que me ha ofrecido su casa y hasta las llaves porque tenía que salir.
Esta crónica va a ser larga, y con muchas fotos. Pretendo reflejar en imágenes a todo el que participó de alguna u otra forma. Si a alguien me dejo atrás le pido perdón, ¡pero tiene derecho de réplica!. Que lo diga, por favor, entre todos perfeccionaremos esta crónica.
10 de agosto
Como se leyó en su momento en este hilo, Secreta-v se apuntó a unos días de marcha, con lo que quedé encantado. Nos conocemos desde hace tiempo y sé qué clase de persona es: el compañero de viaje perfecto. Hasta te paga las copas y te da tabaco. Sabe estar de juerga en su momento y estar serio cuando la ocasión lo requiere. ¡Y lleva el portátil en el baúl! Lógico, tiene que descargar al cabo del día las 600 ó 700 fotos que dispara, incluso en marcha. Y los vídeos.
Quedé con él a las 7,30, y llegué algo tarde. Aquí lo contaba él muy bien:
Secreta-v escribió:No se quien estaba más nervioso de los dos, tendríais que habernos vistos las caras y es que en ese momento empezaba su Quizás y el mio personal.
Salimos en busca de Descarada, que nos esperaba para acompañarnos. Así, como el que no quiere la cosa. Quien sepa algo de ella sabrá que esto no lo considera una salidita, no es más que calentar la moto. Hacerse casi 400 km de ida y otros tantos de vuelta es un simple paseo, como ya ha demostrado en otras ocasiones. También debió sufrir la espera por mi causa.
Una vez los tres en marcha nos dirigimos a Zafra. Cóndor nos esperaba a las 9 para desayunar e incorporarse al grupo. Sobre el desayuno ya tenéis noticias, así que no insistiré en el bocata de aceite y jamón de 98 octanos que nos pusieron. Pagó Cóndor incluso. Tengo que volver por ese bar para averiguar cuánto te costó el desayuno, sólo por eso, jeje...
El hombre "que puede saludar con la mano derecha en moto" (sus palabras dan idea de su personalidad) nos guió por sus territorios, llevándonos a Guadalupe por los mejores sitios. Eso sí, su moto es la que más pesa, por todos los inventos que lleva "de serie". Dale un destornillador, verás lo que es capaz de hacer.
Hasta esos momentos la temperatura era soportable, pero fue acercarnos a Guadalupe y empezar a sufrir. A mí me sienta muy mal el calor en moto, así que me estorba todo: casco, guantes, botas, pantalón... Pero había que tirar. Una vez aparcados al lado del Monasterio llegó lo bueno: por lo menos, 50 ó 60 grados de temperatura, puede que 70. ¡Qué calor!
Volvimos a las motos y Cóndor nos llevó nuevamente por otra de sus rutas, la de los Ibores, por los pueblos desde Guadalupe a Navalmoral de la Mata. Por suerte volveríamos por allí al día siguiente.
Cáceres es una provincia con una variedad asombrosa, es para conocérsela enterita; menos puerto de mar y playa, de todo. Y puede que me equivoque y tenga alguna playa y puerto pesquero...
En Navalmoral almorzamos y a continuación Descarada y Cóndor se volvieron a sus puntos de origen. A Secreta-v y a mí nos quedaban casi 250 km hasta la casa de J-Pepe y Seveyn, en Azuqueca de Henares. El recorrido fue de espanto, con 80 ó 90 grados de temperatura (por lo menos) y por autovía. El GPS sucumbió al calor y fallaba, se apagaba y cuando no, no respondía. Tuvimos que parar dos veces para beber algo. Nunca había probado las bebidas isotónicas, pero ya son como de la familia. Ahora a ver si inventan el Acuarius con alcohol y sabor a cerveza.
Debido al fallo del navegador y a la señalización entramos por error en Madrid ciudad. Yo buscaba indicaciones hacia el aeropuerto, Zaragoza, Barcelona, la casa de J-Pepe y Seveyn, lo que fuera. Pero nada. Por fin, en un túnel en dirección La Coruña vi la indicación "Aeropuerto"; casi me la paso, y por ahí me metí. Supongo que el fallo fue mío, el calor afectó también al "navegador" que todos llevamos en la cabeza.
