PRAGA - JUNIO 2011 - 3º parte

Crónicas de nuestros viajes, rutas y aventuras, que merecen ser contadas.

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elnevado
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#1 PRAGA - JUNIO 2011 - 3º parte

Mensaje por elnevado »

Bueno, a la mañana siguiente, otra vez tempranito, porque había que seguir la ruta desde Munich hasta Zurich, en Suiza, pasando por Vaduz, la capital de Liechtenstein.

Nos levantamos y fuimos a desayunar en este magnifico hotel de Munich que deseábamos abandonar lo mas pronto posible.

Si ya nos llevamos algunas sorpresas con la habitación, su precio y sus "extras", no podía faltar su "magnifico desayuno" a 7 € por persona.

No os lo perdáis, café de maquina, de esas como la que tenemos en el deposito que sale el café medio aguado y cuesta 40 céntimos de euro. Un pan más raro que un perro verde con sarampión, una pastillita de mantequilla, más dura que la suela de un zapato y vaso de un zumo de naranja del tetrabrik del Carrefour. !! Toma ya !!

Pues bien, después de este copioso, exquisito e internacional desayuno, dimos por zanjada la visita a Munich y nos pusimos camino a Zurich.

El día amaneció bueno, con sol, pero no hacia calor. Quizás algunas nubes, pero sin nada que temer, y algo de frío, como siempre.



La carretera seguía siendo buena, aunque ya el paisaje no era igual. Había pinos y abetos, pero no tantos como antes, o sea, que había muchos claros, formando pequeñas praderas verdes. Pero no con ese verde intenso agradable de ver, sino un verde que no llamaba la atención. Lo que si notamos, es que las tierras estaban mejor aprovechadas que en Slovenia, es decir, que casi todas estaban labradas.

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El viaje transcurría bien, sin problemas y con normalidad. Lo único destacable, era que subía el precio de las cosas a medida que avanzábamos por la carretera. Por poner un ejemplo, una botella de agua de 1 litro empezaba a costar algo mas de 3 €. Y el litro de gasolina costaba 1,60 €.

Llegamos a Vaduz.

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Hay que cruzar un puente sobre un río y llegas a la cuidad. No es una gran ciudad, ni con muchos edificios, ni extensa, ni enorme, o con grandes avenidas, etc., etc., sino mas bien pequeñita, casi como un pueblo y rodeada de altas montañas.

Había que comprar comida. Fue un tremendo error, ya que fuimos a comprar en una cuidad, y en un país, en el que todo es caro. Bueno, caro, no, carísimo y eso que fuimos a un supermercado para que nos fuera mas barato. Allí nos encontramos a un portugués, que se nos acerco al ver la bandera de Portugal en la moto, creyendo que éramos portugueses. Cogimos charla, ya que nos entendíamos muy bien por el idioma, y nos dijo, más o menos, de qué iba todo aquello de la ciudad de Vaduz. Nos dijo que habíamos hecho bien comprando en ese supermercado porque era el mas barato de la cuidad.

También nos dijo que si todo era caro, es porque allí se cobran sueldos muy altos. Y que era un paraíso fiscal, donde están gente mafiosa o de la droga de cualquier parte del planeta. Le creí, porque por la calle había unos coches de lujo que te cagas, y de motos, ni te digo.

Había una moto, tipo naked, que quise ir detrás de ella y ponerme a su altura, para ver de qué marca era, ya que la rueda trasera era enrome. Era una barbaridad de rueda que me llamo mucho la atención. Con una moto así, en un semáforo en rojo, te quedas dormido con los pies en las estriberas y fijo que no te caes para los lados, os lo juro. Hay una Honda, también tipo naked, con rueda trasera ancha, pero esta era mas ancha.



Bueno, seguimos camino a Zurich, pero paramos en una encantadora área de descanso con el lago Constanza a la derecha, a unos 50 km de Zurich.

El paisaje era como en las películas, como en los cuadros pintados que vemos sobre Suiza, con la vaquitas pastando, la casita y el lago al fondo con las montañas. Una pasada tio.

En el lago Constanza, hicimos una paradita para comer

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Pero mas pasada fue, cuando fui a una especie de bar que había en el área de descanso a comprar una botella de agua y me cobro 4 € por 1 litro de agua. Miré la botella para ver de donde era, y resulta que era agua de Italia. Ya ves tu, en Suiza, con los "peazos" de fuentes naturales que tiene que haber allí, y los muy mamones traen agua de Italia a 4 € el litro. Chupa del frasco, Carrasco.

Después de comer, me eche un ratito en los bancos de madera del área de descanso, donde habíamos comido. Me despertó Margari porque estaban cayendo gotitas de agua y amenazaba lluvia. Miré al cielo y vi que unas nubes, taco de negras, venían hacia nosotros. Así que nos dimos prisa en salir pronto y dejar las nubes negras atrás, pero sin ponernos los trajes de agua, ni proteger del agua la bolsa de la ropa que llevábamos detrás.

La volvimos a cagar, y bien cagada, porque las nubes ya estaban encima nuestra y parecían seguir el camino que seguiríamos nosotros. Lo que pasó es que no vimos que la tormenta estaba detrás de las montañas, y que no la veíamos, o sea, que a la derecha teníamos el lago, pero a la izquierda estaban las montañas. Montañas altas que nos impidió ver el grueso de la tormenta.

