No, no me conoces. Tampoco conoces este trabajo, por lo que leo. Te lo digo porque esa cierta envidia que tantas veces he visto escrita, no sería tanta si de verdad, si empezaras a hacer pruebas en una moto tras otra, a trabajar, y digo trabajar sobre ellas, en lugar de dejarte llevar por el disfrute. Es un trabajo que adoro, desde luego, pero ya he explicado muchas veces que no es, en absoluto, lo que aparenta. Y la mejor prueba de ello la tengo cada vez que pongo a prueba -valga la redundancia- a un candidato a probador para nuestra revista. Sí, coger la moto y marcharse con ella, vale, estupendo. Rodar con ella sobre la pista, fantástico, pero a la hora de sacar conclusiones después de haber gastado menos de un depósito suficientes para llenar un reportaje, muy, pero que muy pocos.motopachon escribió:Pues si es un buen susto sí... No te conozco y envidio en cierto modo a los que os dedicais a esto, pero permíteme que te diga que que le pase eso a gente experta como vosotros es para daros una buena colleja! Ay, si yo fuera el del concesionario que te dejó la honda.... menuda te iba a carer! jeje.
Cuantas veces habré oído en las charlas antes de rodar o "briefings" que cuando veamos la bandera a cuadros cortemos y tranquilitos para boxes? Es más, seguro que hasta tú has dado briefings!
Bueno que conste que lo digo de buen rollete, así tienes algo más que enseñar, y que yo también he hecho el capullo alguna vez en circuito... V´s
Es que tienes que ir pensando y recordando lo que vas a escribir mientras vas sobre la moto. Algo que hago muy repetidamente es pararme a tomar notas sobre el cuaderno que llevo siempre encima. A veces se ha parado la Guardia Civil para preguntarme si me pasaba algo cuando me ha visto escribiendo en el margen de la carretera.
En cuanto a la caída, se trataba de una moto sin marca, sólo era una moto. Ya está. Dejémoslo ahí, por favor
Y no es un concesionario quien presta las motos de prensa. Dejémoslo también ahí.
En cuanto a la caída y el porqué, efectivamente, me merezco una colleja por cabezón, y lo primero que escuchó salir de mi boca el comisario de pista al llegar a mi lado y verme tumbado sobre la grava, fue gili... repetido de forma continuada y refiriéndome, claro está, a mí mismo. Ya he explicado las razón de la caída en este caso.
Ahora bien, por mucha experiencia que tenga y por muy experto que sea, me volveré a caer, eso forma parte de mi guión particular. Lo evitaré mucho más, claro está, en el caso de una moto de prensa, pero los que nos dedicamos a estas labores, todos los que lo hacen con un mínimo de rigor, se caen. Otra cosa es que quieran contarlo.
Yo lo he hecho para aprovechar la experiencia, como tú mismo dices, y abundaré más sobre ella en cuanto tenga el material.
Respecto a la caída en la última tanda, pues hay que ver las circunstancias particulares. En este caso estaba dentro de la rodada de un conocido organizador (normalmente trabajamos con el circuito sólo para nosotros). Estaba dentro de un grupo tan escaso como experimentado y, desde luego, cuando se produjo la caída, no iba inmerso dentro de un pelotón absolutamente picado, sino que rodaba completamente solo, nadie a la vista por delante y nadie por detrás (llevaba espejos). No sé si hubo más de 5 motos rodando en la pista durante esa tanda.
Por otro lado, sí, desde luego que he organizado cursos de conducción deportiva y he dado unos cuantos, bastantes briefings
Por último, eso sí, por muchas veces que me llamara a mí mismo gili... fue por cometer un error, un error de cálculo en el pilotaje, pero no por hacer el capullo. Hacer el capullo no es rodar al límite en una pista, que para eso está, hacer el capullo es algo -estoy seguro de que tú lo sabes muy bien y has querido decir ahora otra cosa- bien distinto a la que ya he dedicado dos editoriales en nuestra revista.