Cuando compré la 1000 pensé que llevaría normalmente desactivado el control de tracción. Había leído que recomendaban activarlo en situaciones de conducción complicadas, pero que para sentir los límites de la moto, oséa, para darle zapatilla, era mejor desactivar el control de tracción.
El caso es que los primeros días llovió y lo activé para no tener sustos.
Después lo dejé una temporada pensando en que primero mejor conocer la moto y después la vendrían las pruebas.
Más tarde hice conducción con él puesto y quitado y no noté gran diferencia. Si la carretera tiene agarre es difícil hacer saltar el testigo de CT a no ser a baja velocidad y acelerando bruscamente. Así que seguí dejándolo activado para ver a largo plazo en qué momentos se activaba, y la realidad ha sido que salta muy poquitas veces, entre ellas esta mañana en el garaje que es super-resbaladizo. El caso es que sigo llevándolo activado casi siempre.
Concluyendo: Veo más riesgos que ventajas en llevar el control de tracción desactivado a no ser que conduzca por lo marrón.
Ahh, hablo siempre en el Modo 1, ya que el Modo 2 si que es bastante más intrusivo, solo lo pongo cuando conduzco con lluvia.
¿Cuáles son vuestras experiencias? ¿Lo usáis, siempre, nunca, a veces?
