¿HE VUELTO? NUEVO RELATO

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Estaba haciéndome una carretera de curvas preciosa, a la sombra de unos grandes árboles, parecía que iba en mitad de un túnel natural, la temperatura era tan perfecta como el negro asfalto, la ktm parecía fluir con vida propia, yo solo era un mero espectador que apreciaba el bello paisaje a medida que lo iba recorriendo, al salir de una amplia curva a derechas desemboqué sobre un gran viaducto, a lo lejos vi a dos personas caminando por el arcén de la carretera, cuando pasé junto a ellas el tiempo se ralentizo y fue como si viviera a cámara lenta, Estela y Eva iban caminando juntas de la mano, me saludaron alegres cuando pasé frente a ellas, el tiempo volvió a su ritmo natural y pronto las había dejado atrás, extrañadísimo de lo que había visto frené y di la vuelta, ya no estaban, detuve la moto y vi que la barandilla del puente se había roto y que tanto Estela como Eva colgaban de una mano sobre el precipicio agarrándose como podían a la barandilla rota, me baje de la moto y en vez de correr a ayudarlas me sorprendí a mí mismo al encenderme un cigarro y caminar despacio hacia ellas.
Era extraño, Estela me miraba triste y no paraba de repetir una y otra vez la palabra:
“perdóname…perdóname”
A su vez Eva repetía sin cesar: “ayúdame…ayúdame”
Sin poder creer lo que estaba haciendo, me vi a mi mismo acercando la punta ardiente del cigarrillo a la mano de la que colgaba Estela, se soltó al notar la quemadura y cayó al vacío sin dejar de repetir la misma palabra, a continuación me volví hacia Eva y volví a hacer lo mismo, al soltarse, en vez de caer permaneció flotando unos segundos en el aire, me miraba con tristeza, se despidió agitando la mano que le acababa de quemar y por fin cayó.
Muy tranquilo, miré al fondo del viaducto, los dos cuerpos estaban destrozados en posturas imposibles sobre unas rocas, me termine de fumar el cigarrillo y retrocedí un par de pasos para volver a coger la moto y seguir con mi vuelta, me di la vuelta y el tráiler me pasó por encima, oí como crujían todos los huesos de mi cuerpo y entonces me desperté de la pesadilla.
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Estaba empapado en sudor, el pelo me caía apelmazado y húmedo sobre la frente empapada, a tientas encendí la lámpara de la mesilla e intenté volver a normalizar el ritmo de mi respiración, había sido intenso…tenía la boca seca y casi no podía ni tragar saliva, me levanté y bajé como estaba, solo con unos calzoncillos, a la cocina para beber agua.
Me bebí tres vasos de agua y aun así no logré aliviar aquella sensación en la garganta, llené otro vaso y me salí a la terraza a tomar un poco el aire, me dejé caer como la silla y dejé que la cálida brisa de aquella noche de agosto me secase el cuerpo.
Recordaba el sueño al detalle, creo que mi subconsciente me estaba enviando un mensaje muy claro, “té estas convirtiendo en un insensible cabron” o algo muy parecido, al enterarme de lo de Eva, pase de estar ¿enamorado? A despreciarla por su forma de vida, y en cuanto a Estela, creo que mi reacción estuvo fuera de lugar, nunca conseguiría recuperarme de mis males si en vez de simplemente ignorarla me alegraba de sus desdichas, eso era rebajarme a su altura, y por mi bien no debería hacerlo. Tenía que empezar a madurar de una vez por todas, que ya iba siendo hora. Me preocupaba más lo de Eva, ¿Dónde estaría ella ahora mismo? ¿Necesitaría ayuda? ¿Estaría dispuesto a dársela después de enterarme que vendía su cuerpo? Imaginar las grasientas y arrugadas manos de un vejestorio podrido de pasta sobre su joven y delicada piel me provocaba una ira como jamás había sentido.
Por otro lado… ¿Quién coñ* me creía yo para juzgarla? ¿Acaso era de mi propiedad? Para nada…era yo el que había construido castillos en el aire.
Incapaz de relajarme, entré en casa a buscar el paquete de tabaco y el mp3, iba a ser otra larga noche de insomnio, mejor estar bien preparado.
No sé como pero al final me quedé dormido con la música puesta, me desperté cuando el sol empezó a molestarme en los ojos, me dolía todo el cuerpo, una silla de mimbre no es el mejor colchón, me puse de pie entre quejidos y me estiré unas cuantas veces, a la cama no me iba a meter ya… mejor me daba una ducha y me preparaba un buen desayuno y luego…luego vendría otro día de mi*rda, casi echaba de menos el trabajo.

-18-

Vestido con un pantalón corto y una camiseta de la película “alien” bajé a la cocina dispuesto a meterme una o dos tazas de café, las que hiciesen falta, encendí la tele mientras calentaba la leche en el microondas y en el programa de Ana Rosa estaba a vueltas con el escándalo de Ela, puse espejo público…lo mismo…la primera…igual…lo dejé por imposible, me senté en la mesa con todo dispuesto para mi desayuno y me puse a escuchar lo que decían.
Una corresponsal daba su crónica frente a la verja de una impresionante mansión:
-…y es aquí, en su residencia de Palm Beach donde sigue permaneciendo recluida nuestra internacional actriz tras protagonizar lo que ya se conoce como “la espantada del siglo”
…ningún medio ha tenido acceso ni a la artista ni a nadie de su círculo más próximo, se rumorea por aquí…
La cámara hizo una panorámica en la que se podían ver un montón de unidades móviles de las principales cadenas de televisión del mundo entero, a muchos corresponsales frente a ellas realizando crónicas en directo y a una multitud de curiosos que portaban pancartas de apoyo a la actriz.
…que en breve el portavoz de la actriz dará a conocer un comunicado de la misma, mientras seguiremos esperando.
Ana Rosa, había vuelto a poner Telecinco, despidió a la corresponsal hasta tener nuevas noticias y dio voz a los tertulianos.
-¿Qué os parece todo esto…? ¿Fue un acto de sinceridad puro y duro en un momento de debilidad…o simplemente busca publicidad…? ya sabéis que las ventas de su primer disco no están alcanzando las expectativas, un escándalo de primer orden como este podría significar un aumento de popularidad espectacular… En todas las redes sociales es trending topic y algunas como twitter llegaron a colapsarse durante horas la pasada noche debido a los mensajes de apoyo a la diva.
Los tertulianos comenzaron a enzarzarse en una estúpida discusión, como en todas estas tertulias una parte apoyaba a la susodicha y otra la ponía a parir, desconecté mi cabeza durante un rato y disfruté del desayuno.
Permanecí en mi mundo feliz hasta que uno de los tertulianos, enfadado se levantó del sofá e hizo callar al resto con un gesto.
-…nos olvidamos de lo más importante y secreto de todo esto…-logró la atención de los demás.- aquí lo que más nos debería interesar a todos en este preciso instante es…¿Quién es y donde se encuentra el principal protagonista de la historia…-hizo una pausa teatral -¿el exnovio?
Casi me atraganto con el café.
“problemas” me alertó mi cerebro –y gordos…-añadí.
En la tele se montó otro revuelo de co*ones…apagué la tele.
jod*r…pensé, ahora solo falta que se pongan a buscarme…me empecé a acojonar.
Mi madre volvió a llamarme en ese preciso instante, le preocupaba exactamente lo mismo que a mí. Tras hablar un buen rato llegamos a la conclusión que todo quedaría en agua de borrajas, lo que hoy es noticia mañana queda en el olvido, además no mucha gente conocía mi relación con Estela, los compañeros de clase del instituto con los que ya no tenía relación ninguna y alguno de los vecinos del barrio de mis padres donde vivía cuando salía con ella, ahora que me había mudado, prácticamente solo mis padres conocían mi paradero, los colegas de moto sabía que lo pasé mal por una chica, pero me cuidé muy mucho de revelarlos quien había sido, de momento podía estar tranquilo.
Me despedí de mi madre y solo por si acaso, le comenté que en una temporadita no me acercaría por su casa, mejor venían ellos aquí.
Un poco más tranquilo, me termine el desayuno, el café se había quedado frio, y me encendí un cigarrillo, bien, ¿Qué podía hacer hoy?, me pregunté a mi mismo.