Pero ya estábamos en ruta y empezó a caer agua, pero agua de verdad, no la tontería que nos cayo entre Ripoll y Puigcerda, que viendo esta, se podía decir que aquella mas bien era chiri-miri, vamos, 4 gotas de mi*rda.

La carretera era de doble carril, y por la izquierda me pasaban los coches a todo carajo, ya que no les afectaba el agua. Yo iba por el carril derecho y no veía un pijo.

La carretera transcurría entre pequeños túneles por el borde de las montañas. Y entre montañita y montañita, había un claro, que por el lado derecho se veía una especie de pared de hormigón, pero que estaba agujereada con grandes agujeros para que se viera el lago Constanza al pasar.

Pues bien, de pronto y sin avisar, y por esos huecos entre montañita y montañita, empezó a soplar un viento de mil demonios. Según qué hueco cogia, entre montañita y montañita, unas veces soplaba el viento desde la montaña hacia el lago y otras desde el lago hacia la montaña. Estaba claro que estábamos en medio de un "peazo" tormenta con nubes negras que te cagas y soplando un viento casi huracanado.

Cuando me dio la primera ráfaga de viento, me echo hacia el carril izquierdo literalmente. Como pude aguanté la moto para no irme a ese carril, ya que si lo invadía, los coches pasaban a todo carajo y nos llevarían por delante, ya que llovía bastante y apenas se veía. En el siguiente hueco, la ráfaga me empujo hacia la derecha para sacarnos de la carretera. Y lo peor es que no había arcen, como para parar allí la moto y dejar que pasara la tormenta. Lo que había era el filo de la carretera y el quitamiedos, por lo que parar en uno de los pequeños túneles y esperar a que pasara todo, tampoco se podía, porque no había espacio y era peligroso.

Así que aguantamos el envite porque, la única manera que había de pasar aquello era tirar hacia adelante y que fuera lo que Dios quisiera.

A poca velocidad, y unas veces con la 1º marcha metida y otras con la 2º, y con los 4 intermitentes de emergencia puestos, seguimos avanzando como se pudo y con mucho temor a que una de las ráfagas de viento, me lanzase al carril izquierdo.

De esto aprendí, que la lluvia era poca cosa para viajar en moto, una mariconada, vamos. Lo mas peligroso en una moto, son los vientos, y mas si son huracanados como los que estábamos pasando.

Margari estaba aco*onada viendo como el viento, entre hueco y hueco de la montaña, nos llevaba de un lado a otro sin poderlo evitar, como su fuera una marioneta.

Ella no hacia más que decir que parásemos donde fuera. Pero, donde coñ* iba a parar?. Si parar era mas peligroso, porque no había sitio en la carretera donde echarse a un lado?

Me armé de valor y le dije: "Confía en mi, que de aquí, salimos".

No sé porque lo dije, porque quizás, yo estaba mas aco*onado que ella, ya que no veía nada de carretera por la lluvia y el viento hacia conmigo lo que quería.

Pero mira tú por donde, el destino me echo una mano.

Mientras luchaba con el viento, miraba por el retrovisor, constantemente, no vaya a ser que el que venga detrás, no me vea y nos arrolle, yendo tan despacio como íbamos.

Pero se puso detrás mía un camión francés. Y yo creía que, en el momento que pudiera, me iba a adelantar porque iba muy despacio. Pero no lo hizo. Sabéis que hizo el franchute?. Pues se puso detrás mía, a cierta distancia, pero cerca, y no me adelantó. Lo veía a través del retrovisor y me dio la sensación de que nos estaba protegiendo ese carril, viendo el francés que el viento me llevaba de un lado a otro de la carretera y no podía controlar la moto.

En un momento dado, el camión, se puso en el carril izquierdo y yo creía que me iba a adelantar. Entonces fue cuando me acojoné más, porque si el camión se ponía en paralelo conmigo y a la hora de adelantarme, coincidíamos con un claro, entre montaña y montaña, y una ráfaga de viento, me echaba al carril izquierdo, me veía debajo de las ruedas del remolque del camión.

Pero no fue así. Lo que hizo el francés, fue ocupar con su camión el carril izquierdo impidiendo que pasaran coches a todo carajo.

jod*r, tio, me dí cuenta de su jugada, y fue todo un alivio.

Cuando pasamos la tormenta gorda, y aunque seguía lloviendo a mares y el viento que hacia lo podía controlar mejor, fue cuando el camión me adelanto. Al pasar por mi lado, tocó la bocina del camión y yo le hice un gesto de cordialidad, dándole a entender que le agradecía lo que había hecho. Luego mas tarde, dándole vueltas al asunto, pensé que quizás el camionero, era también motero, y que comprendía muy bien por lo que estaba pasando para salir de allí. No obstante, y fuera quien fuera, le agradeceré de por vida lo que hizo por nosotros. Porque de verdad, tios, estaba realmente aco*onado.

Mas adelante, paramos en un cebreado de la carretera de un cruce hacia un pueblo para tomar respiro y decidir qué hacer. Si tirabamos para el pueblo a refugiarnos y dejar pasar la tormenta o si seguir hacia adelante. Pensé que era mejor seguir, que aunque seguía lloviendo a mares, la tormenta la dejábamos atrás. Y que si nos refugiábamos en el pueblo, y como la tormenta iba en dirección a Zurich, había que volverla a pasar. Así que le echamos huevos y seguimos hacia adelante.

