Está la ave en el aire con sosiego,
en la agua el pez, la salamandra en fuego,
y el hombre, en cuyo ser, todo se encierra,
está en sola la tierra.
Yo sólo, que nací para tormentos,
estoy en todos estos elementos:
la boca tengo en aire suspirando,
el cuerpo en tierra está peregrinando,
los ojos tengo en agua noche y día
y en fuego el corazón y la alma mía.
La de veces que se asomó al escaparate del concesionario el amigo Quevedo.....................Salu2
"Piensa en esto: cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire. No te dan solamente un reloj, que los cumplas muy felices, y esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con ancora de rubíes; no te regalan solamente ese menudo picapedrero que te ataras a la muñeca y pasearas contigo. Te regalan –no lo saben, lo terrible es que no lo saben–, te regalan un nuevo pedazo fragil y precario de ti mismo, algo que es tuyo, pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un bracito desesperado colgandose de tu muñeca. Te regalan la necesidad de darle cuerda para que siga siendo un reloj; te regalan la obsesión de a atender a la hora exacta en las vitrinas de las joyerías, en el anuncio por la radio, en el servicio telefónico. Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se caiga al suelo y se rompa. Te regalan su marca, y la seguridad de que es una marca mejor que las otras, te regalan la tendencia a comparar tu reloj con los demas relojes. No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj"
Julio Cortázar, Historias de Cronopios y de Famas (1962) http://www.geocities.com/audiojuliocort ... mreloj.mp3
Este es el camino final
hasta aqui puedo llegar yo
a veces, no siempre
hasta aqui pudiste llegar conmigo
cuanto más avanzamos
más fácil se hizo volver a la senda
y más hermoso se volvió el paisaje
el camino elegido resultó ser el correcto
el camino que se elige siempre es el correcto
lo correcto esta en la elección, no en el acierto
Es cosa de rasgarse el pecho y romperse la cabeza al considerar lo poco que valemos unos para otros, ¡Ay de mí! Nadie me dará el amor, la alegría, el goce de las felicidades que yo no siento dentro de mí. Y aunque yo tuviera el alma llena de las más dulces sensaciones, no sabría hacer dichoso a quien en la suya carece de todo.
Se me ha olvidado citar el nombre del autor. En todo caso quiero resaltar que no soy yo su creador, aunque lo comparto en su totalidad. Eso también.
Espero que os guste... hay más.
Cheri escribió:Adolescente fui en días idénticos a nubes,
cosa grácil, visible por penumbra y reflejo,
y extraño es, si ese recuerdo busco,
que tanto, tanto duela sobre el cuerpo de hoy.
Perder placer es triste
como la dulce lámpara sobre el lento nocturno;
aquél fui, aquél fui, aquél he sido;
era la ignorancia mi sombra.
Ni gozo ni pena; fui niño
prisionero entre muros cambiantes;
historias como cuerpos, cristales como cielos,
sueño luego, un sueño más alto que la vida.
Cuando la muerte quiera
una verdad quitar de entre mis manos,
las hallará vacías, como en la adolescencia
ardientes de deseo, tendidas hacia el aire.
El tío Luis. Qué bueno es. Uno de mis poetas favoritos. Ya que la gran Cheri (BPWTY) lo pone, yo voy a colgar otro de él. Es muy triste, muy duro, pero ya sabréis que la vida no es un camino de rosas. Va por ti, Cher:
NO QUIERO, TRISTE ESPÍRITU...
No quiero, triste espíritu, volver
por los lugares que cruzó mi llanto,
latir secreto entre los cuerpos vivos
como yo también fui.
No quiero recordar
un instante feliz entre tormentos;
goce o pena es igual,
todo es triste al volver.
Aún va conmigo como una luz ajena
aquel destino niño,
aquellos dulces ojos juveniles,
aquella antigua herida.
No, no quisiera volver,
sino morir aún más,
arrancar una sombra,
olvidar un olvido.
Antes de amarte, amor, nada era mío:
vacilé por las calles y las cosas:
nada contaba ni tenía nombre:
el mundo era del aire que esperaba.
Yo conocí salones cenicientos,
túneles habitados por la luna,
hangares crueles que se despedían,
preguntas que insistían en la arena.
Todo estaba vacío, muerto y mudo,
caído, abandonado y decaído,
todo era inalienablemente ajeno,
todo era de los otros y de nadie,
hasta que tu belleza y tu pobreza
llenaron el otoño de regalos.
(Pablo Neruda)
Última edición por slovenska el 17 Abr 2008 18:41, editado 1 vez en total.
