
Este era el tercer y último objetivo que me quedaba por realizar.
Tal vez el más complicado de llevar a cabo porque de los tres era el único planteamiento del que no tenía referencia alguna ya que nunca había hecho nada similar: estar 24 horas sobre una moto de forma ininterrumpida.
La climatología adversa me había hecho retrasar un par de veces la salida; pero finalmente decidí ponerme en marcha el viernes 30 de agosto. De esta forma tendría viernes y sábado para la ruta y domingo para descansar.
El desarrollo de las 24 horas que duró la ruta, se va describiendo en tramos horarios que van en función del recorrido realizado en cada momento. Con un trazado calculado de antemano para tener puntos de repostaje abiertos durante la noche y mantener una distancia “prudencial” al punto de inicio por si surgiera cualquier imprevisto.

A las 15:00 horas me puse en marcha e inicié la ruta.

15:00 - 16:15 / Cunit - Falset
Tramo sin apenas historia ya que estaba completamente fresco. Recorrido desde Cunit hasta Cambrils por autovía (tramos) y desviándome hacia Montbrió del Camp primero y Riudecols después para llegar a la población de Falset donde realicé el primer repostaje.


16:15 - 18:00 / Falset – Cornudella de Monsant
Sin duda uno de los tramos de los que más disfrute porque llevaba poco tiempo en marcha, aún era de día y tanto la carretera como la zona invitaban a disfrutar. El recorrido fue Gratallops, La Vilella Baixa, Cabacés, La Bisbal de Falset, Ulldemolins, Cornudella de Monsant.

18:00 - 20:00 / Cornudella de Montsant – Siurana – La Selva del Camp
Otro tramo precioso. Desde que hicimos la XI Nacional V-Strom en Salou y la ruta pasó por Siurana, no he dejado de repetirlo tantas veces como me ha sido posible… y es que la belleza de la carretera, la pequeña población y las vistas son inigualables.
Tras bajar de Siurana llegué hasta La Selva del Camp pasando por Alforja.



20:00 - 21:10 / La Selva del Camp - Poblet
Este tramo tiene un recorrido ideal para disfrutar curveando; pero está claro que todo es distinto cuando la luz del día va desapareciendo y da paso, poco a poco, a la oscuridad. Al pasar por Prades ya había prácticamente oscurecido y mantener un buen ritmo me costaba más de lo que puede parecer. Sin embargo la cosa no se dio mal y tras hacer infinidad de curvas (en algunas ocasiones parecían inacabables); aunque con unos minutos de retraso, llegué a Poblet. No es que estuviera excesivamente cansado; pero los kilómetros (282 hasta este punto) y sobre todo las horas (algo más de seis hasta este momento) se iban acumulando.




21:10 – 23:30 / Poblet – La Panadella
A partir de este punto empezaban los tramos totalmente “nocturnos”.

Salí de Poblet dirección a Les Borges Blanques y después de pasar por Vimbodí, un poco antes de llegar a Vinaixa, empezó a lloviznar. El agua y la oscuridad de la noche son mala combinación; pero ya había hecho un buen recorrido y no era cuestión de anularlo todo para empezar de cero otro día, así que decidí continuar adelante.
Pasé por Juneda, antes de llegar a Lleida me desvié hacia la N-II / A-2 (según zonas) para no entrar en el casco urbano de la ciudad y continué por Mollerussa, Tárrega, Cervera para parar a repostar en La Panadella.
Continuaba lloviendo y aunque el agua no caía con fuerza el asfalto (y las líneas blancas) estaban mojados y había que andarse con cuidado. En este tramo acumulé bastante retraso ya que calculaba llegar sobre las 21:45 y sin embargo llegué a las 23:30 horas.



23:30 – 01:45 / La Panadella – Cardona
Este tramo La Panadella, Calaf, Solsona, Cardona fue totalmente tranquilo (mejor dicho, yo hice que fuera tranquilo porque me lo tomé con bastante calma). Era de noche, había zonas en las que continuaba lloviznando o en las que no el asfalto aún estaba mojado y se trataba de ir avanzando sin contratiempos.



01:45 – 02:45 / Cardona – Manresa
Por cuestiones laborales este es un tramo que he recorrido en muchísimas ocasiones; pero ninguna en moto, de noche y con lluvia. De todas formas no hubo nada que resaltar y llegue a Manresa sin novedad. Tras casi 12 horas de moto la verdad es que empezaba a molestarme la espalda (no sólo por culpa de la moto ya que me molesta a menudo) y el culo empezaba a adormecerse. Supongo que el hecho de ser de noche hacía que todo eso quedara en un segundo plano y lo que más me preocupaba era estar especialmente atento a la carretera.

02:45 – 03:45 / Manresa – Martorell
Otro de los recorridos que he había hecho en infinidad de ocasiones y que no me era desconocido salvo por hacerlo de noche y en moto (había dejado de llover tras casi cuatro horas seguidas).
Tramo absolutamente tranquilo, realizado por la C-55 y la A-2 para llegar a Martorell y repostar por tercera vez en lo que iba de ruta.
El retraso acumulado en este punto era ya de tres horas a pesar de haber rediseñado el recorrido a causa de la lluvia y haber suprimido el paso por algunas poblaciones.