Por fin llegamos. Allí estaban ya Stormbringer y Hudsin, que se incorporaban a mi viaje, nuestro viaje. El recibimiento fue muy, muy caluroso en lo afectivo por parte de todos. De verdad que da gusto tener amigos, amigos así. Quien no conozca a estas alturas a Seveyn... es todo generosidad y simpatía. Y de J-Pepe sólo diré que es grande en todos los sentidos.
Creo que ya conocéis la foto de otras crónicas, pero por si acaso. Además, fue durante la cena, después de ducharnos en el hotel y vestirnos. Ya parecíamos personas.
Resultó ser el día del cumpleaños de Kapri, con lo que además llegamos a tiempo para la tarta:
Memorables las chuletitas a la miel que con mucho cariño nos preparó Seveyn para la cena, de segundo plato. Estuvimos charlando hasta las tantas. Yo temo acostarme demasiado tarde porque al día siguiente no hay quien me levante, pero había que hacerlo.
11 de agosto
Teníamos planeado ir a Talavera de la Reina y de nuevo a Guadalupe, en un día de "trabajo". Queríamos reconocer la zona en la que planificábamos hacer la ruta para el III Encuentro Hispano-Luso. Tuvimos la muy grata compañía de J-Pepe, que ya la conocía.
No puedo dar más detalles del día porque son secreto de sumario... Bueno, vale, sólo uno:
Por la tarde decidimos, en vez de continuar hacia adelante, hacia la provincia de Cáceres, volver atrás y dormir en el hotel donde haremos el Encuentro. Con esto solucionaríamos algunas cuestiones de organización. Y así lo hicimos. Antes de desviarnos hacia Talavera J-Pepe continuaba por la carretera hacia Azuqueca, a su casa.
Foto ante el hotel Oasis-Talavera:
Llegamos algo cansadillos. El día tuvo muchos km, aunque afortunadamente no tantísimo calor como el anterior. Después de dejar las motos en el garaje, ducharnos (¡sorpresaaaa! ) y cambiarnos salimos a tomar algo. No encontramos mucho abierto por ahí, pero era un día laborable de agosto, por lo que nos tomamos unas tapas y una cerveza cerca del hotel.
12 de agosto
Stormbringer y Hudsin resolvieron temprano los temas que tenían pendientes para la organización de la HL y seguidamente desayunamos. Nos disfrazamos de motoristas y nos fuimos de Talavera, hacia Jaráiz de la Vera.
Pasamos por plantaciones de tabaco y comenzamos con los parajes pintorescos y paisajes, montañas y curvas, paz y sosiego: verdadero placer de viajar en moto. Sentí que ahí comenzaban mis vacaciones.
Quien no haya probado a viajar con Stormbringer y Hudsin se habrá perdido dos compañeros de viaje magníficos (y no lo digo porque lo vayan a leer ellos), aunque mejores como personas. Del 10 de agosto que coincidimos, hasta el 23, en que me marché de Barcelona, sólo tuvimos camaradería y una relación cordial, amable y desinteresada. Ya he dado las gracias a todos, pero sobre todo lo hago a vosotros dos.
Llegamos al Monasterio de Yuste sobre la una de la tarde. Hicimos una paradita para fotos y ver el entorno. Había mucha gente, y por la falta de tiempo ni nos planteamos entrar a visitarlo. Así que... seguimos hacia Garganta la Olla, Piornal y su puerto, por donde más curvas encontré en el mapa. Pero eso sí, satisfacción total. ¡Qué paisaje! Muchas montañas, pero apenas se veían por la espesura del busque que atravesábamos, árboles con troncos cubiertos de musgo y líquenes, señal de la humedad ambiental. Carretera estrecha pero aceptable en su asfalto, y más para motos como las nuestras. 40 km/h de velocidad de crucero. ¡Cuánto disfruté!