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-19-

Los días pasaban demasiado despacio, sin nada que hacer y con mis movidas en la cabeza, me harté de andar en moto, de dar paseos y hasta de escuchar música, aún me quedaba semana y pico de vacaciones, cada día me preocupaba más no saber nada de Eva, incluso llamé al teléfono que me dejaron los polis para ver si ellos tenían alguna noticia, me dijeron que seguían investigando pistas, que ella seguía desaparecida y que por favor no volviera a molestarles con chorradas a no ser que tuviese alguna información relevante para el caso que contarles.
Por lo menos, aunque seguía en pleno candelero el asunto de Ela, ningún paparazzi se había presentado por aquí, de momento ese marrón no me afectaba.
Intenté ponerme a escribir de nuevo, pero seguía incapaz de hacerlo, desesperado decidí llamar por teléfono a mi antiguo terapeuta, El doctor Roca, necesitaba poder contar todo lo que me bullía en la cabeza y ahora mismo, era la única persona con la que podía contar para hacerlo.
Se alegró mucho de hablar conmigo y me citó esa misma tarde en una cafetería cerca del hospital psiquiátrico donde estuve encerrado, después de colgar me sentí un poco mejor.
Después de comer me puse unos vaqueros largos y cogí la moto, tardé solo veinte minutos en llegar, ya estaba esperándome en la terraza del bar. Nos saludamos con un caluroso abrazo y pedí un solo con hielo al solicito camarero que apareció nada más sentarme en la mesa.
Charlamos de banalidades durante un rato y por fin con aquella maestría propia de un psiquiatra profesional me animó a contarle mis penas, así lo hice, durante casi una hora, no me dejé ni una coma. Me escuchó sin interrumpirme en ningún momento, cuando terminé fue como si me hubiese quitado una mochila de piedras de la espalda, aguardé su respuesta, no esperaba que me resolviera los problemas, pero si algún modo de enfocarlos mejor.
Empezó a decirme que por fin me estaba enfrentando a los problemas de la vida real, que mi proceso de maduración como persona estaba siendo más lento y complicado que el de una persona corriente debido a mis antecedentes y un montón de chorradas más que si soy sincero ni me entere de que querían decir ni me ayudaron en modo alguno, total…mi*rda pu*a es lo que iba a sacar de mi loquero, así que asentí como un corderito a todo lo que me dijo y en cuanto pude me largué de allí, estaba claro que me lo iba a tener que comer todo yo.
Cuando volví a casa, un poco enfadado por haber perdido el tiempo, sonó mi móvil, era curioso, pero quitando las veces que hablé con mi madre, nadie me había llamado, incluso eran pocos los wasaps de chorradas que recibía, por un segundo pensé que podía ser Eva y me apresuré a responder la llamada, era Virginia, mi agente.
Desanimado, apreté el botón de descolgar.
-Roberto tengo noticias…-empezó a decirme con su tono rápido y de superioridad- tienes que venirte a Madrid ¡pero ya…! ¿Me oyes?
-¿Dónde está el incendio…?- la reproché desganado.
-¿es que no me has oído…?-me reprochó ofendida.
-Si Virginia, te he oído perfectamente, pero me tendrás que decir antes que es tan importante…
-pues que estoy a punto de vender los derechos de tú último libro a una productora de cine…dinerito fresco nene… ¿me entiendes ahora?
-¿Qué...?-respondí incrédulo.
-lo que has oído…-se regocijo ella.
Me quedé pensativo, eso sí que no me lo hubiera esperado.
-bueno pues hacemos como siempre…-por fin hablé- pásame una copia del contrato para que la vea mi abogado y si todo está bien seguimos adelante, no hace falta que vaya a Madrid…
-¡ay mi pobre…! Esto es el cine tonto, aquí todo es distinto, quieren conocerte, que colabores con los guionistas para adaptar el libro…
-sabes que no quiero salir del anonimato por nada del mundo… ¿recuerdas? Es innegociable-protesté airado.
-tranquilo ya me he ocupado de eso, no temas, no saldrás a la luz pública en ningún momento, pero lo de tratar con los productores y guionistas es imprescindible, piensan invertir un dineral en la película pero antes quieren saber si vas a estar a la altura y para eso vas a tener que dar la cara…aunque solo sea esta vez.
-no sé si me apetece mucho…-traté de escabullirme.
-escúchame imbéc*l…-me insultó- si esto sale bien nos retiramos para siempre los dos…así que no me jodas niñato imbéc*l y trae tu culo para Madrid de inmediato…
Flipe…vaya maneras…mientras pensaba como mandarla a la mi*rda de la manera más directa y ofensiva posible volvió a hablar.


esta noche más....ahora me voy al teatro con mi querida esposa....nos vemos.