Cierro los ojosy vuelo...
Aparezco donde tu estas.
Te veo.
Me acerco.
Te recorro con mi mirada.
Más cerca.
Te acaricio.
Siento tu piel.
Tus manos frias (hoy estan frias).
Te huelo.
Mis labios rozan tu frente.
Y tu no te das ni cuenta.
O quizas si.
Quizas en este momento estas pensando en mi sin saber por que.
------jorge bucay----
me encanta esta carta, extraida del libro cartas para claudia
un saludo
Hermoso, bello como el amanecer con sabor amargo porque termina pronto, Ya solo me queda esperar el nuevo día para poder leer de nuevo vuestros escritos que rebosan solo paz... la que yo necesito.
Lute y @angel (paisano), darnos más a cambio de tan poco. Gracias a ambos. Saludos para todos.
¡Ay de mí! ¡Este vacío, este horrible vacío que siente mi alma...!
Muchas veces me digo: "Si pudiera un momento, uno solo, estrecharla contra mi corazón, todo este vacío se llenaría".
J. W. Goethe.
¡Siento tantas cosas..., y mi pasión por ella lo devora todo!
¡Tantas cosas...! Y, sin ella, todo se reduce a nada.
30 de octubre
Más de cien veces he estado a punto de arrojarme a su cuello. Sólo Dios sabe cuánto me cuesta mirrar y remirar tantos encantos, sin atreverme a extender mi brazos hacia ella.
Apoderarse de lo que se ofrece a nuestra vista y nos embelesa, ¿no es un instinto propio de la humanidad? ¿No echa mano el niño a todo cuanto le gusta? ¡Y yo...!
Su imagen me persigue: que duerma o que vele, ella sola llena toda mi alma. Cuando cierro los párpados, en el cerebro, donde se encuentra la potencia de la vista, distingo claramente sus hojos negros. Es imposible que se explique esto. Me duermo y los veo también: siempre están allí, siempre fascineradores como el abismo. Todo mi ser todo, está absorto por ellos.
¿Qué es, pues, el hombre, ese semidios tan ensalzado? ¿No le faltan las fuerzas cuando más las necesita? Y cuando bate sus alas en el cielo de los placeres, lo mismo que cuando se sumerge en la desesperación, ¿no se ve siempre detenido y condenado a convencerse de que es débil y pequeño, él, que esperaba perderse en el infinito?
No nos da risa el amor cuando llega a lo más hondo de su viaje, a lo más alto de su vuelo: en lo más hondo, en lo más alto, nos arranca gemidos y quejidos, voces del dolor, aunque sea jubiloso dolor, lo que pensándolo bien nada tiene de raro, porque nacer es una alegría que duele. Pequeña Muerte, llaman en Francia a la culminación del abrazo, que rompiéndonos nos junta y perdiéndonos nos encuentra y acabándonos nos empieza. Pequeña Muerte, la llaman; pero grande, muy grande ha de ser, si matándonos nos nace. "
Compañera
usted sabe
puede contar
conmigo
no hasta dos
o hasta diez
sino contar
conmigo
si alguna vez
advierte
que la miro a los ojos
y una veta de amor
reconoce en los míos
no alerte sus fusiles
ni piense qué delirio
a pesar de la veta
o tal vez porque existe
usted puede contar
conmigo
si otras veces
me encuentra
huraño sin motivo
no piense qué flojera
igual puede contar
conmigo
pero hagamos un trato
yo quisiera contar
con usted
es tan lindo
saber que usted existe
uno se siente vivo
y cuando digo esto
quiero decir contar
aunque sea hasta dos
aunque sea hasta cinco
no ya para que acuda
presurosa en mi auxilio
sino para saber
a ciencia cierta
que usted sabe que puede
contar conmigo.
.........y así después de esperar tanto, un día como otro decidí triunfar, decidí no esperar a las oportunidades sino yo mismo buscar ,decidí ver cada problema como oportunidad de encontrar una solución, decidí ver cada noche como un misterio a resolver, decidí ver cada día como una nueva oportunidad de ser feliz.
Aquel día descubrí que mi único rival no era mas que mis propias debilidades, y que en estas , esta la única y mejor forma de superarnos , aquel día deje de temer a perder y que no era yo el mejor y quizás nunca lo fui, me dejo de importar quien ganara o perdiera ,ahora me importa simplemente saberme mejor que ayer.
Aprendí que lo difícil es no llegar a la cima ,sino jamás dejar de subir.
Aprendí que el mejor triunfo que se puede tener es el derecho de llamarle a alguien “ amigo”.
