Originalmente posteado en el Foro Transalpero por Trama7 (Mario), y traído a este foro por ORHIMENDI (Fernando).
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La crónica
El primer día, 11-8, salimos muy temprano en dirección Irún para hacer la ruta Pamplona - Chamonix. 1135 Km y un montón de horas a lomos de las burras para llegar allí poco antes del anochecer. Nada reseñable que contar salvo el encuentro con los compañeros, los atascos kilométricos de las autopistas francesas en ciertas localidades, y también el dolor del culo de tantas horas cabalgando.
El segundo día, 12-8, nos marcamos la ruta Chamonix - Col du Montets - Col de la Forclaz - S. Bernardo - Petit S. Bernardo - Col de la Rosière - Seez. Una maravilla.
Los siguientes dos días hicimos rutas de tránsito, llamémoslas así, ya que nuestro destino principal eran los Dolomitas, montañas que se distribuyen por los países de Italia y Austria, y Los Alpes Julianos en Eslovenia, en donde estuvimos bregando nada más y nada menos que 4 días, alojados en el albergue de la localidad austríaca de Arnbach.
El tercer día, 13-8, nos despedimos del compañero Icaromiguel que ya se volvía a casa. Al amigo Jopi no hubo que insistirle mucho para que se quedara con nosotros jajaja, y es que los Alpes le tienen enamorado.
Pues bien ese día de tránsito nos marcamos la ruta Seez - Petit S. Bernardo - Col de la Rosière - Cervino - Sirmione.
Aquí preparando las rutas, la de vuelta a casa de Miguel y la nuestra de dos etapas para llegar a Arnbach
Fijaos lo cargada que iba la Vara. La verdad es que causó sensación. Todo el mundo la miraba e incluso le sacaban fotos jajaja.
El Cervino. En el 2010 no pudimos ni verlo.
Decidiendo dónde comer.
Traileando por el Cervino
Ya de aquí bajamos a toda prisa hacia Sirmione donde llegamos ya de noche y nos las vimos y deseamos para encontrar alojamiento. El Lago di Garda es zona vip del turismo italiano y se notaba. No había plazas libres en la zona.
Llegamos a Sirmione ya de noche y nos alojamos en el cámping Sirmione, con un precio de 16,66 euros por barba. El más caro de nuestra aventura. Jejeje, y además como no había parcelas libres nos alojaron en lo que fué en su momento la 2ª salida del cámping, sin hierba ni nada. Bueno, nada no, que buenas piedras sí que había. El del día 11, Les Marmottes en Chamonix, no llegó a 10 euros. El del día 12, el cámping municipal de Seez nos costó 8 euros.
Bueno, pues hoy hicimos la 2ª ruta de tránsito hacia los Dolomitas e hicimos, por ganar algo de tiempo, un buen tramo de autopista en dirección a Trento. Tengo que decir que es la autopista más hermosa por la que he circulado jamás. Discurre a lo largo de un valle no muy ancho entre dos larguísimas cadenas de prominentes montañas, salpicadas de castillos. Una preciosidad.
El cuarto día, 14-8, nos marcamos la ruta Sirmione - Autopista hacia Trento - Passo di Sommo - Lavarone - Passo di Vezzena - Asiago - Stoner - Passo Croce D´Aune - Belluno - Sta. Caterina - Passo di Zovo - Passo S. Antonio - Passo de Monte Croce - Dobbiaco - Arnbach.
Ésta es nuestra "parcela" en el cámping Sirmione jajaja. La verdad es que agradecidos por que nos dejaran entrar allí.
Asaltando la máquina de los machiatos para preparar la ruta.
Entrando en la autopista hacia Trento.
Este pequeño puerto de montaña fué el más alucinante de todo el viaje. No bajamos apenas las motos de las 6000 vueltas en un pilotaje super agresivo, donde el segundo iba a rebufo del primero y el tercero a rebufo del segundo y donde las tumbadas y salidas de curva y las velocidades fueron tan alucinantes como la buena compenetración con los compañeros y la armonía en el pilotaje. Nos bajamos los tres de las motos dando loas a semejante experiencia. A pesar de que yo no salgo en esta foto, mirad las caras de satisfacción de Jose y Fernando. No se me olvidará jamás esa subida.
Ya en el albergue, donde tuvimos una de las salas dormitorio los 4 días para nosotros solitos, coincidimos con un motero húngaro, con una vfr, que llegó a la vez que nosotros, y con una familia alemana donde el padre, que habla con Jopi, hablaba perfectamente el castellano, y también con un ciclista de la ostia, el del chándal que era italiano, un tal Juliano. Jeje y Fernando preparando unos estupendos espaguetis a la navarra.