A pocos kilómetros, estábamos tan empapados que parecíamos esponjas, ya que no teníamos puesto los impermeables. Vimos una estación de servicio junto a la carretera y hacia allí nos fuimos. Al entrar en la gasolinera, vimos que había unas pocas de motos, suizos, alemanes y un ingles, todas allí paradas y esperando a que dejara de llover y que el viento se calmara. Al ver esto, nosotros hicimos lo mismo, y dejamos la moto, medio refugiada de la lluvia, y nos sentamos en las sillas de los veladores y no seguimos.

Me senté al lado de un ingles que llevaba una Triumph, tipo naked, sin apenas pantalla sobre el manillar, o sea, que también se había "tragado" toda la tormenta.

Le ofrecí un cigarrito, que rechazo y me puse hablar con él, como mejor pude, diciéndole, mas o menos, la madre que le parió a la tormenta que nos tenia allí a todos atrapados. Hablamos de que incluso habría que pasar allí la noche, auque sea sentados sobre las sillas de los veladores, si era necesario. Entonces, el ingles, saco el móvil, se conecto a internet y miro la web el tiempo que iba a hacer sobre Zurich en las siguientes horas y me enseño lo que ponía.

jod*r, aquello no me gusto nada. Estábamos a 50 km de Zurich. Eran las 5 de la tarde y ponía que desde las 5 de la tarde hasta las 11 de la noche iba a caer agua por un tubo, porque se veía en la pantalla del móvil, nubes negras y con varios rayitos de tormenta. Las horas no seguían, porque la predicción era solo hasta las 11 de la noche. Así que, después de charlar un poco con el ingles, llamo a alguien y me dijo que se iba, cayera la que cayera, porque tenía a un amigo esperándole en un restaurante cercano, que lo iba a recoger y llevarlo a su casa. Y el tio, le echo valor y se fue.

Los demás que estaban allí, vieron lo que hizo el ingles, y poco a poco, fueron echándole huevos y también se fueron. Lo que no sabían era que el ingles solo se iba aun restaurante cercano y que un amigo lo recogía.

Y nos quedamos allí solos. Bueno, había 2 tios vestidos de traje típico tiroles, igual de empapados que nosotros y que nos miraban, porque seguramente se preguntaban si también nos iríamos de allí.

Nos pusimos los impermeables, pusimos la funda a la bolsa de la ropa y le echamos huevos y también nos fuimos. Al fin y al cabo, solo era agua, bueno, mucha agua, pero apenas hacia viento que era a lo que mas temía y me acojonaba.

Por cierto, la cámara de fotos y mi móvil, que los llevaba en un bolsillo de la chaqueta motera, estaban completamente inundados e inservibles de la cantidad de agua que nos había caído. El bolsillo era como una pequeña piscina. La cámara de fotos, la he podido recuperar, y sigue funcionado, pero el móvil, después de haberlo secado, sigue sin funcionar bien.

Y llegamos a Zurich. Empezamos a buscar hotel, y no sé porque, pero la cosa estaba jod*d*, ya que nos decían que estaban completos. Después de 4 hoteles visitados, de los que tenia en mi lista buscados por internet, y en todos, me decían que estaban completos. Entonces echamos mano del gps para que nos buscara un hotel. Yo sé lo que significaba eso, y era que nos iba a costar una pasta, ya que si todos estaban completos, solo quedaban los caros. Pues ni así, ya que después de ver 2 hoteles caros, tampoco había habitación. Fue en el ultimo, un IBIS, donde tuvimos algo de mas suerte.

La chica de recepción era de Canarias, y eso nos alegro para entendernos mejor. Pero también me dijo que estaba completo. Entonces yo, apelando a la impotencia de encontrar hotel en la cuidad, le pedí que por favor me aconsejara algún sitio, esperando que llamara a ese hotel, y reservara la habitación por nosotros, ya que ella hablaba alemán.

Creo que me vio cómo iba y le dí lastima, pena o lo que fuera. Hasta le llegué a decir que quizás me decían los otros hoteles que estaba completo porque me veían la pinta que tenia, con la chaqueta empapada, cara de cansancio, desganado, sucio...., y mira que se veía que iba vestido de motero y le pregunte que me dijera si tenia mala pinta y que si era por eso por lo que no me daban habitación en los otros hoteles. Me dijo que no, que estaba bien y que se veía que era motero.

Margari no podía escuchar lo que hablábamos, porque estaba fuera cuidando la moto, mientras yo intentaba coger habitación. Entonces la chica de recepción miro hacia la puerta, y en un lateral que había un cristal inmenso, vio a Margari con la carita cansada y descompuesta, y dijo: "Pobrecita, mira que carita tiene y cómo nos mira". Fue entonces cuando dijo: "Espera un momento". Miro en el ordenador y pregunto a otra compañera que había allí, y me dijo: "Mira, te voy a dar una habitación que estaba reservada, pero cómo es tarde, no creo que vengan, así que voy a anular la reserva y os la vamos a dar a vosotros".

Cómo es lógico, me puse muy contento. Pregunté el precio y la "contentura" se me quitó. La habitación con desayuno costaba 215 €, y eso que era un hotel de 3 estrellas.