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-perdona Roberto…-dijo con voz de cordero degollado- es que estoy súper estresada, no sabes lo que he luchado por conseguir que esto fuera para delante, no puedes dejar escapar esta oportunidad, es un gran salto para ti…para ambos- reconoció.
Me calmé un poco.
-vente un par de días, montaré una cena con la gente del cine pero antes nos reuniremos nosotros en la editorial para explicártelo todo como es debido…por supuesto la editorial correrá con todos los gastos de transporte y alojamiento, como siempre, intentémoslo por lo menos, creo que merece la pena, no sabes cuanta gente intenta conseguir durante toda la vida lo que estas logrando tú cómodamente desde tú casa sin despeinarte…
Un poco de razón sí que tenía, además, siendo un poco egoísta, no me vendría mal cambiar un poco de aires, y tampoco le haría ascos a otro buen pellizco de pasta fácil.
-vale, lo haremos, ¿Cuándo quieres que vaya…?
-te envío por email el billete de tren para mañana a las ocho en punto de la mañana…sabía que no ibas a rechazar esta oportunidad y me he tomado la libertad de reservarlo todo…te recogeré yo misma en Atocha ¿de acuerdo?
-venga vale…-me di por vencido- mañana nos vemos.
-hasta mañana entonces, te cuelgo que estoy liadísima.
Me puse a preparar la maleta, después avisé a mis padres de que estaría un par de días fuera para que no se preocupasen y luego cené un poco, en la tele seguían con lo de Estela, pero cada vez le dedicaban menos tiempo, todas las tormentas al final escampan.
A la mañana siguiente con un sueño terrible me subí a un taxi que me dejó en la estación con cinco minutos para tomarme un café y dar dos caladas antes de subirme a un Alvia, había tenido el detalle de ponerme en primera clase, antes iba en turista, eso es que Virginia ya podía oler el dinero, nunca hacia nada sin medir muy bien sus pasos, me recosté en una cómoda butaca y me puse música, empezó a sonar “today the world stopped turning” de los thunder, no empezábamos mal, cerré los ojos y seguí con la cabeza el ritmo de la canción, me sentí estupendamente, a ver qué tal salía de esta movida.
Tal y como había dicho estaba esperándome en la estación, vestía unos vaqueros negros de pitillo que moldeaban a la perfección sus piernas que se apoyaban en unos botines de tacón largo que la hacían mucho más alta, una blusa blanca lo suficientemente abierta para dejar bien claro que allí había tema, un fino pañuelo anudado en el cuello y una americana entallada también negra, el pelo recogido en una larga y apretada coleta y los morritos pintados de rojo intenso, solo le faltaba ponerse un cartel de “estoy buscando guerra nenes”
En cuanto me vio descender del vagón sus morritos se torcieron en una mueca.
-vaya pinta…-dijo al verme- espero que te hayas traído una ropa mejor en la maleta.
-pues no…-reconocí.
-¿Por qué me tocan a mí los raritos…?-se quejó al viento.
No la hice ni pu*o caso.
-está bien, podemos arreglarlo esta tarde…ahora vamos, tenemos una reunión en tres cuartos de hora y el tráfico es horrible.
Se dio la vuelta sin más y empezó a mover su bonito culo, por cierto, por el andén, arrastré mi pequeña maleta tras sus pasos.
Me guio hasta su coche, un Audi A1 S blanco, una cucada, abrió el maletero y con un gesto me ordenó meter en el la maleta, luego montamos y arrancó como una loca por el parking, me agarré al asa del techo, en cuanto salimos a la calle aceleró aún más, conducía como una suicida con los labios apretados y mirando al frente totalmente concentrada, que peligro tenía la tía, recé por no estamparnos en cualquier cruce, pasé miedo, lo reconozco.
Llegamos a las oficinas de la editorial y aparcó en su plaza reservada apurando bien los frenos, yo estaba blanco y tenía los primeros síntomas de unas buenas arcadas, me bajé de aquel pequeño ataúd rodante como pude, y trastabille los tres primeros pasos, me tuve que apoyar en una especie de monolito con el logo de la editorial que tenía cerca.
-¿te has mareado?-preguntó sardónica.
-un poco, conduces como el culo, bonita- me quejé amargamente.
-conduzco de pu*a madre… lo que pasa es que los niñatos de provincia como tú no aguantáis mi ritmo, eso es todo.
Dios que ganas de darla unos buenos azotes en ese culito me entraron de repente, creo que hasta ella se dio cuenta por como la miraba, se río y me hizo un gesto para que la siguiera dentro del edificio, tomé un poco de aire y entré tras ellas por las puertas de cristal.


vale por hoy chic@s....tres horas de obra de teatro que me he tragao...toy saturao.

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EVA SIGUE HUYENDO....