El quinto día, 15-8, amanecidos después de nuestra 1ª noche en el albergue, nos dispusimos para iniciar la ruta correspondiente que fué Arnbach - Passo Stalle - peaje de Grossglockner - Lienz - Arnbach.
La verdad es que pasamos por parajes idílicos como veréis en las fotos, moviéndonos a caballo entre Austria e Italia entoda la ruta.
Vista desde la puerta del albergue. La zona vallada es un cementerio simbólico de los muertos de Arnbach en la 1ª Guerra Mundial.
Nuestro albergue
Preparación de la ruta
En este idílico entorno paramos a almorzar para pillar el paso de montaña temporizado abierto
Después de esta foto llegamos al principio del puerto que íbamos a hacer, de pago, y nos encontramos que el peaje era de 22 euros por barba. Pa su p.m., nos dimos media vuelta desoyendo las recomendaciones de Jopi, que ya lo había hecho y decía que era más que espectacular. Si hubiéramos continuado nos hubíéramos encontrado con otro puerto de peaje. Posiblemente casi 40 euros en total la broma. Con los entornos tan bellos gratis que hay no nos importó perdernos la guinda del pastel. Como digo yo, lo que no conozco no lo echo de menos.
Decidimos bajar al pueblo a tomar algo y planificar otra nueva ruta. Al final decidimos meternos por un montón de carreterillas locales algunas de ellas sin salida, otras prohibidas a partir de cierto punto, en donde disfrutamos de los entornos como enanos. Bonitos, bonitos.
Ya de vuelta, que se hacía tarde y amenazaba tormenta. De hecho nos cayeron dos chubasquillos.
El sexto día, 16-8, nos marcamos la ruta con más puertos de la aventura. Decidimos madrugar mogollón para que nos diera tiempo de sobra para realizarla, y así lo hicimos. Pero como bien sabéis el hombre propone y Dios dispone, como reza el dicho, y surgieron varias eventualidades. La primera fué que, mientras estábamos preparando la ruta Jopi y yo, mientras Orhimendi hacía la compra en el súper, el húngaro entretuvo a Jopi al consultarle que ruta deberia hacer para irse a su tierra. La segunda eventualidad fué que nos cayó una botella de sprite abierta en medio del mapa, con el consiguiente desaguisado y la tercera fué que nos cayó un tormentón con granizo en el Passo Gardena a mediodía que fue ya lo que nos remató la faena al retrasarnos una hora. En total perdimos dos horas. Llegamos al albergue a las 00:30 horas después de haber tenido que modificar la ruta por que estábamos en uno de los pasos y ya casi de noche a tres horas del albergue. También he de decir que llegamos muy contentos.
La ruta que hicimos al final fué Arnbach - P. Falzarego - P. Valporola - P. Campologno - P. Gardena - P. Sella - P. Pordoi - P. Fedaia - P. Giau - P. Staulanza - P. Duran - P. Cereda - P. Rolle - P. Pramadiccio - P. Lavaze - Arnbach.
Me atrevería a decir que es posible que esta ruta sea la más espectacular de todo el viaje, pero sólo posible.
Aquí ya se adivinaba la que nos venía encima... y no me refiero al teleférico, graciosillos.
Je, je, aquí ya nos vino. Rayos, truenos y granizo por espacio de una hora.
Aquí paramos nada mas escampar para comer y mientras tanto secarnos, que había alguno que tenía calados hasta los huevos. Luego volvimos a subir el passo por que no habíamos hecho la foto de rigor.
Aquí paramos a ver si comprábamos pan, pero no hubo manera, eran ya las 20:20 y hacía 20 minutos que habían cerrado las tiendas. Para más cachondeo nada más salir del pueblo nos encontramos con que estaban limpiando la carretera de un corrimiento de tierra.
Y encima tuvimos co*ones de hacer dos puertos de noche.... jajaja qué remedio jajaja.
El séptimo día, 17-8, nos marcamos una ruta que fué a caballo entre las fronteras de Austria, Italia y Eslovenia. Al principio, al poco de salir de Arnbach, tomamos una carretera más tranquila que nos recordó, inicialmente y en todo ese tramo, mucho a los Pirineos. Nos dió la sensación de que estábamos rodando por la frontera francoespañola.
Jeje, dió la casualidad de que en este tramo nos encontramos con Juliano, el ciclista italiano que se elojaba con nosotros en el albergue.