Un poco antes de Garganta la Olla hay un mirador, donde paramos:
¿Seguimos? Fue llegar al pueblo de Piornal y aparecer ante nosotros el valle del Jerte, de sureste a noroeste, y de un modo espectacular, detrás de una curva y entre la arboleda. La visión tiene que ser maravillosa en marzo, cuando florece el cerezo y se ve todo cuajado de blanco, "nevado" de flores. ¡Prometo volver!
Por Valdastillas nos incorporamos a la N-110, que asciende todo el valle hasta el puerto de Tornavacas, desde unos 460 m hasta los 1.200 m de altitud en casi 28 km.
Pero era la hora de almorzar, así que hicimos una parada "técnica" justo antes de Jerte. No nos hemos privado en ningún momento de alimentarnos a base de "98 octanos", así que cayeron un par de chuletones de Avila. Que aprendan los de la "nouvelle cuisine" a elaborar un plato:
Cuando nos volvimos a poner en camino nos quedaba muy poquito para coronar, así que llegamos enseguida. Desde él se divisa todo el valle del Jerte, como véis, y está justo en el límite con la provincia de Avila, Castilla y León. Señores, señoras, Tornavacas:
Continuamos camino hacia El Barco de Avila, pero Secreta-v tuvo la feliz idea de acortar camino por medio de la Sierra de Gredos para dirigirnos a Béjar, ya en la provincia de Salamanca, y camino de nuestro siguiente punto de destino: la Peña de Francia. Nos desviamos hacia Santiago de Aravalle, Solana de Avila y el puerto del Tremedal. Pueblos de la Castilla profunda, mal comunicados por carretera. Y ni falta que le hacen un mejor asfalto. Nos encontramos por ahí rebaños de ovejas y cabras con perros y pastores. ¡Hasta tenía puertas a la entrada y a la salida!
En Béjar nos liamos un poco. También culpa mía, claro; entre que todos sus accesos estaban en obras, y que por dentro de la ciudad estaba también patas arriba de camiones y excavadoras, no conseguimos encontrar la ruta que me marcaba el GPS. Queríamos parar a tomar café en Béjar, pero los bares también debían estar de obras. Por fin salimos por una carretera secundaria y decidimos parar en el siguiente pueblo que fue... no sé, algún pueblo perdido. Ahí tomamos café, en un bareto de pueblo, en cuya puerta dejamos las cuatro motos. Se nos acercó un chaval y, viéndonos con nuestro atuendo, las chaquetas quitadas, los guantes, los cascos por la mesa, nos preguntó:
-¿Vosotros sois los de las motos?
Nos miramos un poco, no supimos qué decir en ese momento, jeje. Continuó diciéndonos que también tuvo moto, una custom, y bla, bla, bla... Buen chaval, nos indicó el camino a seguir, pero nos sirvió de poco.
Peor fue salir de ahí, porque hicimos un recorrido turístico por medio del pueblo, con los lógicos comentarios de los vecinos. Se hablará de nosotros en él durante muchos años, jeje...
Por fin mi brújula electrónica me guió correctamente, previo reseteo, y dimos con la carretera correcta hacia Las Mestas. En todo este trayecto pasamos de la provincia de Salamanca a la de Cáceres unas... 180 veces, calculo. De ahí el comentario en un post anterior, el lío entre Cáceres como provincia y el Cáceres forero.
Aquí quisiera aclarar un poco, aunque ya lo hice, la cuestión de no haber podido coincidir con Nómada y el forero Cáceres. Nos llevaban un día de ventaja en distancia, y no pudimos acudir. También quisiera añadir que tuvimos varias conversaciones telefónicas y mensajes SMS por ambas partes para hacer lo posible por vernos, finalmente sin éxito, lo que lamento una vez más.