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-20-

Nos pasamos toda la mañana reunidos con personal de la editorial, se notaba que algo gordo se cocía ya que no pararon de darme coba toda la mañana, los tiburones olían la sangre, en este caso el dinero y no querían dejar escapar la presa.
Por fin a eso de la una y pico del mediodía salí a la calle a fumarme un cigarrillo y con una oferta por escrito por los derechos de mi obra, como yo no entendía mucho de esto, en cuanto volviese a casa haría que los revisase el abogado, como siempre antes de comprometerme, esta vez me había costado mucho salirme con la mía, no querían dejarme escapar de allí sin mi firma, pero me negué una y mil veces hasta que se dieron por vencido, el dinero que me ofrecían era una auténtica barbaridad, pero no quería venderles mi alma, así que se tuvieron que conformar con un “ ya veremos”.
Virginia apareció poco después, se había quedado hablando con uno de los peces gordos.
-eres duro de pelar…-se quejó.
Di una calada al cigarro y no dije nada.
-vayamos a comer…luego te acercaré al hotel para que dejes tus cosas y nos iremos de compras, esta noche tenemos la cena con los productores y tienes que darles una buena impresión…espero que seas un poco más agradable que con nosotros… -volvió a quejarse.
-me has traído a una encerrona Virginia- fui yo el que protestó- creí que no salía vivo de allí sin firmar el contrato.
-¿pero tú has visto la cifra?-me miró ofendida.
-no está mal para ser una primera oferta…-probé a ver como reaccionaba.
Se mordió los labios y me taladró con los ojos, no abrió la boca.
-¡en marcha…!-graznó dirigiéndose al coche si esperarme siquiera.
Otra vez me tocó sufrir su pilotaje, más veloz y agresivo si cabe que por la mañana, tal vez me tenía que haber estado calladito y no provocarla. No abrí la boca más durante toda la travesía por si acaso la enfurecía aún más.
Me llevó a un restaurante del centro de aspecto bastante moderno, uno de esos en que la comida suele ser escasa y la cuenta enorme, pero no estuvo mal la comida, y eso que con mi estómago un poco revuelto tras el viajecito no tenía demasiada hambre.
Virginia comía rápido, con avidez, sin hablar, solo de vez en cuando me lanzaba alguna mirada que yo no sabía cómo interpretar y seguía a lo suyo. Hasta que no llegaron los postres casi no cruzamos palabra alguna.
-tienes que aceptar la propuesta...-dijo con tono seco- me estoy jugando el cuello en este trato.
-lo pensaré…-respondí tranquilo.
-eso no me vale…-levantó la voz ligeramente.
-tranquila, hasta hoy nos hemos puesto siempre de acuerdo ¿no? Deja solo que mi abogado pueda echar un vistazo a la letra pequeña.
-¿es que no te fías de mí aún? ¿Después de estos años juntos? ¿Es que no te he hecho ganar mucho dinero?
- no me fio de nadie…-corté serio- no es nada personal, estoy encantado de nuestra relación profesional, pero sabes que lo que más valoro es mi independencia y no comprometerme con nada que me ate a vosotros o a nadie, y hay mucho que leer en vuestra oferta, así que tendréis que esperar a que mi abogado se lo lea despacito y me asesore, si no ve nada raro puedes estar tranquila, que seguiremos con ello….como siempre.
Esperé haber tranquilizado un poco, pero la seguía notando agresiva, por lo menos, no insistió más y pudimos acabar la comida en paz.
Parece ser que con el estómago lleno estaba más tranquila, y el corto trayecto hasta mi hotel lo hicimos a una velocidad moderada, se lo agradecí, aparcó en doble fila y me dijo que cogiese mi maleta y me registrase, que ella iría a dejar el coche a un parking y que volvería a recogerme para ir de compras, me estaría esperando en recepción, iríamos en metro.
Me pareció una idea genial, con tal de que ella no condujese…
Tenía la reserva hecha y no me costó más que un par de minutos recoger la llave de mi habitación. Subí en un moderno ascensor interior de cristal hasta el cuarto piso y busqué la mía. Era demasiado grande para lo que estaba acostumbrado, tenía hasta un pequeño saloncito con un gran sofá y la mayor pantalla plana que había visto en la vida, indeciso, dejé la maleta en medio del saloncito y busqué donde diablos estaban los armarios, que a simple vista no se veían.
No había, en su lugar tenía a mi disposición un vestidor entero en un cuarto aparte, me pregunté cuánto costaría la noche en una habitación como esta, una pasta sin duda. No me costó encontrar el baño, estaba en la única puerta que me quedaba por abrir, era más grande que mi cuarto de casa, blanco y reluciente como un quirófano, con una ducha enorme y una bañera de hidromasaje para montarse una orgia con dos o tres pibas, cuatro si me apuras.
Cada vez tenía más claro que les convenía tenerme muy pero que muy contento, pues nada, si seguían así iban a acabar consiguiéndolo, ahora, que acabara tragando su propuesta ya sería otra cosa, de momento a disfrutar.
Saqué la ropa de mi pequeña maleta y la dejé en el vestidor, me desnudé allí mismo y me fui a dar una ducha, tuve problemas para averiguar cómo funcionaba el sistema, tuve que usar el método de prueba y error, hasta que conseguí que los chorros de la ducha salieran como yo quería y por donde yo quería y que el agua estuviese a la temperatura adecuada, disfruté después largo rato bajo el agua.
A continuación me puse ropa limpia y me acicalé un poco frente al gigantesco espejo de baño, me quedaba el tiempo justo para echarme un cigarrito rápido desde la terraza de la habitación donde disfruté una preciosa vista de la fachada del edificio del frente amenizado con el relajante sonido del tráfico de la calle, que bien se vive en un sitio pequeño, me dije a mí mismo.
Me estaba esperando impaciente en recepción, se señaló enfadada el reloj con pequeños gestos para hacerme entender que me había demorado mucho y antes de que llegase a su altura ya se dio la vuelta para salir del hotel, la seguí divertido, me encantaba hacerla rabiar un poquito, lo justo.
Corrí hasta ponerme a su altura y la pregunté a dónde íbamos.
-a la tienda donde se compra mi marido la ropa…
Estaba casada…la imaginaba soltera o divorciada, no creía que hubiese muchos hombres dispuestos a aguantar a una fiera como Virginia, pero bueno, supuse que alguna virtud tendría, igual era una maquina follando, tenía que ser eso, sino, no encontraba alguna otra explicación razonable para soportarla. Me hizo gracia la idea, me la imagine casada con algún pobre tipo al que tenía sometido bajo la suela de sus zapatos la mayor parte del tiempo pero al que premiaba de vez en cuando de alguna que otra ración de sexo brutal…me empecé a reír y tuve que simular un ataque de tos cuando me dirigió la mirada.
Acabamos apretujados en un vagón de metro lleno hasta los topes, me puse un poco nervioso, no me gustaban nada las aglomeraciones, la tenía tan cerca que pude apreciar unas pequeñas arrugas bajo la base de su maquillaje, más cerca de los cuarenta que de los treinta, me dije. Había veces que con el traqueteo del vagón nos movíamos de un lado a otro y un par de veces sus tetas me rozaron, me sentí un poco, bueno, bastante incomodo, pero ella permaneció impasible con una media sonrisa falsa en la cara durante todo el trayecto.
Fue un alivio salir del metro, cuando salimos a la calle, llena de tráfico y de gente, me sentí como en una playa desierta comparada con el vagón.
Caminé como un perrillo faldero tras ella hasta que llegamos a una tienda que vistos los precios del escaparate yo jamás pensaría que pudiese entrar en la vida. Nos recibieron dos chicas jóvenes tan guapas como empalagosas, le dieron un par de falsos besos a mi anfitriona y la hicieron la pelota descaradamente durante un buen rato, hasta que por fin parecieron darse cuenta de que yo también estaba allí y tras escanearme descaradamente con la mirada durante unos segundos empezaron a hacerme la pelota a mí, Dios, que asco me daba todo aquello.
Yo no pintaba absolutamente nada allí, todo lo dirigían entre Virginia y las dos dependientas, me sacaban pantalones y camisas que yo no me pondría ni bajo amenaza de muerte y me empujaban sin recato al probador, luego tenía que salir a la vista a ser juzgado por las tres arpías, al parecer para las dos dependientas todo, absolutamente todo me sentaba genial, yo me veía reflejado en un gran espejo y sentía vergüenza de mí mismo, Virginia sin embargo era más crítica y parecía no gustarle nada de lo que me probaba, así que tenía que repetir una y otra vez con nuevos modelitos, se me estaban empezando a hinchar los co*ones, de verdad, diez minutos más, me concedí a mí mismo, diez minutos y me largo.
Cuando llegamos al tiempo límite salí del probador vestido con mi ropa ante la atónita mirada de las tres mujeres.
-¡se acabó el cachondeo…jod*r…!- dije de muy mala ostia- me voy al corte inglés.
Salí de la tienda sin esperarla y esta vez fue ella la que tuve que correr para alcanzarme, se abstuvo muy inteligentemente por su parte de abrir la boca.
En diez minutos me probé unos vaqueros negros, unos zapatos del mismo color y una camisa a juego, recomendada con acierto por una simpática dependienta de la sección de caballeros, no hacía falta tanta gilipollez para vestir a una persona, Virginia se mantuvo al margen, cuando me puse la ropa y salí del probador simplemente le pregunté si estaba lo suficientemente presentable para la cena y ella asintió, ¿ves que fácil?
Cuando salimos del centro comercial le dije que me apetecía volver al hotel a descansar un rato, al ella también le gustó la idea de perdernos de vista durante unas horas así que regresamos, se despidió un par de manzanas antes de llegar ya que tenía el coche en el parking que se encontraba justo en frente y me dijo que me recogería a las nueve en punto, asentí y nos fuimos cada uno por nuestro lado. Una vez en mi habitación dejé la ropa nueva en el probador y me tumbé en la gigantesca cama, cogí el mando de la tele y me puse una peli de acción del videoclub del hotel, al rato me pudo el sueño y me quedé frito.

