La llegada a la hospedería estaba un poco complicada pero llegamos, ¿Como? Pues nos encontramos con dos motos que aunque no conocíamos a ninguna de las dos parejas le preguntamos que para donde iban y cuando dijeron que a San Martín de Trevejo vimos el cielo abierto, bueno, lo del cielo abierto es un decir ya que llovía con fuerza y nosotros en un STOP sin saber para donde tirar

Gracias Becky por el recibimiento, eres de esas personas que cuando las ves por primera vez te da la impresión de conocerla de mucho antes.
A nuestra llegada allí estaban los anfitriones para entregarnos los identificadores


La hospedería nos sorprendió gratamente






Después de los saluditos y besitos, unas cuantas fotos con los amigos...









Cenamos en la misma hospedería, donde más bien parecía que estábamos en una Ermita o Capilla, la verdad es que es un comedor muy original, al menos a mi me lo pareció










Después de cenar los organizadores nos tenían una camiseta preparada para cada uno de los asistentes, de ahí el título de mi crónica “Sígueme si puedes”(el logo de dicha camiseta).



















El sábado por la mañana después de un rico y sabroso desayuno cada cual a su moto para dar comienzo a la ruta











Todos disfrutando de los paisajes de la zona…





La llegada a la catedral de Coria








Después de esta visita seguimos saboreando paisaje tras paisaje






Una organización muy organizada


La llegada a Garrovilla…



Otra vez en marcha para ir a comer que ya los estómagos rugían…


Esta foto no la hice yo, la foto es de Cisco pero como sé que tengo su permiso ahí la dejo…

Pero un poco antes de comer visitamos Alcántara y su puente romano que nos dejo a todos boquiabiertos ya que tanto el puente como las vistas son espectaculares







Ahora sí, que si, directamente al restaurante



En el comedor mientras esperábamos la comida pues como siempre fotillo por allí, fotillo por allá








De vuelta al hotel para descansar, unos tomando una copita, otros haciendo fotos





Llegamos a los postres y nos sorprendieron de nuevo con una pulsera y una pegatina pero no fue la única sorpresa, también llegando a los postres apareció el padre” P” y no llevaba una “ P” normal, ya que nadie daba con el significado de esta letra



Antes de marchar a la cama
Y ya la mañana del domingo antes de la despedida


Y este cuento se acabo…
… Pero esto no acabará hasta que me quede satisfecha diciendo lo bien que lo hemos pasado, lo bien que estaba organizado todo, los anfitriones tan simpáticos y bromistas, también los asistentes a la V edición de Pantanos todos con muchas ganas de divertirse y creo que el objetivo se ha conseguido con creces, gracias a todos, como ya he dicho por ahí que nos vayan apuntando que el año que viene volveremos con las mismas ganas que este año.
Un beso para todos y gracias por vuestra compañía y familiaridad














