Muy buenas a todos, casi me da vergüenza poner esta crónica a estas alturas,
pero bueno, como dice alguien por ahí, más vale tarde que nunca, así que os voy
intentar relatar un poco un par de viajecitos que nos hicimos en septiembre
y octubre, a nuestro país vecino, la France, que por no hacer la crónica muy extensa,
dividiré en 2 post, lo cual creo que a lo mejor facilitará un poco la búsqueda para
aquellos que quieran hacer alguna ruta similar.
En septiembre, desde el 16 hasta el 23, nos fuimos con Santi Maxipunto y Eva, quienes
estrenaban una flamante BMW R1200RT, y su primo Miguel, con una VSTROM 650,
quien se nos unió en Pau, tras estar en una concentración en Andorra, con los que
subimos hasta la región de la Bretaña, justo al lado de Normandía, llegando lo
más lejos a Mont Saint-Michel.
Por mi parte, decir que me quedé bastante impresionado de la cultura motera (o algo
parecido) que tienen nuestros vecinos, puesto que siempre nos facilitaban los
adelantamientos, dentro de lo posible claro, todos los que iban en moto nos saludaban,
... por no decir el estado en que se encontraban la mayoría de las carreteras,
un asfalto en perfecto estado…
vimos algún
radar fijo que otro, y un par de camuflados en turismos.
Día 16, salida desde Zaragoza, hacia Pau, unos 250 kms, pasando por Sabiñánigo,
Bisecas, pantano de Lanuza, Formigal, Puerto del Portalet, Laruns, Arudy, y finalmente Pau.
Los hicimos muy tranquilos, sin prisa, (bueno la verdad es que fue todo el viaje así, hicimos
rutas cortas, para no tener que andar con prisas, y poder disfrutar de las motos, los paisajes,
las carreteras, la compañía…), con un poco de riesgo de lluvia, pero no nos llegamos
a mojar, aunque hubo un rato que bajó bastante la temperatura pasado Sabiñánigo, llegando a los 9ºC.
Aquí las fotos de rigor justo antes de salir.
Bajando el Puerto del Portalet, ya en la parte francesa.
Nuestra habitación del hotel, decorada tipo Luis XIV
Una ducha rápida, y a visitar un poco la ciudad de Pau, bastante maja, aunque a las
horas que llegamos(sobre las 5 de la tarde) ya estaban todos los sitios visitables cerrados,
lo que fue una tónica durante todo el viaje… si querías ver algo, lo tenías que ver por la
mañana, ya que por la tarde cerraban los castillos, museos, etc a eso de las 5’30,
y tampoco era plan de pegarnos todos los días unos madrugones de la leche para
llegar pronto a los sitios, pero aún así siempre nos levantábamos sobre las 7’30
(que tampoco es muy tarde)
La catedral
Aquí cenando, a la vez que esperábamos a que llegara el primo de Santi… no tiene mala pinta el entrecot ¿ehhh?
17 de septiembre, 2º día de viaje, y pequeña paliza de kms por delante, unos 640,
fue la ruta más larga de todo el viaje, pasamos por muchos pueblos, pero la 2ª parte
de la ruta la hicimos por autopista (unos 400 kms) para ganar algo de tiempo.
Santi y Eva, y Miguel al fondo
No me digáis que no es una maravilla circular por estas carreteras (sí también
tienen cuchillas a los lados), con apenas tráfico, entre cultivos, viñedos arboledas…
Paradita técnica… “pour manger”…. ¡¡¡a las 12’30!! joer si no tengo ni hambre…
eso sí el nombre del restaurante nos va que ni pintado, aunque realmente éramos 5 “mosquetaires”
Después ya todo autovía, con tromba de agua incluída, que como digo, parecía que
llevabas a alguien delante de la moto echándote el agua a capazos, al adelantar a
los camiones no veíamos nada de nada, y tuvimos que reducir un poco la velocidad…
Aquí paramos para que algunos se pusieran los chubasqueros.
Ya en Nantes, tuvimos que pedir ayuda a unos policías porque llevábamos un
buen rato dando vueltas y no había manera de encontrar la calle del hotel, y
después de unos cuantos minutos nos imprimieron un plano del lugar donde estaba,
e incluso se ofrecieron a acompañarnos hasta allí, pero les digimos que con el mapa
era suficiente Llegamos al hotel bastante tarde, a eso de las 8, con bastantes
nervios porque allí tienen por costumbre cerrar la recepción a eso de las 7-7’30,
y si llegas después tienes que llamar por teléfono para que te den los códigos de acceso, etc…
18 de septiembre, 3er día de viaje. Visita matutina al “chateau” de Nantes,
unas cuantas fotos del lugar
Alguna compra…
Y ya nos pusimos rumbo hacia la cumbre de nuestro viaje, le Mont Saint-Michel,
teníamos una pequeña ruta de 200 kms por delante, por lo que paramos a comer
tranquilamente, a 50 kms del destino, en un sitio que nos dejaron aparcar las motos
en un jardín interior (foto), y donde descubrimos que por esas zonas más al norte,
no comen con vino, sino con sidra, sísí, sidra, que por cierto estaba bastante buena.