Me gustó mucho esta ruta, y hubo un detalle que me encantó. En el puestico para turistas que había en el alto del Plockenpass o Monte Croce Carnico, frontera italo-austríaca, fué en el único sitio de todo el viaje en el extranjero en el que encontramos servilletas de papel en las mesas. Os parecerá una gilipollez, pero yo agradecí el limpiarme los labios con una de ellas en vez de con la mano después de tomar un café. Me extrañó mucho que no las hubiera encontrado hasta entonces.
La ruta fué Arnbach - Cartter Saltter - Plockenpass - P. Nevea - P. Predil - Vrsic - P. Pramollo - Nassfeldpass - Gailberg Sattel - Arnbach. 381 Km de nada.
El amigo Juliano. Le pillamos moviendo el bigote.
En este hotel nos tomamos en la terracita los cafés más baratos de todo el viaje. Menos mal que no dijimos ninguna burrada por que la camarera hablaba español
Éste es el monte más emblemático de Eslovenia.
Al regreso de la etapa anterior saldamos cuentas con nuestra casera, por que llegaba ya el día de nuestra partida definitiva, después de estar cuatro noches con la presente alojados en el albergue. Tengo que comentar que es un chollo el alojarse en establecimentos de este tipo, por lo barato (por lo menos aquí), y por las comodidades que brindan al rutero. Dejamos preparado y estudiado a grosso modo todo lo necesario para las cuatro etapas que teníamos de retorno a nuestras casas. Etapas que fueron dos de rutear y deleitarnos por los puertos y otras dos que fueron de tránsito.
La ruta que nos marcamos hoy fué Arnbach - Brunico - Bressanone - autopista hacia Bolzano - P. Mendola - P. Tonale - P. di Foppa (Mortirolo) - P. Bernina - P. Maloja - Vicosoprano.
A puntito de la partida.
Otra vez con la casa a cuestas como los caracoles.
El Mortirolo (Passo di Foopa) fué el puerto que menos nos gustó de todo el viaje. Los entendidos lo conocen del Giro y pensábamos que estaría de p. m., pero no es así. Es una carretera muy estrecha y con mucho tráfico. Las tornantis eran más que brutales de cortas, de muy poco radio de giro y de pendientes muy pronunciadas. Nos encontramos con tráfico de frente en ellas y con los maletones que llevábamos fué un sufrimiento llegar hasta el cartel. No nos gustó a ninguno. Como le dije a Jopi, a mí, el descenso me gustó algo más, pero tengo que decir que fué únicamente por que no hubo tráfico. De todas formas, para el 75% de descenso, Fernando iba con los frenos muy tocados y yo ya me había quedado sin freno trasero. Vaya putada y vaya puerto de los co*ones. Si volvemos por la zona nos lo saltaremos.
Inmediaciones posteriores de St. Moritz. Habíamos encontrado un cámping que no estaba nada mal, antes de St. Moritz, pero como sólo eran las 18:30 decidimos continuar por lo menos una hora más...
...hasta llegar al que fué nuestro cámping. Fué el cámping Mulina en Vicosoprano. Nos encantó el entorno y no digamos el precio. Fué el más barato de nuestra aventura. Nos costó 7 euros por barba. Je, nos ahorramos más de la mitad de lo que pedía por el anterior y el paisaje y no paisaje eran espectaculares.
Nos levantamos temprano para ir recogiendo los bártulos antes de que abrieran la recepción y tomarnos un café. Cuando hicimos todo esto partimos.
La ruta de este día, 19-8, fué Vicosoprano - Chiavenna - Splügen - Soazza - Biasca - Airolo - Realp - Gletsch - Oberwald.
Fue una ruta bastante interasante en la que los paisajes eran muy hermosos y algunos de ellos bastante espectaculares. Conseguimos también, lo que al final denominamos de forma un tanto jocosa, hacer la subida al S. Gotardo por la famosa Vía Trémola o la Adoquinpass, como la terminamos llamando, ya que en el 2010 nos equivovamos de camino ya que hay tres rutas diferentes para subir.
Tengo que decir también que se notó en todos los días de este gran viaje el clima tan caluroso que por lo visto teníais en España. Nos dijo el de la recepción del cámping en el que pernoctaríamos que etábais a más de 40º. Se noto por la enorme brumosidad que hubo en el ambiente durante toda nuestra aventura transalpina, pero que hoy la dichosa bruma fué un poco abrumadora, y perdonad tan mal chiste, pero fue un verdadero handicap para hacer las fotos.
Daba la sensación de que había un sioux allí arriba cuando paramos a comer.
La famosa Adokinpass más conocida como Vía Trémola.
Bajando el San Gotardo.
En esta foto hay un niño. No es coña. Al primero que me diga dónde está le pago un cubata.
