ALPES 2017. Dos parejas y un destino....
- Rutaman
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#1 ALPES 2017. Dos parejas y un destino....
CONSIDERACIONES.
Cualquier "mototurista" que se precie habrá sentido o sentirá en algún momento interés por viajar a los Alpes. Tras subir todos o muchos de los puertos de su región, incluso de España, seguramente querrás más, y alentado por las crónicas de otros muchos que fueron enpezarás a pensar ¿y por qué no?.
Hace un par de años empezé a dar forma a éste viaje. Leer crónicas, estudiar recorridos, valorar el tiempo necesario, hacer presupuestos. Lo primero que advertí es que viviendo donde vivo, al sur del sur, o sea, en "Cai", había dos parámetros fundamentales en la ecuación que aunque parezca tópico decirlo aumentaban exponencialmente con la distancia, estos eran "tiempo" y "dinero".
Estudié muchas formas para evitar el inevitable cruce de nuestro solar atrio. Barco Tánger-Génova, alquilar un remolque de moto, conducir todo el recorrido, hacerlo en un sentido u otro, alquilar allí la moto, etc. Por diversos motivos y considerándome un viajero un tanto purista, al final fuí concretando que debía ir con mi moto y como no sabía si habría más oportunidades en el futuro debía ser lo más completo posible, siguiendo el famoso arco alpino, desde la costa azul francesa hasta los dolomitas, excluyendo los alpes Eslovenos por motivos operativos, que yá iba bien despachado. Haríamos en Barco Barcelona-Génova y vuelta, teniendo que bajar unos kms desde Génova hasta San Remo ya que la opción inicial Barcelona-Savona se anuló por la naviera y hubo que rectificar el destino.
Una vez establecidos ciertos parámetros el tiempo había que conjugarlo muy bien con la distancia de las etapas y algún día de descanso ya que al viajar con copilota había que hacer el viaje "algo" atractivo desde el punto de vista turístico incluyendo un par de día de asueto. Tampoco era desdeñable tener en cuenta las temperaturas que hay para cruzar España en pleno verano, época normal en que poder pillar todos esos días de vacaciones. Con todo esto y con la experiencia de otros estimé que en lo posible las etapas de montaña no debían superaran los 240 kms aprox. y que siempre estuviéramos en destino entre las 3 o las 5 de la tarde, cosa que a la postre funcionó muy bien. Los días que había inevitablemente autovía o autopista se podían hacer en el mismo tiempo alrededor de 400 kms.
Otra circunstancia a estudiar fué el alojamiento ya que al ir programando las etapas y el sentido del arco alpino, costa azul - dolomitas, fuí reservándolo por Booking con la opción de cancelación que aunque para un imprevisto inmediato no tendría arreglo, desde enero que hice las reservas sí nos daría cierto márgen de maniobra ante algún imprevisto (como más tarde sucedió). Hay compañeros que viajan a la aventura pero yo personalmente prefiero tener una meta cada día y someterme a una disciplina, no me suele ir mal.
Un factor personal muy determinante para mí fué el cambio de máquina ya que con una 1.050 cc nueva en enero casi estrenándola por Alpes y cargado me daba mucha confianza para meterme en una empresa de esta envergadura.
Yo estaba dispuesto a ir sólo con la copilota aunque fué un acierto encontrar a otro compañero que coincidiera en fechas de vacaciones y disponibilidad porque en un viaje tan largo y de tantos días es más gratificante y divertivo y si además te llevas bien pues mejor que mejor. Manolo "Er Canijo" y Mª José fueron los compañeros.
Tras los borradores iniciales y algunas modificaciones con Manolo el tour quedó así:
Cádiz - Peñíscola
Peñíscola - Barcelona
Barcelona - Génova (Barco)
Génova-Valdeblore (Alpes marítimos franceses)
Valdeblore-Briançon (Francia)
Briançon-Aosta (Italia)
Aosta-Münster (Suiza)
Día de descanso
Münster-Celerina (Suiza)
Celerina-Trento (Italia)
Día de descanso
Trento-Génova (Barco)
Barcelona-Teruel
Teruel-Brazatortas (Puertollano)
Brazatortas-Cádiz
Un total de 4.000 kms en 15 días.
Google maps: https://goo.gl/maps/tndxvkQjM2K2
EL VIAJE
* Martes 18 de julio, 5:00 am. Cádiz-Peñíscola 880 kms.
No he dormido nada, aunque no me suele pasar en los viajes éste es distinto. Será en parte la edad, la distancia, lo desconocido, la magnitud que me parece la empresa...
Lo cierto es que nos levantamos, nos preparamos, hace calor, llevamos varios días de ola de calor y esto no ayuda desde luego.
Las maletas y el baúl están preparados desde la tarde anterior con todo lo que estimamos necesario. El destino hoy será Peñíscola, unos 880 kms de autovía. Originalmente no pensamos hacer esta tirada peo al cambiarnos el destino del barco a Génova, éste salía de Barcelona a las 13:00 h del día siguiente, debiendo embarcar 2 horas antes, a las 11:00, con lo que nos quedaba poco márgen para hacer muchos kms y desde Peñíscola sól tendríamos 200 km de autopista.
Llegamos al punto de encuentro, yo y Cris partíamos de jerez y Manolo y Mª José venían de San Fernando por lo que el comienzo de la autopista era el punto idóneo. Acordamos que mientras el "lorenzo" no saliera apurar lo más posible y como alma que lleva el diablo llegamos a Sevilla, rodearla dirección Córdoba a las 6:00 am y con ese calor fatigoso sin apenas haber dormido no fué nada agradable pero continuamos.
A la altura de la Carolina antes de Córdoba primer repostaje y a estirar las piernas.
Otra parada para desayunar en Bailén y para Despeñaperros. Llegando a Manzanares dirección Valencia el sol yá nos pega de cara y con ganas, yo sabía que estos 300 km serían duros, pero no tanto. Camiones, viento, un calor cada vez más pegajoso... con el cansancio y la tensión acumulada repostamos poco antes de Valencia. Aquí tuve mi primera (de dos) crisis en el viaje. Pensaba que con lo que quedaba por delante si ya iba así como pretendía terminar esta empresa. Empecé a decirme que bueno, no tengo realmente ningún problema, ninguna incapacidad para conducir, simplemente no voy lo cómodo que me hubiera gustado pero lo demás son "chorras" de la mente así que me puse a lo mío, a conducir y "palante".
Cruzar la circunvalación de Valencia un martes a las 13:00 fué una locura de tráfico, calor bochornoso y estrés. Por fín pusimos dirección norte y empezamos a descontar kms hacia Peñíscola. Tomamos algo unos pocos kms antes en la autopista y llegamos. Hacía un calor húmedo que te hacía cocerte dentro de la cordura, con todo lo que podíamos abierto, gracias a Manolo y a "Antonio" (el navegador) , nos llevaron derechitos al alojamiento, un apartameto para 4 con vistas al mar muy bonito, aunque con unas escaleras...
Y tras la merecida ducha (que se constituyó como casi el mejor momento de cada día ) bañito en la piscina y a reponer fuerzas.
Y aquí vimos el primer tornante...
Nos acostamos pronto pues los 220 kms. a Barcelona del día siguiente, aunque por autopista, eran cruciales para llegar a tiempo del embarque para Génova.
* Miércoles 19 de julio. Peñíscola-Barcelona 220 kms.
Nos levantamos temprano, sigue el calor pegajoso a nada que nos movemos, preparamos todo y salimos hacia la autopista. Vamos a buen ritmo, paramos a desayunar en un área de servicio, hasta ahora todo es correr, correr.
Continuamos, a unos 50 kms de Barcelona veo que Manolo pone el intermitente hacia el arcén y para, hago lo mismo extrañado. Se baja y me dice que ha notado un extraño en la rueda trasera. Está con muy poca presión, aparentemente pinchada
En ese momento me pasaron muchas cosas por la cabeza, que era el peor momento, que todo se iba al traste, que perderíamos el barco... pero no, me pongo en modo "gabinete de crisis" y friamente pienso rápido, hay que intentar solucionarlo pues llamar al seguro es perder el barco. A ver, un pinchazo gordo no és porque habría sido traumático. Manolo lleva un kit de reparación pero lo primero es localizar el pinchazo. Repasamos una y otra vez la rueda pero no vemos nada raro. Ante esta situación decidimos meterle un par de botellitas de aire y llegar a la siguiente gasolinera donde meterle su presión a ver que pasa.
Manolo tira delante y yo detrás vigilando en todo momento la rueda, la verdad es que en las curvas me dá un poco de "yu-yu" pues se deforma escandalosamente. Llegamos afortunadamente a una gasolinera y le metemos su presión, de momento no se escucha escape. Tambien le compra Manolo un bote de repara pinchazos que le metemos. Seguimos descontando kms., el tiempo juega en contra y en la siguiente gasolinera volvemos a parar, a vuelto a perder pero si llegamos al barco todo se podrá solucionar al día siguiente en Génova pues toca día de turismo.
Con más pena que gloria llegamos a Barcelona, vamos media hora tarde sobre la hora de embarque pero como son dos horas de márgen tenemos confianza. La rueda vuelve a estar en las últimas pero hacemos los últimos giro y entramos en la terminal de Ferrys, ¡ llegamos !
Sacamos la tarjeta de embarque y nos ponemos a la cola de unas pocas motos. Como esa línea viene de Tánger, en Barcelona son pocos los que suben y no hay apenas cola.
Subimos, fotito de rigor que te vende la naviera.
Grandi Navi Velocci (GNV) une regularmente Tánger con Génova con escala en Barcelona por lo que los principales clientes son magrebíes que van o vienen.
Leyendo comentarios por las redes decidimos por algunos euros más cojer camarote ya que la opción básica, butaca (poltrona), no es que sea mala, es que estas en una sala con muchas personas tiradas por los suelos y butacas, amén de niños correteando y jugando.
El camarote estaba muy bien, con su aseo en perfecto estado y muy limpio y cómodo. El resto del barco tiene zonas comunes como snack bar, restaurante, cubiertas, etc.
