Como lo prometido es deuda, paso a relataros las primeras impresiones tras recorrer cerca de 2.000 kilómetros con la nueva KTM 890 Adventure de 2023.
En base viene a ser el mismo modelo que se comenzó a vender en 2021 y que, a su vez, heredaba todo el ADN de la KTM 790 Adventure de 2019… salvo la cilindrada. El fabricante austriaco KTM no es demasiado famoso por prolongar la longevidad de sus modelos, solapando uno con el sucesivo, aunque sólo sea por haber realizado algunos cambios que pudieran parecer nada más que estéticos.
La carrera por la novedad
Todos los fabricantes, sin excepción alguna, llevan un par de décadas poniendo a la venta modelos que, o bien por exceso de juventud tecnológica o por una premeditada puesta a la venta de manera precipitada, crean leyendas en torno a su fiabilidad, usabilidad o por falta de soluciones que permitan una mayor interacción con el destinatario final. Da lo mismo: a los pocos meses irán sacando actualizaciones con las que corregirán las anomalías detectadas en las unidades más madrugadoras y, de paso, “taparán” errores más graves que se hayan detectado y que, en muchos casos, han supuesto al fabricante un descalabro por tener que realizar “llamadas a revisión” de vehículos ya matriculados. En la mayoría de los casos estas modificaciones se hacen en silencio, para no desatar la furia de los usuarios, pero es un hecho el que, a medida que un modelo recibe nuevas actualizaciones, se va refinando más en su electrónica, mecánica, dinamismo… recibiendo cambios en el software (cada vez más importante), rodamientos, juntas tóricas, muelles, amortiguadores…
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KTM 2023
Vaya por delante que los más de 25.000 kilómetros realizados en poco más de un año con mi anterior 890 Adventure, han sido completamente satisfactorios, sin ningún problema mecánico y descubriéndome una nueva filosofía de “moto de aventura” en la que no hay que renunciar ni a un ápice de deportividad en la moto que has decidido seleccionar para realizar viajes interminables. Gozando además de un grado de confort envidiable para muchas otras marcas más asociadas al motociclismo de grandes distancias.
Las diferencias que he percibido en esta 890 Adventure de 2023 están relacionadas con las mejoras aerodinámicas, las suspensiones y la visualización de los datos en el display.
Posiblemente el unir, mediante un carenado alargado, el depósito de gasolina con el faro haya eliminado una zona de turbulencias que, en determinados momentos (viento racheado lateral) creaban rebufos en el tronco del conductor. La nueva pantalla (cúpula) llama la atención por su ventana que, de manera peligrosa, parece coincidir con la cara del piloto: nada más lejos de la realidad. El diseño en rampa de la porción de pantalla que hay por debajo de ese “agujero” provoca que se cree una corriente ascendente en la parte alta de la cúpula, evitando que le lleguen remolinos a la cabeza del conductor (flujo turbulento) y creando una corriente laminar que lo convierta en “aire limpio” que choca contra el casco sin producir reacciones incómodas o violentas. A priori me parece que le falta algo de protección a esta cúpula, pero prefiero recibir aire suave en la cabeza antes que tener que luchar contra un enemigo invisible que intenta provocarme un esguince de cervicales.
Estéticamente, algo que no me gusta nunca valorar, ya que no me considero un experto en imagen y diseño, se ha conseguido un conjunto más homogéneo y armónico… aunque ahora esta moto ha perdido su exclusividad de moto “custom trail”. Insisto, esto nunca me ha quitado el sueño y, una vez que arrancas la moto y empiezas a tomar curvas, lo que ven mis ojos es muy similar a lo que veían antes: un manillar, un cuentakilómetros y una pista de tierra o una carretera de asfalto.
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La dinámica de una moto
En la información que publica KTM de este modelo hacen hincapié en los “nuevos settings de suspensiones”. No hay secretos, ya que han incluido regulación de precarga y rebote en la horquilla delantera y cambiado el valvulado del amortiguador trasero. Como ya comenté en su día cuando analicé mi anterior 890 Adventure, su comportamiento es muy peculiar, ya que los austriacos han realizado varias transgresiones a la “norma” de las motos trail: es una moto corta entre ejes (la más corta), utiliza ruedas de gran diámetro (21 y 18 pulgadas), tiene un ángulo de dirección muy tumbado y, además, el amortiguador trasero se conecta directamente al basculante, sin la intermediación de bieletas. Esto provoca que sus reacciones, frente a baches, cambios de dirección, curvas encadenadas… sean muy rápidas. Como consecuencia el trabajo de los amortiguadores de ambas ruedas es vital, ya que es el único mecanismo capaz de dulcificar el dinamismo de esta moto. El trabajo ha sido fantástico y ahora la conducción es mucho más “universal”, sin sustos ni reacciones incontroladas para los conductores más relajados.
Lo que pocos valoran
El cambio del ordenador de abordo puede parecer la modificación más “cosmética” (o sea, chorrada) del modelo 2023. Podríamos estar de acuerdo pero, a mis 64 primaveras y con alguna dioptría de presbicia, no os podéis imaginar lo que agradezco que ahora todos los datos que se reflejan en el display estén plasmados sobre una pantalla de alta resolución y con los caracteres y grafismos mucho más grandes. En el modelo anterior me costaba trabajo ver los dígitos más pequeños (kilómetros parciales, consumo, autonomía hora, temperatura…) en marcha, perdiendo demasiado tiempo mirando la pantallita y quitando la atención de la carretera.
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¿Merece la pena?
Para los que ya tienen una 890 Adventure de 2021 o 2022 les diré que, en esencia, no van a notar ningún cambio demasiado relevante y que, si no consiguen una valoración muy buena por su antigua moto, es mejor que se planteen el cambio de amortiguación (esto siempre es bueno en todas las motos), añadirle alguna “chuche” o disponer de más dinero para gasolina y hoteles en lugar de dejárselo en el concesionario a cambio de una moto nueva.
Raquel, mi mujer, que como muchos sabéis tiene una 890 Adventure de 2021 (la compramos a la vez) tras rodar muchos kilómetros con mi nueva KTM me ha confirmado que la nota más “fina”, pero que no pretende cambiar la suya, porque está muy contenta con el comportamiento y la estética de su “ naranjita”.
Los que hayáis indagado en este modelo sabréis que KTM, al contrario que todas las marcas, entrega la moto nueva con todas las ayudas electrónicas activadas: una vez transcurridos los primeros 1.500 kilómetros se desactivan y eres tú quien decide si quiere activarlas de nuevo (previo paso por caja), pero te han permitido probar el Quickshift, la retención del motor regulable, el ABS configurable para offroad, el modo Rally de conducción o el control de crucero (entre otras muchas). Tras valorar el uso que le doy a la moto y el dinero que cuesta este paquete completo de software (unos 1.000 euros), he decidido sólo comprar el control de crucero (se pueden adquirir las funciones por separado, en cualquier momento, sin necesidad de que la moto esté nueva), algo que siempre he criticado y que, tras hacer el rodaje utilizando varios tramos de autopista, me ha parecido que aportará mucha comodidad a mis futuros viajes.
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