Le dije que eso era mucho y que si sabia de algún otro sitio en la que quizás hubiera habitación y fuera mas barato. Ella comprendió, y me dijo que bienvenido a Zurich, en referencia a lo caro que es la cuidad. Me dijo varios hoteles y le dije que ya había estado en esos. Me dijo que si me decía algún sitio más y luego no había habitaciones, no quería cargar con la culpa. Que ella, lo más que podía hacer era que había anulado una reserva y nos la había dado a nosotros. Le dije que en mi caso y conociendo la cuidad, fuera sincera y me dijera qué es lo que haría ella, si seguir buscando o quedarse allí. Me volvió a decir lo mismo. Entonces le pregunté que pasaba que no había habitaciones en los hoteles de la cuidad, si no se veían ferias, fiestas, congresos...y me dijo que ella tampoco se lo explicaba.

Viendo el panorama y teniendo que tomar una decisión, le hice caso y cogi la habitación. No era cosa de jugársela. La cosa estaba clara y era una oportunidad que no había que dejarla escapar, aunque costara 215 €.

Luego, le dije qué donde podía guardar la moto. Ella me dijo que en el parking del hotel, pero que me costaría unos 30 €.

La cara que tuve que poner, tuvo que ser muy evidente, porque la chica me dijo: "No te preocupes. Mañana entro a las 6 de la mañana y como tu te vas sobre las 8 o 9, yo te abro desde aquí la barrera y no pagas nada".

Amigos míos, qué puedo decir a esto?. Pues lo que vengo diciendo, que puede que te amargue una cuidad por los inconvenientes que se presentan, pero siempre hay alguien que te hace cambiar de opinión.

Luego, cuando bajamos a cenar, la chica nos dijo que, menos mal que cogimos la habitación, porque detrás nuestra había una pareja esperando para coger la habitación y tuvo que deciles que el hotel ya estaba completo.

Si hubiera salido a consultar con Margari, si cogiamos o no la habitación, hubiera sido demasiado tarde y eso que la chica hizo el esfuerzo de anular la reserva. Esa noche tuvimos suerte.

Me acorde de mi amigo Félix, que me decía que nos lleváramos las tiendas de campaña y los sacos de dormir. Pero fue imposible ya que no había sitio en la moto. Además, con la que estaba cayendo y el frío que hacia, cómo coñ* nos vamos a ir a un camping para pasar toda la noche con lluvia y frío? Si no hubiera mas remedio, habría que hacerlo. Pero ya somos mayores para esas incomodidades y no creo que mi cuerpo estuviera al día siguiente dispuesto para seguir haciendo kilómetros. Si al menos, no lloviera o no hiciera tanto frío, que fuera, por ejemplo, un día de verano de España, no me hubiera importado y que le den por c*lo a los hoteles de Zurich.

Bueno, al día siguiente, nos levantamos tempranito y seguimos la ruta hacia Le Puy en Valey, un pueblecito en Francia, cerca de St. Etienne.

Elegí ese pueblo como etapa, no por nada especial, sino porque estaba a la mitad de kilómetros entre Zurich Y Lourdes, unos 600 km.

La mañana amaneció bien, hacia sol, pero no hacia calor. Ya ves tu, y el día anterior fue de perros. Esto no hay quien lo entienda.

La carretera era buena y no había mucho tráfico. Se podía ir bien y disfrutando. A medida que íbamos bajando por Europa hacia España, se iba notando en el paisaje, que las tierras eran de cultivo y que había, cada vez, menos bosques y arboledas.

Pero al llegar a Lyon, otra vez un caos de circulación. Pero esta vez si había circunvalaciones, al estilo de la S-30. No recuerdo la hora que llegamos, pero seguro que no era hora punta. Quizás fuera porque es un nudo circulatorio hacia Paris. No me preocupe, puse los 4 intermitentes de emergencia, me fui al arcen y poco a poco y despacio iba adelantando camiones y coches, aunque nos retraso bastante.

Luego llegamos a St. Etienne y había un poco de caos, pero no tanto.

Cómo íbamos por carreteras nacionales francesas, ya que la autovia, más o menos, se acabo en Lyon, pues vuelta a las rotondas, cruzar por medio del pueblo y camiones por un tubo.

Llegamos a Le Puy en Valey sobre las 10 de la noche. Llovía, no mucho pero lo suficiente para jod*r.

Buscamos el primer hotel que tenia en la lista. Y mira tú por donde, estaba justo enfrente de la estación de ferrocarril. El precio y la habitación estaban bien, unos 40 € con desayuno.

Nos arreglamos, nos pusimos los impermeables y nos fuimos a cenar. El pueblo estaba como muerto, no había casi nadie por las calles. Quizás no nos extrañaba tanto, por la que estaba cayendo, que seguro que todo el mundo estaba en sus casas, como es lo mas lógico en una noche así.

Encontramos el restaurante que nos recomendó el de recepción. Estaba bien de aspecto y comimos bien. Pedimos un plato típico suyo, que era como un trozo de cerdo, concretamente, codillo con patatas, que no sé como se llaman, pero que eran patatas muy pequeñas, cocidas y sin pelar. No fue para gritar de escándalo por la comida, pero estuvo bien. Donde mas disfrute fue con la cerveza y la salsa que llevaba, aunque los muy cabr*nes nos pusieron para toda aquella comida 6 trocitos de pan, que juntándolos no llegaban ni a una viena. La madre que los parió. Por supuesto, tuvimos que pedir más pan. No era cosa de dejar aquella salsa tan rica sin rebañar el plato con el pan.