Con el tema del móvil quiero hacer una salvedad. En los paises de la UE incluido Suiza, el "roaming" para llamar es igual que la tarifa nacional, pero en el Ferry (al menos en este) tienen un roaming propio que tiene tarifa de Marte, sí, sí del planeta, y si se te conecta automáticamente el móvil la cascas, por eso en aguas internacionales o modo "avión" o apagado. Os lo dice la voz de la experiencia
Por fín empezamos a relajarnos y a creernos que "Alpes" estaba más cerca.
Y también empezamos a acostumbrarnos a pagar las birras a 3,50 €
Manolo seguía en parte preocupado por la reparación del día siguiente aunque yo estaba seguro que en una ciudad como Génova sería cuestión de poco tiempo, y tiempo es lo que nos sobraba al día siguiente.
Volando voy....volando vengo, vengo.....
* Juéves 20 de julio. Génova
6:00 am, a las 7:00 atracamos pero una hora antes anuncian por la megafonía que hay que estar en los puntos de encuentro de cada planta. Todo el mundo se va congregando esperando a que habran los garajes y poder bajar. A mí me recordaba cierta película de los Hnos. Marx donde Groucho gritaba "¡ es la guerra, es la guerra !"
Total que nos tuvieron allí hasta las 8:00 que conseguimos desembarcar. Por su parte Manolo se había puesto en contacto con el seguro para que una grúa le llevara la moto del puerto a un taller de neumáticos.
A la salida del puerto nos paramos a esperar a la grúa. Llamaron del seguro en España, del seguro en Italia y por fín finalmente el de la grúa, un italiano que ni papa de español. Dos horas que a la postre nos supieron a gloria.
Una vez cargada la burra en la grúa le digo al conductor que no me pierda de vista que le sigo. Mi primer contacto con el tráfico genovés fué.., fué..., ¡ Es la guerra !
Ciclomotores a diestro y siniestro me salían por todos lados. Por raya contínua, por doble sentido, y yo con cuidadín porque con las maletas ocupaba casi como un coche.
Llegamos al taller, en un pis pas entienden el problema, Manolo les dice que goma nueva "prego" y en 20 m. salíamos con rueda nueva camino del hotel Victoria.
Tras una vez más cargar maletas y cojer las habitaciones, la esperada ducha de rigor y a la calle a relajarnos, comer algo y hacer un poco de turismo.
Génova es una ciudad portuaria de la costa de liguria conocida por ser la cuna de "Cristobal" Crissotomo Colombo "Colón". Ciudad de antiguos mercaderes con innumerables palacios y donde se respira un ambiente cosmopolita e interracial. El centro histórico muy monumental pero algo vetusto por la humedad del mar esconde rincones espectaculares junto a modernas carreteras y edificios. Basílica de la Anunciación, Plaza Ferrari, etc.
Pizza fruti di mare
Aquí más relajados en el bus del City Tour
Y como por estas latitudes a las 5:00 había yá luz y solíamos quedar sobre las 7:30 para desayunar, terminamos la intensa jornada pensando en que al día siguiente entrábamos por fín en los Alpes de la provenza franceses, no sin antes chuparnos los 170 kms. de la "autostrade de la fiori" o sea, la autopista de las flores, como llaman a la costa de liguria, costa de las flores.
* Viernes 21 de julio. Génova-Valdeblore 257 kms
A la hora yá habitual estamos desayunando, recojemos los bártulos y sacamos las motos del parking. Andamos un poquillo tensos por el intenso tráfico que seguro nos espera al comienzo y por la ilusión de por fín tirar "parriba"
Manolo conecta el navegador y nos dirigimos hacia la autoestrade. Yá hay bastante tráfico y colas para entrar. Hay que recojer el ticket de entrada y todo el mundo parece parar como en un "pitlane" de formula 1, pillan y salen a toda pastilla. Cada uno nos metemos en calles diferentes y al salir no veo a Manolo, bueno con la bulla estará un poco más adelante. Tiro y tiro sin localizarle, llego a un cruce y entre el barullo del tráfico decido en un segundo la dirección, al poco veo a Manolo parado en un nivel inferior de la autopista , era para el otro lado... Paro y lo llamo, quedamos en que buscaré el cambio de sentido para volver al punto donde nos separamos.
Sin navegador y empeñando al 200% mis cualidades de orientación empiezo a decidir que salida y dirección tomar, no es fácil y el tráfico no ayuda. Por fín creo ver una salida que vuelve hacia "Génova Este" y la pillo. Después de un rato vuelvo al centro de Génova a un atasco, la calor y el agobio empieza a ser insoportables. Yá estoy orientado, he tenido que salir de la autopista y ahora tengo que volver a entrar pero eso yá me lo sé. Por fín encontramos a manolo y a Mª José parados en el árcen, ha pasado 1 hora
Nos tranquilizamos y comenzamos a circular por la autopista. Túneles, túneles, viaductos y más túneles, la gente circula a toda pastilla y vamos casi más tiempo debajo de tierra que sobre ella, la costa de liguria es escarpada y la proximidad al mar dá un calor bochornoso. Con mucha tensión hacemos kms. hasta que decidimos tomarnos un reposo en un área de descanso. Este no es desde luego el viaje a Alpes que uno sueña, claramente hay dos viajes, la aproximación y vuelta, y el tiempo real que estas en las montañas, hasta ahora hemos superado todos los retos pero esperemos no tener muchos más.
Continuamos y empezamos a ver avisos de viento fuerte en San Remo , Mentón que está poco después y antes de Mónaco es nuestra salida definitiva de la autopista para encarar los Alpes marítimos franceses a través del P.N. de Mercantour.
Con el viento los túneles se agradecen pero la salida casi siempre es un viaducto donde el viento te dá latigazos. Paramos a repostar y descansar un poco, estamos yá muy cerca de Mentón. A los pocos kms. vemos la salida, pagamos el peaje e instantáneamente la carretera se estrecha, tira hacia arriba, se curva y atravesamos las últimas casas dirección a Sospel. El calor se vuelve más seco pero el vernos yá aquí nos dá un subidón. A los pocos kms. habíamos visto en "Google maps" que había una alternativa para llegar a Sospel por un pequeño puerto, por supuesto lo cojemos. Manolo saca la GoPro y empezamos a disfrutar con el paisaje, no son aún grandes montañas pero yá es una novedad desde que salimos.
Llegamos a Sospel, un bonito pueblo mediaval francés. Vemos un super abierto y paramos a comprar el pan para el almuerzo. Más adelante llevábamos apuntado que la crtra pasaba por una Ermita y sería un buen lugar para comer.
Es normal que aprovechando la bonanza del verano te encuentres cortes con circulación alternativa regulada por semáforos para mejora de las carreteras.
Y empezamos nuestro curso intensivo de "Lacet" ó "Tornante" ó curva cerrada... que no veas con 400 kg entre moto, pasajeros y maletas, la gracia que hacían las curvas a dcha, con el peralte elevado y jugando con el embrague en 2ª y a veces 1ª. Con el paso de los días los hombros se fueron cargando de lo lindo.
Ermita de Notre Dame la Menour
Y tras el merecido descanso y almuerzo, fotito de grupo con las camisetas diseñadas para la ocasión. La verdad es que no nos creíamos después de todo lo vivido los días anteriores, que por fín estuviéramos comenzando los Alpes, pletóricos.
Nos pusimos de nuevo en marcha hacia nuestro primer objetivo: el Col de Turini (famoso por el Rally de Montecarlo) que sería uno de los dos pequeños puertos (de menos de 2.000 m) que pasaríamos este día camino de Valdeblore donde dormiríamos.
Pasamos a una ladera norte, los bosques se suceden sin límite, de vez en cuando aparece una curva cerrada, la carretera es estrecha y sombreada. Tengo la sensación de ser Gulliver entre estos inmensos bosques. En cada curva se ven las señales en el suelo de ruedas probablemente del famoso rally.
Tras unos kms. de pronto llegamos a un collado y...
Estamos emocionados de vernos yá aquí por fín. Lo celebramos con unas birras. El dueño nos cuenta que tiene un primo en España, es agradable el sujeto. Hay poco tráfico, algunas motos pasan, otras llegan...
Ya quedan pocos kms. pero de curvas, emprendemos la marcha disfrutando con el paisaje, bajamos valles y cruzamos distintos pueblos, la Bollene-Vesubie, Belvedere, Saint-Marin...
Pasamos el Col de Saint Martín de 1.500 m, hay como una estación de esquí y de deportes de montaña, empieza a verse todo muy preparado para el turismo. Pasamos varios pueblos de la región de Valdeblore, parece que nuestro hotel no llega nunca pero al bajar un collado vemos yá la indicación, un pueblito muy tranquilo y pequeño nos dá la bienvenida con buena temperatura, o sea, más fresca. Llegamos a un hotel rural de madera muy rústico donde un par de francesas nos dan la bienvenida. menos mal que saben inglés y podemos entendernos lo suficiente. La esperada y disfrutada ducha del día y dar un voltio por las cuatro calles para hacer tiempo de comer, aunque aquí a las 8:30 pm yá casi es tarde para cenar. Comimos en el único restaurante que había en el pueblo del cual supongo que se aprovechan para cobrar a base de bien.
Y unos endureros que llegaron. Este alojamiento era "motards"
Y para no perder las buenas costumbres nos acostamos temprano que al día siguiente comenzaban los grandes Alpes, cuatro grandes puertos a subir...y bajar, que descubriríamos que tambien tenía lo suyo.
* Sábado 22 de julio. Valdeblore-Briançon 214 kms
Amanece un día espléndido, desayunamos los estupendos croissant franceses y nos preparamos para un gran día alpino.
Salimos dirección norte hacia Saint-Sauveur-sur-Tinée, hace un fresco agradable, a los pocos kms. Manolo que venía detrás para, le parece haberse dejado el móvil en el hotel y para, dispuesto yá a volverse lo encuentra, uff. Llegamos al cruce de Isola, de frente el col de la Bonette pero nuestro itinerario no podía abarcar todo. Giramos a la dcha. hacia la estación invernal de Isola 2000, frontera con Italia por el Col de la Lombarde por el que bajaríamos.