Llegamos a Las Mestas poco antes 9 de la tarde, ya atardeciendo. Comenzamos la subida desde ahí, para llegar a La Alberca y acometer la Peña de Francia. Aún quedaba como una hora de luz y andábamos justos de tiempo, de modo que Hudsin dio su opinión en este sentido; su argumento de más peso en estos días siempre fue: "sin prisas, estamos de vacaciones". Y era verdad. Desistimos de subir y Stormbringer y yo estuvimos de acuerdo en encontrar ya un sitio para descansar, cambiarnos y cenar. Bajamos como un km hasta Las Mestas (provincia de Cáceres de nuevo, jeje...) y preguntamos en un alojamiento, sin el resultado apetecido; cerca de él había una piscina natural sobre un riachuelo, y hubiera apetecido bañarse, con el calor que teníamos. También preguntamos en un hotel de cuatro o cinco estrellas, pero no nos convino el precio. A la vista de la situación decidimos seguir carretera atrás (y adentrarnos en Cáceres, jeje...) hasta Vegas de Coria. Allí encontramos un hotelito que estaba muy bien, incluso para cenar y tomar una copa al fresco de la noche. Fresco... pero fresco. Como que hacía frío. De hecho fue el último día que pasé calor hasta mi vuelta por Despeñaperros. Bueno, en Barcelona también pasé una "mijita".
13 de agosto
Descansamos muy bien, de modo que esa mañana estaba listo para una nueva faena:
El día prometía. Nada menos que subir a la Peña de Francia y llegar al Lago de Sanabria, en Zamora, poco más de 320 km.
Amaneció un día bueno, aunque fresquito. La verdad es que hasta la hora del almuerzo no entré en calor. Llevaba únicamente una camiseta debajo de la chaqueta de verano, y por no liarme a sacar ropa para volver a guardarla al rato (suponía), preferí pasar algo de frío. Según íbamos ascendiendo hacía más, claro.
Desayunamos en el hotel, empaquetamos y salimos. Pasamos de nuevo por Las Mestas hacia el pueblo de La Alberca. Abandonamos definitivamente la provincia de Cáceres para adentrarnos en la comarca de Las Batuecas, Salamanca. Según ganábamos altura cambiaba el paisaje, la vegetación. Nos vimos entre montañas, en un tramo de carretera con curvas y recurvas, la única forma para escalar el monte en el que estábamos, con un paisaje muy agreste. Era un "mini Stelvio", con buen asfalto aunque plagado de hoja de pino caída, lo que no daba ninguna confianza. Por este motivo la conducción era tranquila: nos quedaban muchos km por delante.
Hudsin nos venía diciendo en días anteriores que quería ir a Ciudad Rodrigo para conocerlo. Haciendo unos pequeños cálculos vimos que nos desviábamos bastante, lo suficiente como para llegar más tarde de lo previsto a Puebla de Sanabria y su lago. Además, habíamos quedado allí con Toofastjuanito y Fercoba, y había que cubrir esa etapa, por lo que tuvo que tuvo que renunciar. ¡Jordi, si un día vienes por aquí con la moto vamos a Ciudad Rodrigo a conocerlo!, ¿vale?
Llegamos a La Alberca. A su entrada hicimos una pequeña parada sin bajarnos de la moto, para parlamentar. Sevisoft me había dicho que entráramos a conocerlo, que el pueblo era muy bonito. En estas estábamos cuando se nos acercó un chaval joven que nos preguntó por el Madstadt, la colocación, que si era efectivo y que dónde lo habíamos comprado. Por lo visto, venía "persiguiéndonos" en coche. Se fijó en que algunos de nosotros lo llevábamos. Yo contesté que el precio podía variar, y que lo habíamos comprado en una compra conjunta en un foro al que pertenecíamos, jeje. Manfestó ser también compañero en este nuestro foro, y resultó ser Emiliano, de reciente incorporación al mismo. Casualidades.
Convinimos en continuar camino.
Poco más adelante está el desvío hacia la Peña de Francia. El primer tramo tiene buen asfalto, pero la última parte del ascenso no tanto. Algo de tráfico y ciclistas que se ponen a prueba. Soleado aunque fresco, bastante fresco. Cuando llegamos, sobre las 11 de la mañana, comprobé 19º que, si bien es soportable a pie, en moto y con ropa de verano no es lo más agradable. Tenía las manos "helaítas", pero apenas me daba cuenta a la vista del espectáculo que se nos ofrecía.