Éste es el cámping de Oberwald. Personalmente a mí me gustó mucho. Teníamos a nuestra disposición una cocina industrial en la que pudimos meter los alimentos y bebidas en una gran nevera y además penían también un gran congelador donde hicimos hielo para mi nevera. Chapó. A pesar de que ésto nos gustó a todos el pobre Jopi no salió muy contento de allí, ya que había una especie de charca decorativa en medio del cámping y acampamos debajo de unos pinos donde resulta que salieron decenas de mosquitos. Nos tuvimos que poner de largo, a pesar del calor, para montar las tiendas. A Fernando y a mí no nos picaron mucho, ddos o tres picotazos pero el pobre Jose contabilizó 37 picotazos al día siguiente. Ahí es nada. La única diferencia que había en nuestra dieta era en la bebida. Fer y yo bebíamos cerveza y Jose cocacola y los mosquitos le picaron todos a él. Asi que ya sabéis, cuando vayáis al campo bebed cerveza... jajaja.
Bueno, llega el último episodio de esta gran aventura. Todavía nos quedaban dos largos días de viaje de vuelta a casa y estos dos días son los dos de tránsito que mencioné anteriormente. A pesar que que este primer día era de esta denominación la ruta que nos marcamos y los paisajes que vimos y transitamos eran espectaculares también, a pesar de hacer unos buenos tramos de las autopistas italianas y francesas.
La ruta de hoy, 20-8, fué Oberwald - Brig - Gondo - Domodossola - Ornavasso - Carpignano - Torino - Oulx - Briançon - Embrun - Sisteron - Manosque - Avignon - Lunel, con un recorrido de 740 Km.
A medida que íbamos descendiendo de altura y de altitud íbamos notando como el calor iba in crescendo de una manera abrumadora. Comimos pasado Briançon y a partir de allí el calor era verdaderamente agobiante. Al final Fer y yo nos quitamos la cazadora y yo me remangué los pantalones hasta la rodilla. Jose se vaciaba las botellas de agua encima suyo. Fué insoportable.
Detrás del coche a la izq. estaba la dichosa charca. Menuda incubadora de mosquitos.
Éstos son los nuevos bungalows que empiezan a causar furor por el norte de Europa. Hay que meter a los campistas en barricas para que se maceren como los buenos vinos, jajaja.
Saliendo de Oberwald.
Cazada al vuelo.
Nuestro último puerto oficial.
Hermosísima autopista.
Llegando a Briançon. El calor se dejaba notar ya en estas latitudes.
Con la tripita llena.
A partir de aquí el calor empezaba a ser insoportable.
Vivan los clásicos.
Al final de este día acampamos en el área de descanso de la autopista francesa en Lunel. Hacía tanto calor que Jose no pudo pegar ojo y decidió partir aprovechando la "fresca" a las 5 de la mañana. Cuando nos levantamos Fer y yo a las 6 vimos que no estaba y empezamos a recoger y a prepararnos para partir. Jose nos llamó y nos explicó lo sucedido. No problemo, que diría Terminator, yo mismo les sugerí a penúltima hora de la tarde que me estaban dando ganas de tirar de noche hasta Pamplona para no volver a comerme otro día de calor tan bochornoso.
Fer y yo partimos hoy, 21-8, a las 7. Hicimos 786 Km. No saqué ni una foto este día. Me había quitado hasta la cámara rutera, y la verdad es que me arrepentí por que pensábamos entrar en España por Perpignan, pero recordé en el último momento que la otra vez entramos por Puigcerdá y entonces decidimos ir a la aventura e ir por Andorra. Al final nos salimos de la autopista en Le Boulou y fuímos hacia Thuir para salir al Prades francés. Vaya pedazo de ruta. Hicimos los consabidos puertos andorranos, que disfrutamos como enanos, y comimos nuestro primer menú del día, desde hacía 10 días, en Andorra, en un rte. donde comimos de pu*a madre y pagamos 21´40 euro en total con dos cañas previas a la comida y los cafés. Fetén. En Andorra, arriba había 37º de temperatura. En Aragón más de 40º.
Llevábamos recorridos ya unos 5000 Km por carreteras europeas, donde no nos encontramos con ningún percance ni problema, y fué llegar a La Seu y darnos de morros con el primer gran hijo de la gran pu*a, español tarugo con todoterreno, que se mosquea por que le adelantamos y decide adelantarnos, tras ralentizarse el tráfico, sin visibilidad y en línea continua y de malas maneras. pu*o imbéc*l. Tambíen nos tocó otro tarugo en el pantano de Yesa. Iba con una furgona a toda ostia comiéndose toda la carretera por seguir a un coche que iba bien raudo pero que conducía de pu*a madre. El tarugo de la furgona se le echó encima a Fer cuando iba a adelantarlo y os puedo a segurar que a este imbéc*l lo acojanamos de tal manera que redujo bastante su velocidad. Que país de gilipo**as. Ni uno en 5000 Km en Europa y aquí como siempre. Qué asco.