[suzukijavivstrom]

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-21-
Bajé un poca antes de la hora a recepción, con mi ropa nueva y muy pocas ganas de acudir a aquella cena que seguramente sería una encerrona similar a la de esta mañana, me salí a la calle a echarme un cigarrillo, ya era de noche, pero se seguía notando un calor asfixiante en la capital, el aire se notaba espeso y cargado, no me gustaba Madrid.
Un Taxi se detuvo frente al hotel y se abrió la puerta de atrás, desde el interior Virginia me hizo gesto para que entrara. No empezaba mal la noche si ella no estaba al volante, igual había suerte y todo, aplaste la colilla en la acera y me fui hacia el taxi.
Llevaba un vestido azul oscuro cortísimo y escotado que dejaba más bien poco a la imaginación, lo que se van a comer los gusanos….que lo disfruten los humanos, recordé el refrán, iba perfectamente maquillada y olía a perfume caro, la verdad es que estaba tremendamente atractiva, y ella lo sabía, no hacía falta más que ver su mirada altiva.
Llevaba las piernas cruzadas y sus manos apretaban un diminuto bolso sobre ellas ya que el conductor del taxi no le quitaba ojo por el retrovisor y seguramente tenía muy buena vista desde el espejo.
-¿estás listo?-me preguntó solicita.
-claro…-mentí descaradamente.
-relájate y sobre todo no me montes un espectáculo como el de esta tarde-me rogó educada.
-está bien…-le concedí.
-déjame a mí y veras como todo va como la seda…-me pidió.
-vale, tu mandas, pero no me pienso comprometer a nada…más vale que lo tengas presente.
Resopló disgustada pero no dijo nada, luego se encerró en sus pensamientos y no hablamos nada hasta llegar al restaurante. Esta parecía más caro aún que el de la mañana, no me gustaban estos sitios, a mí me van más los bares de carretera de toda la vida, donde paran los camioneros, comida casera, abundante y económica sin mariconadas.
Un camarero maqueado y más estirado que un palo de escoba nos guio entre las repletas mesas hasta la nuestra donde nos esperaban ya sentados tres tipos, dos con pinta de ser los de la pasta y otro joven vestido informal, se levantaron cuando nos acercamos a ellos y halagaron un rato a Virginia, ella parecía estar acostumbrada ello y no se dio importancia, por fin nos sentamos y Virginia hizo las presentaciones.
Efectivamente tenía razón, los tipos mayores trajeados eran de la productora, no me quedé con sus nombres, le identifiqué como el contable, que era el serio y el salido, que era el que no podía apartar los ojos de las tetas de Virginia. El tipo joven iba a dirigir la película y aunque era famoso, nunca le había puesto cara, me cayó bien desde el primer momento.
Ordenamos la cena, me pedí un buen solomillo a la plancha con patatas y pimientos rojos, sin salsas raras y en cuanto se retiró empezamos con el tema.
Más de lo mismo, cifras y dinero, era lo único que parecía interesar a los productores y a Virginia, permanecí en silencio, escuchando aburrido hasta que el director que estaba sentado a mi lado en aquella mesa redonda me hablo.
-me encantó tu historia, en cuanto termine de leerla supe que tenía que hacer la película…
-le di las gracias educadamente- aún no sabía de qué iba el tío.
-yo soy motero…-reconoció- nunca había leído una historia como la tuya, mezclando las motos y el romance, parecen mundos opuestos pero los has juntado de pu*a madre, estoy impresionado.
Vaya… me gustó como lo dijo, parecía sincero, solo uno de los nuestros podría entender la historia tal y como yo había querido expresarla, empezamos a hablar de motos y de todo olvidándonos por completo de nuestros compañeros de mesa, no paramos hasta que llegaron los platos. Mucho más relajado por tener buena compañía, disfruté de la comida y del excelente vino tinto que la acompañó, hasta me permití bromear un par de veces con Virginia, que seguía echando la red a los productores, no me extrañaría un pelo, que si hiciese falta, se follaria al salido para conseguirlo.
Tomamos el postre, arroz con leche por mi parte y un excelente café solo de costa rica, para la sobremesa que se adivinaba larga pedí un Jackie con hielo.
Estaba un poco chispa, charlando con el joven director, este también le había dado al vino de co*ones y ya estábamos contando batallitas de las nuestras cuando Virginia con un sonoro carraspeo reclamó nuestra atención.
-hemos dejado lo mejor para el final Roberto, querido…-insinuó radiante.
Se miraron los unos a los otros y sonrieron, esperé las buenas noticias, el serio, tomó la palabra.
-ha sido una serie de increíbles coincidencias lo que nos ha juntado aquí esta noche…-comenzó con voz sobria- cuando mi querida Virginia nos propuso llevar a la gran pantalla tu obra no estábamos muy convencidos de que fuera a ser un negocio rentable…-reconoció- pero no es la primera vez que hacemos buenos negocios juntos…-Virginia le guiño un ojo- y decidimos que no podríamos rechazar la idea sin estudiarla un poco, así que enviamos una copia de tu obra a un par de los directores con los que habitualmente trabajamos, nos sorprendió la rapidez y el entusiasmo que mostro nuestro joven amigo…-señaló al director- por hacerse cargo del proyecto.
Hizo una pausa para tomar un sorbo de un coñac francés de veinte años.
-teníamos una buena historia…y un joven y prometedor director dispuesto a llevarla adelante, solo nos faltaba seleccionar a los actores para empezar a echar nuestras cuentas para ver cuánto nos iba a costar…-se rio como una comadreja- y otra vez el destino se puso de nuestra parte, Marcos Ribas, acababa de terminar el rodaje de la serie de antena tres y estaba disponible y además no tiene demasiado caché aún…-repitió sonrisa.
Marcos ribas era una nueva estrella emergente en el panorama español, un tipo atractivo que se había hecho famoso interpretando a un joven policía en una serie hace un par de años y que empezaba a dar sus primeros pasos en la gran pantalla, solo había hecho un par de ellas, pero habían funcionado bastante decentemente en taquilla, me comparé con él, al fin y al cabo me iba a interpretar a mí en la película, el por supuesto era mucho más atractivo y algo más joven que yo, lo único que no me gustaba era esa vena de chulito que le salía al saberse joven y famoso, pero bueno, podía valer.
-le gustó nuestra proposición, ya teníamos al personaje masculino de la película, faltaba la chica…y la fortuna nos volvió a sonreír.
Por fin se ponía interesante la cosa, a ver quién interpretaba a Eva, no tenía ni idea en quien habían pensado. El serio, muy satisfecho de sí mismo le dio paso entonces al salido, que haciendo un enorme esfuerzo tuvo que dejar de mirar las tetas de Virginia y mirarme a mí.
-que esto quede entre nosotros…por favor- rogó, está hecho pero no queremos que nadie se entere fuera de aquí…-se hizo el interesante.-supongo que todos conocemos el escándalo que protagonizó Ela Diaz en estados unidos…
Me puse blanco…ay madre…ay madre…
-pues nos enteramos de buena tinta que había decidido volverse una temporada a España después de aquello, tenía un oferta de almodóvar para protagonizar su próxima película y decidió venir para empezar a rodar…
Me calmé un poco y le di un buen trago al Jackie.
-aquí mi amigo…-señalo al serio- que conoce a su agente le pasó tu novela y le contó nuestros planes, quizás cuando terminase la de pedro quisiera trabajar con nosotros…eso supondría un gran aumento en el presupuesto de la cinta, pero con Ela y Marcos juntos en pantalla tendríamos un taquillazo seguro…
Era yo…o aquí dentro empezaba a hacer muchísimo calor…tragué saliva.
-no podíamos ni imaginar que plantaría a almodóvar por nosotros…-soltó de repente.
-¿Qué…?-salté como un muelle.
-¿no te lo esperabas…eh…?-se hizo el importante.
Me caguen la putisima madre que los parió…tenían que estar gastándome una broma…inmediatamente y sabiendo que no era el modo más correcto de llamar su atención, metí la mano bajo la mesa y apreté el muslo cubierto por medias de seda de Virginia. Esta se giró hacia mí y me sonrió afectuosa, luego volvió la cara de nuevo hacia el salido, volví a hacerlo, le apreté con ganas, ella muy amable acercó su cara hacia la mía y susurrándome al oído me soltó:
-no seas impaciente…eso luego.
-¿pero qué coñ*…?-solté en alto.
Me miraron todos sorprendidos, se hizo el silencio en la mesa, Virginia sonreía coqueta.
-¿Qué ocurre Roberto?-me preguntó el director.
Respiré hondo, a ver que decía yo ahora…por un segundo estuve tentado de decir que no quería que Ela fuese la protagonista, ¿Ela haciendo de Eva? Era una especie de sacrilegio para mí…era inaceptable…no cabía en mi cabeza, no pasaría por aquello, o se buscaban a otra para el papel o no les cedería los derechos ni por todo el oro del mundo, hay cosas, que no tiene precio. No quería, tal como le había prometido a Virginia, montar de nuevo un escándalo, tenía que hablar a solas con ella, pero no podía hacerlo, aquella arpía quería follarme…

