Día 3. Azrou – Jenifra – Imilchil – Ifri /.
Amanece una mañana soleada en Azrou.
La noche ha sido aderezada por sonidos de la naturaleza. Los coros de burros, ovejas y cabras, con el toque matinal del gallo local, amén de los propios de una habitación compartida con el Indio, Julio y Fernando en el cual cada uno impone su ritmo propio con mayor o menor ímpetu

, no rompen con una imagen de paz y relax en el entorno natural y único en el que estamos.

Tras un buen desayuno, iniciamos el despliegue hacia la zona de operaciones del día, tras bajar la rampa trail para conectar con la carretera, sin incidencias.
Nos espera Ilmichil, Marruecos profundo, con sus carreteras rotas, eternamente en obras, paisajes agrestes y aldeas ancladas en el pasado, con sus habitantes, siempre cordiales ante la presencia de extranjeros, y en especial los niños, siempre solicitando el choque de sus manos con esos locos motoristas que aparecen temporalmente cruzando sus aldeas. Sus caras denotan siempre alegría y entusiasmo a nuestro paso.
Una vez más, comida en ruta, en el propio Ilmichil, en un lugar que no es ajeno al VStrom Club, con sus ensaladas y pinchitos. Siguen apareciendo, gentileza de Mariano Belkin y Manolo, productos ibéricos que nos hacen no echar de menos nuestra gastronomía y todos agradecemos. Qué maletas más bien surtidas las de estos 2 miembros.
Tras un breve paseo por el pequeño pueblo y algunas compras, proseguimos hacia Ifri.
Las carreteras, empeoran en cuanto a su estado, y se convierte en una auténtica ruta trail, realizamos una parada encima de un puente para estirar piernas, y aparecen dulces varios, de nuestros samaritanos culinarios, que nos dan energías para continuar el camino.
Llegamos a Ifri, al hotel Jurásico. Nuestra búsqueda de cerveza es infructuosa, el Indio consigue una de un campista, y la bebemos como agua del maná.

Gracias por compartir tan preciado tesoro, Indio.
Cena del omnipresente Tajín de pollo y al sobre.