Empezamos a gestionar las primeras "Lacet" (curvas cerradas) de casi 180º, la carretera se empina, pasamos túneles de protección para las avalanchas, el tráfico empieza tímidamente a notarse.
Después de la empinada subida entramos en una valle rodeado de montañas y bosques donde se vislumbra al final la estación de Isola 2000 donde se vé mucho turismo.
Cruzamos la estación y seguimos dirección Italia, Col de la Lombarde
Disfrutamos un ratillo de las vistas y del fabuloso día, fotos y a seguir, 22 kms. de bajada hacia Vinadio. En street view ví que la carretera se estrechaba ¡ pero no tanto !
Al poco de comenzar la zona de bosque empezamos a cruzarnos con coches que subesn, bicis, gente andando, motos, caravanas.... es sábado y hace un día estupendo de verano, esto es una feria. Debemos circular con mucha prudencia esquivando ciclistas, coches que frenen, peatones... y tornante tras tornante las pastillas empezando a chirriar. Aunque el paisaje era insuperable la bajada hasta Vinadio fué dura, muy dura después del Stelvio.
Casi sin creerlo llegamos a Vinadio al final del valle, esto yá es Italia, sábado, y los moteros "quemaos" italiani van a toda pastilla. En el cruce preguntamos a un grupo parado por una gasolinera, "benzina", nos indican y llegamos a repostar. Había leido lo de las gasolineras autoservicio sin personal y ésta es la primera que nos encontramos. Como tardamos un poco en ver el procedimiento le ponemos una cantidad fija a cálculo y tiramos hacia Argentera, Colle della Maddalena llamado por la vertiente francesa, que bajaríamos Col de Larche de 1.996 m. Volvemos a Francia, así estaremos varios días entrando y saliendo entre Italia y Francia.
Comienzan los tornante y los italiani nos pasan pr todos lados, uff.
Paramos en el alto junto a un bonito lago y un bar lleno de moteros.
Tras estirar las piernas y deleitarnos con el paisaje comenzamos la bajada dirección Col de Vars.
Coronando el Col de Vars.
Los detalles alusivos al Tour de Francia son constantes.
Bajamos para encaminarnos al Col d'Izoard no sin antes decidir parar a comer algo pues ya hay necesidad de comer y descansar. El tráfico sigue siendo intenso de coches y motos, abajo de los valles hace calorcillo y nuestro contacto en serio con los tornantes yá se nota, muchos kilos hay que mover con los brazos. Tras una zona de túneles un poco estresante encontramos donde parar.
No, no ivamos a hacer raftin, je, je, la casa estaba cerrada pero las mesitas nos vinieron de lujo. Aquí llegué con mi segunda y última crísis de todo el viaje. La larga bajada de la Lombarde, el tráfico intenso, los moteros italiani, las emociones y el cansancio de todo lo yá vivido me provocaron un bajón, pero consciente de que no me valía para nada esa sensación negativa, descansé un rato y deseché todas las tonterías que me estorbaban en el coco.
De nuevo en marcha nos quedaba otro grande, el Col de I'zoard.
Aquí yá subiendo alucinamos pues aparte de bicis, coches y motos, tuvimos que adelantar a tres patinadores que practicaban eskí de fondo sobre ruedas, cuesta arriba.
Las proximidades del Col son espectaculares, como un paisaje lunar los acantilados y prederas descienden de los picos cortados a cuchillo.
Las caritas lo decían todo...
Para Briançon, que hay que tener tiempo para descansar.
Parada técnica bajando en el refugio de Napoleón.
Llegamos sobre la hora prevista, hace calor. En el fondo de los valles es normal. Una vez más gracias al navegador damos con exactitud con el Hotel de París. Nos recibe un francés gordo, de pelo largo y un tanto despreocupado. tras un rato buscando nuestra reserva nos dá las habitaciones. Sin duda estas serían las peores de todas las que probamos en los 15 días, incluido el camarote del barco. Por lo menos tenía parking y el desayuno no estuvo del todo mal.
La ansiada ducha de resuperación y a dar una vuelta y cenar.
Más alusiones al Tour
* Domingo 23 de julio. Briançon-Aosta 254 kms
Tras desayunar inicamos otro épico día alpino, Montegénevre, Monte Cenis, Val d'isere, Petit Saint Bernard...
Nada más abandonar Briançon comienza la súbida a Montegénevre, no es como tal un Col pero tiene unos tornantes nada desdeñables y una altura de 1.854 m.
Con un día espléndido llegamos a Oulx, de nuevo en Italia, y entramos en el valle de Sosa pasando por el espectacular fuerte de Exilles.
Y llegamos a Susa donde comenzaría para mí la espectacular subida al Col de Monte Cenis.
Es domingo y los tifosi de las motos nos pasan a todo meter, la carretera es buena y muy boscosa, subimos disfrutando pero prudentes. A la vuelta de una curva vemos unas luces de emergencia, una grúa está sacando de un terraplen una GS un tanto maltrecha, uff, no debemos bajar la guardia. Subimos y subimos, pasamos Moncenisio y vamos vislumbrando el alto. Al sobrepasarlo...
El espectacular lago artifical.
Hay mucho turismo pero la inmensidad del paisaje te recompensa con creces.
Y dejamos nuestra primera pegatina...
A seguir que quedan más de los grandes.
Nos dirigimos por la región de la Savoia a través del valle de Haute-Maurienne hacia la localidad de Bonneval-sur-Arc donde comienza la subida del espectacular Col de l'Iseran.
Nos paramos en un mirador a observar el valle y el grandioso paisaje.
Seguimos hacia arriba por un valle en altura escarpado y con túneles, hasta la cima.
El ambiente es fabuloso en este col a 2.770 m. Hay tiendas de recuerdos y compranos nuestra correspondiente pegata del col.
Continuamos hacia Val-d'Isère.
Y había que comprar pan y tomar unas birras, que aunque caras nos la merecíamos.
A la salida de Tignes paramos en un área de descanso, estirar las piernas y el bocata, el paisaje precioso.
Y antes de Aosta aún nos quedaba un clásico, el Col du Petit Saint Bernard...
Llegamos a Bourg-Saint-Maurice, donde pasando primero por la estación de skí de "La Rosiére", comienza la subida al col du Petit Saint Bernard, frontera de nuevo con Italia en el valle de Aosta.
Al ser domingo y la carretera de buen asfalto hay mucho tráfico de moto, se vé que es el típico "voltio" de los moteros de la zona pero afortunadamente suelen llegar sólo hasta la estación de skí ya que a partir de ahí la carretera se estrecha y el asfalto empeora. Paramos en la estación a estirar las piernas y contemplar el paisaje.
Seguimos a la cima.
Antes de coronar encontramos en una curva una estatua de San bernardo.
Paso fronterizo de nuevo y....¡ el Mont Blanc !
Llegamos, fotitos y a buscar la pegatina.
Y seguimos que había que bajar a Aosta, con el Mont Blanc de fondo.
Me extrañaba que por esta vertiente no hubiera motos italianas y pronto lo comprendí. A mitad de la bajada hay obras en el asfalto que intermitentemente nos hacen aminorar y relentizar la marcha. El calor va en aumento conforme llegamos al fondo del valle.
El tráfico va en aumento ya que es domingo y los coches vienen de vuelta. Se va formando una caravana hasta que acabamos parados. Con un sol de justicia en la espalda Manolo que marcha delante se pone en modo conducción "italiani", se va saltando toda la cola por la derecha, por la izquierda... yo le sigo hasta que llegamos al principio, los primeros semáforos de Aosta provocaban esta situación.
Siguiendo el navegador vamos hasta el apartamento reservado en las afueras de Aosta. Al llegar llamamos por tfno y al poco llegan y nos abren. El apartamento está estupendo, todo nuevo y muy bien equipado. Como siempre deseando la reparadora ducha y buscar donde comer. El paisaje que rodea el valle está lleno de altas montañas.
Las motos están portándose muy bien, todos los días cargadas y subiendo y bajando kms. de puertos, la verdad que no podemos quejarnos.
Yo había estado pendiente estos días de las previsiones metereológicas y sabía que más o menos hasta aquí estaría medio bien, pero un frente de tres días se nos metía en Suiza, a la que llegábamos al día siguiente, nos tememos que los monos de agua van a servir...
* Lúnes 24 de julio. Aosta-Münster 200 kms
Hemos oido llover de madrugada, no muy fuerte pero lo suficiente para percibirlo. Al levantarnos el suelo está mojado aunque el cielo alterna entre nubes y algún claro. Cristina y yo decidimos ponernos directamente los monos de agua pues en carretera y lloviendo nos costará más y a la altura del Grand Saint Bernard, 2.469 m, seguro que hay agua.
Antes de abandonar Aosta repostamos y en la cafetería de la estación de servicio desayunamos y nos vamos mentalizando para lo que toca.
Nada más salir comienza la subida, el suelo está bastante mojado aunque aún no llueve.
Al poco nos encontramos la entrada del túnel que cruza la montaña, obviamente cojemos por la carretera antigua, total ya estamos en el ajo.
Empieza tímidamente a llover, el cielo y el paisaje empieza a sobrecojer. Manolo se para y se ponen también los monos de agua.
A pesar del tiempo bajan motos y coches, por lo menos no nos vemos solos. Mirando hacia arriba vemos los tornate que nos quedan, túneles, cascadas de agua y nieve en las cumbres, esto se pone feo pero hay que apretar los dientes y ponerse en modo máxima prudencia. Limpio la visera, la abro, la cierro, la abro... me voy mojando la cara pero ver es más importante que ir seco.
Negociamos los kms. que quedan hacia las nubes y por fín vemos la cima, el Hospicio del Grand Saint Bernard, la frontera Suiza, paramos por supuesto, foto y pegatina.
Si en la subida tuvimos que empeñarnos, la bajada con niebla, suelo mojado y tráfico incipiente fué para mí un calvario. Hasta que no cojes confianza circular con agua en este entorno sobrecogedor se hace difícil, te agarrotas y no conduces fino.
