Este finde, al final hemos decidido volver a Zamora y Portugal, a ver cosas que se nos quedaron pendientes en nuestro viaje anterior.
La idea era ir a ver el cañón del río Lobos, pero ante la previsión de marabunta humana, será para otra ocasión.
Empezamos:
Sábado 12
Salimos de Gijón haciendo la ruta de la Plata, haciendo la típica parada después de Pajares, en Sta María del Puerto para hidratarnos y coger agua para el camino.
Volvemos a cabalgar en dirección sur, con la alegría del que no tiene prisas, y con varios días festivos por delante. Busdongo, Villanueva de la Tercia, Villamanin, Ciñera, Pola de Gordón, La Robla, el Alto del Rabizo son lugares por los que pasamos de camino a León en un día soleado y con muchísimo tráfico. Y muchas motos a las que saludar.
Después de pasar León, cogimos un rato la autopista para variar y darle un poco más de caña al viaje. Como se acercaba la hora de comer y nuestros estómagos así nos lo recomendaron, paramos a comer unos bocatas en un restaurante-mesón de un área de descanso de la autopista. La verdad es que aunque el servicio era pésimo, los bocatas estaban de pasón (carne a la plancha y chorizo a la brasa, slurp).
Bueno, pues como decía antes las señoritas que allí atendían no tenían el día muy amable, y no paraban de discutir a voces entre ellas (delante de la atónita clientela). En plan borde me dicen que quite los cascos de la barra, que estorban (no había nadie allí, pero...). La mando a tomar por el _ u _ o para mis adentros, quito los cascos, y seguimos jalando. Tras terminar los exquisitos bocatonis y las cañas, esperamos un rato para que nos cobren. Nada. Les repito que me cobren. Pasan de mi. Vuelvo a decirles que me cobren y siguen pasando. Tras esperar un rato, les digo que si no quieren cobrarme no pasa nada, me miran de lado, "si, si, va ahora" pero siguen pasando... así que les decimos "Hasta luego, Lucas" y nos piramos. Nos salió la comida muy bien de precio.
Seguimos camino, y tras repostar, salimos otra vez a la carretera general . Nos paramos en el bello pueblo de Villardeciervos a tomarnos un potente orujo de hierbas hecho allí y descansar un rato.
Tras conversar sobre los avatares de la vida y la pesca del salmón verde en África, nos despedimos y nos disponemos a rematar el último trecho que nos queda para llegar a destino.
Cuando llegamos alcamping de la sierra de la Culebra (llamada así por su sinuosidad), montamos la tienda y a relajarse, que es gerundio. Sol, birra, siesta, piscina...
Después de un buen rato, decidimos coger la moto e ir a dar un garbeo.
Nos fuimos hasta Flechas, un pueblo cercano que nos quedó pendiente la otra vez.
Al acercarnos, vemos muchos coches, mucha gente, y un fuerte olor a chamusquina.
Los bomberos aún estaban apagando las llamas.
En plena fiesta del pueblo, alguien le predió fuego al monte de al lado. Las llamas llegaron a los seis metros de altura junto a las casas y la fiesta. Los vecinos, resignados, decían que esperásemos un rato, que enseguida la fiesta continuaría.
Agradecemos su invitación y damos un paseo por el pueblo. Su antiquísima iglesia es digna de admirar, así como todo el conjunto de casas de piedra y pizarra que siguen el camino del rio entre el valle.
Fue una pena el no sacar fotos. Pero es que es que es vago, es vago para todo, jur jur.
Como es de esperar, unas sugerentes pistas me llamaron la atención, y allí estuvimos recorriendo pedregosos caminos que, a la postre, resultaron no llevar a ninguna parte.
De allí a San Vitero, a ver el pueblo con más profundidad que en la anterior visita. Tras tomarnos unas birras, descubrimos un asador con muy buena pinta que nos anotamos para posteriores ocasiones.
Anochece y vamos a guarecernos al camping, donde nos espera una suculenta cena para cargar las pilas.
Después del ágape, en "momento sobremesa" en la terraza (ya hace rasca por las noches a 900 m de altura), charlamos un rato con un paisano nuestro que, por el habla, nos localizó como asturianos y se unió al grupo.
Roberto, profesor de un colegio de Avilés, y que fué hasta allí para ver la lluvia de estrellas que se avecina (y nosotros sin saberlo).
Tras ver varias estrellas fugaces, nosotros nos vamos a la cama.
ZZZZZZZzzzzzz......
Domingo 13
Agotadora noche. Unos repelentes niños de los "vecions" nos amargaron TODA la noche con sus llantos y berrinches. Menudo rebote. En serio, cuando vayais de camping fijaos bien dónde vais a acampar, a quiénes tendréis de vecinos, y si tienen niños, huid. Yo ya aprendí la lección.