03:45 – 04:30 / Martorell – Gelida
Si este tramo hubiera sido de día probablemente hubiera tardado el doble de lo que tardé y es que pasar por Sant Andreu de la Barca y Pallejá no es “moco de pavo”. De noche es totalmente distinto y se atraviesan casi sin darte cuenta. Después de Pallejá enfilé hacia La Palma de Cervelló, Corbera de Llobregat y por la BV-2425 fui hasta Gelida (curvas, curvas y más curvas).
Aquí llegué agotado, circular de noche se me hacía muy pesado, las espalda y el culo me dolían (tomaba las curvas como un piloto de MotoGP con tal de moverme y sacar el culo del asiento) y los ojos me empezaban a molestar. Cualquier luz de frente me hacía verlo todo distorsionado y tenía que evitar como fuera su visión directa.

04:30 – 06:00 / Gelida – Vilafranca del Penedés
Decidí tomarme el siguiente tramo con calma para ver si era capaz de “recomponerme” un poco ya que de lo contrario la opción sería, una vez llegara a Vilafranca del Penedés, dar por acabada la ruta e irme para casa.
Con ese pensamiento hice el recorrido Gelida, Sant llorenç d’Hortons, Piera, Vallbona d’Anoia, Puigdàlber, Vilafranca del Penedés.
Sea porque mentalmente me lo propuse, sea porque físicamente reaccioné al cansancio, el caso es que llegué a Vilafranca muy recuperado del estado en que había llegado a Gelida. Quizás eso o quizás pensar que faltaba menos de lo que ya había hecho, el caso es que analicé como me encontraba y decidí seguir (eso sí, el dolor de espalda era una pesadilla aunque por el contrario el culo ya no me molestaba).
Había recorrido ya 701 kilómetros, empleando en ello 15 horas.



06:00 – 08:30 / Vilafranca del Penedés – Sant Feliu de Codines
Tenía esperanzas de que con la llegada del día recobraría de nuevo las ganas de seguir (bastante escasas en ese momento a pesar de haberme recuperado bastante) y sin pensarlo demasiado continué la ruta poniendo dirección hacia la zona este ya que la idea era pasar por algunas poblaciones del Montseny.

Así que tras repostar (cuarta parada para ese fin) seguí hacia Avinyó Nou, Olesa de Bonesvalls y en Begues cogí un desvío que me llevó hasta Torrelles de Llobregat. De aquí continué por Sant Vicenç dels Horts, Rubí, Polinyá, Caldes de Montbui y Sant Feliu de Codines.
La noche había dado paso al día y con luz solar todo se veía de otra manera. Conducir se había convertido de nuevo en algo placentero (los últimos tramos nocturnos no lo habían sido en absoluto) y todo parecía volver a la normalidad.




08:30 – 11:15 / Sant Feliu de Codines – Sant Celoni
Parecía que no iba a volver a ocurrir, al menos no en esta ruta, pero de nuevo disfruté haciendo un tramo… y es que ir en moto por el Montseny revitaliza a cualquiera !!.
A lo largo del recorrido muchas zonas de curvas y buen asfalto. Moià, Tona, Seva, Viladrau y Campins ofrecen, además de eso, vistas y paisajes ideales.
En Sant Celoni el último respostaje de la serie de cinco que finalmente tuve que hacer.




A estas alturas de ruta el retraso acumulado era más que significativo (casi cinco horas) y el cansancio brutal, así que mi único objetivo era poder acabar. Quedaba poco, menos de cuatro horas, pero tenía la sensación que se me harían eternas.
11:15 – 14:00 / Sant Celoni – Barcelona – Castelldefels
De Sant Celoni bajé hasta Mataró, pasando por Vilalba Sasserra, Dosrius y Argentona y a partir de ahí empezó un nuevo “suplicio” que en modo alguno había previsto: transitar por la N-II.
Pensaba que el tramo Mataró, Vilassar de Mar, Montgat, Badalona, Barcelona, El Prat de Llobregat, Castelldefels no se iba a acabar nuca… si lo “normal” es hacerlo en hora y tres cuatos más o menos yo tardé una hora más !!. Un tráfico denso, denso, denso y lento, lento, lento hicieron que el recorrido me pareciera eterno. Si ahí no perdi los nervios y la paciencia creo que ya no los perderé nunca. A las 14:00 horas llegué a Castelldefels y a partir de ahí, como por arte de magia, el tráfico mejoró y la circulación volvió a ser completamente fluida.

14:00 – 15:10 / Castelldefels – Cunit
Después del mal sabor de boca que me había dejado el tramo anterior me resarcí en este de Castelldefels a Cunit (concretamente hasta Sitges) ya que había poca circulación en las Costas del Garraf y pude disfrutar placenteramente y sin apenas vehículos de curvas y vistas al mar.
Sobre las 15:10 llegué a casa, con 24 horas “a la espalda” y 1.046 kilómetros recorridos.




El objetivo estaba cumplido y sólo quedaba hacer las valoraciones de rigor.
Como reto está bien (a quién le guste “machacarse” sobre la moto, claro); pero poco más. No demuestra nada, salvo que el cuerpo va reaccionando según cambian las circunstancias y la mentalidad tiene buena parte de culpa en que esas reacciones se produzcan.
Finalmente decir que, como creía desde un principio, ha sido CON DIFERENCIA el reto más difícil de cumplir de los tres que me propuse. Igual que repetiría cualquiera de los otros dos, este no volvería a hacerlo salvo caso de extrema necesidad.