Sobre el colegio...
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COLEGIO DE FONSECA
El Colegio de Fonseca es un conjunto arquitectónico formado por el colegio, la capilla y el claustro que distribuye las principales estancias del edificio, como las aulas, la biblioteca o los dormitorios. Esta tipología de edificios tenían una distribución similar. El colegio de Fonseca nace bajo la advocación de Santiago Acevedo y se le ha denominado también Colegio de los Irlandeses ya que fue ocupado por seminaristas de este país desde 1838 hasta 1936.
Bajo la inspiración humanista del rector de la Universidad, Hernán Pérez de Oliva y con el patrocinio del arzobispo de Toledo, Alonso de Fonseca III, se comienzan las obras del colegio en 1521 aunque el permiso del Papa Clemente VII no llega hasta 1525.
Tanto en la realización de las trazas del colegio como en su construcción intervienen importantes arquitectos del siglo XVI. En un principio se hable de Diego de Siloé para que realice las trazas y se sabe que diseña la portada y el patio hacia 1530; posteriormente se le encarga el proyecto a Juan de Álava quien realiza la capilla y lleva a cabo la portada y el patio hacia 1534. El arquitecto Rodrigo Gil de Hontañón en 1550 continúa las obras de la capilla y el patio del colegio. A pesar de las diferentes intervenciones, este conjunto arquitectónico presenta un carácter muy unitario, y una gran cohesión artística y estilística.
La capilla del colegio es de una sola nave y consta de dos partes bien diferenciadas. Los dos primeros tramos fueron realizados por Juan de Álava y presentan un estilo más goticista mientras el crucero y la cabecera son de Rodrigo Gil de Hontañón y son más renacentistas. Cada tramo se cubre con bóveda de crucería y en el crucero se levanta un cimborrio que recuerda al del Convento de San Esteban de Salamanca, por lo que se cree que fueron realizados por el mismo arquitecto. La capilla mayor es de carácter funerario y acoge los restos del arzobispo Fonseca.
El patio del colegio, de planta cuadrada con dos pisos y ocho arquerías en cada lado, es de una gran belleza y armonía. Los dos pisos presentan arcos que apoyan en pilares que se decoran al frente con medias columnas del piso superior son abalaustradas en las que se apoyan arcos carpaneles. Las enjutas de los arcos se decoran con medallones y en los remates de las columnas superiores se encuentran unos grandes pináculos que proporcionan esbeltez al claustro. Podemos hablar de la mesura y la ordenación que caracterizan a este patio y que le dotan de un carácter muy renacentista.
En la fachada del edificio, realizada en mampostería, destaca la portada principal, donde se juega con la bicromía en piedra, granito para los elementos estructurales y caliza para la decoración. Muy clásica, se compone de dos cuerpos; el inferior consta de una puerta adintelada flanqueada por pares de columnas de orden jónico sobre pedestales, que sustentan el entablamento sobre el que se encuentra el segundo cuerpo. Éste presenta una ventana central flanqueada por dos medallones con los escudos de Fonseca y pares de columnas estriadas a cada lado. El remate de la portada presenta un gran tondo, a la manera italiana, con la figura de Santiago en la batalla del Clavijo.