Bueno, visto lo visto, lo primero que hacemos al levantarnos (fijense que no digo despertarnos) es desmontar la tienda. Menos mal que no me preguntaron que cómo había dormido.
Aprovecho mientras la doña recoge sus cosas para hacer una revisión general a la moto y tras desayunar seguimos camino.
Vamos hacia Portugal.
Desde Riomanzanas, cogemos una pista, por tramos muy rápida, en la que vamos levantando una polvareda de tres pares de c_j_nes.
Llegamos a Gradamil, y tras atravesar varios pueblos, entre los que se encuentra uno con este tipo de extrañas construcciones:
Alguien ha visto "El castillo ambulante"?
Seguimos por pueblos que no recuerdo, viendo bellos paisajes, y pasando por sitios más "civilizados" que en la anterior visita a la zona, en la cual nos centramos en pueblos casi olvidados en la montaña.
Excepcional la visita a Bragança, sobre todo su casco antiguo. Por cierto, no sabía que en Portugal hay que retrasar el reloj una hora.
Allí vimos esto:
Lo que me recordó ese post "Otra forma de hacer trail".
Para ver un video de la entrada a intramuros de Bragança y su castillo, pinchad aquí.
Tengo que versarme sobre esta bella cuidad, supongo que medieval, y sobre su castillo, y visitarlo cuando no haya tanta gente (es que en agosto no se puede ir a ninguna parte).
Tras esto, seguimos la visita por Bragança y unos 25 km a la redonda, para regresar a España por el Parque Montesinho. Es una bonita ruta de carretera de montaña para disfrutar del paisaje y las curvas.
A no ser que como a nosotros, un "hijo de la gran p_ t _" os agüe la fiesta...
Al entrar una curva a derechas encontramos de frente un Seat Ibiza rojo en plan hortera o "tunning" a toda mecha por nuestro carril. Nos tiramos todo lo que la moto pudo a la derecha, y libramos de misericordia. Oí chirriar las gomas del coche detrás. Libramos la galleta por los pelos. Un buen susto, y para Eva el mayor que llevó en moto "casi nos mata", decía la pobre...
No me dio tiempo a dar la vuelta para pararle y partirle los morros al conductor, o tomarle la matrícula, o lo que sea.
Así que de nuevo desde aquí le deseo que se pegue una leche el solito (en la que a nadie le pase nada) en la que deje el coche siniestro total, y lo tenga asegurado sólo a terceros. Y de paso que le quiten el carnet.
Seguimos por la sinuosa carretera en dirección España, atravesando pueblos, y nos encontramos con esta procesión. La verdad es que llama mucho la atención oirles cantar y rezar en portugués...
Llegamos hasta la divisoria, donde se ven los restos del antiguo puesto fronterizo.
Otra vez en la provincia de Zamora, nos dedicamos a visitar pequeños pueblos, algunos casi deshabitados, y en los cuales cualquier excusa es buena para esquivar el tedio que acorrala a sus moradores. Aprovechando la llegada de visitantes, organizan eventos que a la fe de Dios serán los más recordados en los anales de la historia municipal...
Paramos a recobrar fuerzas en Mombuey y seguimos viendo esos pueblos en las que las paredes son de barro, piedra y paja, y los capots de Renault Gordini sirven como improvisadas puertas que se quedan de por vida, y la mayor altura es el campanario de la iglesia.
Mirad que campanas: tan gordas como las mías, jur jur jur
Sin saberlo, estuvimos siguiendo durante un buen rato el camino de Santiago (pero a la inversa). Que cierto es eso de "Todos los caminos llevan a Santiago"...
Y como no... seguimos traileando por áridas pistas que nos llevan a paisajes como éstos
Poco a poco vamos acercándonos a Benavente, donde decidimos hacer noche.
Una vez resuelto el tema de conseguir habitación, subimos los bártulos y nos quedamos de relax un rato.
Más tarde, la noche benavetana nos envolvería entre vinos, cortos, tapas, y al final, alguna copilla en las terrazas, donde charlamos hasta bien pasada la medianoche. Es hora de retirarse.
ZZZZZZZZZzzzzzzzzz............
Lunes 14
Reparador sueño. Como anoche gracias al Coro Infantil del camping, no habíamos pegado ojo, quedamos nuevos.
Desayunamos fuerte y volvemos a tomar dirección norte. Tenemos ya el cupo de kilómetros cubierto para este fin de semana.
Para variar un poco, vamos por La Bañeza, por pueblos como La Torre del Valle, Pozuelo del Páramo y Cebrones del Río.
Ya en La Bañeza, cojo dirección León a través de Sta María y Fontecha del Páramo, Ardoncino...
Desde León, la vuelta la hacemos por el mismo sitio que hemos venido.
Llegamos a casa cansados, pero como mañana es festivo, tenemos un humor que no es el mismo que cuando volvemos un domingo cualquiera.
Por qué será?
Saludos a todos,
Chus.