[Ralopo]

............MAAAASSSSSSS!!!!!..........

[Kastefariano]

La qué se va a liar aquí!

[Ultimo Mohicano]

Estoy que no quepo en mi

[andrea]

Qué pasadón!!! y la foto de EVA huyendo me encanta

De vez en cuando una foto

[J2B]

Impaciente estoy, esperando cada capitulo nuevo. Buenisimo!!!

[Jozemari]

La verdad que la historia me ha enganchado.
Me emocioné con el capítulo 12.

Me encantará seguirla hasta el final, que espero, tarde en llegar.

Muchas vueltas está dando, y poniéndose cada vez más Interesante.

? Qué nuevas sorpresas nos traerán Roberto, Eva, Ela, Virginia y el resto de personajes?

Espero que lleguen pronto nuevos capítulos.

Gracias por estos momentos tan amenos e intensos.


Enviado desde mi Redmi 3 mediante Tapatalk

[suzukijavivstrom]

...por ultimo deciros que todos los relatos estan publicados en papel, y si alguien quiere tenerlos de recuerdo que me mande un privado y le dire donde puede conseguirlos...

Bueno, visto que el estilo y tema de escritura del compañero tab me gusta mucho, "no he tenido más remedio" que comprar todas sus obras.

No bebo alcohol, no fumo, los únicos vicios que tengo son mi familia, la moto y los libros. Así que mi presupuesto de éste mes para libros está felízmente agotado.


V'sss &

[tab]