Descansamos bien y al día siguiente, bien tempranito nos pusimos en marcha, pues había que llegar a Lourdes y faltaban unos 600 km. Dimos una vuelta por el pueblo para buscar la pegatina de la ciudad, y vimos que era un pueblo muy religioso, ya que al parecer tenían un virgen muy milagrosa.

La mañana estaba bien, con sol, pero no hacia calor. Bueno, cuando digo esto de que hacia sol, pero no calor, quiero decir que había sol, pero que hacia frío como para ir sin el forro de la chaqueta motera, lo pilláis, no?, pues eso.

Como dice mi amigo Félix, las carreteras nacionales francesas, eran más de lo mismo. Alguna que otra vez, pasábamos por un pueblo bonito o curioso, pero nada del otro mundo que ya no hayamos visto.

Lo que no habíamos visto y que nos llamó la atención, fue una cosa muy curiosa. Para hablar de esto, tengo que decir antes, que cuando íbamos por la costa mediterránea de Francia, veíamos, de vez en cuando, sobre un camino de tierra que la ocultaba unos setos altos y que transcurría paralelo a la carretera, mujeres que fuman y se pintan los labios, ya me entendéis, no?. Pues bien, esta vez, en las áreas de descanso que parábamos, sobre el centro-sur de Francia, y que había, más o menos, una por cada pueblo que pasábamos, lo que habían era hombres en la misma actitud que las mujeres que fuman y se pintan los labios. Pero con un aspecto, que te hacia desconfiar,, ya que eran tíos que si te los encuentras en una esquina y de noche le das la cartera sin pensártelo.

Margari, al principio, se asustó al ver a esos tíos con esa pinta, que parecían como drogadictos, delincuentes o mafiosos, porque no pensó que eran, lo que eran. Y es que leímos, en la web del Ministerio del Interior de España, que recomendaban extremar la precaución en las áreas de descanso. Pero yo la tranquilice diciéndole, que en algún sitio tenían que estar, no?. Peor seria si estuvieran en el mismo pueblo, pero que allí, a nadie molestaban. Se veían raros, pero a nadie molestaban. Y se quedó mejor y menos mosqueada.

Bueno, llegamos a Lourdes.

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Buscamos hotel y aquí vinieron otra vez los problemas. Lo que había, según mi lista, que merecía la pena y no era muy caro, estaba completo.

Al entrar en la ciudad, vimos que habían muchas motos y eso nos mosqueó un poco. Era sábado y pensé que los moteros franceses podían tener la misma costumbre que nosotros de ir a Cazalla o por la sierra norte. Pues pensaba que la de ellos era, ir a Lourdes. Pero que va. Nos enteramos que al día siguiente, domingo, había una concentración motera, no solo de franceses, sino de toda Europa, porque se iba a celebrar una misa en la basílica de Lourdes con la bendición a todas las motos asistentes. Casi "ná".

Por eso nos costó trabajo encontrar hotel, y lo que encontrábamos y era barato, prefiero no hablar de ello, porque a un cuartucho de mala muerte, lo llamaban habitación, y a unos 30 o 40 €. Para que os hagáis una idea, los cuartos eran peores que cuando Renfe empezó a darnos cuartos de pensiones cuando dormíamos fuera. Algo impresentable.

Echamos mano al gps y nos llevo a un hotel, cerca del centro pero algo escondido y encontramos habitación, aunque bastante más cara, como era lógico. A Margari no le gustaba porque estaba cerca el cementerio antiguo de la cuidad. La pude convencer diciéndole que los que están allí, van a ser los que menos problemas nos van a dar, en todos los sentidos.

Nos fuimos a cenar y nos apetecía una hamburguesa. Serian las 10 de la noche, en sábado, pero apenas había gente por las calles, y eso que no llovía. Cuando llegamos al Mcdonald estaban cerrando, !!! a las 10 de la noche, en sábado, y estaban cerrando los tios !!!. Y los moteros, donde estaban?. No me lo podía creer.

Por el camino vimos una especie de bar que ponían platos combinados. Así que regresamos sobre nuestros pasos y entramos en ese bar. Gracias a dios que tomamos la decisión correcta, porque las fotos de los platos ya decían, que rico esta. Además, era comida al estilo nuestro. Yo pedí, porque los ojos se me fueron nada mas verlo, un combinado de filete con patatas. Solo le faltaban un par de huevos, que por supuesto le pedí, pero que no tenían. Aun así, estaba para chuparse los dedos.

A la mañana siguiente, nos levantamos tempranito, sobre las 8, como siempre. Desayunamos, lo preparamos todo y nos fuimos con la moto a la basílica de Lourdes, que estaba muy cerca.