Tras varios kms. de bajada entramos en el valle del cantón de Valais. Paramos en una especie de gasolinera de un pequeño pueblo a estirar las piernas, le pregunto al gasolinero por el servicio y me dice que le siga, tras varias puertas me lleva al servicio de su casa. Estos suizos son únicos, lo notaríamos todo el tiempo, en la conducción, en la ayuda...
Confluimos con la carretera que viene de Chamonix (Francia) por Martigny. Habíamos pensado evitar parte del valle por una escarpada carretera que discurría por la ladera pero con lo que habíamos pasado yá y la inestabilidad del tiempo decidimos evitarla.
Nos liamos un poco con el navegador pero tomamos la buena dirección, Sion. Planificando el viaje habíamos decidido no sacar la "Vignete" (40,00 CHF) para autopistas en Suiza ya que la mayoría de nuestro recorrido era por carreteras de montaña y las que no se podrían evitar por nacionales.
Yá en la carretera del valle el tiempo mejora, incluso sale el sol. Este valle es amplio, muy humanizado, con muchos pueblos e incluso industria. Pasamos la conocida ciudad de Sion, luego Visp, Bring...
En Visp vimos el cruce hacia Tasch, último pueblo para subir a Zermatt, objetivo del día siguiente que tocaba descanso y turismo.
En Bring a pocos kms. de nuestro destino paramos a comer en una especie de comida rápida. Nos cascaron bien por 4 hamburguesas y 4 coca colas, bueno supongo que lo normal para la zona pero yá fuimos haciéndonos idea de como iba el tema. Antes de salir llamo por tfno al apartamento de Münster, me responden en alemán así que le hablo en inglés y parece que nos entendemos, uff.
Al poco de salir de Brig la carretera empieza a subir y empieza de nuevo a llover, Münster está a 1.390 m.
En unos kms interminables llegamos por fín. El pueblo-calle es el típico suizo de cabañas oscurecidas por la humedad, flores, verde y mucho órden por todos lados.
Vuelvo a llamar a la Sra y localizamos el apartamento, una cabaña de madera de dos plantas, los dueños viven arriba y nosotros nos alojamos abajo. La cabaña es una pasada, super equipada y llena de detalles, la Sra, Marta, es muy amable y nos explica todo lo necesario. Incluso le comentamos la intención de ir a Zermatt al día siguiente pero pensando en los 80 kms que hay que hacer y que puede que llueva le preguntamos si el tren que hemos visto llega desde aquí. Suiza está muy bien comunicada por tren, trenes de todo tipo y tamaño llegan al valle y pueblo más recóndito, eso sí, a precios suizos...
Descargamos todo, nos quitamos los monos, duchita necesaria y nos vamos a buscar el supermercado, sigue tímidamente lloviendo.
Decidido,al día siguiente no habría moto, tres horas de tren hasta Zermatt, costase lo que costase...
* Martes 25 de julio. Münster-Zermatt-Münster
Y amaneció lloviendo, claro. Cada hora pasaba un tren pero no teníamos claro si en Zermatt estaría peor, igual o mejor por lo que no nos decidíamos a ponernos en camino. La opción era quedarse todo el día metido en casa y no motivaba mucho. No teníamos ni un paragua, sólo la chaqueta de la moto como protección contra el agua.
Entre tanto fuimos al super por biandas para desayunar y almorzar que en cualquier caso nos haría falta.
En un momento de crisis e incertidumbre sin pensarlo dos veces decidimos ¡ nos vamos ! Preparamos los bocatas, desayunamos y para la estación, a ver como se sacan los billetes pues todo es por máquinas.
Llegamos al momento a la estación, empezamos a dirimir la operativa de la máquina y al poco un señor hace ademán de ayudarnos, como no lo vé claro pues debemos tomar un transbordo en Visp llama a otra señora que amablemente nos saca los cuatro billetes, ni de coña lo hubiéramos conseguido.
Llega el tren, nos montamos, sigue la lluvia débil pero hoy no hat moto, nos vamos.
Vamos parando en varios pueblos y conforme bajamos al valle hacia Bring el tiempo mejora algo y no llueve. pasado Bring llegamos a Visp, aquí toca transbordo hacia Zermatt. Está bien indicado y cronometrado, cambiamos de tren a uno de via-cremallera y empezamos a subir y subir.
Y llegamos a Zermatt
Aquí están prohibidos los vehículos a motor y sólo funcionan los de tracción animal ó eléctricos. Al márgen de lo anecdótico, Zermatt es un pueblo alpino de alto standing, ves por todos lados turistas, hoteles, tiendas de marca, etc., casi parece más un parque temático, eso sí, enclavado en uno de los paisajes más espectaculares.
Veníamos de antemano informados que desde Zermatt partía un tren cremallera con diversas paradas que culminaba en el mirador más alto sobre los glaciares y cercano al Matter Horn, Gornergrat a 3.135 m. Como afortunadamente no llovía y en las webcam del mirador se veían nubes y claros decidimos subir, para una vez que vamos a estar no podíamos perdernos este espectáculo. Ya dije en las consideraciones iniciales que si quieres ir a los Alpes, y sobre todo a los suizos, además de tiempo hace falta dinero. Sabíamos lo que costaba y veníamos preparados. Por persona al cambio desde Münster (a unos 80 kms.) hasta Gornegrat, nos salió por persona ida/vuelta unos 180,00 €.
Sacamos los billetes y para arriba, todo hacia arriba...
Zermatt se quedaba atrás y cada vez más abajo mientras los glaciares nos salían al paso.
El Matter Horn, un poco nublado en el pico pero igualmente impresionante.
Penúltima parada.
En algunos paneles indicaban que arriban estaban a cero grados.
Y llegamos...
Pletóricos por haber venido.
Y en lo más alto dejamos nuestra pegatina...
Tras comer los bocatas en el refugio (como hacía mucha gente) y tomarnos unas cervezas, emprendimos el regreso, primero a Zermatt donde dimos un paseo y luego Visp con trasbordo hacia Münster.
Y llegamos de nuevo medio chispeando.
Cenamos pensando yá en la jornada siguiente, cómo estaría el tiempo, si podríamos cumplir los objetivos... El paso de San Gotardo era un mítico al que teníamos muchas ganas. En Esta zona se concentran muchos de los famosos pasos suizos pero por nuestro itinerario no podríamos abarcar muchos. El itinerario inicial era Nufenennpass, San Gotardo, Oberalpass y Julierpass, pero...
* Miércoles 26 de julio. Münster-Celerina 209 kms.
La noche anterior con más esperanza que otra cosa habíamos guardado los monos de agua pero al despertarnos...lo de siempre, esa débil lluvia y todo cerrado. El ánimo se nos vino un poco abajo. Bueno el día anterior tampoco teníamos muchas espectativas y se cumplió estupendamente, esperaremos a ver.
La salida inicial habitual hoy la vamos demorando como queriendo darle una oportunidad a las nubes de irse. Tras desayunar y tener todo listo nos dan las 10 de la mañana y el tiempo igual. Nos despedimos y nos ponemos en camino, hemos decidio evitar el Nufennen y el San Gotardo, después de la esperiencia con el Gran San Bernardo sabemos que no veremos casi nada y auentaremos la cuota de riesgo, a cambio, que tampoco está mal, saldremos por el Furkapass no contemplado en el itinerario inicial.
Voy delante, a los pocos kms. pasamos por el cruce del Nufenen, lo señalo con la mano como esperando que Manolo o alguien me anime y diga: "tira", eso no se produce y no queriendo tentar a la suerte nos concentramos yá en el Furka que sin darnos cuenta comienza la subida. Este puerto es considerado por los suizos uno de los más bonitos. En él nace el Ródano y está el cruce hacia el Grimselpass. Es una pena, sigue lloviendo no muy fuerte, cascadas y tornantes nos dan la bienvenida pero no lo disfrutamos igual que los puertos franceses.
Llegamos, hace pocos grados, foto, los puestos están cerrados, no pegatina.
Entramos en el cantón de Uri.
La bajada es más corta aunque empieza con niebla, al disiparse, la llovizna cesa y se vé la bajada, un escalextrix de tornantes... con suelo mojado, puf.
Llegamos a Andermatt, vemos las indicaciones del San Gotardo, otra vez será..., nos adentramos en el pueblo buscando repostar. A la salida Manolo me indica la dirección para el Oberalpass pero le digo que enfrente tenemos el "Teufelsbrücke", el puente del del Diablo en el desfiladero Rëys. Aunque vuelve a lloviznar yá nos dá casi igual.
Andamos menos de 1 kms y nos paramos en una cola a la entrada de un túnel regulado por semáforos. El viento y el agua nos azotan hasta que veo en la pared dibujado el diablo y la cabra. Nos salimos y aparcamos.
El paisaje es estremecedor...
Contentos por haber cumplido otro objetivo continuamos hacia el Oberalpass, aquí ni nos bajamos uff
Tras otra bajadita entretenida y de paisajes abrumadores la lluvia cesa y el tiempo nos hace un giño.
Vemos unas instalaciones a pié de carretera con un pequeño voladizo y aprovechamos para refugiarnos un momento y descansar.
Vamos dirección Sant Morits, la zona pija de los alpes suizos.
Las estribaciones del Julierpass, último puerto del día, son de buen piso, está seco y buena visibilidad. Aquí es donde recuerdo casi de todo Alpes donde disfrute un poco las curvas.
Hacemos una última parada antes de afrontar el puerto a estirar piernas.
Y más arriba como no, agua.
Es curioso que aquí también había un antigüo hospicio.
Entramos en el cantón de los Grisones.
Las construcciones y pueblos que comenzamos a ver son de nivel, lagos para deportes naúticos, coches de alta gama, en fin lo propio. Pasamos primero por Silvaplana, una bonita y cuidada ciudad a orillas de un lago rodeada de montañas, casi de inmediato Sant Moritz y al poco nuestro destino, Celerina.
Son alrededor de las 3 de la tarde, no hemos comido apurando llegar con la lluvia hasta el alojamiento.