Descubrí que el amor es mas que un simple estado de enamoramiento , “ El amor es la filosofía de la vida”.
Aquel día deje de ser un reflejo de mis escasos triunfos pasados y empecé a ser mi propia tenue luz de este presente.
Aprendí que nada sirve ser luz si no vas a iluminar el camino de los demás..
Aquel día decidí cambiar tantas cosas.
Aquel día apreendí que los sueños son solamente para hacerse realidad , desde aquel día ya no duermo para descansar .
Ahora simplemente duermo para soñar......
La vida te enseña quién sí, quién no y quién nunca.
[align=center]VOLVERÁN LAS OSCURAS GOLONDRINAS[/align] [color=#][align=center]Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala en sus cristales,
jugando llamarán;
pero aquellas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha al contemplar;
aquellas que aprendieron nuestros nombres,
ésas...¡no volverán!
Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar,
y otra vez a la tarde, aún más hermosas,
sus flores abrirán;
pero aquellas cuajadas de rocío,
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer, como lágrimas del día...,
ésas...¡no volverán!
Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar;
tu corazón, de su profundo sueño
tal vez despertará;
pero mudo y absorto y de rodillas
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido..., desengáñate,
¡así no te querrán![/align]
Andorrano, me he podido reir agusto con las berengenas con queso! muy bueno!!!
Cambio de tercio con uno de mis autores favoritos, trata sobre el caminar, espero que os guste.
Derrota
Derrota, mi derrota, mi soledad, mi hastió;
Para mi eres mas valiosa que mil triunfos,
Y más dulce para mi corazón que toda la gloria del mundo.
Derrota, mi derrota, mi conciencia y mi desafió,
Tu me has enseñado que aun soy joven y de pies ligeros.
Y que no me dejare atraer por laureles vanos.
En ti he encontrado la dicha de estar solo.
Y la alegría de ser aislado y despreciado.
Derrota, mi derrota, mi fulgurante espada y mi escudo:
He podido leer en tus ojos:
Que ser entronizado es ser esclavizado.
Y que ser comprendido es ser derribado.
Y que ser apresado es llegar a la propia madurez.
Y como fruto maduro, caer y ser objeto de consumo.
Derrota, mi derrota, mi audaz compañera:
Oirás mis cantos, mis gritos, mis silencios
Y solo tu, tu sola me hablaras del batir de las alas,
De la furia de los mares
Y de las montañas que arden en la noche,
Y solo tú escalaras mi escarpada y rocosa alma.
Derrota, mi derrota, mi corazón indómito,
Tú y yo reiremos juntos en la tormenta,
Y juntos cavaremos tumbas para todo lo que muera en nosotros,
Y hemos de erguirnos al sol, como una sola voluntad,
Y constituiremos un peligro.
Te deseo primero que ames,
y que amando, también seas amado.
Y que, de no ser así, seas breve en olvidar
y que después de olvidar, no guardes rencores.
Deseo, pues, que no sea así, pero que sí es,
sepas ser sin desesperar.
Te deseo también que tengas amigos,
y que, incluso malos e inconsecuentes
sean valientes y fieles, y que por lo menos
haya uno en quien confiar sin dudar
Y porque la vida es así,
te deseo también que tengas enemigos.
Ni muchos ni pocos, en la medida exacta,
para que, algunas veces, te cuestiones
tus propias certezas. Y que entre ellos,
haya por lo menos uno que sea justo,
para que no te sientas demasiado seguro
Te deseo además que seas útil,
más no insustituible.
Y que en los momentos malos,
cuando no quede más nada,
esa utilidad sea suficiente
para mantenerte en pie.
Igualmente, te deseo que seas tolerante,
no con los que se equivocan poco,
porque eso es fácil, sino con los que
se equivocan mucho e irremediablemente,
y que haciendo buen uso de esa tolerancia,
sirvas de ejemplo a otros.
Te deseo que siendo joven no
madures demasiado de prisa,
y que ya maduro, no insistas en rejuvenecer,
y que siendo viejo no te dediques al desespero.
Porque cada edad tiene su placer
y su dolor y es necesario dejar
que fluyan entre nosotros.
Te deseo de paso que seas triste.
No todo el año, sino apenas un día.
Pero que en ese día descubras
que la risa diaria es buena, que la risa
habitual es sosa y la risa constante es malsana.
Te deseo que descubras,
con urgencia máxima, por encima
y a pesar de todo, que existen,
y que te rodean, seres oprimidos,
tratados con injusticia y personas infelices.