-22-
Los invitados seguían mirándome, debía salir del paso como fuera, a ver qué tal se me daba mentirles.
-disculpad…-intenté parecer emocionado- es que esto no me lo esperaba…. ¡Ela Diaz en la película…! ¡Fantástico…!
Al momento sus caras se relajaron, había colado, por mi parte puse la mejor de las sonrisas y dejé que el salido siguiese con su charla.
-parece ser que de algún modo el libro cayó en sus manos y quedó prendada con la historia, dijo que la forma de expresarte en el libro le hizo sentir como si os conocieseis de toda la vida, estaba realmente entusiasmada…
“si tú supieras” pensé yo.
-…de hecho insistió en conocerte en persona, hoy no está con nosotros por un problema de agenda, sino, estaríais charlando los dos aquí mismo.
-¡vaya…que lastima…!-logré decir sin envenenarme.
Al poco estaban enfrascados en otra aburrida conversación de cifras, así que aproveché para escaquearme un rato.
-con vuestro permiso me voy a salir fuera a fumar un cigarro…-les hice saber, y me levanté rápidamente antes de que pudieran decir algo.
Salí de allí pitando, en la calle hacia más calor que dentro y a pesar de que era tarde, las aceras estaban llenas de gente, se notaba que era agosto.me encendí un cigarro y le di una profunda calada, ni aun así conseguir bajar la tensión que sentía dentro.
-disculpa Roberto…-sonó la voz del director a mi espalda.- ¿me das un cigarro?
Le tendí el paquete y tras coger uno lo encendió.
-buena actuación por cierto…-rompió el hielo.
Me hice las orejas.
-la de antes…cuando te dijeron lo de Ela…no soy tan estúpido como esos…te cambió la cara… y no precisamente de la emoción… ¿quieres hablar de ello?
Negué nervioso.
-a mí tampoco me hace ni pu*a gracia que este en la película, no cuadra en el perfil de Eva en absoluto, pero tengo las manos atadas…el dinero manda.
-lo sé…- dije – si te sirve de consuelo no pienso venderles los derechos…espero no joderte demasiado.
-tranquilo…-dijo dándome una palmadita en el hombro.- no es el único proyecto que tengo entre manos, aun así, tengo que prevenirte de con quien estas tratando, te van a sobornar y presionar hasta la extenuación para conseguir lo que quieren, debes prepararte para una dura batalla.
-gracias…- dije sincero- me lo esperaba conociendo a Virginia.
El director sonrió también.
-menuda loba…ten cuidado, te miraba como si fueras a ser el postre.
-por cierto…-dije cambiando de tema- si te dejaran escoger a ti… ¿a qué actriz escogerías para el papel?
Se quedó pensativo unos segundos.
-actriz conocida ninguna…pero hay una chica con una Gsxr blanca que me he cruzado varias veces subiendo a la cruz verde que sería perfecta…-dijo franco.
-seguro que sería una Eva genial- le apoyé.
Nos terminamos de fumar el cigarro y resignados volvimos a entrar, con mi decisión tomada, me sentí mejor y mientras dábamos cuenta de un par de copas más seguí conversando animadamente con el director de motos y chicas mientras los otros tres seguían a lo suyo.
Por fin a eso de las dos de la mañana dimos por terminada aquella pantomima, Virginia y yo tomamos un taxi y emprendimos camino de regreso al hotel. Estaba un poco chispa, así que asistí divertido al sutil pero insistente intento de seducción por parte de Virginia, se pegaba a mí a la menor ocasión, no paraba de cogerme las manos y de asegurarse de que tenía una buena perspectiva de su perfecto canalillo, me susurraba al oído…en fin todo un despliegue de artes femeninas.
Cuando el taxi se detuvo frente a la puerta del hotel intenté despedirme de ella pero no lo conseguí, insistió e insistió para que nos tomásemos la última copa en mi habitación para celebrar el éxito de la cena de hoy, el taxista ya estaba empezando a desesperarse, así que le dejé una buena propina por las molestias y me vi colgado del brazo de aquella depredadora en la puerta del hotel, intenté mi última jugada.
-Deberías volver a casa…tienes un marido esperándote-la reprendí.
-está en Berlín de negocios…-se limitó a responder mientras tiraba de mi brazo para dentro.
Lo había intentado.
En el ascensor, a pesar de que era de cristal transparente, dio un espectáculo a los recepcionistas del turno de noche, me sobó sin vergüenza alguna, no hubo manera de pararla, sorprendido, me percaté que había conseguido que me empalmase, está bien Roberto, que sea lo que dios quiera y agarrándola del pelo le comí la boca con ansia.
En la habitación la desnudé violentamente y eso pareció excitarla aún más, le saqué el bonito sujetador negro de encaje por la cabeza y dándola un empujón la tiré sobre la cama, en vez de quejarse levantó las piernas para que la quitase las bragas, lo hice, estaba depilada totalmente, creí que me iba a reventar el miembro al verla abierta para mí con las medias de seda a medio muslo y esas grandes tetas simplemente perfectas.
Me quité la ropa con prisas y en cuanto me tumbé sobre ella la penetré, ella gimió y me atrajo más hacia ella con las piernas y los brazos, fue rápido y violento, ella arqueó la espalda y gritó cuando se corrió, yo medio segundo después hice lo mismo, fue brutal.
Agotado me separé de su cuerpo, ella quedó tendida y satisfecha con los ojos cerrados, me fui al baño, estaba empapado en sudor a pesar de que la habitación estaba climatizada, me di una ducha.
Cuando volví envuelto en el albornoz del hotel ella seguía en la misma posición, la ignoré y cogiendo el tabaco me Salí a la terraza a fumar. No estaba arrepentido por tirarme a Virginia, ella era mayorcita para saber bien lo que quería, pero me sentí un poco mal, se suponía que estaba muy preocupado por Eva, y lo que acababa de hacer no era muy ético por mi parte.
Por otra parte, Eva podría haber dado alguna señal, una llamada, un email…un simple wasap. Me atormentaba pensar que estuviese en peligro, que pudiera volver a ocurrírsele tirarse de otro puente…de que se hubiese largado con otro…yo que sé…
No podía dejar mi vida en punto muerto por una chica con problemas que no se dejaba ayudar, intenté convencerme a mí mismo.
-aún no he terminado contigo…-dijo Virginia ronroneando en mi cuello mientras sus manos atravesaban el albornoz.
Me resistí, pero muy poco.
Me arrastró de la capucha hasta la cama y me quitó el albornoz, se puso de rodillas y se la metió en la boca, me olvidé completamente de Eva, solo podía fijarme en los ojos de Virginia mientras me la chupaba, serenos, se sabía dueña de mí, la dejé hacer.
Hizo de mí lo que se le antojó y yo no le puse pega alguna, no había follado así nunca, mis únicas experiencias de joven amante con Estela eran simples escarceos de niños jugando a mayores, Virginia estaba en otra liga, cuando me pidió que se lo hiciera por detrás ni siquiera lo dudé, la embestí como un perro en celo y tirando de su cabeza hacia atrás por el pelo la di lo que quería.
Por fin quedó satisfecha y yo agotado, me dejé caer a un lado de la cama y recuperé aliento, ella se fue al baño, me sentí sucio, pero nunca había disfrutado tanto en la vida, ¿en qué me había convertido? no me reconocía.
Esperé a que ella volviera al cuarto, lo hizo envuelta en otro albornoz, se tumbó a mi lado y bostezo, se puso de lado y al poco dormía profundamente, aproveché para darme otra ducha.

[tab]

¿DONDE ESTARA EVA?