El navegador nos lleva hasta el Chalet Speciale. Es una casa de madera de 3 plantas estilo albergue de montaña. Conseguimos una habitación cuadruple con baño compartido por unos 100 €, nada mal para los disparatdos precios del resto de alojamientos. Llamamos al número de contacto y en 5 m llegan para hacernos la entrada.
Tras la habitual toma de posesión, ducha y almuerzo, salimos a dar una vuelta bien abrigaditos, que aunque en algunos folletos ponía que Celerina era de las poblaciones más soleadas de Suiza (como serían las otras) a nosotros nos parecía clima de invierno del sur, que no en vano estábamos a 1.500 m.
Me gustaría conocer al jardinero de éste pueblo para contratarlo... aunque no creo que pudiera, je, je
Y tras hacer ganas de cenar nos metimos en un restaurante pizzeria, total, nos iban a clavar igual...
Al día siguiente haríamos nuestra última etapa alpina culminando con el famoso Stelvio y durmiendo en Trento, el tiempo yá no daba agua y era una etapa exigente, así que a descansar.
(sigue más abajo)
Última edición por Rutaman el 11 Ago 2017 11:05, editado 31 veces en total.
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#2 Re: ALPES 2017. Dos parejas y un destino....
Suena genial lo que has explicado, espero fotos, impresiones y anecdotas
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#3 Re: ALPES 2017. Dos parejas y un destino....
Estupendo relato del viaje y las preparaciones Rutaman.
Gracias por compartir!!!
Cuando me decida a cruzar los Alpes hablamos!!!
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#4 Re: ALPES 2017. Dos parejas y un destino....
Buenas, voy editando el primer mensaje para hacer de corrido la crónica y que sea más fácil leerla.
Venga, que llegamos a Génova
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#5 Re: ALPES 2017. Dos parejas y un destino....
Empieza bien la cosa Juan Antonio, esperando a que sigas con la crónica.
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#7 Re: ALPES 2017. Dos parejas y un destino....
Llegando a Aosta...
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#8 Re: ALPES 2017. Dos parejas y un destino....
Esta crónica me trae muy buenos recuerdo, gracias por compartirla, un abrazo.
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#9 Re: ALPES 2017. Dos parejas y un destino....
Otro para tí "Maestro"FONTROM escribió:Esta crónica me trae muy buenos recuerdo, gracias por compartirla, un abrazo.
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#10 Re: ALPES 2017. Dos parejas y un destino....
Zermatt y la subida a Gornegrat, mirador del Matter Horn ó Cervino ó Monte Rosa...
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#11 Re: ALPES 2017. Dos parejas y un destino....
Muy buena crónica compañero. Hice la transpirenaica hace 2 semanas y esta es una de mis proximas rutas pendientes. Seguire el hilo de la crónica a ver que tal.
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#12 Re: ALPES 2017. Dos parejas y un destino....
(contínua del primer post)
* Jueves 27 de julio. Celerina-Trento 248 kms.
Amanece bueno, algunas nubes altas pero aparentemente nada importante. Nos disponemos a desayunar, pretendemos almorzar de camino a Trento.
Al poco de salir debemos afrontar el primer puerto, el Berninapass. Aunque el tiempo es algo peor en la subida no llueve afortunadamente. Casi arriba pasamos por otro hospicio, es curioso, yá hemos encontrado más de uno en estas alturas. hay un lago, pasa una vía de tren y hay cierto movimiento. Los glaciares nos siguen saliendo al encuentro.
Nos dirigimos hacia Livigno - Bormio - Stelvio, a los pocos kms de iniciar la bajada tomamos un cruce a la izqda, Livigno.
Comenzamos a ascender un collado, hay cierto tráfico, la carretera estrecha. Llegamos al Forcola di Livigno, 2.315 m, frontera de nuevo con Italia.
En ningún paso fronterizo nos hemos encontrado controles pero aquí hay un par de carabinieris parando a todos los vehículos.
Manolo que marcha delante se para y le empiezan a preguntar en italiano señalando las maletas. Manolo hace ademanes con las manos señalando a la chaqueta y le dice: ¡ ropa, ropa !, el carabinieri le contesta: ¡ ropa, ropa ! ¿qué es ropa?
Veo que Manolo me señala y el policía le dice que siga, llego a su altura y me pregunta en inglés que si llevamos alcohol o alguna cosa que declarar, le contesto que no que sólo ropa (clothes) y seguimos.
Comenzamos a bajar hacia Livigno por un bonito valle.
Conforme alcanzamos el valle la temperatura se suaviza, hay turismo, varios pueblos se suceden hasta Livigno con muchos establecimientos hoteleros.
Pasamos la población y comenzamos una suave subida, hay mucho ciclista y algún tráfico. Tras unos kms llegamos al Passo d'Eira, de 2.208 m, como nos encontramos la señal de sopetón no nos dá tiempo a hacerle foto.
Vamos bajando hacia Bormio por una buena carretera con vistas espectaculares del valle de Valtellina, la subida hacia el Stelvio poco a poco se va vislumbrando.
Llegando a Bormio el tráfico se intensifica, vehículos, camiones, muchas motos. Vemos el cruce hacia el Stelvio pero decidimos entrar en Bormio a repostar pues la subida y bajada es larga y no vamos muy sobrados de gasolina.
Le pregunto a uno por una "estazione di gas" y me dice: ! gas no, benzina ¡, vale, vale. Llegamos, supongo que aprovechando el tirón turístico la sin plomo está a ! 1,62 € ¡, más cara que en Suiza. Hay mucho tráfico y aprovechamos para estirar las piernas y reponer fuerzas para lo que nos queda.
Comenzamos la subida, hay motos, coches y ciclistas, como la carretera es estrecha no se circula muy rápido pero la poca visibilidad y los tornantes a dcha. hace que nos esmeremos al 100%. Al poco comienza la serie de túneles.
(la foto es mala pero para hacerse una idea, casi no cabían dos coches)
Pasados los túneles y en otra zona de tornantes, a mitad de la subida hay un bar con una cascada y unas vistas espectaculares. Paramos pues hay momentos que pasan tan rápido que si no te tomas un momento será difícil recordarlo.
Y los túneles...
Parte de los que nos quedaba...
Tengo que reconocer que en esta parada me sentí algo mareado, pocas veces me ha ocurrido en la moto pero esto, esto...
Tras unos pocos kms. más de subida, ¡ por fín !
Dejando huella de nuestro paso...
El Stelvio es la cima Copi por ser el puerto más alto que se sube en el Giro de italia.
Y tras los momentos de emoción, a dar una vuelta por "esa" feria Passo di Stelvio... y buscar la pegata claro.
Y antes de comenzar la bajada hechamos un tímido vistazo a lo que nos quedaba....uuuuuu, 22 kms y 48 tornantes.
Preparándonos para la partida, se me acerca uno y me pregunta: ¿sois de Jeré?, digo: sí, -¿pero de Jeré, Jeré?-
Resulta que vió en nuestras matrículas el concesionario y no se lo creía, aunque él también era de Jerez yo no lo conocía. Nos deseamos buen viaje y nos despedimos.
Manolo estaba volviendo a colocar el navegador para nuestra llegada a Trento cuando se dá cuenta que la minúscale llave "allen" del soporte se ha estraviado. Tras unos minutos de búsqueda infructuosa y ante el fresquito y la demora que nos suponía, sacamos la cinta aislante y en un periquete improvisamos el agarre necesario para que la pantalla pudiera utilizarse lo que quedaba de etapa, mañana en Trento seguro que sería fácil encontrar un ferretería... y comenzamos la bajada.
Embrague 1ª, 2ª, 3ª, embrague 1ª, 2ª, 3ª...y así todo el rato en 22 kms. las pastillas empezaban a quejarse.
En una curva igual que en otros puertos los "paparazzi" para venderte lafoto.
y como no obras.
No os voy a engañar, a parte del magnífico paisaje y de decir estuve aquí y lo hice, esta bajada fué un auténtico coñazo, quizás en parte por los 400 y pico de kgs de moto, pasajeros y equipaje que había que ir manejando con los brazos en cada curva.
Bajando y bajando pasamos por Trafoi, saliendo del parque del Stelvio y camino de Prato Allo Stelvio.
Poco a poco vamos adentrándonos en un amplio valle camino de Merano. Como se va acercando la hora de almorzar buscamos al paso algún bar ya que hoy no llevábamos biandas.
Tras varios intentos, al paso por no sé que pueblo vemos un sitio de kebap y comida rápida con una terrazita con sombrillas y tranquilo, el sitio perfecto. Aparcamos, al bajarme llevo un mareo que no es normal. Si arriba me sentía un poco mareado ahora parece que me acabo de bajar de un barco, uff, no me había pasado esto tan fuerte nunca hasta ahora.
Comemos y descansamos un rato, la temperatura yá va subiendo y me temo que abandonamos definitivamente el fresquito de las montañas.
Comentamos la jornada, hemos completado la parte alpina de nuestro tour con bastante éxito, la pena fué el tiempo en Suiza pero bueno, no nos podemos quejar. A patir de ahora comienza otra parte del viaje, descanso y aproximación a casa. Mañana en trento día de relax y pasado para Génova, barco y a cruzar de nuevo España con la fresquita
Región del Trentino y sus castillos.
Originalmente habíamos estudiado la opción de llegar a Trento por carretera de montaña que aunque no tan alta más distraida, pero después del Stelvio (y del Bernina, y del Forcola y del Eira) no nos quedan ganas de más, así que autopista en Bolzano y vámonos que nos vamos.
Llegamos al ByB con cierto calorcillo. Duchita, reposo y a la calle.
Trento es una ciudad señorial, con grandes casonas, palacios y muy próxima a los Dolomitas, perteneció al imperio austro-húngaro y se notan las influencias austriacas pero con el ambiente italiano, una bonita conbinación.
La torre verde.
Aquí había música en la calle de un grupo rege y nos tomamos la primera...
Castillo del Buen consiglio, donde se desarrolló el famoso Concilio de Trento.