Entonces fue cuando vimos un montón de motos a la derecha de la basílica y una coordinadora nos quiso decir, que con la moto, teníamos que ir hacia la derecha y aparcar donde estaban todas. Entonces le preguntamos, qué era aquello y nos dijo que, si veníamos a la concentración, y fue cuando nos enteramos de toda la movida motera. Nos dijo lo de la misa, que eran a las 11 de la mañana, la bendición a todas las motos y que había ya unas 3.000 motos allí aparcadas, y tan solo eran las 9:30 de la mañana. jod*r, tio, era impresionante ver tanta moto junta. Le dijimos que no veníamos a la concentración, sino a ver la basílica y la fuente de agua que hizo brotar la virgen, pero que nos teníamos que marchar para España, ya que nos quedaban unos 700 km hasta Alcalá de Henares. Mientras hablábamos, de fondo se escuchaba el rugido de los motores de las motos acelerando en vacío, a modo de saludo a todos los que iban llegando. Siempre me ha parecido una estupidez y una practica poco recomendable para la moto, esos acelerones en vacío. Pero cada uno es libre de hacer lo que quiera con su moto.

Dejamos la moto muy cerca de la entrada, ya que no dejaban pasar ningún vehiculo. Le echamos valor, y dejamos la bolsa de ropa en la moto. Allí se veía gente muy católica y creímos que nadie nos iría a robar una bolsa llena de ropa. Pero fuimos tontos y no dejamos los cascos atados a la moto y los llevábamos en la mano. Lo digo porque desde la entrada hasta la basílica o la fuente de agua, que esta a la derecha, hay un buen trecho andando, puede que algo mas de 1 km.

Aquello estaba guapo. La fachada de la basílica era impresionante. La fuente de agua, era más sencilla. La fuente era un hueco en la montaña y un manatial que brotaba agua. En esos momentos, estaban dando una misa y había un silencio sobrecogedor, para tanta gente que había. El interior de la basílica, no podía ser menos y también era impresionante. También estaban dando una misa.

Me gustaria extenderme mas y ser mas detalloso diciendo las bondades, la magnificencia, la religiosidad y el espíritu de la oración que allí se respiraba, pero siento deciros que a mi, aunque soy cristiano, eso del catolicismo, sencillamente no va conmigo, pero que no quiero herir los sentimientos religiosos que algunos podáis tener.

A los mas que me atrevo a decir, y porque lo vi con mis propios ojos, es el negocio de las botellitas para el agua, las estampitas de la virgen, de la pastora y demás parafernalia que había alrededor de todo aquello y que me pareció poco ético.

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Seguimos la ruta y hacia buen día, con sol, pero no hacia calor, aunque si algo de frío, como siempre, y que te obligaba a llevar el forro en la chaqueta.

La carretera era buena, pero ya sabéis, carreteras nacionales francesas. Al poco, entramos en los Pirineos franceses. La carretera ya no era tan buena. Muchas curvas cerradas, de un solo carril y algo estrecha. Lo comprendimos porque estábamos en la alta montaña del Pirineo francés.

Y llegamos, por fin, al túnel de Somport.

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Es el túnel que pasa por debajo de las montañas del Pirineo, con mas de 8 km de largo y que al otro lado, esta España. Parecía que nunca se iba a acabar el túnel. Estaba bien iluminado, con 2 carriles en cada sentido y con áreas de emergencia cada dos por tres. Vamos, un túnel bien hecho

Lo que no os vais a creer, es lo que pasó al otro lado del túnel, ya en España.

Fue cruzar el túnel, y empezar a hacer un calor que te cagas. Nos sobraba todo, forro, chaqueta y hasta pantalones. jod*r con los 8 km de túnel. Parecía que estábamos en otro mundo, separado por tan solo unas montañas. Se notaba que habíamos entrado en España. Y no solo por el calor, sino también por la carretera. Las montañas seguían siendo las mismas, pero la carretera era buenísima y con 2 carriles en cada sentido. También se notaba el precio de la gasolina, porque nada mas cruzar, llenamos el depósito, que estaba casi vacío. Y lo que antes nos costaba casi 30 €, cuando llenábamos el deposito, ahora no llegaban a 20 €.

Seguimos la ruta por esa buenísima carretera. Era la hora de comer y se estaba acercando el pueblo de Sabiñanigo, en Huesca. Nos desviamos hacia el pueblo y entramos a ver donde podíamos comer. Vimos 2 bares, uno cerca del otro. Miramos lo que había de comer en uno y eran platos combinados, en las que tenían sus fotos y todo, pero no nos llamaba mucho la atención. Miramos en el otro, que más que un restaurante, parecía un bar de tapas. Ponían 1º plato y 2º plato, pero sin fotos. Tan solo estaba escrito en una pizarra de bar lo que tenían de comer para ese día. Fue leer el primer plato de todos los que había, y no me lo pensé, aquí mismo. !!! Había arroz a la cubana !!!, con lo que a mi me gusta. Y de 2º, !!! Ternera en salsa !!!, y me imaginé mojando pan en la salsa rebañando el plato. jod*r, qué cosas más ricas. Dicho y hecho y allí nos sentamos.

Vino la chica a tomarnos nota, que resulto ser la dueña y encima era cubana. Como nos vio con la moto, nos pregunto de donde veníamos. Cuando le dijimos de donde veníamos, nos dijo que nos tenía envidia sana, ya que es uno de sus sueños.