¿Qué os parece? Llegas a sitios como éstos y te das cuenta que la vista no está acostumbrada a mirar tan lejos, no mucho más allá del edificio de enfrente. Por según qué sitios habían brumas, pero por otros habría más de 50 km de visibilidad. ¡Qué sitio, una gozada!
No nos quedamos mucho por allí, no más de media hora. Ya no hay mucho más que contar, al bajar este alto eran todo rectas interminables que nos llevarían hasta Salamanca, Zamora y Puebla de Sanabria, donde por fin encontramos algo de animación.
Stormbringer dijo de parar en algún sitio para buscar un cajero, por lo que paramos donde encontramos uno. Al lado había un estanco, donde entré a comprar tabaco. El estanquero se fijó en las motos y nos dijo que quería comprarse una y tal, que estaba en duda entre la V-Strom, la Trans-Alp y alguna más. Nuevamente, en nuestra labor evangelizadora por todo el país, le recomendamos entrar en la página de nuestro foro. Como tenía un ordenador junto a la caja, minimizó la pantalla que tenía a la vista con un click y nos contestó:
-¿La que pone Encuentro Hispano-Luso?
¡Tenía abierto nuestro foro! Sin más comentarios.
Almorzamos a la salida de Zamora y, ya con calor otra vez, continuamos.
Serían las cinco y media de la tarde cuando llegamos al lago de Sanabria, por una carretera muy bonita desde la A-52, Autovía de las Rías Bajas, hasta el mismo lago. Lo bordeamos y paramos en un lugar en el que se entreveía algo, pero no mucho debido a la arboleda, por lo que, después de fumarnos un pitillito los tres fumadores del grupo ("¡el tabaco os va a matar!", decía Stormbringer a menudo), seguimos hasta un pueblo que había a 1 km, San Martín de Castañeda, donde mi intuición me decía que teníamos que llegar para contemplar todo el lago en un mirador. La primera vez que mi intuición no me falló; veinte goles a uno.
Había un par de bancos, uno de ellos a la sombra, y allí descansamos un rato. Decidimos acabar pronto esa jornada y volver atrás, a Puebla de Sanabria, para encontrar alojamiento. Y además, para Fercoba y Toofastjuanito, según lo acordado con ellos, que venían de un paseo por los Picos de Europa. Así lo hicimos, y después de duchados y vestidos con ropa normal, nos estábamos tomando una cerveza cuando oímos un sonido familiar a nuestros oídos:
Eran Too y Fercoba, que llegaban. Abrazos, charla, risas, os podéis imaginar. Dos catalanes, tres andaluces y un gallego, dispuestos a todo. Sobre todo uno, que no se resignaba a acostarse después de cenar, sino que quería ir a dar una vuelta para ver... el paisaje.
¿Quién no conoce a Toofastjuanito a estas alturas? Es uno de mis mejores amigos, de dentro y fuera del foro, así que cualquier cosa que yo dijera de él sería imparcial.
14 de agosto
Habíamos quedado a las nueve, creo. Volvimos al mirador de San Martín de Castañeda para que Too y Fercoba vieran el lago, y para que el primero disparara su cámara hasta 29 veces, tantas como fotos hizo (me las pasaría después con su portátil a una tarjeta de memoria).
Nuestro próximo destino era Las Médulas, provincia de León. Todos queríamos ver ese paisaje tan peculiar, medio hecho por la naturaleza, medio hecho por la mano del hombre.
Pero surgió un contratiempo, y era que la cadena de la moto de Stormbringer estaba en las últimas, por lo que la noche anterior hicieron gestiones él y Fercoba para conseguir un kit completo nuevo o, a ser posible, una cadena nueva, en algún taller oficial Suzuki. Por fin lo encontró en Benavente (Zamora), por lo que por la mañana se marchó. Ya nos encontraríamos antes de llegar a destino.