Plaza del Duomo
Y nos dimos un homenaje pues la aventura Alpina había sido todo un éxito.
Al día siguiente estaba programado día de descanso y turismo pues lo que quedaba era la vuelta vía Génova, Barcelona, Teruel, Brazatortas y Cádiz, el calor propio de la época así lo requería....
* Viernes 28 de julio. Trento
Castillo del Buen Consiglio.
Tour por Trento.
Dante Alighieri
¿Y qué pinta Neptuno?, pue según cuentan, el "tridente" de Neptuno dió nombe a Trento, ya que representa los tres montes que la rodean del cual los romanos extraían plata.
La hora importante.
Cogimos el telesférico que subía a Sardagna.
¡ free Tibet !
Según nos contó una simpática señora colombiana que conocimos allí, esta estructura era la jaula de unos osos que tenían como símbolo de la ciudad.
Unas vistas impresionantes de Trento.
Sardagna. Comimos en un restaurante recomendado por la colombiana.
Tras la vuelta y el merecido descanso, saldríamos a cenar y apurar las últimas horas en Trento. mañana tocaba autopista hasta Génova y embarque.
* Sábado 29 de julio. Trento-Génova 356 kms.
Nos levantamos pronto y tras desayunar nos dirigimos hacia la autoestrada. El tráfico se incrementa poco a poco aunque no es agobiante, es sábado y muchos italianos se dirigen hacia el lago di Garda que dejaremos al paso.
Durante un buen trecho circulamos por la autoestrade del Brennero junto al río Adigio rodeada de montañas, un paisaje bonito y cómodo.
Vamos dirección verona. Por fín pasamos el desvío del lago di Garda, mucho tráfico se desvía en ese sentido. Parada técnica y a repostar.
Seguimos dirección Milán, las rectas e suceden sin fín, al menos no hace calor aparente, los kms van cayendo y vamos a buena hora.
Vamos dejando a un lado Venecia, Milán...yá más cerca de Génova repostamos de nuevo, seguimos.
A unos 50 kms de Génova entramos en Liguria y de pronto la carretera se vuelve montañosa y con muchas curvas, aquí el tráfico es más rápido y de momento nos cuesta cambiar el modo "recta" al modo "curva rápida". Hay que adaptarse al tráfico, curvas largas y rápidas, cerradas y túneles, la verdad que para ser los últimos kms. son un tanto estresantes.
Por fín entramos en Génova y nos dirigimos al muelle que yá conocemos, el calor aumenta. Para la vuelta llevábamos en los billetes butaca pero queremos intentar cambiarlos por camarote.
Cuando por fín llegamos al muelle de embarque a la hora prevista, 3 p.m.
Todos los magrebíes que vuelven a Tánger tienen el muelle colapsado. Nos colocan al final de todos los coches y nos armamos de paciencia. Manolo y yo vamos por las tarjetas de embarque. la terminal parece un campamento de refugiados con gente tirada por todos sitios. Son dos horas las que te convocan antes de salir pero mucho nos tememos que todo esto no entra en el barco en dos horas. Intentamos cambiar las butacas por camarote y nos dicen que lo preguntemos en el propio barco. Tal como vemos la cosa habrá que ir haciéndose la idea de que no.
Volvemos a las motos y empezamos a preparar el kit de supervivinecia.
Allí mismo entre las motos nos cambiamos, total, entre el campamento aquel nos dá igual, antes que morirnos de calor.
No hemos comido sólo tenemos agua. Vemos llegar alguna moto, un suizo, se marcha a comprar pan y agua. Luego llega una pareja jovencita de Zaragoza que vienen en una moto deportiva de Venecia, tambien se quitan los monos allí mismo y a esperar.
El tiempo transcurre y poco a poco van metiendo los vehículos de Tánger, los de Barcelona se van congregando cerca de nosotros pero nadie se mueve.
Por fín nos llaman, ¡ Barcelona !, queda muy poco para la presunta hora de salida pero ni de coña.
Todas las motos nos colocan primero para entrar en el barco pero nos dá allí casi una hora más con el consiguiente cabreo general.
Por fín entramos, casi dos horas de retraso, hace una calor bochornosa pero por fín nos vamos.
Subimos a buscar la sala de butacas que nos corresponde y al llegar aquello es la guerra, gente tirada por todos sitios y bultos apilados por el suelo. Le preguntamos a uno del barco y afortunadamente nos lleva con otros europeos a una sala de reuniones donde pasaremos la noche, claramente deben haber vendido más plazas que asientos.
Por lo menos hay servicios con duchas. Nos atrincheramos y nos ponemos de acuerdo para salir por turnos y no dejar los tiestos solos. Son las 7:30 de la tarde y buscamos algo de comer.
Va aterdeciendo, en unos de los paseos nos asomamos a la cubierta pues la temperatura interior es demasiado fresca, fuera se está bien aunque hace algo de humedad.
Nos vamos alejando de la costa italiana. Se nos pasan muchas cosas por la cabeza, muchos recuerdos de situaciones, impresiones, días, momentos... parece mentira todo lo que hemos vivido y yá casi ni nos acordamos de los primeros días...
Ya casi anocheciendo contemplamos una tormenta sobre la costa descargando rayos, parece una película irreal desde la lejanía.
Llega la hora de intentar dormir, una pequeña de una magrebí no opina lo mismo y nos tiene un rato demasiado distraidos hasta que poco a poco cae rendida y nosotros con ella. A no sé que hora me levanto a estirar piernas y espalda.
* Domingo 30 de julio. Barcelona-Teruel 377 kms.
La hora estimada de llegada son las 2 de la tarde pero desde que amanece estamos espabilados.
Desde que avistamos la costa de Barcelona el ansia por llegar nos hace interminable la espera.
Entramos por el muelle, la consabida congregación para bajar a los garages, la eterna espera con los bártulos y por fín salimos por el muelle, nos meten prisa pues llevan retraso a Tánger pero nos lo tomamos con el tiempo necesario, hay que volver a cambiarse y preparar las maletas. hace calor y hay que iniciar el retorno, destino de hoy, Teruel.
Tras salir de Barcelona tomamos destino Tarragona, nos salimos de la autopista y pasado Reus en Riudecols paramos a almorzar. Nos dimos un buen homenaje y nos pusimos de nuevo en marcha por una carretera con buenas curvas, poco tráfico y cada vez más calor. Atravesamos el Priorato, el Ebro y entramos en Aragón llegando a Alcañiz.
Nos adentramos en el Maeztrazgo por buenas carreteras y mucho calor. En Utrillas paramos a tomar un refrigerio pues el aire era muy seco e insoportable.
Tras superar el puerto de San Just de 1.408 m., comenzamos el descenso hacia teruel donde llegaríamos sobre las 7 de la tarde.
Ducha, relax y a cenar en el self service. A descansar que mañana tocaba otra tirada hasta Brazatortas (Puertollano).
* Lúnes 31 de julio. Teruel-Brazatortas 417 kms.
Salimos temprano por la Sª de Albarracín por una bonita carretera de curvas pegada al río Guadalaviar, más adelante Turia.
Tras repostar en Cañete tomamos un tramo de unos 20 kms. muy divertido de curvas hasta Carboneras de Guadazaón, quizás el momento de conducción más divertido de casi todo el viaje.
Al bajar de la sierra a la autovía el calor aumenta, tomamos dirección Ciudad Real y a correr.
Llegamos a Puertollano luego Brazatortas. Aquí habíamos reservado una casa rural. No parace haber nadie en el pueblo. Tras preguntar llegamos a la puerta del lugar pero está cerrada y no hay nadie. Unas sras mayores pasan comentando la temperatura del asfalto, una de ellas dice: -y no vamos en pelota porque no nos dejan-
Llamamos al tfno de contacto y llega una chica que nos enseña la casa. Es como un cortijo con piscina.
Lo primero es comer. Sabíamos que allí mismo, donde nación Millán Salcedo (el de martes y trece) había un bar de cochinillo así que nos fuimos allí a darnos un homenaje y recuperar minerales.
Cuando yá no nos cabía más nos fuimos a la piscinita.
Y las burras que estaban muy sucias también necesitaban agua...
Tras descansar y dar otras cuentas vueltas por el pueblo cenamos algo y nos acostamos que queríamos evitar en lo posible la calor de la vuelta a casa, aunque lo que quedaba yá era para llegar antes de medio día.
* Martes 1 de agosto. Brazatortas-Cádiz 417 kms.
Amanece temprano y con una temperatura agradable. Preparados para salir.
Casi de inmediato atravesamos el valle de la Alcudia y Sª Madrona próximos a Cardeña y Montoro.
Nos incorporamos a la autovía, el cielo está un poco nublado y no hace de momento calor. Abrimos gas y vamos recorriendo los últimos kms. de nuestro gran periplo.
En Utrera cogemos la autopista, quedamos que en la última área de servicio pararemos a despedirnos.
Y poco antes de las 12 am, 15 días más tarde y 4.000 kms después llegamos a casa enteros y sin novedad.
Conclusiones
Después de haber pasado varios días desde la llegada y haber pensado con tranquilidad y frialdad en el viaje es inevitable valorar como salieron las cosas y que repetiría y que no, bien.
Lo primero que se me viene a la cabeza es que cruzar dos veces España en verano con las temperaturas propias de la estación es un gran handicap para un viaje de estas características y que además de tiempo y dinero te supone mucho esfuerzo físico. Partiendo de donde partimos es mejor valorar otras opciones en vez de conducir los 2.400 kms de ida y vuelta a Barcelona.
Lo segundo es que para una empresa así conviene ir lo más en forma posible, no es que te vayas a desmayar pero seguro que sufriremos más de lo necesarios en los momentos más exigentes del viaje.
Otro aspecto es que para conocer tantos lugares alpinos sin duda el mejor medio es la moto, pero comprendiendo que no vamos a disfrutar de ella como lo haríamos en casa, conociendo las carreteras, ligeros de equipaje y con las curvas habituales de nuestra región. El itinerario que seguimos jamás lo hubiera hecho en coche, me hubiese hartado al segundo día. Quizás, y lo digo en función del recorrido, conociendo yá el terreno me plantearía dos campamentos base y recorridos circulares donde tienes la tranquilidad de todo el día por delante y un sitio fijo siempre donde volver, y sin maletas. En Pirineos nos dió muy buen resultado esta fórmula pero aquí queríamos conocer mucho y las distancias se alargaban.