Entablamos conversación y amistad, junto con otros parroquianos del bar, preguntándonos por donde habíamos pasado y qué habíamos visto. La verdad es que se porto muy bien con nosotros y nos puso de comer muy bien y en abundancia. Hasta se cabreo porque no nos habíamos comido toda la comida que nos puso. Tuvimos que decirle que no éramos de comer mucho, que llevábamos mucho tiempo comiendo poco y que no cosa, de llegar a España, y ponernos morados, y que teníamos que seguir camino hasta Alcalá de Henares, que aun faltaban unos 500 km, y que si comía mucho, me adormilaba en la moto y era peor. Gracias a dios que lo comprendió, porque seguía medio cabreada.

Cuando ya nos íbamos, le pagamos y nos despedimos de ella. Se ve que algo le rondaba en la cabeza, pero que no se atrevía a decirlo. Pero cuando vio que nos íbamos y ya no nos veríamos mas, le echo valor y nos lo dijo. Nos pidió, por favor, que si podíamos darle una vuelta en la moto por el pueblo, y que era una ilusión suya montar en una moto así. Dicho y hecho. Se subió y le dí una vuelta por el pueblo. Se sintió muy ilusionada y muy agradecida por el favor. Nos despedimos y seguimos nuestro camino.

Allá por Zaragoza, vimos muchas motos que nos adelantaban. Pensé que como era domingo, pues eso, que eran domingueros en moto.

Cuando paramos en una gasolinera, había allí 2 motos tipo deportivas, y al parecer, una de ellas tenia problemas. Me acerqué y ofrecí mi ayuda. Eran padre e hijo. La moto del padre, en la marcha se le había perdido el tornillo que sujeta la palanca del embrague y la tenia cogida con una llave tipo allen, pero temía que en la marcha y con las vibraciones, se saliera la llave y se quedara sin embrague. Estuve mirando qué solución darle y le dije, qué le parecía sujetar la llave allen con prensillas de plástico. Le pareció muy buena idea. Se hizo así y quedo bien.

Nos fumamos un cigarrito por lo bien que lo habíamos hecho y fue cuando nos dijo que si nosotros también veníamos de la concentración de Alcañiz. En ese momento entendí el porqué de tantas motos. Y eso me jodio, porque significaba que la guardia civil estaría al acecho con los radares en todo el trayecto. Le dijimos que no veníamos de la concentración de Alcañiz, y le dijimos de donde veníamos. Los 2 se echaron las manos a la cabeza y nos dijeron que eso era un "peazo" de aventura que pocos podían hacer y que nos tenían envidia sana. Nos fumamos otro cigarrito, mientras nos preguntaban de todo. Nos despedimos y seguimos el camino.

A partir de aquí, ya todo es normal y nada especial para contar. Como dice mi amigo Félix, mas de lo mismo, carretera y carretera, de la que siempre vemos por España.

Si acaso, y para que lo sepa mi amigo Luis, que vivió allí una temporada, contar una cosa curiosa de Alcalá de Henares.

Hace mucho tiempo, fuimos de visita a Alcalá de Henares, para recordar sitios, ya que habíamos vivido allí unos 16 años. Y lo que vimos, no nos gusto nada. La cuidad estaba llena de inmigrantes de todas clases, dejándonos una sensación de desconfianza y poco agradable. No como en otras ciudades, también llena de inmigrantes, pero que no te hacían sentir esa desconfianza. La cuidad parecía sucia y fea, nada que ver con nuestros recuerdos. Y los bares, donde antes tomábamos tapitas eran de pena. Prometimos no volver.

Pero ahora, todo ha cambiado. Es una cuidad que sigue llena de inmigrantes, pero ya no sentíamos esa desconfianza. Ahora la vimos como una ciudad integrada en todas las culturas. La cuidad se ve mas limpia y mas bonita. Y los bares, es lo que mas ha cambiado. Hay un montón de bares, pero un montón. Y todos siguen el mismo patrón. O sea, como en Granada, en Guadix, o en Ceuta, pero mejor. Quiero decir, que pides una cerveza y te ponen una tapita. Pero no un tapita, como en Granada, Guadix o Ceuta, sino un "peazo" de tapita, que más que tapita, es como media ración.

Y todo, por unos 3 €, mas o menos. Ahora es una gozada dejarse caer por allí.

Aunque nosotros tuvimos suerte de encontrar un bar abierto y poder cenar, ya que llegamos a Alcalá de Henares sobre las 10:30 de la noche y entre buscar hotel, arreglarnos y todo eso, para salir a cenar, serian ya las 11:30 de la noche y ya casi todos los bares estaban cerrando. Pero tuvimos suerte, y en uno de ellos, aunque estaban cerrando, nos dieron de cenar.

Nos dio coraje llegar tan tarde, porque queríamos visitar a varios amigos nuestros de cuando vivíamos allí, en especial, a nuestra amiga Tere. Pero queda pendiente para otro viaje que hagamos.

Bueno, al día siguiente, nos levantamos tempranito, desayunamos café con porras, que ya hacia tiempo que no las comía, y pusimos rumbo a Sevilla.

Esta etapa no la comento porque no fue nada especial, salvo el calor, el tremendo calor que pasamos, que entre Alcalá de Henares y Sevilla, nos bebimos unas 5 botellas de litro y medio. Y comentar también, con la ilusión que íbamos hacia Sevilla, sabiendo que regresábamos a casa, sanos y salvos, para estar con nuestra familia.

A modo de conclusión final, me gustaría decir, lo que hemos aprendido de todo este viaje en moto.