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-23-
Me desperté al oír ruido en la habitación, al abrir los ojos vi a Virginia vestida, se dio cuenta que la miraba y me sonrió.
-buenos días, semental…-saludó.
Medí por enterado con un gesto.
-tengo que ir a trabajar pero antes he de pasar por casa a cambiarme de ropa y a maquillarme un poco-dijo coqueta- he pedido que nos suban el desayuno…estoy hambrienta.
Me puse el albornoz y fui al baño a mear y lavarme la cara, mientras lo hacía llegó el servicio de habitaciones, cuando volví a la habitación ella ya estaba devorando un bollo de nata. Olía de maravilla, se me abrió el apetito, ella me señaló una silla y me senté en frente. Yo también estaba hambriento y ataqué la bandeja de comida con esmero, el café estaba delicioso, me revivió al instante.
-por cierto…-habló ella-¿Qué vas a hacer hoy? te queda otro día de hotel.
La verdad no tenía ningún plan y me apetecía más volver a mi casa que otra cosa, aunque tampoco tenía mucho que hacer allí la verdad sea dicha.
-puedo salir un poco antes…-me insinuó.
No me lo pensé demasiado.
-podría hacer un poco de turismo por la capi mientras…-dije sin importancia.
-¿nos vemos entonces esta tarde…sobre las seis?
-perfecto…-dije –te esperaré en la cafetería del hotel.
Sonrió maliciosamente y se terminó el café.
-me tengo que ir ya….dijo levantándose.
Se despidió con un húmedo beso en los labios y salió de la habitación, me quedé acabando de desayunar. Era muy temprano para hacer turismo, me tumbé en la cama para asentar un poco el desayuno en el estómago y no pude evitar dormirme hasta mediodía.
Salí después a dar una vuelta, tenía que comprar tabaco. Me tomé unas cervezas y unas tapas y ya no quise comer, así que decidí coger el metro y acercarme a alguna tienda de motos, lo bueno de las tiendas de la capital es que tenían de todo y te podías probar, me puse el disco de “sol y rabia “de los reincidentes en el mp3 y al lio.
Me compré unas botas cortas axo que eran súper cómodas y ligeras, una chupa de verano y unos vaqueros alpinestar con kevlar y protecciones, me dejé un pico pero regresé al hotel más contento que otra cosa, dejé mis compras en la habitación y bajé a la cafetería, ella llegaría enseguida, lo deseaba, quería más, no podía evitarlo…
Llegó poco después y se pidió un gin tonic de una marca de ginebra que ni me sonaba, y seguí con mi San Miguel de toda la vida, se lo bebió de cuatro tragos, le pedí otro.
Intentó sacar el tema de los derechos pero no la dejé, aquí a lo que estábamos, ya trataríamos ese tema otro día, hoy no tocaba, le di falsas esperanzas para que se callase y en cuanto los ojos empezaron a brillarle un poco a causa del alcohol me la subí a la habitación, estaba más salido que el pico una plancha, lo reconozco.
Hoy llevaba unos pantalones pitillo de imitación cuero que se le pegaban al cuerpo, me relamí los labios mientras caminaba tras ella hacia el ascensor, jod*r… la iba a petar por todos los lados.
Al final no sé yo quien petó a quien…solo sé que no paramos más que para cenar y para echarme unos cigarros entre sesión y sesión, dormí como un bebe cuando ya no pude más.
Madrugamos los dos, mi tren salía a las siete y media, nos duchamos juntos, estaba saturado, pero el pensamiento de que ya no probaría nunca más aquel manjar que tenía delante me volvió a endurecer el miembro, quería despedirme de ese culo como se merecía, me acerqué por detrás y mis dedos exploraron sus cavidades, protestó porque se le iba a mojar el pelo, pero mis manos no pararon, poco a poco fue agachándose entre gemidos, entré suave, esta vez quería hacerlo durar, mis manos se apoderaron ávidos de sus tetas y empecé a mecerme dentro de ella, gemía como si se fuera a morir y se agarraba a los grifos de la ducha con fuerza, fue lento, lento y profundo, se tuvo que secar el pelo al terminar.
Nos despedimos en la puerta del hotel, ella se fue a recoger su coche y yo esperé a que llegase mi taxi viéndola caminar sensualmente por la acera, levanté la mano y me despedí de este trasero que tanto placer me había proporcionado, que pena por Dios…

[tab]

El tren salió puntual, cómodamente sentado en la butaca de primera clase tardé poco en relajarme, me sentía bien, ya era hora que espabilase un poco, quizás si hubiera echado unos buenos polvos con alguna cuando me dejó Estela me hubiese ahorrado lo del tratamiento psiquiátrico, la mejor terapia de mi vida, tuve que reconocer, no es que estuviese orgullos de mi comportamiento, pero arrepentido desde luego que no…¿Qué otros placeres me había estado perdiendo estos últimos años de comida de tarro? Eso se había acabado, un nuevo Rober volvía a casa, cada vez me gustaba más Madrid, sonreí perversamente.
Pedí un café a la guapa azafata de Renfe y me puse los cascos del mp3, estaba pletórico, los “airboune” venían al pelo en un momento como este, sin duda.
Llegué a mi ciudad a la hora de comer, decidí que el taxi que pille me dejase en casa de mis padres, tenía ganas de verles, comimos juntos y charlamos de sobremesa, les conté un poco lo de la película y les dije que no se hicieran muchas ilusiones, tras tomar un último café me fui dando un paseo a casa, aún era temprano, tenía ganas de estrenar mi nueva equipación.
Aproveché la salida para dejar en la oficina del abogado la propuesta de Virginia y de los productores, le indiqué que buscase todas las pegas que pudiese y si no que se las inventase y sobre todo que no tuviera ninguna prisa.
Luego medí una vueltilla tranquila hasta que el sol se puso y regresé a mi hogar, tenía hambre, hoy me apetecían un buen par de hamburguesas bien hechas.
Me las cené en el jardín, la noche era cálida, pero agosto empezaba a languidecer, no quedaban ya muchas más como esta por este año, así que decidí estirarla con café, Jack daniel´s y buena música, fue casi perfecta, ya que mientras sonaba “no” de los tahúres no pude evitar pensar en Eva y eso la fastidió, de repente quería tenerla a mi lado, la echaba de menos mucho más de lo que quería reconocer, decidí sacármela de la cabeza con algo bien fuerte de Metallica, pero no pude, de mala gana, recogí todo y me subí a mi cuarto, no pude dormir.

[tab]

-24-
El verano acabó y volví a mi rutina de siempre, seguí trabajando, saliendo en moto los sábados con lo colegas y dando largas a Virginia.
Seguía sin saber nada de Eva, poco a poco se fueron diluyendo mis recuerdos sobre ella, ya casi no me acordaba de su cara, sabía que nunca lograría olvidarla del todo, pero dejarla marchar de aquella forma me jodia por dentro como un ardor de estómago imposible de aliviar. Me sentía mal por no hacer nada por encontrarla, se me pasó por la cabeza contratar a un detective privado…pero si ni la policía era capaz de hallar su paradero, un detective por muy bueno que fuese con la escasa información que yo pudiera darle tampoco iba a conseguirlo… y si por un milagro la encontrase… ¿querría ella saber de mí? ¿Y si fuese que no…?me daba más miedo eso que el saberla perdida, en el fondo, seguía siendo un cobarde.
Pero seguía retrasando mi viaje, seguía mirando el móvil cada vez que hacia un ruido…seguía mirando la calle por la que se fue desde mi ventana…estaba bien jod*d*.
Una idea cada vez me rondaba más fuerte en la cabeza, ¿y si cogía la moto y salía en su busca? ¿Qué podía perder? Aún no me había decidido a hacerlo, pero cada vez estaba más cerca, mi paciencia estaba a punto de agotarse.
El otoño llegó, los días se acortaron, las noches en vela cada vez eran más largas, me estaba quedando pálido y en los huesos, mis padres estaban preocupados, pero por fin me había decidido, había pedido la cuenta en el curro, y tenía la moto preparada para partir, solo quedaba por arreglar los papeles del paro y me largaría a buscarla, estaba mal de la cabeza lo sabía, pero eso no era nada nuevo en mí, no pensaba dejar de viajar por todo el jod*d* país hasta encontrarla o hasta que no me quedase un pu*o euro en el banco y de eso iba bastante sobrado, se puede decir que era lo único que tenía, pu*o dinero, lo cambiaria todo por poder verla una vez más.

[tab]

A POR ELLA....

[p2cientos]

Joeeeeerrrr, es empezar y no poder parar, gracias compañero, me mola lo que escribes y espero ansioso la próxima entrega

I'm ready!!!

[Kastefariano]

Tab, qué bueno que viniste!

[Javiestrom]

[Ultimo Mohicano]

[Moncadillo]

Coooooñooo, se me amontona la faena, me pongo al dia que pasada, muy chula