Te deseo que acaricies un perro,
alimentes a un pájaro y oigas a un jilguero
erguir triunfante su canto matinal,
porque de esta manera,
sentirás bien por nada.
Deseo también que plantes una semilla,
por más minúscula que sea, y la
acompañes en su crecimiento,
para que descubras de cuantas vidas
está hecho un árbol.
Te deseo, además, que tengas dinero,
porque es necesario ser práctico,
Y que por lo menos una vez
por año pongas algo de ese dinero
frente a ti y digas: "Esto es mío".
sólo para que quede claro
quién es el dueño de quién.
Te deseo también que ninguno
de tus defectos muera, pero que si
muere alguno, puedas llorar
sin lamentarte y sufrir sin sentirte culpable.
Te deseo por fin que, siendo hombre,
tengas una buena mujer, y que siendo
mujer, tengas un buen hombre,
mañana y al día siguiente, y que cuando
estén exhaustos y sonrientes,
hablen sobre amor para recomenzar.
Si todas estas cosas llegaran a pasar,
no tengo más nada que desearte.
VICTOR HUGO
La vida te enseña quién sí, quién no y quién nunca.
Desde que el Tango vio a la Luna, sus agonías se intensificaron, sus tristezas se hicieron llanto, al verla tan bella y lejana.
Cantó con fuerzas sus penas, y su luz le suplicaba, cada noche que ella, asomaba por esa ventana.
Y ella no escuchaba...
El Tango se puso celoso, de las estrellas que la rodeaban, pero ella lo ignoraba, por más fuerte que él cantara.
El Tango entonces enfureció sin razón aparente, y sus notas se hicieron aún más fuertes; pero el son del bandoneón delataba el sufrimiento, y el violín fue más intenso en su lamento: enamorado de la Luna, el Tango perdía su compás.
Y ella seguía sin escuchar...
Hasta que una noche decidido, el Tango puso el grito en el cielo, allá donde estaba ella; ella lo estaba oyendo.
Mientras con dulces melodías, el Tango la iba atrayendo, las estrellas furiosas, querían retenerla en el cielo.
Pero una desesperada nota de amor fue más fuerte, y rompió el cristal que los separaba, ahora están frente a frente, y el Tango le confiesa que la ama.
Ahora la Luna escucha melodías de amor sincero.
El Tango ya no llora, porque el amor le cayó del cielo.
Autor:Guillermo Paz
Argentina
Lo ví en una versión con un Lobo y no me gustó, por eso pongo la original.
Saludos!
¡Si habrás ardido en mis dedos!
¡si te habrás consumido en mis labios!
¡Mirá si habremos compartido momentos!
unos buenos, otros malos...
Me acompañaste en los momentos tristes
y en los afortunados
te llevé siempre a las fiestas
y aún cuando quería estar solo, siempre estuviste a mi lado.
¡Si habré gastado saliva en defenderte!
durante todos estos años
con tu humo lograste envolverme
y de a poco me fuiste matando.
Solo quieres dejarme sin vida
y hoy que tu victoria es inminente
termino de escribir, me recuesto en la silla
y te enciendo nuevamente.
Si yo fuese Dios
y tuviese el secreto,
haría
un ser exacto a ti;
lo probaría
(a la manera de los panaderos
cuando prueban el pan, es decir:
con la boca),
y si ese sabor fuese
igual al tuyo, o sea
tu mismo olor, y tu manera
de sonreír,
y de guardar silencio,
y de estrechar mi mano estrictamente,
y de besarnos sin hacernos daño
-de esto sí estoy seguro: pongo
tanta atención cuando te beso-;
entonces,
si yo fuese Dios,
podría repetirte y repetirte,
siempre la misma y siempre diferente,
sin cansarme jamás del juego idéntico,
sin desdeñar tampoco la que fuiste
por la que ibas a ser dentro de nada;
ya no sé si me explico, pero quiero
aclarar si yo fuese
Dios, haría
lo posible por ser Ángel González
para quererte tal como te quiero,
para aguardar con calma
a que te crees tú misma cada día,
a que sorprendas todas las mañanas
la luz recién nacida con tu propia
luz, y corras
la cortina impalpable que separa
el sueño de la vida,
resucitándome con tu palabra,
Lázaro alegre,
yo, mojado todavía
de sombras y pereza,
sorprendido y absorto
en la contemplación de todo aquello
que, en unión de mí mismo,
recuperas y salvas, mueves, dejas
abandonado cuando -luego- callas...
(Escucho tu silencio.
Oigo
constelaciones: existes.
Creo en ti.
Eres.
Me basta.)