- El cerebro expuso: “yo debo ser el jefe, ya que ordeno el funcionamiento de todos ustedes”
Los ojos argumentaron: “nosotros deberíamos ser los jefes porque guiamos el cuerpo”
El corazón dijo: “entonces yo debería ser el jefe, porque os hago llegar la sangre para que todos funcionéis”
En ese caso dijo el estómago: “yo seré el jefe puesto que os alimento a todos”
Las piernas se declararon jefas porque según ellas “transportan todo el cuerpo”
Cuando la mi*rda pidió ser jefe, todos se rieron a carcajadas.
La mi*rda sólo dijo: “yo seré el jefe... y se negó a salir durante cinco días”
- El cuerpo estallaba...
El estómago se sentía mal...
Los ojos se nublaban...
El corazón amenazaba con pararse...
Las piernas temblaban...
Y desde entonces... cualquier mi*rda puede ser tu propio jefe.