En vez de tirar derechitos al norte, hacia Ponferrada, Fercoba, que comandaba el grupo por su zona, nos llevó hacia A Gudiña, primer pueblo de Galicia. Allí hicimos una buena parada, a la espera de que llegara Stormbringer con su moto reparada. Fue un buen rato de charla, cervecitas, risas y lectura de periódico, al apetecido sol.
Eso ocurría a la hora del almuerzo, fuimos a un lugar cercano por recomendación de un conocido de Fercoba y alli nos quedamos a comer. Tardaron más de la cuenta en servirnos y terminar. Y encima que el que esto escribe siempre termina el último...
Llegamos a Las Médulas sobre las seis de la tarde. Ya cuando nos acercábamos veíamos esos picos, con el curioso contraste de los anaranjados y verdes, de las crestas y los valles.
Ya sabréis "por otros" que comenzamos cinco el ascenso para la visita, de los que sólo la completamos tres. La cosa empezó suave, pero cuando se acabó el asfalto y empezó lo marrón por un sendero empinadísimo, empezamos a sudar. En realidad no llevábamos el mejor equipamiento para subir y bajar montes: con las botas y el pantalón de moto era insufrible. Toofastjuanito se acordó cuarenta veces del que inventó el Goretex.
Le preguntamos a unos extranjeros que bajaban que si faltaba mucho, a lo que nos respondieron que no. Poco después hacíamos lo mismo con unos nacionales; nos contestaron que íbamos por la mitad, y que merecía la pena subir. Esto nos dio más ánimos para seguir subiendo; no sé, pero si subimos fue gracias a ellos y lo que nos dijeron El sitio era precioso, todo un manto verde de bosque, donde casi no entraba la luz del sol de media tarde. Le hice una foto al fruto de un castaño:
Por fin, entre la arboleda se hacía un claro, el final del sendero, la cima del promontorio y... las vistas. Espectacular:
Había un mirador en la parte superior, desde donde tomé estas fotos. Desde ahí se veía otro mirador, al que se accedía por un túnel excavado en la roca por el agua, obra de los romanos de los siglos I y II, en busca del preciado oro. Este es:
Y claro, teníamos que ir allí. Dimos con el lugar gracias a unas chicas muy monas que pasaban por allí. Porque no teníamos tiempo, porque si no, con la capacidad de persuasión de Toofastjuanito habríamos conseguido mucho más.
Había una caseta donde había que pagar dos euros para la entrada, que además daba derecho a un equipo de higiene, seguridad y vision nocturna. O sea, un casco de obrero y una linterna. Y las dos cosas hicieron falta, como luego se demostró
Esta va a ser una de las fotos más famosas del foro. Vergüenza nos debería de dar
Dentro del pasadizo no se veía un pijo, sólo los flashes de Secreta, de Too o los míos:
En un momento dado el techo bajaba mucho, como a un metro y medio, y había que agacharse. Yo no calculé bien y me di un golpe con el techo, lo que provocó que se me cayera el casco. Risas generalizadas. Toofastjuanito tuvo la imprudencia de alarmar al resto de visitantes (creó alarma social) diciendo repetidamente que esperara a que saliera todo el mundo, que iba a derribar y taponar la salida de la cueva. Nada, sus cosas.
Por fin, llegamos al mirador:
Después de unas cuantas fotos por parte de todos, media vuelta y fuimos por donde vinimos.
La otra parte de la expedición nos esperaba sentados en un bar al pie del entorno. Al llegar tomamos algo nosotros tres y decidimos irnos rumbo a Orense, a casa de Fercoba. No se le ocurrió otra cosa que salir el primero para ir adelantando faena en casa, y tener la cena preparada a nuestra llegada. Así lo hizo, en contra de nuestra opinión.
Cuando salíamos nosotros atardecía ya. Además, el cielo estaba más oscuro de la cuenta debido a las nubes, que incluso descargaron unas gotas de lluvia, aunque nada serio.