En definitiva, no repetiría este formato de viaje, sin duda por haber tenido que cruzar un par de veces la península. A pesar de los aspectos y reflexiones hechas no me cabe duda que ha sido una gran experiencia y que lo recordaré siempre como la aventura que ha sido, de los lugares magníficos que no sé si volveré a ver algún día y la superación personal que era diariamente afrontar cada etapa. ¿Volvería? probablemente, ¿en moto? probablemente, ¿de otro modo? seguro.
Puertos atravesados:
Col St Martín 1.500
Col Turini 1.608
Isola 2000 - Col Lombarde 2.350
Colle della Maddalena - Larche 1.996
Col de Vars 2.108
Col d'Izoard 2.360
Col de Montegénevre 1.854
Col Monte Cenis 2.083
Col L'Iseran 2.770
Col Petit saint Bernard 2.188
Col Graind saint Bernard 2.473
Furkapass 2.429
Oberalppass 2.044
Julierpass 2.284
Berninapass 2.328
Forcola di Livigno 2.315
Passo Eira 2.208
Passo di Stelvio 2.757
Fin
* Jueves 27 de julio. Celerina-Trento 248 kms.
Amanece bueno, algunas nubes altas pero aparentemente nada importante. Nos disponemos a desayunar, pretendemos almorzar de camino a Trento.
Al poco de salir debemos afrontar el primer puerto, el Berninapass. Aunque el tiempo es algo peor en la subida no llueve afortunadamente. Casi arriba pasamos por otro hospicio, es curioso, yá hemos encontrado más de uno en estas alturas. hay un lago, pasa una vía de tren y hay cierto movimiento. Los glaciares nos siguen saliendo al encuentro.
Nos dirigimos hacia Livigno - Bormio - Stelvio, a los pocos kms de iniciar la bajada tomamos un cruce a la izqda, Livigno.
Comenzamos a ascender un collado, hay cierto tráfico, la carretera estrecha. Llegamos al Forcola di Livigno, 2.315 m, frontera de nuevo con Italia.
En ningún paso fronterizo nos hemos encontrado controles pero aquí hay un par de carabinieris parando a todos los vehículos.
Manolo que marcha delante se para y le empiezan a preguntar en italiano señalando las maletas. Manolo hace ademanes con las manos señalando a la chaqueta y le dice: ¡ ropa, ropa !, el carabinieri le contesta: ¡ ropa, ropa ! ¿qué es ropa?
Veo que Manolo me señala y el policía le dice que siga, llego a su altura y me pregunta en inglés que si llevamos alcohol o alguna cosa que declarar, le contesto que no que sólo ropa (clothes) y seguimos.
Comenzamos a bajar hacia Livigno por un bonito valle.
Conforme alcanzamos el valle la temperatura se suaviza, hay turismo, varios pueblos se suceden hasta Livigno con muchos establecimientos hoteleros.
Pasamos la población y comenzamos una suave subida, hay mucho ciclista y algún tráfico. Tras unos kms llegamos al Passo d'Eira, de 2.208 m, como nos encontramos la señal de sopetón no nos dá tiempo a hacerle foto.
Vamos bajando hacia Bormio por una buena carretera con vistas espectaculares del valle de Valtellina, la subida hacia el Stelvio poco a poco se va vislumbrando.
Llegando a Bormio el tráfico se intensifica, vehículos, camiones, muchas motos. Vemos el cruce hacia el Stelvio pero decidimos entrar en Bormio a repostar pues la subida y bajada es larga y no vamos muy sobrados de gasolina.
Le pregunto a uno por una "estazione di gas" y me dice: ! gas no, benzina ¡, vale, vale. Llegamos, supongo que aprovechando el tirón turístico la sin plomo está a ! 1,62 € ¡, más cara que en Suiza. Hay mucho tráfico y aprovechamos para estirar las piernas y reponer fuerzas para lo que nos queda.
Comenzamos la subida, hay motos, coches y ciclistas, como la carretera es estrecha no se circula muy rápido pero la poca visibilidad y los tornantes a dcha. hace que nos esmeremos al 100%. Al poco comienza la serie de túneles.
(la foto es mala pero para hacerse una idea, casi no cabían dos coches)
Pasados los túneles y en otra zona de tornantes, a mitad de la subida hay un bar con una cascada y unas vistas espectaculares. Paramos pues hay momentos que pasan tan rápido que si no te tomas un momento será difícil recordarlo.
Y los túneles...
Parte de los que nos quedaba...
Tengo que reconocer que en esta parada me sentí algo mareado, pocas veces me ha ocurrido en la moto pero esto, esto...
Tras unos pocos kms. más de subida, ¡ por fín !
Dejando huella de nuestro paso...
El Stelvio es la cima Copi por ser el puerto más alto que se sube en el Giro de italia.
Y tras los momentos de emoción, a dar una vuelta por "esa" feria Passo di Stelvio... y buscar la pegata claro.
Y antes de comenzar la bajada hechamos un tímido vistazo a lo que nos quedaba....uuuuuu, 22 kms y 48 tornantes.
Preparándonos para la partida, se me acerca uno y me pregunta: ¿sois de Jeré?, digo: sí, -¿pero de Jeré, Jeré?-
Resulta que vió en nuestras matrículas el concesionario y no se lo creía, aunque él también era de Jerez yo no lo conocía. Nos deseamos buen viaje y nos despedimos.
Manolo estaba volviendo a colocar el navegador para nuestra llegada a Trento cuando se dá cuenta que la minúscale llave "allen" del soporte se ha estraviado. Tras unos minutos de búsqueda infructuosa y ante el fresquito y la demora que nos suponía, sacamos la cinta aislante y en un periquete improvisamos el agarre necesario para que la pantalla pudiera utilizarse lo que quedaba de etapa, mañana en Trento seguro que sería fácil encontrar un ferretería... y comenzamos la bajada.
Embrague 1ª, 2ª, 3ª, embrague 1ª, 2ª, 3ª...y así todo el rato en 22 kms. las pastillas empezaban a quejarse.
En una curva igual que en otros puertos los "paparazzi" para venderte lafoto.
y como no obras.
No os voy a engañar, a parte del magnífico paisaje y de decir estuve aquí y lo hice, esta bajada fué un auténtico coñazo, quizás en parte por los 400 y pico de kgs de moto, pasajeros y equipaje que había que ir manejando con los brazos en cada curva.
Bajando y bajando pasamos por Trafoi, saliendo del parque del Stelvio y camino de Prato Allo Stelvio.
Poco a poco vamos adentrándonos en un amplio valle camino de Merano. Como se va acercando la hora de almorzar buscamos al paso algún bar ya que hoy no llevábamos biandas.
Tras varios intentos, al paso por no sé que pueblo vemos un sitio de kebap y comida rápida con una terrazita con sombrillas y tranquilo, el sitio perfecto. Aparcamos, al bajarme llevo un mareo que no es normal. Si arriba me sentía un poco mareado ahora parece que me acabo de bajar de un barco, uff, no me había pasado esto tan fuerte nunca hasta ahora.
Comemos y descansamos un rato, la temperatura yá va subiendo y me temo que abandonamos definitivamente el fresquito de las montañas.
Comentamos la jornada, hemos completado la parte alpina de nuestro tour con bastante éxito, la pena fué el tiempo en Suiza pero bueno, no nos podemos quejar. A patir de ahora comienza otra parte del viaje, descanso y aproximación a casa. Mañana en trento día de relax y pasado para Génova, barco y a cruzar de nuevo España con la fresquita
Región del Trentino y sus castillos.
Originalmente habíamos estudiado la opción de llegar a Trento por carretera de montaña que aunque no tan alta más distraida, pero después del Stelvio (y del Bernina, y del Forcola y del Eira) no nos quedan ganas de más, así que autopista en Bolzano y vámonos que nos vamos.
Llegamos al ByB con cierto calorcillo. Duchita, reposo y a la calle.
Trento es una ciudad señorial, con grandes casonas, palacios y muy próxima a los Dolomitas, perteneció al imperio austro-húngaro y se notan las influencias austriacas pero con el ambiente italiano, una bonita conbinación.
La torre verde.
Aquí había música en la calle de un grupo rege y nos tomamos la primera...
Castillo del Buen consiglio, donde se desarrolló el famoso Concilio de Trento.
Plaza del Duomo
Y nos dimos un homenaje pues la aventura Alpina había sido todo un éxito.
Al día siguiente estaba programado día de descanso y turismo pues lo que quedaba era la vuelta vía Génova, Barcelona, Teruel, Brazatortas y Cádiz, el calor propio de la época así lo requería....
* Viernes 28 de julio. Trento
Castillo del Buen Consiglio.
Tour por Trento.
Dante Alighieri
¿Y qué pinta Neptuno?, pue según cuentan, el "tridente" de Neptuno dió nombe a Trento, ya que representa los tres montes que la rodean del cual los romanos extraían plata.
La hora importante.
Cogimos el telesférico que subía a Sardagna.
¡ free Tibet !
Según nos contó una simpática señora colombiana que conocimos allí, esta estructura era la jaula de unos osos que tenían como símbolo de la ciudad.
Unas vistas impresionantes de Trento.
Sardagna. Comimos en un restaurante recomendado por la colombiana.
Tras la vuelta y el merecido descanso, saldríamos a cenar y apurar las últimas horas en Trento. mañana tocaba autopista hasta Génova y embarque.
* Sábado 29 de julio. Trento-Génova 356 kms.
Nos levantamos pronto y tras desayunar nos dirigimos hacia la autoestrada. El tráfico se incrementa poco a poco aunque no es agobiante, es sábado y muchos italianos se dirigen hacia el lago di Garda que dejaremos al paso.
Durante un buen trecho circulamos por la autoestrade del Brennero junto al río Adigio rodeada de montañas, un paisaje bonito y cómodo.