Llegamos a casa sobre las 22 horas saboreando el más que fresco que nos encontramos nada más pasar el pantano de Yesa y saboreando sobre todo semejante pedazo de gran viaje que nos habíamos cascado. En total Fernando y este menda hicieron un recorrido de 5.646 Km. Me gustaría saber los que hizo Jose, que ya llevaba días bregando por los Alpes para cuando nos juntamos con él.
A falta de fotos, ésta es la ruta que hicimos este último día.
https://maps.google.es/maps?saddr=Lunel ... ls&t=m&z=6
Y colorín colorado este cuento se ha acabado y..... siento semejante chapa que os he metido.
Pd:
Recopilatorio del Anecdotas:
Bueno, hoy voy a relataros una serie de anécdotas que nos sucedieron.
- El día 10, me llama Fernando a las 20:15 más o menos, muy pocas horas antes de salir de viaje, y me dice que le ha estado haciendo un apaño mecánico a la moto y que no le arranca, que a ver si puedo acercarme con unas pinzas. No hubo manera de arrancar la moto hasta las 22:45. Incluso le llevé en la Vara a un centro comercial para comprar otra batería. Como que ya pensábamos que no íbamos a poder salir el día previsto... Vaya agobio, sobre todo por Jose y Miguel que ya habían cambiado sus itinerarios para acercarse a estar con nosotros... Cuando conseguimos arrancarla se nos abrió un mundo. UUUFFF.
- El día 11, antes de salir me dice Fer que no le funciona la toma de corriente, por lo que se queda sin gps. Lo más curioso es que, justo al pasar la frontera, veo que la lucecita verde de carga de mi gps hace plof y se apaga. En unos Km veo que se enciende según la posición del cable, pero para media tarde se jodió del todo y ya no ha vuelto a funcionar. Dilemas: Empezamos a pensar que el tema del viaje estaba de que no y aun y todo dijimos de ir a la aventura si hacía falta, como los moteros de antes. ¿Se me jodió la punta del cable o se jodió justo la pieza de toma del aparato? Hasta que no llegué a casa no lo supe. Al final fue ese extremo del cable. Menos mal, un mal menor pero.... mecagonrooossss...
- El día 12, me sale un grandísimo uñero en el lado izq. del dedo gordo de la mano derecha, que además se infectó y engordó lo suyo, con lo que el tocar los pulpos de sujeción de las cosas fué un jodío suplicio. Se curó en España. Como le decía a Fer... ésto está de que no...
- El día 13, bajando el Cervino empiezo a notar un sonido más bronco en mi Vara. En la autopista que pillamos seguido el ruído aumentó considerablemente. Se me quemó una de las juntas del tubo de escape, la del cilindro trasero, y estuve todo el viaje diciendo que montaba una Harleydero. Estaba de que no... jajaja.
- El día 15, comienza a salirme otro uñero, esta vez en el dedo meñique de la mano izq.. Remitió al día siguiente, pero a la madre del tal Murphy le estuvieron pitando los oídos dos días seguidos.
- En las gasolineras italianas de 24h., y a pesar de que están preparadas para ello, no admitían las tarjetas de crédito de nadie. Ni de los mismos italianos. Había que llevar billete en efectivo o te quedabas tirado. Tenedlo en cuenta quien quiera ir por esos lares.
- Fer perdió la faja, a Jose le acribillaron los mosquitos. Teníais que haberle visto la cabeza cuando terminó de montar la tienda. Impresionaba. Llena de bultos, como Chochenager en vaya par de gemelos...
- El día del tormentón en el Passo Gardena descubro que, en vez de coger el pantalón de agua que me acababa de comprar, por que el otro que tenía estaba rajado en la entrepierna, pues descubro que cogí el viejo, con lo que el de los huevos mojados referido en la crónica era este menda. No veáis la carcajadas que se pegaron estos dos bandarras... cagonroooss...
En fin que si me acuerdo de alguna más ya os la contaré.
Saludos
. Los paisajes por los que pasasteis son preciosos, lástima que algún dia os hizo malo de narices pero es lo que tiene el monte en verano, que de vez en cuando te sorprende con una tormenta de narices. Así que solo me queda darte las gracias por poner semejante crónica.
Crónicas de este estilo le animan a uno a que cada vez vaya saliendo mas y mas lejos.