Hudsin pidió parar en una gasolinera al salir. Alguien dijo que había una cerca, en el pueblo, pero por más que la buscamos no la encontramos. Decidimos continuar a la próxima. Yo iba primero (lo cual es peligroso para todos), y vi una señal de una gasolinera a 1.000 metros, pero no estaba, por lo cual el principal afectado tomó la decisión, sin pedir permiso ni ná, de ponerse primero y practicar una conducción "en programa económico", es decir, en 6ª velocidad y a 80-90 km/h.
¡Otra señal, 1.000 m!, ¡bien!. Pero había que tomar una vía de servicio, por lo que pasamos por delante de ella como cinco capullos, los cinco mirándola como a una chica guapa. Seguro que teníamos los cinco la cabeza girada a la derecha en ese momento, jajaja. Hudsin, que como he dicho, iba en cabeza, no se atrevió a meterse en el carril de aceleración para ir a la gasolinera. Todavía una moto, vale, pero meterse cinco era demasiado, pensaría, y todos con él, en un ejercicio de telepatía normal y corriente.
Seguimos.
Teníamos Quiroga a la vista cuando la Suzuki DL-650 de Hudsin, dijo basta. De todos es sabido que son buenas motos, pero necesitan gasolina para andar, así que paró en el arcén derecho de la carretera, y nosotros con él. Me puse a su altura y le dije que iba a por gasolina al pueblo, así que tiré. Llegué por medio del pueblo a la gasolinera, momento en el que llegó Stormbringer. Me vino muy bien porque, debido a mi falta de espacio, no podría haberle llevado las dos botellas de litro que le compró, a no ser que llevara una bolsa colgando de los dientes. Con el casco modular abierto, claro.
Esperé al grupo en la gasolinera y reposté tranquilamente a la espera de ellos. Diez y media de la noche, noche cerrada, cuando salimos.
El paisaje debía ser muy bonito, ya que tiene muchas curvas rápidas y buen asfalto, discurriendo un tramo desde Quiroga paralelo al Río Sil, y desde unos km antes de Orense paralelo al Miño. No nos lo perderíamos del todo, porque a la mañana siguiente recorreríamos esa misma ruta.
Llegamos a casa de Fercoba no sin algún incidente con una salida de ruta por parte de alguno, muy bien relatada por Hudsin en su blog, aquí:
Jajajaja, nada que añadir por mi parte...hudsin escribió:Mariano se anima (para mi gusto) a una velocidad decente-alta para ser de noche. Lo cojo como referencia de trazada. Fantastica conducción y fantastica carretera. Supongo que tambien seria fantástica vista, pero al ser de noche es chungo de ver.
Ya llegando a Ourense, en una desviación Mariano toma la salida de la derecha un poco justa, Juan se la salta. O sea, uno a la derecha y otro a la izquienda, vamos bien. Sigo a Mariano que lleva el GPS con la dirección correcta. Nacho y Arturo tambien. Llamamos a Juan, le damos la dirección para que la ponga en el GPS y que vaya directo a casa de Fernando.
Entre que llegamos, dejamos las motos, sacamos equipaje, nos reímos, charlamos, nos duchamos y más anécdotas (algunas de las cuales no se pueden contar), preparamos la cena y tal, nos dio la una de la madrugada. La hora normal de una cena, como todo el mundo sabe.
Tengo que agradecerle que pusiera su casa a nuestra disposición. ¡Menudo fichaje ha hecho este foro! El Comando G sé que está empezando a conocerle ahora... ¡Fernando, gracias por todo!
Abrió unas botellas de Vía Romana (D.O. Ribeira Sacra) que nos quitó a los que lo tomamos el cansancio de golpe, y cerveza para todo el que quiso. Eso, y unos huevos fritos con patatas y choricitos fritos (ni Arzak, oye), nos hicieron el efecto del mejor estimulante que se pueda comprar por las calles. Aunque hubo quien no aguantó más allá de las tres y media... Yo, por ejemplo. No me riñáis, bastante castigo tuve con perderme el resto de la fiesta , pero es que no podía más, se me cerraban los ojos.