Vamos dirección verona. Por fín pasamos el desvío del lago di Garda, mucho tráfico se desvía en ese sentido. Parada técnica y a repostar.
Seguimos dirección Milán, las rectas e suceden sin fín, al menos no hace calor aparente, los kms van cayendo y vamos a buena hora.
Vamos dejando a un lado Venecia, Milán...yá más cerca de Génova repostamos de nuevo, seguimos.
A unos 50 kms de Génova entramos en Liguria y de pronto la carretera se vuelve montañosa y con muchas curvas, aquí el tráfico es más rápido y de momento nos cuesta cambiar el modo "recta" al modo "curva rápida". Hay que adaptarse al tráfico, curvas largas y rápidas, cerradas y túneles, la verdad que para ser los últimos kms. son un tanto estresantes.
Por fín entramos en Génova y nos dirigimos al muelle que yá conocemos, el calor aumenta. Para la vuelta llevábamos en los billetes butaca pero queremos intentar cambiarlos por camarote.
Cuando por fín llegamos al muelle de embarque a la hora prevista, 3 p.m.
Todos los magrebíes que vuelven a Tánger tienen el muelle colapsado. Nos colocan al final de todos los coches y nos armamos de paciencia. Manolo y yo vamos por las tarjetas de embarque. la terminal parece un campamento de refugiados con gente tirada por todos sitios. Son dos horas las que te convocan antes de salir pero mucho nos tememos que todo esto no entra en el barco en dos horas. Intentamos cambiar las butacas por camarote y nos dicen que lo preguntemos en el propio barco. Tal como vemos la cosa habrá que ir haciéndose la idea de que no.
Volvemos a las motos y empezamos a preparar el kit de supervivinecia.
Allí mismo entre las motos nos cambiamos, total, entre el campamento aquel nos dá igual, antes que morirnos de calor.
No hemos comido sólo tenemos agua. Vemos llegar alguna moto, un suizo, se marcha a comprar pan y agua. Luego llega una pareja jovencita de Zaragoza que vienen en una moto deportiva de Venecia, tambien se quitan los monos allí mismo y a esperar.
El tiempo transcurre y poco a poco van metiendo los vehículos de Tánger, los de Barcelona se van congregando cerca de nosotros pero nadie se mueve.
Por fín nos llaman, ¡ Barcelona !, queda muy poco para la presunta hora de salida pero ni de coña.
Todas las motos nos colocan primero para entrar en el barco pero nos dá allí casi una hora más con el consiguiente cabreo general.
Por fín entramos, casi dos horas de retraso, hace una calor bochornosa pero por fín nos vamos.
Subimos a buscar la sala de butacas que nos corresponde y al llegar aquello es la guerra, gente tirada por todos sitios y bultos apilados por el suelo. Le preguntamos a uno del barco y afortunadamente nos lleva con otros europeos a una sala de reuniones donde pasaremos la noche, claramente deben haber vendido más plazas que asientos.
Por lo menos hay servicios con duchas. Nos atrincheramos y nos ponemos de acuerdo para salir por turnos y no dejar los tiestos solos. Son las 7:30 de la tarde y buscamos algo de comer.
Va aterdeciendo, en unos de los paseos nos asomamos a la cubierta pues la temperatura interior es demasiado fresca, fuera se está bien aunque hace algo de humedad.
Nos vamos alejando de la costa italiana. Se nos pasan muchas cosas por la cabeza, muchos recuerdos de situaciones, impresiones, días, momentos... parece mentira todo lo que hemos vivido y yá casi ni nos acordamos de los primeros días...
Ya casi anocheciendo contemplamos una tormenta sobre la costa descargando rayos, parece una película irreal desde la lejanía.
Llega la hora de intentar dormir, una pequeña de una magrebí no opina lo mismo y nos tiene un rato demasiado distraidos hasta que poco a poco cae rendida y nosotros con ella. A no sé que hora me levanto a estirar piernas y espalda.
* Domingo 30 de julio. Barcelona-Teruel 377 kms.
La hora estimada de llegada son las 2 de la tarde pero desde que amanece estamos espabilados.
Desde que avistamos la costa de Barcelona el ansia por llegar nos hace interminable la espera.
Entramos por el muelle, la consabida congregación para bajar a los garages, la eterna espera con los bártulos y por fín salimos por el muelle, nos meten prisa pues llevan retraso a Tánger pero nos lo tomamos con el tiempo necesario, hay que volver a cambiarse y preparar las maletas. hace calor y hay que iniciar el retorno, destino de hoy, Teruel.
Tras salir de Barcelona tomamos destino Tarragona, nos salimos de la autopista y pasado Reus en Riudecols paramos a almorzar. Nos dimos un buen homenaje y nos pusimos de nuevo en marcha por una carretera con buenas curvas, poco tráfico y cada vez más calor. Atravesamos el Priorato, el Ebro y entramos en Aragón llegando a Alcañiz.
Nos adentramos en el Maeztrazgo por buenas carreteras y mucho calor. En Utrillas paramos a tomar un refrigerio pues el aire era muy seco e insoportable.
Tras superar el puerto de San Just de 1.408 m., comenzamos el descenso hacia teruel donde llegaríamos sobre las 7 de la tarde.
Ducha, relax y a cenar en el self service. A descansar que mañana tocaba otra tirada hasta Brazatortas (Puertollano).
* Lúnes 31 de julio. Teruel-Brazatortas 417 kms.
Salimos temprano por la Sª de Albarracín por una bonita carretera de curvas pegada al río Guadalaviar, más adelante Turia.
Tras repostar en Cañete tomamos un tramo de unos 20 kms. muy divertido de curvas hasta Carboneras de Guadazaón, quizás el momento de conducción más divertido de casi todo el viaje.
Al bajar de la sierra a la autovía el calor aumenta, tomamos dirección Ciudad Real y a correr.
Llegamos a Puertollano luego Brazatortas. Aquí habíamos reservado una casa rural. No parace haber nadie en el pueblo. Tras preguntar llegamos a la puerta del lugar pero está cerrada y no hay nadie. Unas sras mayores pasan comentando la temperatura del asfalto, una de ellas dice: -y no vamos en pelota porque no nos dejan-
Llamamos al tfno de contacto y llega una chica que nos enseña la casa. Es como un cortijo con piscina.
Lo primero es comer. Sabíamos que allí mismo, donde nación Millán Salcedo (el de martes y trece) había un bar de cochinillo así que nos fuimos allí a darnos un homenaje y recuperar minerales.
Cuando yá no nos cabía más nos fuimos a la piscinita.
Y las burras que estaban muy sucias también necesitaban agua...
Tras descansar y dar otras cuentas vueltas por el pueblo cenamos algo y nos acostamos que queríamos evitar en lo posible la calor de la vuelta a casa, aunque lo que quedaba yá era para llegar antes de medio día.
* Martes 1 de agosto. Brazatortas-Cádiz 417 kms.
Amanece temprano y con una temperatura agradable. Preparados para salir.
Casi de inmediato atravesamos el valle de la Alcudia y Sª Madrona próximos a Cardeña y Montoro.
Nos incorporamos a la autovía, el cielo está un poco nublado y no hace de momento calor. Abrimos gas y vamos recorriendo los últimos kms. de nuestro gran periplo.
En Utrera cogemos la autopista, quedamos que en la última área de servicio pararemos a despedirnos.
Y poco antes de las 12 am, 15 días más tarde y 4.000 kms después llegamos a casa enteros y sin novedad.
Conclusiones
Después de haber pasado varios días desde la llegada y haber pensado con tranquilidad y frialdad en el viaje es inevitable valorar como salieron las cosas y que repetiría y que no, bien.
Lo primero que se me viene a la cabeza es que cruzar dos veces España en verano con las temperaturas propias de la estación es un gran handicap para un viaje de estas características y que además de tiempo y dinero te supone mucho esfuerzo físico. Partiendo de donde partimos es mejor valorar otras opciones en vez de conducir los 2.400 kms de ida y vuelta a Barcelona.
Lo segundo es que para una empresa así conviene ir lo más en forma posible, no es que te vayas a desmayar pero seguro que sufriremos más de lo necesarios en los momentos más exigentes del viaje.
Otro aspecto es que para conocer tantos lugares alpinos sin duda el mejor medio es la moto, pero comprendiendo que no vamos a disfrutar de ella como lo haríamos en casa, conociendo las carreteras, ligeros de equipaje y con las curvas habituales de nuestra región. El itinerario que seguimos jamás lo hubiera hecho en coche, me hubiese hartado al segundo día. Quizás, y lo digo en función del recorrido, conociendo yá el terreno me plantearía dos campamentos base y recorridos circulares donde tienes la tranquilidad de todo el día por delante y un sitio fijo siempre donde volver, y sin maletas. En Pirineos nos dió muy buen resultado esta fórmula pero aquí queríamos conocer mucho y las distancias se alargaban.
En definitiva, no repetiría este formato de viaje, sin duda por haber tenido que cruzar un par de veces la península. A pesar de los aspectos y reflexiones hechas no me cabe duda que ha sido una gran experiencia y que lo recordaré siempre como la aventura que ha sido, de los lugares magníficos que no sé si volveré a ver algún día y la superación personal que era diariamente afrontar cada etapa. ¿Volvería? probablemente, ¿en moto? probablemente, ¿de otro modo? seguro.
Puertos atravesados:
Col St Martín 1.500
Col Turini 1.608
Isola 2000 - Col Lombarde 2.350
Colle della Maddalena - Larche 1.996
Col de Vars 2.108
Col d'Izoard 2.360
Col de Montegénevre 1.854
Col Monte Cenis 2.083
Col L'Iseran 2.770
Col Petit saint Bernard 2.188
Col Graind saint Bernard 2.473
Furkapass 2.429
Oberalppass 2.044
Julierpass 2.284
Berninapass 2.328
Forcola di Livigno 2.315
Passo Eira 2.208
Passo di Stelvio 2.757
Fin
"Mira Sancho, que lo importante no es la posada sino el camino...."
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