Una de las cosas que más valoramos, es la capacidad de superación que se adquiere cuando te surgen problemas y rápidamente tienes que encontrar una solución, porque no te queda mas remedio.

No sé lo que pasa, pero normalmente, cuando te surgen problemas y situaciones, te quedabas parado, te "colapsabas" y no ves la salida con claridad, como si te ahogaras en un vaso de agua.

Con esta experiencia, ves los problemas, y lo primero que haces, es valorar si merece la pena agobiarse por ellos, que lo más normal, es que no. Y luego, tu cabeza empieza a dar vueltas intentando solucionar aquello. Y cuando encuentras la solución, y ves que funciona, se te queda una satisfacción que es difícil describir, y sigues hacia adelante.

Otra cosa que hemos aprendido, es a no hacer otra vez un viaje tan largo y tan lejos como éste. Reconozco que es una barbaridad y una paliza de kilómetros.

Quizás hubiera sido mejor haber ido en avión a una ciudad en concreto, verla, disfrutarla y volver. Quizás hubiera sido mejor ir en coche, que hubiera sido menos paliza que en moto, con tu aire acondicionado, tu musiquita, tu nevera con cervezas fresquitas y sitio de sobra para maletas y regalitos. Pero tengo que decir, que aunque la comodidad se echa de menos, no la escogería.

Como dijo el poeta: "Caminante, no hay camino, se hace camino al andar".

Mi meta era el camino.

Mi meta no era ver todas esas ciudades con sus monumentos, y sus curiosidades. Para eso hubiera hecho otra ruta con menos kilómetros, no tan lejos, mas selectiva y quedándonos mas días para ver la ciudad completa, como cualquier turista.

Pienso que lo bonito, lo mas duradero en el recuerdo, lo que te hace adquirir unos valores especiales, lo que mas se disfruta, no es solo llegar al destino, sino recorrer el camino.

Y eso es lo que hemos hecho, aunque nos hayamos dado una paliza de kilómetros.

Si os preguntáis si volvería a hacer algo así. Que no es quepa la menor duda, de que si, pero con algunas salvedades.

Me explico. Dos personas en una moto, esta bien, pero que muy bien. Pero falta espacio, y eso que se llevan muy pocas cosas, pero falta espacio en un viaje largo, al menos en mi moto.

En cambio, con una sola persona, hay espacio de sobra para todo lo que se lleva.

Por eso, si tengo la ocasión y puedo ir por ahí, a un gran viaje motero, ya sea solo o con mis amigos, ni lo dudo.

Pero está Margari, que aunque se queja del viaje, del palizon, de los kilómetros y de las incomodidades que tiene la moto, le ha encantado el viaje. Y al igual que yo, esta deseando hacer otro. Pero dice que, para un viaje corto de 2 ó 3 días, eso de ir en la moto, vale. Pero que para un viaje largo, ni mijita, que prefiere el coche o mejor una autocaravana. Que por cierto, ahora comprendemos porqué hemos visto tantas autocaravanas. Y es que viajar por Europa sale caro, mejor dicho, carísimo. Y con una autocaravana lo puedes ver todo y te sale muy barato.

Y ya sabéis que donde hay patrón, no manda el marinero. Así que si tengo que hacer otro viaje largo, y Margari puede venir, lo haremos en coche.

No será lo mismo, pero es lo que hay. Y en el fondo, la entiendo, porque esto de motear, te tiene que gustar mucho, pero mucho, mucho, por las incomodidades que ello supone.

Por cierto, el próximo viaje para el año que viene, si se puede, será ir a Cabo Norte (Noruega), la cuidad europea mas cercana al Polo Norte, recorriendo la otra mitad de Europa que nos falta por ver.

Otra cosa. Cada vez que tenia que hablar en otro idioma y hacerme entender, me acordaba de mi amigo Roldan, sobretodo cuando tenia que hablar en ingles, ya que el francés, quizás lo domino algo mejor.

Mi amigo Roldan habla y entiende muy bien el ingles, al menos, mejor que yo. Con esto quiero decir, amigos míos, que el idioma, sobretodo el ingles, es fundamental para viajar.

Mi nivel de ingles es lo suficiente, como para no pasar hambre. Pero no lo es para entablar una charla amena y extendida con cualquiera y cambiar impresiones y conocimientos con cualquier extranjero. Y es que por ahí fuera, todos saben hablar ingles.

Me dio vergüenza y coraje no poder hablar, sueltamente, con otros colegas moteros y otras gentes de la ciudad.

!!! Con lo que a mi me gusta hablar y aprender de los demás !!!

Tengo que ponerme las pilas y hacer caso a mi amigo Roldan, que me aconsejo que todos los días aprendiera vocabulario y que mirase en internet, ya que hay páginas que te enseñan ingles, e incluso la pronunciación, si tienes micrófono.

Quiero hacer una conclusión final, resumiéndola en una sola frase, que aunque no es mía, sino de mi amigo Roldan, que me la envío en un correo, define muy bien mis sentimientos moteros.

- "No sueñes tu vida, mejor vive tu sueño."

Y uno de mis sueños, ha sido éste:

Imagen

Y espero que no sea el ultimo.

Espero que os haya gustado y lo hayais disfrutado

1 saludo Nevado
No se trata de, mira lo que hago yo, sino de, mira lo que puedes hacer tu

http://elnevado57.blogspot.com.es/
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