¡¡¡y por fin el Mont Sant Michel!!!, con la abadía al fondo… algunas fotos típicas…
Para los que no lo sepan, el Mont Saint Michel se encuentra en el interior de una bahía,
que cuando sube la marea se inunda todo dejando a la vista lo que es el pueblo y la
carretera (también el parking claro). Esa marea dicen que es de las más impresionantes
de Europa, ya que llega a subir 14 metros de altura… tuvimos mala suerte, y aquel día apenas subió.
Por dentro de allí todo eran tiendas y restaurantes, eso sí económicos de la muerte…
por ejemplo, una omelette (tortilla francesa) con algo de acompañamiento,
sólo costaba… ¡¡18 €uracos!! joer se la pueden meter por el fistro trasero
Intentamos visitar la abadía, pero de costumbre, eran las 6 y ya cerraban…joer… pues vamos a ver un poco alrededor…
Bueno y después de cenar… unos se fueron a la camita, y otros nos fuimos a sacar
la foto nocturna típica del lugar, una pequeña caminata de 4 kms a la luz de la luna,
por la ribera de la bahía, con el flash del móvil conectado porque no se veía por
donde pisabas, por no decir el fresco que hacía por allí a las 11 de la noche…
pa colmo nos enteramos ya en España, que por esa zona había ¡¡arenas movedizas!!
anda joer, pa cagarse… pero la foto creo que mereció la pena (después de unas
20 fotos para ver cómo salía mejor)
19 de septiembre, 4º día de viaje. Desde Saint Michel, salimos para visitar
Saint Malo ( a unos 60 kms), y después bajamos a Angers, en total unos 205 kms.
Aquí saliendo del hotel, con bastante fresquito...
Camino de Saint Malo, ruta costera, tranquilita, viendo el paisaje, y en donde vendían
por todos sitios platos de ostras y mariscos, a un precio no muy caro, aunque no
llegamos a probarlas.
A nuestra llegada a Saint Malo, este señor nos dio la bienvenida. Saint Malo es una
localidad que se encuentra dentro de unas murallas (tienen 2 kms de perímetro),
que sirvieron en sus tiempos de fortaleza contra los ingleses hace un montonazo de
años, y que en la II guerra mundial fue prácticamente destruída en su totalidad,
siendo reconstruída posteriormente… a mí me gustó más que Saint Michel
¡¡¡ míralos que majicos los 4 !!!
Después de 140 Kms llegamos a Angers, justo a tiempo para que nos cerraran el castillo
en las narices, uno de los más famosos de Francia.
Aquí los jardines del foso
La puerta principal…
El río que había al lado (no recuerdo el nombre)
Visitamos el casco histórico
La catedral al fondo
Detalle de la fachada de la catedral
Un edificio de estilo antiguo en la plaza
Esa noche nos costó mucho decidirnos a ver qué cenábamos… al final kebabs y hamburguesas
20 de septiembre, 5º día de viaje. A la mañana siguiente tocaba visitar el castillo
Un búho (o algo similar que tenían por allí)
Una maqueta del castillo
Los jardines interiores
Una gran sala con un montón de tapices.
Cuando acabamos la visita, nos pusimos rumbo hacia Rochefort, donde haríamos noche,
parando antes en La Rochelle a hacer una pequeña visita turística.
El puerto deportivo.
La Rochelle es famosa por sus torres, que imagino que es lo que queda de la muralla
que rodeaba la ciudad (o algo parecido)
La cenita en Rochefort
21 de septiembre, 6º día de viaje. Rumbo a Burdeos, 170 kms. por delante.
A la salida del hotel por la mañana, vino a despedirnos un amigo
Paramos en Blaye a descansar, casualidad que tenían una fortaleza bastante chula y estuvimos dando una vuelta por allí.
Viñas que había dentro de la fortaleza
Total que como se nos hizo la hora de comer, pues hala, unas pizzas y unas cocacolas
en una terracita, y listos…
Aquí otra amiga que se nos arrejuntó un ratico…anda que no sabía ni ná la jodía…
sísí lo que lleva es un collar con florecitas de tela, se llamaba “Valerìe”
Y ya llegando a Burdeos…
Localizamos el hotel, nos cambiamos, y a visitar la ciudad, muy chula por cierto
Este siempre zampando
La noche nos facilitó unas bonitas fotos…
22 de septiembre, 7º día de viaje. De Burdeos bajamos a Biarritz, 200 kms.
En la playita… no hacía nada de sol…
23 de septiembre, 8º y ultimo día de viaje. 280 kms de vuelta a Zaragoza.
Paramos un momento a visitar San Juan de Luz.
¡¡¡ Y sefiní !!!
Espero que os haya gustado.
Ahora toca la crónica del segundo viaje, que espero colgarla en unos días.
V'sss!!!
